Mientras tanto.

Con Mystoria.

Preocupado el peliceleste intentaba no hacer ningún tipo de ruido que pudiera delatar donde estaba, mientras veía como el vampiro había entrado a la habitación donde él estaba, mantenía su boca cubierta con sus dos manos.

Tokisada: ¿Dónde te escondes? - preguntó el joven de cabellos verdes, Mystoria únicamente abrió los ojos con bastante sorpresa - se que estas aquí y te olfateo - aseguró.

Mystoria: mierda, ¿se dio cuenta? - se preguntó mentalmente, para después recordar algo que Écarlate le había dicho.

"Écarlate: aunque parezca broma, las mujeres y donceles embarazados son más fáciles de encontrar, ya que tienen un aroma a sangre pura y es bastante irresistible para los convertidos que no dudarán en atacar, nosotros podemos tener más control para poder atacar por sorpresa"

Eso fue lo que recordó que le habia dicho su novio, sintió cómo una vez más su bebé comenzó a moverse al escuchar ruido, así que preocupado dirigió una de sus manos a su pancita la cual acaricio, en un intento por calmar al bebé, para que se calmara y no lo lastimara o delantarian su ubicación, aunque algo le decía que ese tipo ya sabía dónde estaban y sólo quería jugar con él.

Por lo cual rápidamente busco con la mirada algo con lo que pudiera defenderse en el lugar donde estaba, viendo así todas sus cosas y una lanza que le había regalado su maestro cuando se oficializó cómo cazador, era un arma bastante peligrosa para los vampiros, ya que se había hecho con la madera de un árbol sagrado bañada con agua bendita, por lo cual si le atravesaba esto en el pecho, lo mataría, por eso no dejaba que Écarlate se acercara a sus cosas.

Mystoria: esto será suficiente, intentar matarlo con una estaca seria arriesgado, no tengo la fuerza suficiente para eso ahora - fue lo que se dijo mentalmente mientras veía su arma. Sin previo aviso abrieron las puertas del armario.

Tokisada: ¡Sorpresa querido! - le gritó, Mystoria nervioso rápidamente le atacó, pero con la mala suerte que el arma le atravesó parte del hombro al vampiro que se quejo - ¡AAH!

Mystoria: mierda, falle - dijo preocupado.

Tokisada: ¡eso me dolió estúpido! - le gritó al mismo tiempo que tomando un extremo de la lanza, con una fuerza sobrehumana lo saco de donde estaba y lo tiro contra la pared, Mystoria al momento de eso, aparte de quedar prácticamente semi inconsciente por el golpe, sintió cómo su vientre bajo comenzó a doler.

Mystoria: No... - fue lo único que susurro al mismo instante que sintió cómo un líquido comenzó a bajar en medio de sus piernas.

Tokisada: auch... ¿con que mierda esta hecha esta cosa? Quema cómo el maldito fuego - aseguró mientras dirigía una de sus manos hasta donde tenía clavada la lanza, la cual de un tirón retiró de su cuerpo - esto me costará curarlo por lo visto ¿lo sabias? - preguntó molestó, mientras tiro la lanza al sentir que le quemaba.

Mystoria: Écarlate - fue lo que pensó preocupado mientras sentía cómo el dolor comenzó a ser peor y más constante - ayúdanos por favor.

Mientras tanto.

Siguiendo con Écarlate.

El sentimiento de intranquilidad aumento por alguna razón, Mystoria le había dicho que era un paranoico y la verdad le estaba empezando a creer, sin embargó, algo dentro de él exigía que lo fuera a ver.

Kardia: ¿estas bien primo? - pregunto.

Écarlate: no lo creo - susurró para después ver al peli azul debo irme - fue lo único que dijo para después darse la vuelta e irse rápidamente.

Kardia: ¡Écarlate ¿a dónde vas? La reunión aun no termina?! - gritó, pero rápidamente cubrió su boca y disimuladamente volteó a ver, dándose cuenta de que había alertado a todos en la reunión.

Lugonis: ¿Pero que esta haciendo tú hijo? - le pregunto a Zaphiri.

Julian: pareciera que no le importa para nada el destino de su clan - dijo el peliceleste.

Zaphiri: vamos - le ordenó a todos mientras rápidamente se fue detrás de su hijo, todos los demás sin más que hacer lo siguieron, mientras Kardia únicamente se golpeó la frente una vez se quedó solo y después decidió seguir al resto.

Mientras tanto.

Volviendo con Mystoria.

Tokisada: ¡AAAAY! ¡eso duele idiota, ¿cómo alguien tan pequeño tiene tantos trucos?! - preguntó molestó mientras se retorcía del dolor en el suelo.

Mystoria únicamente respiraba de forma agitada aún pegado a la pared, ahora en la sala, se había propuesto hacer hasta lo imposible por sobrevivir y cómo hombre precavido vale por 2, había dejado varias cosas con que defenderse al rededor de toda la casa para momentos cómo ese cuando se podía mover.

Mystoria: uf, uf... vamos mis amores, no pueden hacerme esto. No estamos en la mejor situación para que nazcan ahora, papi no está aquí para ayudar, uf... uf... - fue lo qué les dijo a sus bebés, mientras hacía el esfuerzo por ponerse de pie, aún con el frasco de agua bendita por la mitad, mientras veía al vampiro retorcerse en el suelo.

Tokisada: que manita tienes - dijo mientras se sentaba sobre el suelo, Mystoria vio cómo aquel tipo tenía la cara roja y llena de ampollas, cómo si tuviera quemaduras del 3 grado por la cara - maldito cazador - susurró molesto, se puso inmediatamente de pie y quiso atacarlo nuevamente, por lo cual Mystoria le vacío el frasco en la cara, viendolo caer de nuevo al suelo mientras se quejaba.

Estaba tan entretenido viendo que cuando escucho que abrieron la puerta, apenas y le dio el tiempo para voltearse cuando una vampiresa de cabellos rosados se le tiro encima provocando que ambos cayeran al suelo, Mystoria únicamente usando su fuerza intentaba alejar a esa tipa lo más posible de él para que no logrará morderlo, pero el frío que había gracias a la temporada de invierno era bastante en el suelo y gracias a la puerta abierta.

Mystoria: ¿carajo y ahora que? - preguntó preocupado.

Sonia: ¡Jajaja! ¡Lo sabía! ¡mi olfato no me engaña! ¡Estas esperando a dos hijos híbridos ¿verdad?! - gritó eufórica - la sangre de esas cosas es bastante llamativa gracias a que la tuya también es lo suficientemente fuerte cómo para mantener a un vampiro puro bajo control - decía ella mientras Mystoria la veía asustado.

Continuará...