Un regalo
Siguiendo con Saori y los demás.
Ella rápidamente fue a la casa del líder, pero como el resto del pueblo, solo podía ver ruinas y fuego por todos lados, se cubrió nariz y boca con un pañuelo que tenía y se acercó para ver si veía algo que pudiera ayudarle, sorpresa suya fue ver a la esposa del líder del clan tirada en el suelo inconsciente, con un bultito aún lado suyo envuelto en sábanas el cual lloraba, por lo cual rápidamente comenzó a buscar por donde entrar para poder sacarlos.
Para su buena fortuna logró encontrar un lugar entre la puerta y la pared que ya se había caído un poco, ingreso y se acerco rapidamente a la madre, revisando los signos vitales se dio cuenta de que aún estaba con vida, por lo cual rápidamente vio al bebé, un hermoso varón de cabellos oscuros, piel blanca y ojos azules, al asegurarse de que el bebé estaba bien le quito la sábana que lo cubría y lo dejo un rato en el suelo mientras ella hizo una pequeña cangurera improvisada, tomó suavemente al bebé y lo puso bien, se aseguró de que no fuera a caerse y después se levantó junto con la chica, la cual la apoyo en su espalda y comenzó a caminar hacia afuera.
Mientras tanto.
Con Seiya, Shun e Ikki.
Los tres se reunieron al momento de terminar de investigar en todo lo que pudieron.
Seiya: ¿encontraron algo? - preguntó mientras Shun negó.
Ikki: no, únicamente hay cadáveres calcinados ¿Quién habrá podido ser el responsable? - preguntó mientras Seiya se alzó de hombros.
Shun: esto es muy cruel, no perdonaron ni a los niños susurró preocupado.
Seiya: eso no importa, estamos en un grave peligro probablemente, hay que encontrar a Saori e ir a avisar de inmediato - dijo mientras los otros dos asintieron y rápidamente fueron a buscar a Saori.
Mientras tanto.
Con Milo.
Él peliazúl después de hablar con su amigo y en vista de que Shaka estaba un poco molesto decidió darle espacio, por lo que se fue aunque caminando nuevamente volvió a encontrarse con el negocio de Afrodita por lo cual entró.
Milo: buenos días - saludo.
Afrodita: buenos días Milo, ¿ya te soltó el tóxico de tú novio? - preguntó mientras Milo suspiró.
Milo: perdón por lo de anoche, pero pasando a otro tema necesito pedirte un favor - explico.
Afrodita: ¿enserió? Vaya que sorpresa, bueno dime en que puedo ayudarte - respondió animado.
Milo: ¿cuanto crees que tardes para hacer dos vestidos? preguntó.
Afrodita: es realmente fácil si no buscas algo tan complicado y la tela puedes escogerla tú, tengo mucha por aquí sígueme - pidió sonriendo mientras se lo llevaba - así que dime, ¿entonces le estas poniendo los cuernos al vampiro? dijo mientras el menor rápidamente negó.
Milo: no, no, no... es para mis hermanas, veras, cuando pasaron su prueba para hacerse cazadoras no les di nada, pero a ellas a mi si me regalaron algo y la verdad... quería darles algo bonito pero no sabía que, pero al verlas ver tu ropa bueno, supuse era lo correcto - dijo mientras el peliceleste sonrojado se volteó.
Afrodita: ¿enserió? Aaaw... muchas gracias, me haces sentir alagado, pues siendo así, haré los vestidos más bonitos y sencillos que jamás hayan visto - aseguró.
Milo: te lo agradecería mucho ¿cuanto deberé pagarte? preguntó.
Afrodita: no, no, no... por ser mi amigo y ellas también, será también mi regalo - dijo mientras Milo sorprendido lo vio.
Milo: ¿de verdad? - preguntó mientras Afrodita asintió muchas gracias Afrodita - dijo mientras el peliceleste sonriendo le dijo.
Afrodita: ven, vamos a buscar las cosas - pidió mientras se lo llevaba de la mano.
Regresando con Saori.
Después de sacarlos a salvo de la casa, recostó a la mujer sobre el suelo, alejándose un poco para dejarla respirar, vio por todos lados y después bajo a ver al bebe que sonriendo la veía, paso un momento más para después escuchar a la rubia comenzar a toser.
Saori: uh, que bien, aún respira - dijo mientras la ayudo a sentarse - ¿se encuentra bien señorita Pérsefone? preguntó mientras la rubia abrió sus ojos, para después alzar la vista, viendo a su hogar arder en llamas.
Pérsefone: ay no... - susurró para después recordar algo importante - ¿Dónde esta mi bebé? - preguntó.
Saori: tranquila, tranquila, aquí está sano y a salvo respondió mientras se lo devolvía, la rubia por su parte rápido lo reviso y al ver que su hijo estaba bien, comenzó a llorar mientras lo abrazaba - ¿sabe que fue lo que pasó aquí? - preguntó mientras la rubia después de calmarse hablo.
Pérsefone: tienes que irte de aquí enseguida - le dijo sería.
Saori: ¿Que? - preguntó.
Pérsefone: hace unas dos semana un sujeto bastante extraño apareció aquí y estuvo hablando con mi marido, como imaginarás, por mi bebé tuve que dejarlo solo y ese fue mi grave error, de un momento a otro las casas comenzaron a explotar, la gente intento salir, sin embargo fueron atacados yo rápidamente fui por mi esposo pero desgraciadamente... el hombre que nos vino a visitar resultó ser un vampiro, uno que logró convertir a mi esposo, por lo cual me escondí lo mejor que pude con mi hijo - respondió.
Saori: ¿Hades fue convertido? - preguntó mientras la rubia asintió.
Pérsefone: así es... pero se que mientras mi bebé viva lograré reconstruir este lugar cuando el sea mayor y pueda reclutar cazadores - respondió ella con un tono triste.
Saori: pero el señor Hades ¿no la busco? - preguntó.
Pérsefone: estuvo todo este tiempo buscándome, pero como me escondi bien no le quedó otra opción más que quemar la casa para eliminarnos - respondió.
Saori: o posiblemente incendio la casa en un intento por hacerlos salir y así poder matarlos - susurró, para después rápidamente ayudar a la rubia a ponerse de pie - tenemos que irnos ahora - le dijo para después comenzar a correr con ella buscando a sus compañeros.
Mientras tanto.
Con Odysseus.
Estaba parado frente a sus superiores a los cuales habían enviado a llamar para tratar el peligroso tema.
Odysseus: como dije, estoy preocupado, al igual que Lémur, yo vi crecer a Mystoria y que posiblemente sus hijos sean unos monstruos me aterra, porque al momento en que sus instintos salgan, el será el primero en ser herido - aseguró.
Sage: ¿Que pruebas tienes acerca de esto Odysseus? preguntó.
Odysseus: la reacción tan agresiva que tuvieron los lobos ante el primer contacto con el hijo mayor y las pruebas de las menores, en las que el actual príncipe vampiro apareció, dejándolos salir prácticamente ilesos a pesar de haber intentado asesinar a su prometida. ¿Por que perdonarian a un par de cazadoras? A menos de que sean parientes respondió mientras los demás se veían entre sí.
Odysseus: Écarlate amor mío, no desesperes muy pronto voy a hacer que tus bastardos te acompañen en el otro lado, haré que cada uno de ellos viva la misma miseria que tú me hiciste sentir - fue lo que pensó para si mismo, para después sonreír, mientras recordaba como era que Écarlate lo había atacado a traición cuando el se entero de la razón del porque estaban terminando.
Continuará...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro