Con Milo.

Al escuchar lo que el vampiro estaba pensando hacer, rápidamente decidió ir a encontrar donde estaba, tardo una media hora en localizarlo, aunque graciosamente lo llevó a donde todo había sido revelado, a la casa de su padre.

Milo: ¿Que demonios hace aquí? - fue lo que mentalmente se preguntó, para después ver hacia todos lados y asegurándose de que nadie lo viera, entró a la casa, donde una vez más vio tristemente como aquella historia de amor tan bonita, rápidamente se había convertido en una tragedia después de ellos nacer - ¿por qué? ¿Por qué la vida de mamá cambió así de repente? - preguntó al aire.

Camus: porque aunque ellos se amaran de verdad, lo que estaban haciendo era peligroso, tú papá lo sabía muy bien, pero no le importo... sabía el riesgo que corrían si alguno de los dos clanes se enteraba, si hubiera sido el clan de tú madre, era seguro que tú, tú madre y tus hermanos no seguirían en este mundo - respondió mientras aparecía con algo en sus manos, una manta blanca bordada con hilos dorados - Megan era excelente tejedora, así que supongo que fue ella la que hizo esto y creo que era para ti - le dijo mientras se lo entregaba.

Milo: ¿Megan? - preguntó mientras recibía la manta.

Camus: ese era el nombre de la vampiresa que cuido al tío Écarlate después de que su madre muriera, ella era tú abuela adoptiva por así decirlo - respondió.

Milo: ¿era? - preguntó confundido.

Camus: el tío abuelo la mato, después de enterarse de que ella tenía conocimiento desde un principio tanto del romance con el cazador así como también de la llegada de Aiacos y tú Milo ella le consentía muchas cosas a tú padre y sabiendo que Zaphiri se pondría así, decidió ocultar la relación de tus padres por su bien, aún sabiendo que cuando eso se supiera iba a morir por traicionar al rey respondió.

Milo: ¿Tan malo es el abuelo Zaphiri? - preguntó.

Camus: no es que sea malo, pero el enojo hace sacar lo peor de cada uno Milo ¿no lo crees? Y más si agregamos el estrés que conlleva tener a salvo a todo un grupo de personas que dependen únicamente de tus decisiones respondió.

Milo: y muy pronto tomaras tú esa carga ¿no es así? preguntó triste.

Camus: no te preocupes me prepararon de niño para esto, no creas que aguantar a mi padre es cosa fácil ¿sabes? preguntó mientras Milo río por lo bajo.

Milo: Oye por cierto, ¿que planeabas destruir aquí? preguntó.

Camus: de hecho nada, esto mi tío lo construyo con mucho esfuerzo para que venga a desgraciarlo por mero capricho respondió.

Milo: ¿entonces?...

Camus: únicamente pensé eso para llamar la atención de un pequeño cazador que vi caminar en mi camino hacia aquí respondió mientras se volvía a esconder entre la oscuridad de las habitaciones.

Milo: agh... ¿y sigues con lo de pequeño cazador? - preguntó aburrido.

Camus: ¿Que tiene? Suena lindo y va muy bien contigo, pequeño cazador - respondió mientras Milo únicamente negó con una sonrisa, para después ver una vez más la manta. ¿Tantas vidas se habían perdido gracias a la relación de sus papás? ¿Tan malo fue el hecho de que ellos se hayan enamorado? El sonido de una de las maderas de la pared rompiéndose fue lo que lo hizo moverse de su sitio, solo para ver como una flecha paso a escasos centímetros de él.

Camus: ¿estas bien? - preguntó preocupado.

Milo: Si, si tranquilo estoy bien - respondió mientras se fijo bien en aquella flecha, la cual reconoció al instante al ver un pequeño listón de color lila amarrado al final de la flecha no puede ser, quédate aquí Camus no vayas a salir puede ser peligroso - pidió mientras rápidamente salió del lugar, dejando al mayor confundido, que después de asegurarse de haberse cubierto bien lo siguió de lejos.

Mientras tanto.

Con las Cazadoras.

Rápidamente corrían mientras iban escoltando a la rubia junto con su bebé, mientras otras se encargaban de llevar a los chicos que seguían inconscientes, Sasha desde la rama de un árbol veía atentamente cada movimiento de su hermana, esperando el momento adecuado para atacar.

