Epílogo:

División Minuscula — Sognare

Soñaré contigo

Si puedo dormir

Las noches son largas desde aquel día en el que yo te conocí

Mi ángel de la guarda
Aguarda en tu cama
Lo envié a cuidarte, por tu bien alejarte para siempre de mi Mi ángel de la guarda
Aguarda en tu cama
Lo envié a cuidarte, 

por tu bien alejarte para siempre de mi

Octubre 15 2025

Todo es una mierda desde que se fueron, Yesenia se siente mal, llora en silencio mientras que yo no sé qué hacer, todo fue muy rápido cuando la madre de Miriam tomo el mando, y justo no lo había advertido su padre, ese día después de que comimos con y lo recuerdo tanto como si fuera ayer.

"Si ella gana las elecciones todos estaremos a su merced"

Y dicho y hecho la ex señora de Gaytán gano las elecciones de ese año a pesar de todo, a pesar de los rumores y sobre todo a la oposición, y lo peor es que todo lo que previó Valentina se cumplió.

Cuando se anunció hace un año la toma de poder de esa mujer el señor Gaytán tomo a todos sus hijos y huyeron del país ya que los iban a cazar, o a hacerles la vida imposible y ya lo habían empezado a hacer.

Cerraron el rancho de Don Gaytán semanas después mientras que buscaban a Belial por lo que le había hecho a este Gonzalo, él fue el primero que se fue para Estados Unidos junto con Alex para mantenerlo a salvo.

Nada lo estaban haciendo por la derecha, y eso sabíamos que había sido idea de Gonzalo, lo que menos esperamos es que Laura y Carmen lo estuvieran apoyando, lo mantuvieron muy escondido, y más aún que tenían contacto con alguien de por mi casa, el imbécil de Anuar, él les decía siempre donde estaba y a donde me dirigía, igual Yesenia y todo esto para joder a los Gaytán.

Yo me despedí de mi charrita un doce de agosto, cuando llegó a mi casa con Xavier y el señor Gaytán, y nos explicaron todo, entre lágrimas y dolor el señor hablo.

—Nos estan pegando con todo, el maldito de Jacinto, el chofer, le dijo lo de ustedes dos y ahora quiere joder a Miriam al igual que a Marlon, él ya tiene todo listo en Oregón, estaremos allá el tiempo que Mariela este en el poder, ya muchos de nuestros contactos nos dijeron que nos ayudaran para ver si podemos regresar antes —explicaba el señor Gaytán mientras todos lo oíamos.

Xavier tenía los ojos rojos y estaba abrazando a una sollozante Yesenia.

De mi parte acariciaba la espalda de mi amada novia, me dolía tanto esto, era una mierda y quería en esos momentos golpear a la señora Mariela al punto de dejarla inconsciente, o incluso matarla, pero no podía ella era poderosa y yo una chiquilla cualquiera.

Don Gaytán nos dio una hora para hablar, despedirnos bien.

Estábamos afuera y ella no podía dejar de llorar, yo no sabía que hacer, estaba en shock por todo lo que pasaba.

—Sabes que siempre te voy a amar ¿verdad charrita? —le decía mientras tomaba su rostro en mis manos.

Sus hermosos ojazos cafés me veían con lágrimas en los ojos.

—Y yo a ti Lidia, lo sabes mejor que nadie, eres el amor de mi vida.

Sus palabras pegaban como miles de cristales en mi pecho, escucharla tan triste, pero a la vez tan llena de amor me hacía odiar al mundo, quería que todo fuera un mal sueño y que ella se quedara a mi lado, que mi charrita jamás se fuera de mi lado, la necesitaba.

—Te esperaré para siempre Miriam, eso tenlo por seguro, nadie más entrará a mi corazón —besaba tiernamente sus labios.

Ella respondía y se relajaba un poco en mis brazos, sentía su respiración, lenta y tranquila, siempre me lo había dicho, su lugar seguro eran mis brazos, y después de nuestra relación de casi dos años, todo lo que vivimos y reímos en las calles de México, de la mano de la mujer más hermosa del mundo.

—Regresaré por ti Lidia, podremos estar juntos después de la tempestad, no nos mantendrán lejos para siempre, no dejaré que mi madre joda lo mejor que me ha pasado en mi vida —profundizaba su beso al mío.

Es cuando sentí una lágrima en mi rostro, tenía año sin llorar, y sabía que todo lo que tenía guardado saldría en poco tiempo, pero saberme que estaría lejos de mi charrita, de mi chica, de mi Miriam me estaba destrozando, no era justo.

Putos políticos de mierda siempre tenían que salirse con la suya.

—¿Me esperarás Lidia? —me preguntaba, viéndome a los ojos de una manera tan pura y sincera que se me derretía el corazón —¿mi chica de bronce me esperará?

—Hasta que el universo implosione y todo muera te esperaré incluso más allá de la muerte, no hay nadie más en este mundo para mí.

Nos dimos otro tierno beso, ella acariciando mi rostro y yo sintiendo cómo su tristeza liquida caía por mis mejillas.

Aún recuerdo la voz del señor Gaytán separándonos, ya era hora de que ella se fuera, ya tenía que llegar al aeropuerto.

Salimos a despedirnos, Yesenia y yo éramos un mar de lágrimas.

Desde su carro nos volteaban a ver y era cuando Miriam no podía más y corrió hacia mí, lanzándose a mis brazos y la abrazaba.

—Me quiero quedar, no quiero irme, no quiero dejarte.

Yo la abrazaba a mi cuerpo mientras ella rodeaba sus piernas a mi cintura.

—Tiene que ir, no puedo dejar que tu mamá te haga nada, debes estar a salvo —le susurraba mientras acariciaba su cabello.

—No puedo vivir sin ti —sollozaba en mi cuello.

—Ni yo sin ti, pero tienes que ir —caminaba hacía el carro para ponerla en el suelo y besarla una última vez en sus labios y en su frente —te esperaré.

Esa fue la última vez que la vi, nos seguimos hablando, y mandando correos, pero las cosas acá estan peor cada día, esa perra de Mariela quiere cerrar el chopo y prohibir muchas cosas tanto de las contraculturas, pero estamos resistiendo, mostrándole que no podrá contra nosotros.

Lo que ella jamás espero y es donde estamos hoy en día, es la reaparición del sequito de Belial, para oponerse a ella, y a sus ideas, y tenemos una ligera sospecha que algo se viene.

La legión hereje no salía de las sombras sin un motivo y menos sin que su líder lo mandará.

Ni Marlon ni Miriam nos estaban dejando solos y era cuestión de tiempo de poder sacar todo a la luz de la corrupción de Mariela y el senador Ortiz.

Era cuestión de tiempo para volver a estar con mi charrita, tenía fe de que así sería.

Esto apenas comenzaba.

Gracias por llegar hasta aquí en esta historia de Miriam y Lidia, cómo se dan cuenta habrá un libro más, haciendo una bilogía, este sólo fue la introducción a lo que se viene y espero les haya gustado.

Nuevamente ¡Gracias!