¡Nos descubrieron!
Siguiendo con Mystoria.
Mystoria estaba viendo asustado a Sonia y más al notar que Tokisada comenzó a ponerse de pie, el dolor iba en aumento, así que rápidamente comenzó a ver todo a su alrededor, buscando algo que pudiera ayudarle a sacar a esta tipa de encima.
Lastimosamente no encontró nada a su alcance, sin embargo recordó la medalla que tenía en al rededor de su cuello, esa cosa también había sido purificada, por lo cual arriesgándose un poco sostuvo a la mujer con uno de sus brazos y se arranco el collar, para después colocarselo en la frente a la vampiresa que al instante comenzó a quemarse, esto lo aprovecho para sacársela de encima, levantarse y tomar una escoba, misma que quebró de la punta, para solo momentos después al ver que Tokisada se le acercó otra vez, clavarselo en el pecho, logrando así matarlo o eso creía.
Mystoria: uno - susurró, para después comenzar a arrastrarse hacia su habitación nuevamente, no podía salir con Sonia cubriendo su puerta y sabía que la vampiresa no tardaria mucho en levantarse de nuevo.
Momentos después.
Con Écarlate.
El pelirrojo sin demora alguna salió de su territorio tomando el atajó para lograr llegar a su casa rápidamente, lo cual había logrado con éxito o eso quería creer, aunque grande fue su sorpresa al ver un hombre tirado en la puerta de su casa.
Écarlate: No - susurró preocupado - ¡¿Mystoria?! - gritó preocupado al mismo tiempo que entro corriendo a la casa, sorprendido vio todo el rastro de la batalla y bastante sangre fresca había por todos lados.
Lo que le calmo un poco fue saber que no toda pertenecía a Mystoria, pero si había sangre de su amado ahí, rápido busco por las habitaciones y para su desgracia no lo encontró en la que compartían y dudaba mucho que estuviera en la otra habitación, estaba cerrada con llave y le hizo prometer no entrar ahí hasta que sus bebés nacieran para descubrir la sorpresa.
Écarlate: ¡Mystoria! - grito mientras daba una vuelta, preocupado salió de la habitación con dirección a la puerta y ahí pudo notar un rastro de sangre, el cual preocupado comenzó a seguir.
Mientras tanto.
Siguiendo con Mystoria.
Estaba molesto porque aquel vampiro lo hubiera logrado sacar de su casa era obvio, ahora estaba metido en un gran problema, se había logrado esconder en una cueva pero, no sabía cuanto tardaria en descubrirlo su enemiga y más porque las contracciones había comenzado desde hace un buen rato y sentía que ya no podía seguir conteniendo a sus bebés dentro suyo.
Mystoria: uf, uf... sin remedio, nos tocó - susurró preocupado mientras que sin más que hacer comenzó a pujar.
Siguiendo con Écarlate.
Él pelirrojo rápidamente pudo encontrar la ubicación de Mystoria, sin embargó también se dio cuenta de que estaba siendo acechado por Sonia, por lo cual en cuanto vio como se distrajo la tipa, se acercó a ella de forma silenciosa y le arranco la cabeza, para después mandarla a volar lejos de ahí.
Écarlate: eso te pasa por molestar a mi novio - le dijo molestó al cuerpo tendido en el suelo, para momentos después correr a la cueva - Mys... ¿estas aquí? - preguntó en un susurró mientras ingresaba.
Detrás suyo apareció su padre y demás vampiros, que al ver el cuerpo de la vampiresa en el suelo, únicamente dijo.
Julian: vaya... era una de los recién convertidos, ¿que le habrá hecho para enojarlo así? - pregunto mientras veía el cuerpo.
Seraphina: no lo se, ¿pero acaso la sangre no le da un bonito toque a la nieve? - pregunto sonriendo.
Julian: Si, concuerdo contigo - felicito.
Zaphiri veía de forma sería el lugar donde su hijo había entrado, había notado que no estaba solo ahí, había otra persona, un humano, más específicamente un cazador, uno que él conocía perfectamente bien.