Sasha: diablos, la nieve nos dará muchos problemas por lo visto - susurró.

Por su parte Saori trataba de impedir que Julian fuera detrás de Pérsefone y aprovechando buscaba ponerlo en el lugar correcto para que Sasha pudiera actuar.

Julian: vamos mi pequeña, ya se entero de lo nuestro, ¿no crees que sería mejor acabarla antes de que pueda decirle algo a alguien? - le pregunto.

Saori: ya le quitaste a su esposo ¿que más quieres? Déjala a ella y al bebé en paz - le respondió mientras que de una patada en el estómago lo alejó de ella.

Julian: jajaja, vaya, vaya, vaya... miren que tenemos aquí, una pequeña traidora, ¿que va a pensar tú abuelo si sabe que intentas sabotear nuestros planes diciéndole todo a Krest? Veo que la sangre de ese asqueroso cazador arruino una buena cosecha del princi... - ya no siguió hablando cuando una flecha fue a impactar a su pecho, para después ver a la menor que molesta lo veía para después decirle.

Saori: con mi madre no te metas - le ordenó seria, en lo que Julian intento quitarse la flecha del pecho sintió como otra lo perforó por la espalda por lo cual se volteó, para después ver a la mayor de las gemelas, apuntarle otra directamente a la cabeza.

Sasha: no creas que no tenemos conocimiento de todas las pestes que hablan de nuestro padre en tú lado del clan, así que no creo que el abuelo siquiera se moleste por perder una desgracia como tú - le dijo mientras el otro no supo que hacer, esas niñas que tanto había subestimado, lo habían acorralado sin siquiera haberlo notado.

Julian: jajaja, les seré sincero, la sintonia en la que los gemelos se mueven me parece increíble, vamos asesineneme, demuestrenles a todos de que no me e equivocado en nada - reto mientras extendía sus brazos.

Ambas chicas ni siquiera dudaron, pero al momento que iban a disparar para darle el tiro de gracia una voz más intervino.

Milo: ¡Paren ya ¿Que están haciendo?! - preguntó al escucharlo ambas adolescentes bajaron la guardia y lo buscaron con la mirada, para después ver como corriendo se acercaba - niñas, poe favor bajen las armas - pidió en un intento de calmar la situación.

Saori: ¡El empezó! - dijo rápidamente mientras lo señalaba.

Sasha: estaba diciendo un monto de tonterías acerca de nuestros padres y ya nos cansamos - respondió mientras bajo del árbol.

Milo: ya, pero esa no es razón para matarlo estando únicamente ustedes sin que nadie más las vea, lo prometimos ¿no? No matariamos a ningún vampiro si no había algun superior que nos pudiera delatar - les recordó mientras las otras dos suspiraro.

Camus: las hubieras dejado matarlo, total, ni siquiera a tú padre le agradaba este tipo, así que el tampoco se hubiera molestado si eso hubiera pasado - respondió mientras se acercaba - ¿que haces molestando a las niñas Julian? No me hagas imaginarme cosas que no son - le dijo al otro, que después de extraer las flechas de su cuerpo, respondió.

Julian: únicamente fui por el paquete, pero no pude terminar el trabajo gracias a estas mocosas, tienen una fuerza impresionante lo admito, lastima que ya las echaron a perder con esta basura de los cazadores - dijo, para después sentir dos zapatos irse a estampar a su cabeza - auch...

Camus: en fin, nos veremos después, es mejor que regresen a casa una vez la nieve llene por completo este lugar no habrá poder en la tierra que no nos impida salir - le dijo mientras se llevaba a Julian, pero antes de desaparecer dijo algo más - a y por cierto, Saori, lo mejor será que limpies rápidamente esas heridas, su sangre es bastante llamativa así que como sugerencia les puedo decir que eviten estarsela sacando tan seguido - respondió.

Milo por su parte se giro a ver a su hermana, que si bien no estaba herida de gravedad tenía pequeñas cortadas que habían sangrado bastante.

Milo: es mejor que regresemos a casa ¿si? - le pregunto a sus hermanas, que después de asentir únicamente lo siguieron.

Ignorando por completo que espiandolos, había otra persona, que después de verlos irse, únicamente sonrió.

Continuará...