Skyler se despertó gimiendo de dolor cuando sintió una fuerte punzada en la parte trasera de su cabeza. Con un gruñido se obligó abrir los ojos dejando escapar otro gemido cuando vio el sol golpear directamente en su rostro. Con una visión ligeramente borrosa volteo a ver a su lado izquierdo encontrándose a su Parabatai dormido en una silla luciendo verdaderamente incómodo.

-Hey...Alec -el pelinegro se levantó de golpe parpadeando torpemente hasta que su mirada recayó en la rubia frente a él, rápidamente se levantó de la silla y camino hacia ella.

-¿Te encuentras bien? ¿Llamo a...

-Estoy bien, el dolor casi ha desaparecido – el azabache suspiro con alivio dejándose caer a su lado. No se había separado de ella por ningún motivo, el golpe que se había dado en la cabeza fue lo suficientemente fuerte como para mantenerlo en vela por si presentaba alguna complicación - ¿Y tú? – sonrió, ¿Enserio estaba preguntando por él?

-Estoy perfectamente

-¿Y Isabelle? ¿Esta ella bien? –Alec dejo escapar un fuerte y prolongado suspiro, a pesar de sentí una pequeña opresión asintió - ¿Cómo termino todo?

-Jace pudo rescatar a Simón y no se ha separado de el desde que llegamos, el mundano aún no ha despertado

-Supongo que tú tampoco te has separado de mi ¿Verdad? – el silencio del pelinegro fue suficiente para que Skyler confirmara sus sospechas, se movió un poco hacia la derecha haciendo un campo en la cama lo sufrientemente grande para que su Parabatai cupiera sin dificultades – Duerme conmigo, ambos tuvimos un mal día – el mayor de los lightwood sonrió quitándose los zapatos y recostándose al lado de su Parabatai

-Ha sido un día largo

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Los ojos de Skyler se entrecerraron con molestia al ver como la pelinegra iba a pasar por su lado sin siquiera dirigirle una mirada. Solo bastaron unos segundos para tomar su mano y meterla a su habitación no sin antes mirar el pasillo.

-¿Qué quieres? – pregunto Izzy mirándola con molestia, la rubia enarco una ceja mirándola con confusión – Sino tienes...

-¿Qué ocurre contigo? Has estado rara últimamente y ni que hablar de ahora...no entiendo – la pelinegra se rio entre dientes y estaba claro que era una risa sarcástica – Sabes que detesto que tomes esa actitud – Isabelle no tardo en zafarse de su agarre con fuerza mirándola con enojo

-Y tú sabes cuánto detesto que te pongas en constante peligro por proteger a esa...esa ¡Estúpida! – La menor de los lightwood volteo su rostro con molestia viendo como una leve sonrisa comenzaba aparecer en los labios de Skyler – No sé qué es lo gracioso

-Nada, solo que no sé cómo logras...olvídalo – rio cruzándose de brazos cuando noto su mirada curiosa sobre ella - ¿A dónde ibas?, pensé...pensé que vendrías a verme

-Meliorn me llamo – susurro, no sabía por qué se sentía tan pequeña bajo la mirada de Skyler – Me...me tengo que ir

Narra Isabelle

La mire sorprendida.

Skyler me había tomado con fuerza empujándome contra la pared. Podía ver como sus ojos me observaban con ira retenida.

-Estoy hasta la mierda de escuchar siempre su maldito nombre, no quiero que lo vuelvas a repetir, que lo vuelvas a ver, ni que...

-Tú no eres quien para prohibirme algo, estas muy equivocada – no sabía en qué momento mi respiración había comenzado acelerarse, ella se había quedado estática mirándome con una sonrisa irónica en su rostro – ¿Qué...Que haces? – Susurre cuando se acercó a tal punto de que nuestros labios rosaran - Skyler...- me sonroje, su nombre había salido más como una súplica que una amenazada. Me sentía avergonzada.

-Solo quiero que repitas mi nombre – murmuro rozando sus labios con los míos – Eres solo mía, Isabelle –Aquella frase hizo que mi corazón latiera con velocidad. Su boca se estrelló contra la mía, haciéndome jadear de sorpresa.

Sus manos no tardaron en colocarse en mi cadera atrayéndome más a ella. Mordió mi labio inferior con fuerza haciendo que abriera la boca, nuestras lenguas no tardaron en hacer contacto.

Mis manos tomaron su nuca tratando de acercarla lo más que podía, ya no sabía cuánto fue el tiempo que espere para que ella me besara.