Zaphiri: ¿Que significa esto Écarlate? - preguntó mientras que dejando que los otros se entretuvieran en sus estupideces, ingreso a la cueva - ¿Esta sangre? - preguntó alarmado.
Más adelante.
Con Écarlate.
Guiándose de su olfato, logró llegar hasta donde se encontraba su pareja, aunque grande fue su sorpresa al darse cuenta que estaba sosteniendo algo pequeño y bañado de sangre en sus manos, algo que no estaba haciendo el ruido que seguramente el esperaba por la forma preocupada en la que lo veia.
Écarlate: ¿estas bien? - pregunto llamando la atención de su pareja que había dejado de prestar atención a la "cosa" apoyandola en su pecho y tomando una roca, amenazó con tirarsela - ¡Oye, oye tranquilo soy yo Mys! - gritó, al mismo tiempo que vio cómo su pareja al verlo aliviado suspiró, para después dejar caer su brazo.
Mystoria: que alivio, creí que no lo lograría - susurró al mismo tiempo que se puso a llorar.
Écarlate: ¿Que paso aquí amor? - preguntó mientras se acercó, grande fue su sorpresa al notar que al lado de Mystoria, había otra "cosa" similar a la que el sostenía en sus brazos - ¿Que son estas cosas? - pregunto mientras el peliceleste molestó lo vio, para después darle un puñetazo en el pecho - auch... - se quejo.
Mystoria: No son "cosas" por si nunca habías visto un recién nacido, esto que sostengo es un bebé y son tus hijos imbécil - le dijo molestó.
Écarlate: jeje, ¿hay necesidad de ser tan agresivo? pregunto riendo de forma nerviosa, el otro molesto amenazó con darle otro golpe - oye, oye ya tranquilo ¿cómo... - Mystoria interrumpió
Mystoria: ni siquiera preguntes cómo corte el cordón umbilical, conociendo lo imbécil que eres no lo entenderás - le dijo mientras Écarlate únicamente río nervioso, vaya que estaba molestó con él.
Recordó la temporada en la que estaban, por lo cual rápidamente se quito su camisa y la capa que traía, dándole la camisa a Mystoria y la capa la utilizo para envolver al otro bebé.
Mystoria: ¿Crees que estarán bien? - pregunto preocupado haciendo que el pelirrojo lo viera - son prematuros y estas condiciones no son las mejores - dijo preocupado, Écarlate suavemente utilizando su mano libre acaricio suavemente su rostro y sonriendo le dijo.
Écarlate: tranquilo, claro que estarán bien, son nuestros hijos, seguro que serán igual de fuertes que sus padres aseguró sonriendo, suavemente le pasó al otro bebé, para después cargarlo, tenía que llevarlo a casa rápidamente.
Aunque sus planes se verían frustrados cuando se volteó y encontró a su padre, ahí parado, observándolos.
Zaphiri: Écarlate... ¿Que estas haciendo? - pregunto serio.
Écarlate: papá... - susurró preocupado, mientras Mystoria vio de igual forma la situación, ¿no podía empeorar o si?
Mientras tanto.
En la otra entrada de la cueva.
Caminando por la extensa y densa nieve se encontraba caminando Lémur, que después de suspirar hablo a su acompañante.
Lémur: ¿ya te cansaste? - le pregunto el peli negro.
Izó: jaja, ni que fuera una princesita para hacerlo - hablo molestó mientras le seguía.
Lémur: ya casi llegamos así que no te quejes llorón, aunque si yo fuera Mystoria desearía estar muerto a que casarme contigo - aseguró sonriendo.
Izó: jaja, ojos de vampiro - se burlo.
Lémur: ¿y que? ¿Sientes envidia de mis ojos color rubí? preguntó para después guardar silencio, al escuchar golpes dentro de la cueva cercana a ellos.
Izó: al parecer alguien se está enfrentando ahí, por la fuerza de los golpes deduzco que son vampiros - dijo mientras el otro serio lo volteo a ver.
Lémur: hay que entrar a ver, ¿Qué pasa si es alguien que necesita ayuda? - pregunto.
Continuará...
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