La criatura era un demonio horrible, con piel arrugada y verdosa, similares a escamas, de el salia un par de alas membranosas de gran tamaño, su pies y manos eran anormales, estas tenían 3 dedos en cada uno de ellos, con unas garras gigantescas, de su cabeza sobresalían 2 protuberancias de no mas de 5 centimetros, en su pecho tenia tatuado los mismos dibujos que en el árbol había tallado, aquella bestia media aproximadamente sus 2 metros de alto, se veía bastante ostentoso.

Lo quede mirando perplejo, de una manera impactado, ya que uno como persona normal no suele ver esto muy a menudo, de su boca salieron las siguientes palabras

-¿Que hace un alma solitaria y perdida como la tuya en mi territorio?

La bestia me miraba con una mirada fría y penetrante, sus dientes filosos como navajas y su aliento cálido con un fuerte olor a podrido, sentí al instante como una gota de sudor frío se deslizaba por mi rostro, los nervios me calcomian por dentro, el esperaba una respuesta inmediata a lo que no supe responder.

Con violencia tomo mi cuello y me elevo a su altura, me estaba ahorcando, sentía que a cada segundo que pasaba, el aire se me agotaba, las palabras no me salían de la boca.

Pregunto esta vez con mas violencia y seguridad.

-¿!Como es que me puedes ver!?

A lo que respondí

-No lo se, yo solo sali y te vi a lo lejos, me vi tentado por mi curiosidad.

Mi respuesta dejo en claro mi inocencia y infantil comportamiento.

El me soltó el cuello, por lo que pude volver a respirar, fue un total alivio, me sentí agradecido y me aleje lentamente sin dejar de mirarlo

Me dijo:

-Tienes algo especial, acercate.

Me sorprendió su forma de decirlo, sonó más apasible y tranquilo, debido a ello obedecí sin pensarlo 2 veses.

Me fui hacercando mis latidos ya no estaban disparados, estaba un poco más relajado.

Conmocionado me acerque lentamente, evitando provocar cualquier tipo de ruido que pudiera alterarlo.

Cuando estábamos frente a frente levanto su mano y la puso frente a mi cara, apunto una de sus garras hacia mi frente, increíblemente la garra de ser color verde paso a ser de un tono azul galáctico, mirar esa garra era como mirar el cielo nocturno, con todas las bellezas de la noche a mi personalmente me encanta la noche, admirar estrellas, constelaciones, estrellas fugaces y la ultima pero no menos importante la luna, sentía una fascinación enorme por los astros.

Con esa misma garra rozo mi frente, provocando un pequeño corte, de la palma de su otra mano de pronto salia una pequeña esfera que brillaba como mil soles, esta esfera giraba entorno a su propio eje.

Toda la tranquilidad que habia recordado hace unos segundos la había perdido, estaba mas desesperado que nunca con el raro suceso.

La esfera brillante la introdujo lentamente por la herida causada por el mismo, aquella esfera al entrar causo en mi un dolor indescriptible, era como romperce todos los huesos de una sola vez, aquel día descubrí lo que realmente significa el "dolor" en ese momento me desmayé.

Bueno aquí viene lo realmente raro...