Con Milo.

vio sentado en un sofá a un hombre de cabellos celestes, se veía bastante elegante y una silueta bastante atractiva debía admitirlo.

Albafica: vaya sorpresa, no sabía que un miembro de la familia real se escondía en un lugar como este - aseguró dejando sorprendido a Milo.

Afrodita: ja, ¡Lo sabía! No me equivocaba - aseguró.

Al escuchar a su hijo gritar Manigoldo se asomó a la sala, donde preocupado vio como su esposo tomaba tranquilamente una copa de sangre fresca frente a un cazador, pero antes de que pudiera hacer algo Albafica hablo.

Albafica: no cometas una estupidez por favor, no es ningún enemigo, más bien es un poderoso aliado - le dijo serio.

Manigoldo: ¡un aliado! Albafica ¿la mudanza te afecto o que rayos?! Es un cazador, uno de tus peores enemigos - le gritó.

Albafica: no es del todo cierto, ese niño que vez ahí es el hijo del príncipe que murió - le dijo mientras que Manigoldo lo vio sorprendido.

Manigoldo: ¿un híbrido? Así que no soy el único - dijo mientras suspiró aliviado.

Albafica: claro que no Mani, no eres el único, los vampiros tenemos una parte hipnótica imposible de resistir por ustedes, así que tranquilo - le respondió mientras terminaba de ingerir su bebida.

Milo al sentir el aroma de la sangre únicamente cubrió su nariz y volteó el rostro en un intento de contener sus náuseas, al ver esto Manigoldo se dio cuenta de que su amorcito no mentía, Afrodita estuvo una temporada así.

Manigoldo: bueno, ya que... ¿Cómo te llamas? - pregunto.

Milo: lo siento mucho, mi nombre es Milo Scorpions Aquarius - se presento.

Manigoldo: mucho gusto Milo, lamento mucho lo de tú padre, no llegué a conocerlo, pero sabia de buena fuente de que era un buen líder - aseguró mientras Milo suspiró.

Milo: Si mamá también dice eso y por lo que mi hermano mayor me a contado el abuelo también reconoce eso respondió.

Albafica: ¿el viejo Zaphiri? Vaya que eso es nuevo - comentó mientras Milo sonrió.

Milo: así dicen. Lo e visto una sola vez, pero me pareció alguien bueno, solo que a sufrido mucho - respondió.

Albafica: así es... la perdida de su esposa y después la perdida de su único hijo debió afectarle bastante - dijo mientras Milo curioso lo vio.

Milo: ¿conocio a mi abuela paterna? - preguntó mientras el peliceleste asintió.

Albafica: una vampiresa bastante hermosa, era la envidia de todos los clanes. Se parecía bastante a tú papá tan igual que parece que le heredo a su hijo esa rara fijación por los humanos de verlos más allá que solo alimento y ahora comprendo muy bien el porque - susurró mientras veía a su esposo, intentando no quemar la cocina.

Milo: se escucha que era buena persona, ¿sabe que le paso? - preguntó mientras el peliceleste suspiró.

Albafica: cazadores... - susurró - en ese momento, todos los vampiros nos encontrábamos en el antiguo castillo, felicitando a Zaphiri por el nacimiento de su primogénito, ella no tenía más de dos días de haberlo dado a luz, así que imaginarás que se encontraba débil, aun se desconoce como fue que los cazadores se enteraron de nuestra ubicación y llegaron a asesinarnos, tuvimos que movernos rápido, pero lamentablemente por tú sacar a tú padre, tú abuelo había quedado rodeado junto con tú padre y varios niños, entre ellos Kardia y yo, por instinto ella actuo junto con su hermana y cuñado, quienes eran los padres de Kardia y comenzaron el ataque limpiando la zona para que Zaphiri pudiera ponernos en un lugar seguro, lamentablemente un cazador se abalanzó sobre nosotros ella por reflejo actuo utilizándose como escudo para nosotros con su propio cuerpo, por lo cual atravesaron su pecho con una estaca delante de todos... - contó dejando bastante estupefactos a ambos jóvenes presentes, Manigoldo únicamente suspiró al escuchar aquello mientras seguía con lo suyo, aún se culpaba por eso - después de eso, la tú tía abuela le ordenó a tu abuelo que saliera rápidamente de ahí en lo que ellos ganaban tiempo, pidiéndole así que cuidara de Kardia, sabía que no lo lograrian, nos superaban en números los cazadores, Zaphiri no quiso pero tuvo que hacerlo por el bien de su bebé, viendo una última vez como su esposa que aún se mantenía en pie evitando que el cazador que lo intento matar siguiera persiguiendo lo, antes de que se fuera, sus miradas chocaron, y antes de verlo irse le sonrió y susurró algo que no logre entender - confesó mientras Afrodita dijo.

Afrodita: que horror - susurró.

Albafica: si, una historia bastante triste lo se - respondió después de eso y con una muy buena justificación supongo empezó a odiar a los cazadores, iniciando una pequeña guerra donde cada mes venia a hacer un pequeño festín junto con su manada a este lugar para vengar la muerte de su esposa, el cuidado de su hijo lo dejó a una vieja amiga de su esposa, quien se encargo del cuidado y la crianza del pequeño, mientras el poco a poco comenzó a llenarlo de odio durante esos 3 milenios de guerra con este lugar, convirtiéndolo en una atroz máquina de matar - comentó.

Milo: sabiendo eso es curioso que haya terminado enamorándose de uno de los posibles decendientes de los culpables de su amargura ¿no cree? - preguntó.

Albafica: es algo irónico, pero graciosamente pienso que si tú abuela siguiera con vida hubiera aceptado con gran felicidad la decisión de tú padre - aseguró - pero si, es bastante curioso, pero que se puede hacer, lamentablemente el amor no anda viendo nada del pasado al parecer - susurró.

Milo al escuchar esto suspiró, vaya que la vida de su padre y abuelo había sido bastante infortunada, estaba en una gran encrucijada, escucharon como la puerta de la tienda se abrió, por lo cual Afrodita rápidamente fue a ver de quien se trataba, recordaba haber cerrado, por su parte Albafica sonrió y siguió.

Albafica: veo que el destino sigue jugando con tú familia - le dijo a Milo dejandolo confundido.

Camus: así que aquí estabas Albafica, todo el mundo está preocupado por ti, creíamos que habías muerto, no es bueno que juegues así con un clan que te a criado como un legítimo miembro del mismo, por lo menos deberías despedirte ¿no crees? - preguntó mientras bajaba del segundo piso de la casa, dejando sorprendido a Milo, así que el vampiro no tenía muchos años de haber abandonado el clan ¿no? Ya se le hacía super raro de que Afrodita pareciera tener su misma edad.

Sintió la mirada pesada de Camus sobre el, por lo cual supuso estaba molesto por haber entrado solo así junto con alguien que ya sospechaba de quien se trataba, nada le aseguraba de que todos fueran buenos y la experiencia de Asmita con los lobos era prueba.

Continuará...