Con Camus e Hilda.

Por su parte Kardia los estaba observando oculto entre el bosque, vaya sorpresa, su amado cubito lector se la pasaba echándole flores a su "indefensa" bendición pero bien que era un gran semental. Al igual que él por lo cual estaba orgulloso.

Camus: no creo que debamos ser exagerados en eso ¿no? Únicamente es primo de mi padre - aseguraba, todo esto mientras su padre lo observaba.

A la mañana siguiente.

Con Mystoria.

Después de arreglar sus cosas y ya preparado fue a hablarle a Krest para despedirse de él.

Krest: así que te vas - le dijo mientras el peliceleste asintió.

Mystoria: así es señor, estoy preocupado por Lémur no hemos sabido más de él desde hace un mes - le dijo.

Krest: Siempre tan noble Mystoria y se que no te voy a hacer cambiar de opinión, así que únicamente te pido que seas cuidadoso - le pidió.

Mystoria: Si, muchas gracias, adiós nos vemos después maestro - se despidió para después irse de la casa, mientras que Krest únicamente suspiró y siguió regando sus plantas.

Sin más que hacer, Mystoria únicamente se dirigió hasta al bosque donde desapareció de la vista de todos, internadose más en aquel bosque, buscando el camino que Écarlate le había indicado para que pudiera llegar a aquel lugar, aunque grande fue su sorpresa al encontrar al antes mencionado parado en su lugar de encuentro, cubriéndose del sol con una capa que lo cubría de pies a cabeza.

Mystoria: ¿Écarlate? ¿Que estas haciendo aquí? - preguntó preocupado mientras se acercaba.

Écarlate: no quería que te perdieras, así que decidí venir a encaminarte hasta nuestro hogar - le respondió mientras se volteaba a verlo.

Mystoria después de su impresión por verlo arriesgarse por ellos, sonrió enternecido por lo mismo, así como también lo abrazó con cuidado para no mover su capa para que el sol no lo lastimara.

Écarlate: ¿estas listo? - le preguntó una vez se separaron, Mystoria asintió para después sujetar la mano del pelirrojo, para después irse con él, sonriendo.

Mientras tanto.

En el castillo de los Vampiros.

Dégel sin muchos ánimos y cargando a sus dos hijos menores, caminaba mientras escuchaba el relato de su esposo.

Kardia: enserió lo hubieras visto, Camus parecía todo un don Juan con esa niña lo hubieras visto - aseguró mientras Dégel únicamente suspiró.

Dégel: ¿es enserió? Kardia, Camus aún es un niño como para que estés pensando en eso, Él no lo hizo con esas intenciones, muy probablemente la chica estaba en problemas y solo quiso ayudar, cómo todos lo harían - aseguró.

Kardia: si no fueras tú yo no lo haría, ¿por qué debería arriesgar mi vida por alguien que ni siquiera amo? pregunto.

Dégel: ¿por qué eres tan cursi? - preguntó mientras se giraba a verlo aburrido.

A lo lejos vieron al tío de Kardia aparecer, por lo cual ambos se inclinaron ante él.

Zaphiri: Que bueno que te encontré Kardia, no haz visto a Écarlate, lo e estado buscando durante toda la mañana y no lo encuentro - le dijo.

Kardia: eh... no tío, se supone que estaba aquí ¿no? preguntó.

Zaphiri: así se suponía pero no, bueno gracias, seguiré buscando - dijo mientras seguía con su camino, los otros dos únicamente lo vieron alejarse.

Kardia: vaya que cada día se ve más estresado - susurró.

Dégel: tiene sobre sus hombros todo un clan Kardia, no creas que solo es de venir y dar órdenes, el más que nadie tiene que ponerse a pensar que es lo mejor para todos, las vidas de muchos depende de sus decisiones - le dijo para después seguir con su camino, Kardia únicamente suspiró para después irse rápidamente detrás de su esposo.

Mientras tanto.

Con Écarlate y Mystoria.

Solo basto con entrar a la casa, para darse cuenta de que Écarlate realmente se había esforzado por construir ese lugar.

Mystoria: ¡Ja! "Un poco pequeño" Écarlate esto es una mansión - dijo sorprendido mientras Écarlate después de quitarse su capa hablo.

Écarlate: no es para tanto, deberás saber que mi casa es mucho más grande que esto - aseguró - pero hay más sorpresas en las habitaciones anda - la pidió mientras lo invitaba a dar un pequeño tur por la casa.

Que aunque se veía pequeña de afuera, de adentro era realmente grande y espaciosa, las habitaciones tenían un buen tamaño por lo que podía intuir.

Continuará...