Con Mystoria.

Horas después.

Después de haber hablado con su maestro y seguir sus instrucciones, decidió ir a su casa, donde después de acostarse sobre la cama suspiró, se quedó viendo el techo, para después colocar sus dos manos sobre su pancita.

Mystoria: Tengo una idea, sin embargo no se cómo lo vaya a tomar Écarlate cuando se lo cuente - susurró mientras se coloco en posición fetal sobre la cama.

De tanto pensar y de lo silenciosa que estaba la casa, porque por el momento estaba solo en ella, sin siquiera esperarlo, se quedó dormido, no supo cuanto tiempo de eso, porque cuando despertó, se encontró con la sorpresa de que Écarlate recién entraba por la ventana de su habitación, por lo cual rápidamente se levantó y cerró la puerta de su habitación.

Mystoria: ¿Te volviste loco? - preguntó molestó después de cerrar, al girarse vio como el pelirrojo lo pensó y después de un rato, únicamente hizo una pequeña seña indicando de que en efecto estaba loco, "un poco".

Écarlate: Perdón, pero realmente estaba preocupado - le indicó mientras Mystoria suspiró, para después irse a sentar de nuevo sobre su cama, al levantar la vista, vio a la luna en su máximo esplendor, por lo cual suponía ya eran eso como las diez de la noche, por lo cual ya veía porque estaba ahí.

Tan concentrado estaba en sus pensamientos que le fue sorpresa sentir como el mayor se sentó aun lado de él en la cama, para después tomar sus manos, las cuales levantó para dejar un suave beso entre ellas. Por lo cual se dio cuenta de que en efecto su compañero estaba preocupado, por lo cual después de suspirar con pesadez preguntó.

Mystoria: ¿y se puede saber que te preocupa? - preguntó.

Écarlate: creo que todos ustedes ya deben de estar en sobre aviso de lo que esta ocurriendo allá afuera - dijo mientras veía hacia la ventana.

Mystoria: ¿esta pasando algo allá afuera ahora? - preguntó mientras el pelirrojo asintió, suavemente lo tomó de la mano y lo acerco a la ventana, donde no paso mucho tiempo cuando vieron que un montón de lobos eran correteados por los vampiros, entre ellos, varios jóvenes.

Écarlate: nuestras crías son bastante fáciles de detectar por ellos, por lo cual me preocupaba mucho de que intentarán hacerles daño - le respondió mientras lo abrazaba.

Mystoria: comprendo, pero no debes preocuparte Écarlate soy un cazador, se perfectamente como defendernos - aseguró.

Écarlate: Si, cuando están solos, por lo general atacan por manada, además que no debes olvidar que ellos y nosotros somos enemigos, por lo cual no dudarán en matar a un vampiro y más al tomar en cuenta que ahora estan indefensos - le dijo mientras Mystoria suspiró, para después tomar una de las manos de su novio, la cual apretó levemente llamando la atención de su acompañante - ¿Que pasa? - le pregunto.

Mystoria: he tomado ya una decisión sobre el futuro de ellos Écarlate - le dijo mientras se alejó, el pelirrojo también lo hizo un poco y después lo vio atentamente, dándole la confianza para que hablara - Écarlate, no se cómo vayas a tomar esto pero... - Écarlate interrumpió.

Écarlate: ya te lo dije ¿no? Voy a respetar cualquier decisión que tomes Mys, tranquilo así que solo dilo ¿que decisión tomaste? - le animo.

Mystoria: decidí que quiero quedarme con ellos Écarlate - le confesó mientras el pelirrojo sorprendido lo vio.

Écarlate: ¿d-de verdad? - pregunto incrédulo mientras vio a su pareja asentir.

Mystoria: tengo miedo no voy a negarlo, sin embargo una persona muy importante para mi dijo que si esto era lo que realmente quería, debía luchar por conservarlo - le respondió, aunque sorpresa suya fue ver como el mayor lo abrazó, bastante feliz por la noticia, pero después de un rato reacciono.

