Un par de horas después...

Cansada y aliviada, se sentó sobre el sofá, su mamá apareció con una maleta después, por lo cual confundida preguntó.

Sasha: ¿se puede saber a donde vas? - pregunto.

Mystoria: estoy preparando todo para cuando tengamos que huir - respondió, la adolescente únicamente río para después decir.

Sasha: jaja, tranquilo, no hay necesidad de hacer eso la señorita Pérsefone no dijo nada de nuestro pequeño secreto - aseguró.

Mystoria: ¿estas segura? - pregunto.

Sasha: ¿Que ganaría yo con mentirte? - pregunto mientras el mayor suspiró para después irse a sentar al otro sillón.

Mystoria: que alivio, realmente creí que tendríamos que abandonar nuestro hogar - dijo cansando.

Sasha: tranquilo eso no va a pasar - aseguró - ¿Dónde están Saori y Milo? - preguntó.

Mystoria: dijeron que irían al río aprovechando que estaba atardeciendo - respondió.

Sasha: entiendo...

Mystoria: y tú tío Lémur salió a hablar con tú abuelo Krest.

Sasha: supongo que para averiguar que había pasado ¿no? - preguntó mientras el peliceleste asintió.

Mientras tanto.

Con Saori y Milo.

Lanzó una piedrita con un poco más de fuerza, logrando así ganarle a su hermana al ver que está rebotó tres veces más sobre el río que la que ella había lanzado.

Milo: ¡Gane! - exclamó feliz.

Saori: no se porque sigo jugando esto contigo si siempre me ganas - aseguró mientras negaba.

Milo: siguiendo con lo que estabamos hablando, pues si te soy sincero, realmente me siento bastante confundido con lo que siento, me agrada esa persona pero... no se si podría ser únicamente como amigo, un pasatiempo o otra cosa - aseguró mientras la menor lo veía.

Saori: entiendo... los sentimientos pueden ser bastante complicados cuando los experimentas por primera vez ¿no? - preguntó.

Milo: la verdad que si, espero que cuando alguna de ustedes este experimentando este tipo de cosas yo pueda contar con un poco de experiencia para ayudarlas a entenderlo - respondió.

Saori: jeje, no deberías presionar te con estas cosas y solo dejarlas fluir ¿sabes? Yo más que nadie, espero ansiosa el día en que encuentres a ese alguien con el que puedas compartir tú vida, que puedan tener esa conexión tan particular y que pueda cuidarte - comentó mientras Milo la vio, para después suspirar.

Milo: yo también espero lo mismo para ustedes, así como estoy seguro que papá también lo hubiera querido, recordando esa situación, me da miedo la idea de que pueda morir y las deje solas a ustedes y a mamá - dijo mientras Saori únicamente sonrió.

Saori: eso no va a pasar, eres el mejor cazador de este lugar. El que tiene más probabilidades de salir vivo de todo esto eres tú - aseguró.

Milo: muchas gracias por el cumplido - respondió mientras la otra únicamente río y ambos guardaron silencio, para después ver hacia la luna, viendo como cada vez más la nieve comenzaba a cubrir todo por completo.

Mientras tanto.

En el castillo de los vampiros.

Camino hasta la habitación de su aún prometida, donde después de suspirar entró, para su buena fortuna la encontró sola y se encontraba leyendo unas cartas, por lo cual suspiró y después de cerrar la puerta se acerco, tomando asiento aun lado suyo al lado de la cama.

Hilda: ¿y ahora que paso? - preguntó.

Camus: me di cuenta de algo, que me hizo tomar la decisión que cambiará nuestros destinos - respondió mientras la mujer lo vio confundido.

Hilda: ¿algo que cambiará nuestros destinos? ¿De que hablas? - preguntó.

Camus: se que tu no quieres casarte conmigo, así como yo tampoco contigo y creo entender ahora el porqué, todo comenzó aquella noche, en la que Aiacos llegó.

Hilda: ¿de que estas hablando? ¿Por qué tanto rodeo habla de una buena vez? - preguntó.

Camus: me refiero a que la persona que originalmente está destinada a gobernar conmigo, apareció esa noche que Aiacos llegó al castillo, lo conocí cuando el apenas era un bebé, por eso nunca logré enamorarme de ti genuinamente - aseguró.

Hilda: jaja, ¿me estas diciendo que piensas desposar a Aiacos? Jaja, ahora comprendo esa frase del odio al amor hay un paso, que bien te lo tenías guardado Camus... ahora el problema es el viejo Zaphiri - se burlo.

Camus: claro que no tonta, el no es la persona a la que me refiero.

Hilda: ¿entonces?

Camus: estoy hablando de su hermano gemelo, el que se quedo con su madre - aseguró mientras la otra guardo silencio.

Hilda: ... ¿realmente te volviste loco? - fue lo único que logro preguntar.

Camus: creo que si, pero después de hablar con mi madre del como me sentía cerca de ese niño... llege a la conclusión de que en efecto, me había enamorado de él - respondió mientras la otra sin más que hacer únicamente suspiró, para después preguntar.

Hilda: entonces ¿que planeas hacer? ¿Robartelo? ¿Secuestrarlo? ¿Huir de aquí con él? - preguntó.

Camus: están unidos a su abuelo, así que haga lo que haga, huir será imposible, asumire las consecuencias que tenga que venir una vez el viejo se entere, se que esta mal, pero... no puedo evitarlo y tampoco quiero condenarte a una vida infeliz por eso - reveló.

Hilda: ¿entonces el? ¿Ya lo sabe? - preguntó.

Camus: ¿él hermano de Aiacos? Puede ser que si, puede puede no. La pareja que escogió el tío Écarlate, a tenido bastante controlado a ese pequeño, por lo cual, entenderás que desconoce muchas cosas - respondió.

Hilda: espero no vayas a intentar aprovecharte de eso para intentar obtener lo que quieres de él - dijo mientras Camus negó.

Camus: claro que no, aunque quisiera, hay algo en lo más profundo de mi que me impide hacerle algún tipo de daño aseguró, la peli plateada suspiró para después preguntar.

Hilda: ¿Que ocurrirá con nuestro compromiso? - preguntó.

Camus: el baile para anunciar la fecha de la boda se hará pronto, para evitarte problemas futuros con cualquier vampiro que desees desposar, lo romperé esa noche, así todas las represalias que quieran tomar serán contra mi y no en contra de tú persona - comentó.

Hilda: jaja, no tienes porque preocuparte por eso lo haremos entre los dos, no tienes porque cargar con todo si ambos no nos queremos, además... que quiero ver la cara de mi padre cuando se entere - aseguró sonriendo.

Camus: realmente eres diabólica querida - aseguró.

Hilda: eso lo aprendí del mejor en estos últimos 21 años de mi vida - aseguró mientras Camus únicamente negó - sólo una última cosa Camus - dijo mientras Camus la vio recuerda que todo se hace con reservacion, así que deberías apartar a ese señorito antes de que a alguien más se le ocurra robartelo ¿no crees? - preguntó mientras Camus se puso a pensar, ¿reservarlo? Eso significaba que su única solución era...

Continuará...