Capítulo 14: La reina del ruedo
Estoy lista para comenzar la competencia, ya mis acompañantes, incluidos mis amigos, Lidia y su familia y la mía habían tomado su lugar en las gradas, sé que me estarán apoyando desde ahí y más mi amada Lidia, sus ojos no se despegaban ni un segundo de mí, siempre atenta a todo y me fascina tener toda su atención me regocija.
Estamos formados, somos sólo veinte competidores los que estamos compitiendo ese día, supongo que lo querían hacer lo más pequeño posible y sólo para poder promocionar su campaña de los políticos y la verdad no sé por qué me he prestado para ello, o mejor dicho cómo me obligaron hacerlo.
Amo las escaramuzas, pero no cuando son por dinero y sin amor al arte de las mismas, observo cómo muchos de los competidores se ven inexpertos, como si fuera su primer o segundo concurso, y eso no me da para nada buena espina.
¿Por qué lo harían?
Seguimos formados con nuestros caballos, yo de lado cómo debemos montar las mujeres por el vestido y acariciaba el costado de Conde, el está tranquilo, jamás me ha fallado y sé que nunca lo hará, tenemos un gran vinculo él y yo.
Uno de los jueces es el señor es el señor Ortiz, no se cómo lo era porque él no sabe ni una mierda de esto, pero digo es su campaña y quiere postularse ya para precandidato para la presidencia, a lo cual por lo que me ha contado Marlon, ayudaría a mi madre a subir cómo diputada en su gabinete.
Pero algo se traen entre manos, porque de igual manera veo a Gonzalo parado cómo juez y una persona más que no logro reconocer, aquí hay gato encerrado, pero bueno no tenía ya cómo echarme para atrás.
—Perfecto, señoritas —dice el señor Ortiz con el micrófono para que todo mundo lo pueda escuchar —, sean bienvenidos a el primer encuentro charro del estado, que será patrocinado por nuestro partido político.
Todo mundo comienza a aplaudir menos Lidia y su hermana y mis amigos y hermanos, ellos saben que algo están tramando en ese momento.
Los aplausos cesaban y el diputado continuo.
—Estas tradiciones son part de nuestras raíces revolucionarias, recordando que muchos de nuestros tatarabuelos y bisabuelos fueron parte de la revolución mexicana, aquella que nos dio la libertad de ser nosotros mismos sin ningún yugo de un gobierno
Muchas de las personas aplauden y a mí me está dando risa, no sé cómo pueden ser tan imbéciles en creerle a esa persona tan corrupta enfrente de nosotros, sería un mal chiste del destino que el fuera el siguiente presidente de México. Y me preocupaba más si le iba a dar poder a mi madre, ella está loca y si lo hace tengo miedo de lo que pasaría.
—Hoy competiran veinte personas jovenes en este evento, los cuales fueron seleccionados de manera meticulosa para dar un gran espectáculo en nuestro primer evento. Nuevamente les agradecemos su asistencia y comenzaremos nuestro evento en seguida, primer iniciaran los concursantes cabalgando para saludar a los espectadores, todos juntos —comenta el señor mientras se da la media vuelta y se va a la mesa de jueces.
Nos comenzamos a formar uno detrás de otro, yo en el quinto lugar, e iniciamos una caminata lenta guiando a nuestros caballos para dar la vuelta alrededor del ruedo, donde comenzamos a saludar a los espectadores y ellos nos ovacionan, a pesar de todo me gustaba estar así.
Sentir cómo voy sobre Conde me quitaba mucho peso de encima, era mi relajante aparte de los brazos de Lidia, esta es mi actividad predilecta sobre todas las cosas, mi pasión y mi felicidad entera.
La vuelta no toma más de diez minutos en darla, había salido bien.
Después nos mueven con nuestros caballos hacia atrás donde teníamos asignados lugares con nuestro número, yo era la quinta, era bueno eso por qué significaba que las personas ya estaban poniendo atención al cien al evento, tenía mucha suerte en ese momento.
Volteo y veo a donde estaba la chica que me fascina, Lidia está a la expectativa de todo, al cruzar nuestras miradas nos sonreímos y le mando un beso, haciéndola sonrojar, no me importa que alguien me vea, jamás ocultaría que yo amo a Lidia.
Quiero ya formalizar con ella, pero me da miedo decirle, me da pavor que me rechace y yo me haya equivocado en leer las señales, pero ¿Eso no podría ser porque ella me respondió el beso la otra vez? ¿O no? Aparte ella siempre se ve feliz cuando estamos juntos, algo que me pasa igual a mí, ella es esa persona que me hace buscar ser mejor en todo momento y todo lugar, sus ojos me derriten y su sonrisa me lleva a las nubes.
Los participantes comienzan a pasar uno a uno haciendo cosas sencillas, cómo bien había pensado, muchos eran jóvenes inexpertos, lo notaba en la manera de manejar su caballo, o de cómo hacían los ejercicios.
De igual manera otra cosa que capto mi ojo es que era un evento mixto, esto no es para nada común en las escaramuzas, por lo general los hombres y las mujeres tienen su propia forma de competir, pero aquí no y eso me pone incluso más intranquila.