Écarlate: Pero... ¿Cómo lo vas a ocultar o a quien le vas a hechar la culpa? Es obvio que no puedes decir que son míos, los van a matar a los 3 - dijo preocupado.

Mystoria: eso es obvio tonto. Pero no diré nada, me iré del pueblo para pasar el embarazo lejos de los de aquí y cuando regrese les diré que los encontré abandonados pero que me los quedaré para cuidarlos, ¿te parece bien mi plan? - preguntó dejando sorprendido a Écarlate.

Écarlate: wow, vaya que eres inteligente amor mío, ¿armaste todo tú plan en un solo día? Estoy impresionado, yo jamas hubiera llegado ni a la mitad de tú plan - le dijo mientras el peliceleste sonrió - pero... ¿tú solo? ¿con quien iras? ¿O que excusa darás para salir? - preguntó.

Mystoria: Lémur sigue allá afuera, así que me servirá de excusa decir que iré a ayudarlo para salir, después al regreso bueno, mi maestro sabe que soy muy distraído y siempre Lémur me defiende, así que estaré bien - dijo sonriendo.

Écarlate: no quiero que te vayas lejos de mi cariño, yo quiero ver como tu pancita crece - le dijo en un tono infantil mientras lo abrazaba.

Mystoria: pero que propones, no puedo ocultar un embarazo, más si son gemelos y tampoco puedo ir a tú casa, me matarían rápido - dijo mientras Écarlate suspiró.

Écarlate: claro que no, y si alguien quisiera ponerte una mano encima, lo mato - dijo serio mientras el peliceleste riendo nego - pero no enserió, incluso era para eso que te había citado allá ayer.

Mystoria: ¿Que? - preguntó.

Écarlate: Si, no será tan grande pero, estará bastante cómodo para que estemos los 4 bien - le dijo.

Mystoria conmovido, únicamente se puso a llorar, por lo cual Écarlate rápidamente lo abrazó y comenzó a calmarlo.

Mientras tanto.

Con Kardia.

El peliazúl sonriendo veía cómo su hijo de 13 años luchaba por sobrevivir, peleando con los hombres lobos que a propósito le había puesto en el camino.

Kardia: Vamos Cam, recuerda que si lo logras mamá te regalara ese estúpido libro que tanto le exiges - le dijo mientras lo veía.

Camus: ¡Hey! No es estúpido, es poesía - le dijo molestó mientras esquivaba y daba un par de golpes a sus adversarios.

Kardia: si, si, lo que tú digas francesito, ¿sabes? Enserió aveces eso es de lo único que me arrepiento de haberle hecho caso a tú madre y haberte dejado nacer en Francia - dijo serio.

Para su sorpresa se dio cuenta de que su hijo ya no estaba donde lo había dejado, y los tipos con los que peleaba, ya estaban muertos tirados en el suelo.

Kardia: wow, ¿cómo lo hizo y a donde se fue? - preguntó mientras se iba a buscar a su bendición.

No muy alejado de él, Camus estaba encargándose de otros hombres lobos que estaban molestando a una vampiresa de la misma edad que él. La cual había pedido ayuda ya que estaba a punto de ser asesinada.

Camus: ¿Estas bien? - le pregunto.

Hilda: Si, muchas gracias Camus - agradeció mientras el niño le ayudaba a ponerse de pie - ¿Sabes? Ahora que te veo más de cerca no pareces tan feo como lo dicen algunas - le coqueteo la peli plateada.

Camus: jaja gracias, es la primera vez que alguien me lo dice además de mi mamá y el primo de mi papá - agradable el niño.

Hilda: Si, escuche que eras pariente del príncipe Écarlate, eso te hace resaltar entre los demás mucho más - le dijo ella.

Por su parte Kardia los estaba observando oculto entre el bosque, vaya sorpresa, su amado cubito lector se la pasaba echándole flores a su "indefensa" bendición pero bien que era un gran semental. Al igual que él por lo cual estaba orgulloso.

Continuará...