Se separó bruscamente y creí que había hecho algo malo hasta que sentí mi espalda rebotar contra la pared. Poseyó mi boca casi de una manera obscena, haciendo que algo en mí se encendiera

Jamás había sentido algo así...ni siquiera con Meliorn.

-Skyler, viste a...lo lamento – Sky dejo un caso beso antes de separarse de mí, dejándome con una sensación de vacío

-Hablaremos de esto luego – susurro mirándome de aquella manera que hacia mis piernas temblar – Buscare a Alec – murmuro retirándose con una sonrisa de la habitación

-Jace...no sabes cuánto te odio ahora- vi a mi Parabatai sonrojarse mientras reía levemente

-Realmente deberían considerar mandarme un mensaje para no interrumpir sus momentos de pre coito

-¡Eres un idiota!

NARRA CLARY

-Skyler, tengo que decirte algo, es...- Me quede callada en cuanto vi como terminaba de colocarse su sostén, enseguida sentí como mis mejillas se calentaban y solo atine a voltearme para que ella terminara de vestirse – Lo siento, debí golpear primero – murmure apenada , escuche su risa

-Tranquila, ya estoy terminando de vestirme, pero si, debiste golpear primero – reí levemente volteando a verla, ahora ya vestida con una camisa negra - ¿Qué ocurre? ¿Para qué me buscabas?

-Si...necesito que me digas todo lo que sabes sobre Magnus Bane – la vi fruncir el ceño y rápidamente me di cuenta de que lo había dicho más como una orden que una petición – Por favor

-Magnus Bane es el gran brujo de Brooklyn, ¿Por qué?

-Sigo teniendo sueños donde ese tal Magnus esta con mi madre y ella le pide que me proteja

-¿Te refieres a fragmentos de memoria?

-Sí, pero no tienen sentido

-¿Por qué no me contaste sobre eso? , clary creo que aún no comprendes que el mínimo detalle puede ser relevante – sus brazos se cruzaron en su pecho acercándose unos pasos hacia mí, ese pequeño gesto me hizo entender que estaba enojada – Clary...

-Porque, Skyler...hace prácticamente una semana no sabía de la existencia de este mundo y mucho menos que Magnus era real...pensé...pensé que mi mente estaba dándome una mala jugada – la oí suspirar y no dude en acercarme – Entiéndeme por favor – Su mirada se suavizo solo por un momento antes de alejarse hacia su cama tomando su estela

-Su magia es tan poderosa que puede evadir incluso a los Hermanos silenciosos. Si él es brujo que te quito tus recuerdos...podría ser la clave de todo – murmuro quedándose unos segundos en silencio, como si estuviera tratando de analizar la situación

-Yo...puede que no recuerde nada que nos lleve a la copa mortal o a mi madre

- Me siento la primera vez en el limbo, no sé dónde buscar, no sé qué hacer, ni por donde comenzar – se acercó a mí, tomándome de los hombros y clavando su profunda mirada en mí, mi cuerpo se estremeció ante la cercanía - Pero créeme cuando te digo que encontrar alguna manera de recuperar tus recuerdos es la única oportunidad que tenemos para encontrar la copa mortal

-Pero...

-Mírame – volví a centrar mi mirada en ella, sus ojos se suavizaron dándome una sensación de calidez – Estoy dispuesta a protegerte, ya eres parte de nosotros

-Skyler, te necesito...el mundano se va – Isabelle nos observó por unos segundos a ambos, antes de que su mirada recayera en Skyler, de una forma casi fulminante

-¿Simón? No puede irse – murmure nerviosa, alejándome de Skyler

-Puede y lo hará – su mirada era casi filosa, pero aun así me acerque a ella tratando de no lucir intimidada – A menos que quieras atarlo y retenerlo

-Yo no soy como tú – murmure solo para que ella me oyera, me sonrió de forma sarcástica levantando sus manos con diversión, voltee a ver a Skyler – Debo detenerlo – no espere respuesta y solo corrí al encuentro con Simón

¿Por qué quería alejarse?, No lo comprendía. Estábamos a salvo con ellos...con Skyler.

Narra Skyler

-Ni se te ocurra alcanzarla – sonreí, cerrando la puerta detrás de mi sin olvidarme colocarle seguro esta vez

Se veía muy...hermosa, con los brazos cruzados y una mirada casi mortal para mí

-¿Celosa, cariño?