¿Qué se traían estos canijos entre manos? ¿Buscaban algo más allá de la política?
Después de cierto tiempo me tocaba a mí con Conde, lo guiaba a la salida para iniciar el evento.
—¿Estás listo amigo? —acariciaba su lado de la cabeza ganándome un ligero relinche.
Lo primero es una prueba de control y velocidad, donde mi amigo tiene que correr lo más rápido posible y yo detenerlo antes de pasar cierta marca.
—Ahora con ustedes, criada en una familia dedicada a la crianza de los caballos y habiendo participado en más de ciento cincuenta concursos a nivel nacional, con ustedes la princesa del ruedo, ¡Miriam Guadalupe Gaytán Lozada! —grita el señor Ortiz.
El sitio explota en aplausos, pero veo que la que más está eufórica es Lidia quien se ha levantado de su lugar y aplaude cómo si no hubiera un mañana, se ve muy feliz, lo cual hace que mi corazón lata al mil por hora.
Pero me concentro, quería impresionarla, así como ella lo hacía conmigo con la patineta, esto era para ella.
Dejaba salir un largo suspiro y después de la indicación, hacia que Conde comenzará a galopar.
Vamos rápido, yo sé que a mi gran amigo se le da muy bien esos inicios, y es con lo que podía confiar en él.
Siento el viento pegar en mi cara mientras voy manejándolo con destreza, empezando a calmarlo para que en los siguientes cincuenta metros se fuera deteniendo, lo iba haciendo.
Se iba deteniendo con sus patas traseras y bajando la velocidad, y lo logramos a unos cuantos centímetros de la marca reglamentaria.
La gente aplaudía, mientras que el juez bajaba a medir el tramo, y asentía para regresar a su lugar.
—¡Vaya primera demostración de la reina! —exclama el senador Ortiz —En la cala se ha mostrado mucha destreza, pero, la de nuestra participante ha sido espectacular.
Mucha gente aplaudía mientras que logro ver a Lidia aplaudiendo con gran rapidez.
Después de que se calmara el público me tocaba hacer el giro que consistía en galopar por el ruedo sobre por cada uno de los círculos designados y dar una vuelta con mi caballo y continuar el tramo, claro todo tiene que ser con cronometro.
Veo cómo arreglan las cosas para que lo haga.
Después de cinco minutos, está todo listo de nuevo, inhalo y exhalo nuevamente, para concentrarme, mientras que el rostro iluminado de Lidia se aparece en mi mente, una sonrisa se esboza en mi rostro al pensar que todo esto lo hago por ella.
Suena la pistola de inicio y comienzo a cabalgar, yendo a gran velocidad mi caballo y yo.
Siento el viento nuevamente en mi rostro, mi sonrisa se ilumina al ver cómo cabalgo, cómo estoy haciendo mi más grande pasión en el mundo, en cada zancada de Conde siento el amor que le tengo a este deporte.
Llegamos al primer círculo y con maestría lo domino y gira en su eje, para comenzar a correr de nuevo, hacia el siguiente, este es uno de mis ejercicios favoritos, me deja mostrar mi habilidad con mi corcel y aparte lo perfecto que es él y nuestra conexión.
Seguimos con el ejercicio, mi concentración está en ello y la de Conde igual, al llegar al siguiente circulo hacemos lo mismo y así sucesivamente con cada uno de los demás, hasta llegar al último el cual al hacerlo lo terminamos con el alzándose en sus patas traseras y relinchando, mostrando la casta de corcel que es.
La gente ovaciona las cosas y escucho aplausos por todos lados, esto me está poniendo muy feliz y más sabiendo que lo comparto con Lidia.
—¡Gran demostración de destreza de la señorita Gaytán! —exclama el senador nuevamente.
Continue con los demás ejercicios, hasta que me toco regresar, donde me esperan Lidia y Marlon con amplias sonrisas.
Al llegar veo la sonrisa de la chica más hermosa de todas.
—¡Eres maravillosa charrita! —exclama mientras me abraza.
—Lo hiciste bien hermana —dice Marlon.
Estuvimos platicando un tiempo más, no los quitaron de ahí argumentamos que eran mi equipo.
El tiempo pasa, mientras que los demás competidores hacen su número, vemos que hay varios buenos a pesar de ser nuevos, sin embargo, estoy confiada en que ganaré.
El evento duro unas cuantas horas más hasta que el señor Ortiz se paraba para dar el anuncio.
—El ganador de nuestro primer evento de escaramuza y charrería del estado es...
Nota de autor
Cala: Este evento es la demostración de la buena y educación del caballo charro. Este evento incluye: buen gobierno, estribo, mansedumbre, marcha, galope, carrera, posturas de cejas y cabeza y cola. Consiste en que el caballo corre a toda velocidad y frena en un solo tiempo y a esto se le llama punta. Luego vienen los lados donde el caballo tiene que girar sobre su propio eje apoyado en una sola pierna así hacia ambos lados. Luego vienen los medios lados donde tienes que hacer lo mismo pero en el medio y al final de este evento tienes que caminar de regreso a la línea de cincuenta metros. Este evento se realiza dentro de la sección rectangular de 20 x 6 metros del lienzo
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