Extraño
Una hora después.
Después haberse dado un baño para quitar las cenizas de su cuerpo y haberse vestido, recogió su cabello con una toalla para secarlo y salió a la sala, donde su mamá la esperaba para poder desinfectar bien la herida y vendarla.
Saori: ¿saben que fue de la señorita Pérsefone? - preguntó.
Milo: Sasha la escolto hacia la casa del abuelo a ella y el bebé tranquila - respondió mientras veía por un pequeño espacio de la ventana, donde veía hacia afuera.
Mystoria: ya esta amor, solo trata de mantenerte tranquila hiciste un buen trabajo - le animo.
Saori: si muchas gracias mami - respondió sonriendo.
Milo: ¿Aiacos vendrá hoy mamá? - preguntó.
Mystoria: hm... creo que no, tiene cosas que hacer con él abuelo hoy - respondió mientras Milo únicamente suspiró.
Milo: bien parece que habrá más tranquilidad esta noche respondió para después suspirar.
Mystoria: ¿por qué querían saber eso? - preguntó.
Milo: bueno...
Saori: el encuentro de hoy con el vampiro delató nuestro pequeño secreto con esposa del líder del clan del norte respondió mientras Mystoria los vio preocupados a ambos.
Mystoria: ¿Que? ¿Pero cómo? - preguntó.
Saori: el tipo ese no dejaba de llamarme sobrina y mencionaba al abuelo - respondió titubeante.
Mystoria: ¿y esa señora lo escucho todo? - preguntó.
Saori: cada palabra - respondió mientras Mystoria preocupado se levantó y comenzó a caminar de un lado a otro maldiciendo su suerte, si eso lo llegaba a saber la iglesia que hace poco llegó de visita para variar, estarían metiendos en un enorme problema.
Mientras tanto.
Con Pérsefone.
La rubia se encontraba frente a Krest, líder de esa aldea de cazadores y algunos miembros de la iglesia y detrás de ella las cazadoras que la habían llevado a salvo hasta ahí, entre ellas la hermana gemela de la misma que la había defendido del vampiro a ella y su bebé, al recordar esto suspiró, aunque le agradecía el gesto, no podía sacarse de la cabeza que en sus venas corría la sangre de los culpables de que su hijo creciera sin padre, pero por otro lado, si ella hubiera estado con ellos la hubiera dejado morir ¿no? Pero también corrían mucho peligro si era una infiltrada y después los traicionaba.
Hakurei: nuestro más sentido pésamen señorita por su pérdida, es una verdadera pena que esta pequeña criatura que apenas esta empezando a vivir haya perdido así a su padre, un buen hombre - dijo mientras la chica suspiró.
Pérsefone: Si, se perdieron varias vidas en esta pelea y junto a ellas la vida de mi esposo, pero estoy segura de que lograré levantar el clan una vez más reclute cazadores y busque un lugar seguro para todos... mi bebé va a seguir el mismo camino que su padre como fue prometido una vez tenga la edad para asumir el mando - respondió.
Sage: agradecemos su compromiso con la raza humana señorita - respondió.
Krest: pero dígame ¿se sintió satisfecha con el trabajo de las cazadora que la protegió? - preguntó mientras la rubia guardo silencio un momento, para después ver a su bebe que se había movido un poco, al ver su carita, no pudo evitar pensar en la madre de esa niña y en lo mucho que a ella le aterraba perder a su única razón de vivir, nada aseguraba de que el padre de esa criatura siguiera con vida, por la forma en la que el culpable de su desgracia hablaba de él, intuía que únicamente habían quedado bajo el cuidado de su madre.
Hakurei: señorita...
Pérsefone: si, si señor perdón me entretuve con mi hijo aseguró para después ver a Krest - estoy bastante satisfecha con el trabajo de sus cazadores señor, espero que pueda instruirme para que mi nuevo clan esté tan bien fortalecido como el suyo - respondió.
Krest: muchas gracias, me siento alagado y cuando quiera yo estaré dispuesto a ayudarle - aseguró mientras la rubia suspiró, esperaba hacer lo correcto.
Sasha también suspiró aliviada al darse cuenta de que todo había salido en orden.
Mientras tanto.
Con Camus.
Después de llegar, llevo a Julian directamente con su tío abuelo, donde le contó todo lo que había pasado, Hyoga llevó al nuevo convertido segundos después totalmente amordazado porque estaba fuera de control.
Camus: vaya, así que si fuiste, yo creí que me habías engañado - dijo mientras el rubio suspiró.
Hyoga: lo siento, pero me tuve que quedar reteniendolo o esa niña se iba a morir junto con el resto - aseguró.
Zaphiri: ¿así que convertiste a Hades? - le pregunto serio a Julian.
Julian: fue por lo que quedamos ¿acaso no te acuerdas? pregunto mientras el otro suspiró - pero tus nietecitas intervinieron y no pude matar a la mujer - aseguró.
Zaphiri: ¿mis nietas? - preguntó.
Julian: si, pero creo que me pase un poquito de la rama gracias a mi enojo porque dije una que otra cosita que podría afectar su vida - reveló mientras el otro rápidamente se levantó de donde estaba, evidentemente preocupado.
Zaphiri: ¿que fue lo que exactamente dijiste delante de esa mujer de ellas? - pregunto serio.
Camus: yo te respondo, el idiota reveló nuestro parentesco delante de la viuda porque tú nieta menor no lo dejo matarla - reveló.
Zaphiri: ¡¿Qué tú que?! - le pregunto molestó mientras se acercaba a él peli azul.
Al ver esto tanto Hyoga como Camus lentamente salieron de la habitación al intuir que eso iba a ponerse demasiado intenso ahí dentro, al salir de pudieron ver a Aiacos y Sylphid que pararon de caminar delante de ellos.
Aiacos: ¿Que ocurrió allá adentro? - pregunto.
Sylphid: ¿por qué el abuelo está tan molesto? - pregunto.
Hyoga: digamos que hoy harán sardina a Julian por andar revelando cosas que no lo corresponden - respondió.
Aiacos: ¿y eso es novedad? Ese señor le gusta andar metiéndose en la vida ajena de todo el mundo - aseguró.
Hyoga: tu también te enojarias si supieras que la involucrada es una de tus herm... - ya no siguió porque Camus rápidamente le cubrió la boca.
Camus: cállate, recuerda que Sylphid no puede enterarse de la existencia de sus otros tres hermanos o se enojara - le susurró al oído.
Aiacos: ¿ocurrió algo malo de lo que yo deba enterarme? pregunto.
Camus: no. Para nada, únicamente es sobre el baile para anunciar la fecha de mi boda nada más... - respondió sonriendo mientras Aiacos los veía de forma desconfiada a ambos y Sylphid no entendía que ocurria.
Continuará....
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