-No me llames así, cuando estuviste a solas con esa...esa chica en tu cuarto – me acerque a paso lento a ella, observando cómo se ponía nerviosa con cada paso que daba – No sé a qué estás jugando Belmont...pero no me gusta

-vaya, ¿ahora soy Belmont? – Reí entre dientes tomando su caderas entre mis manos –No sabes cuánto extrañe tu cercanía – murmure dejando un suave beso en sus abultados labios, la sentí temblar y pude evitar sonreír satisfecha

-Eres una tonta – murmuro sonrojada, colocando sus manos alrededor de mi cuello, alce una ceja haciéndola reír – Creo que dijiste que íbamos hablar – susurro sobre mis labios, intente juntarlos pero se alejó con una pequeña sonrisa

-Bueno, hablemos entonces – no dude en bajar mis manos hacia sus muslos y levantarla, oí un pequeño gritito de sorpresa en cuanto me senté en la cama con ella sobre mí – No pesas casi nada – murmure cuando note su mirada sorprendida sobre mi

-No pensé que...no, mejor comienza – sonreí con diversión

-Soy nueva en todo esto de expresar mis sentimientos, no soy una persona muy expresiva y creo que hasta soy pésima tratando de demostrar un interés...

-Te fue muy fácil demostrarlo con Clarissa

-En realidad, no siento atracción hacia ella...solo me da curiosidad, pero nada más que eso – aclare, observando como la pequeña mueca que tenía desapareciera - Solo siento atracción por una persona

-¿Solo atracción?

-Es más que eso, te lo puedo asegurar...pero todo está en que tú aceptes – sonreí levemente cuando divise pequeña chispa de confusión en su rostro – enserio, es la primera vez que me siento tan nerviosa – reí levemente, sintiendo mis manos sudar un poco – Estoy enamorada de ti , sé que fue mucho el tiempo de espera y si te niegas...créeme que lo entenderé – solté un pequeño suspiro sintiendo su mirada penetrante sobre mí , eso solo aumento mi nivel de nerviosismo - ¿Quieres...

-Si – susurro tomando mi rostro entre sus manos, sonreí – Y si, te tardaste mucho – reímos

-Pensé que me harías sufrir un poco más, yo lo hubiera hecho – ella me miro con diversión mientras acariciaba mis mejillas con suavidad – Tus padres me mataran – murmure tomando nuevamente sus caderas

-y tu padre nos matara

-ya estaré muerta cuando él se entere – susurre sobre sus labios, la oí reír levemente y no dude en tomar su cabeza para juntar nuestros labios sintiendo nuevamente esa pequeña electricidad arrasadora invadirme

Así que... ¿Esto se siente estar enamorada? Vaya...que inesperado.

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-Magnus Bane, tiene más de 300 años. Y, como pueden ver, nunca ha estado alejado de los placeres de cada siglo – murmure con diversión pasando las fotos en la pantalla – Sus gustos con bastante...excesivos

-Parece el David Guetta del submundo

-Guetta ya es un subterráneo, vampiro. ¿Lo has visto a la luz del sol? – sonreí

-¿Pueden concentrase? – La mirada de Izzy fue suficiente para que dejara de sonreírle a Clary – Esto no es una broma

-Tienes razón – Alec asintió aun mirándome con algo de fastidio, al igual que izzy – Magnus es el brujo más poderoso que conoce el submundo y tiene una profunda desconfianza en los Shadowhunters. Tenemos un punto en contra por ello

-Entonces, ¿Por qué el ayudo a que mi madre a que me borraran la memoria? ¿No fue ella una Shadowhunters? – quise responderle pero lastimosamente Hodge apareció en mi panorama

-Sí, una de las mejores – musito sonriéndole a Clary, bufe – Pero "ayudar" quizá no sea lo más preciso

Me coloque al lado de Izzy posando mi mano en su cadera, no sé por qué en tan poco tiempo había adoptado esa costumbre.

La vi sonreír levemente, lanzándome una fugaz mirada.

-¿Magnus le proporciono un servicio a Jocelyn? Tal vez. Pero lo más probable es que tu madre le pagara muy bien por su magia – su voz cada vez lograba irritarme más.

-No estás diciendo nada que no sepamos ya – informe con fastidio, izzy me dio un pequeño golpe en mi cintura dándome una mirada de advertencia – Los brujos generalmente piden un pago antes de ayudar

-Según la clave, la mayoría de brujos viven en la clandestinidad ya que Valentine los persigue – la expresión de Hodge cambio un poco ante la mención de aquel nombre.

-Valentine debe estar buscando al brujo que ayudo a Jocelyn... - dejo de hablar cuando la runa en su cuello se encendió, deje de prestarle atención cuando vi a Izzy teclear en la pantalla

-¿Cómo encontramos a Magnus?

-No lo hacemos, él nos encontrara a nosotros – Hablo Jace entrando a la habitación con aquella sonrisa ladina en dirección a Clary – Fijaremos una reunión, en un lugar protegido. Lo sacaremos de su escondite

-Y sé exactamente donde lo haremos – La voz de izzy hizo que todos voltearan a verla, tecleo unas cuantas cosas más en la pantalla antes de que la invitación de un rave del submundo apareciera frente a nosotros

-Muy bien am...Izzy – sonreí, ella me miro algo apenada y es que aún no se lo habíamos comentado a los chicos, por lo cual no podríamos tener por el momento ningún tipo de demostración y mucho menos frente a Hodge

-¿de dónde sacaste eso? – la voz de Alec fue un tanto grave, al parecer no estaba tan a gusto. Le di una pequeña mirada, lo cual logro que suavizara su postura

-En una vigilancia a los subterráneos. Por lo que oí a él le gustan mucho las fiestas – murmuro orgullosa por aportar aquella idea, no dude en acercarme un poco más para acariciar su cintura.

Sonreí cuando sentí un leve temblor en su cuerpo.

-Nunca lo hará. No con Valentine tratando de cazarlo – ignore la pequeña discusión de todos prestado más atención a las mejillas sonrojadas de izzy cuando comencé a bajar lentamente mi mano.

-¿Estas bien? – susurre en su oído. La vi morderse el labio inferior cuando apreté levemente su trasero

-Aquí no – susurro de vuelta, tomando mi mano y entrelazarla con la suya subiéndola hasta su cintura nuevamente.

Voltee a ver a los demás y todos estaban tan absortos hablando o bueno, discutiendo entre ellos que no se dieron cuenta de nuestra pequeña interacción.

-Gracias por la no ayuda Hodge, chicos...síganme – apreté levemente el pequeño agarre de nuestras manos antes de separarme de Izzy y caminar por el pasillo, hasta detenerme en una runa en especial.

Saque la estela de mi bolsillo trasero y me coloque en cunclillas para poder dibujar el símbolo en el suelo.

Tome el collar y lo alce para que todos pudieran observarlo

-¿Es real? – sonreí enternecía, al ver la mirada que Isabelle le daba al collar

-Un rubí birmano no calentado de cuatro quilates. Este collar tiene un significado especial para Magnus Bane, ya que fue un regalo para su entonces amante, Camille Belcourt

-¿Qué? ¿Camille y Magnus fueron amantes? – asentí ante la pregunta de Clary, al parecer se encontraba sorprendida por aquella "revelación"

-El brujo no pierde el tiempo – compartí una sonrisa de diversión con Jace antes de chocar los puños, escuchando un bufido de Izzy y Alec, además de una mirada de diversión de clary

-Magnus lo compro en 1857 por el precio de su casa en Londres. La joya está encantada con un hechizo que alerta al portador de la presencia de demonios, increíble ¿No? – todos asintieron sin dejar de observar el rubí

-Es muy hermoso – Izzy toco el collar rosando con mis dedos momentáneamente en el proceso, supe que no fue accidental cuando me dirigió una pequeña mirada. Aclare mi garganta sintiéndome un tanto nerviosa

-Magnus ha querido reencontrarse con este collar, hay que ofrecérselo. Tal vez muerda el anzuelo. Podemos intentarlo

-Le enviare un mensaje de fuego a Magnus para reunirnos con él. Tenemos que llegar a Magnus antes de que Valentine lo encuentre – Jace nos miró brevemente antes de salir de la sala

-Alec, acompaña a Jace. Necesitará tu ayuda – asintió sin protestar saliendo a darle el encuentro – Clary, será mejor que descanses un poco – pude ver que trato de protestar, pero solo una mirada mía basto para que se retirara del pasillo

-¿y qué debo hacer yo, cariño? – sonreí, me coloque detrás de ella, abriendo el pequeño broche del collar

-Me gustaría que tú, cuidaras el collar – alzo su cabello para que me fuera más fácil el colocárselo – estoy segura de que tú lo portaras muy bien – murmure, dejando un pequeño beso en su hombro

-¿Me acompañas a mi habitación? Necesitare ayuda para el cierre del vestido

-No lo dudes – susurre entrelazando nuestras manos, ella me sonrió picara y no tardo en guiarme.

¿Por qué esta mujer era tan tentadora? 

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¡Lamento la tardanza!

Ya salí de vacaciones en mi universidad, por lo cual tendré mas tiempo libre para escribir. 

Espero les guste este capitulo. 

Nos leemos luego.