Mientras tanto.

Con Milo.

Se encontraba dándose un baño con agua tibia, el invierno se estaba acercando por lo cual las temperaturas estaban bajando rápidamente, por lo cual el agua fría no era opción. Aunque no sabía porque, se sentía observado y por más que intentaba buscar a la persona que lo veia, no lo encontraba, ya harto de esto molestó bufo y dijo.

Milo: malditos pervertidos, ¿ahora ya ni bañarme puedo en paz? - preguntó molestó mientras se envolvía en una toalla, sacudió un poco su cabello para sacar el exceso de humedad.

Después de un largo suspiro salio del baño y se fue rápidamente a su habitación para poder vestirse, pero al pasar por el pasillo solo sintió como le lanzaron una toalla más encima para terminar de cubrirlo y después sintió como sus hermanas lo empujaron hacia su habitación, lo último que escucho después de ver a Saori cerra la puerta fue.

Sasha: ¡Deja de acosar a mi hermano maldito pervertido! gritó.

Milo: ¿a quien le hablan? - fue lo único que pensó, para después únicamente negar y acercarse a su cama para comenzar a vestirse.

Mientras tanto.

En la cocina.

Mystoria al escuchar el grito de su hija se asomó a ver, únicamente para ver como Camus de brazos cruzados veía a sus hijas, quienes estaban cubriendo la puerta de la habitación de Milo.

Aiacos: ¿Todo bien ahí? - preguntó asomándose desde la sala.

Sasha: este pervertido que no deja de acosar a Milo - aseguró.

Camus: yo no lo estoy acosando, únicamente lo estoy viendo ¿hay algo malo en eso? - preguntó.

Sasha: ¡Eso es acoso! - gritó molesta.

Saori: si y bueno, digamos que no es normal ver a la gente mientras se baña ¿no crees? - preguntó nerviosa.

Aiacos: Camus deja de molestar a mis hermanos y regresa acá - le dijo mientras el otro suspiró, para después decir.

Camus: no tengo porque soportar estos berrinches de niños pequeños, son más enanos que yo, así que me largo - fue lo único que dijo mientras se daba la vuelta.

Aiacos: el abuelo dijo que no me podías dejar solo y tenias que hacer todo lo que te pidiera Camus - le dijo mientras lo veía caminar hasta la puerta.

Camus: vendré dentro de unas horas adiós - fue lo único que dijo para después cerrar la puerta.

Mystoria por su parte comenzó a sentir un poquito de miedo gracias a lo que escuchó, por lo cual después de apagar la estufa, salió de la cocina y se acerco al pasillo donde después de pedirle a sus hijas que fueran a hacerle platica a su otro hermano, entró a la habitación de Milo, donde vio lo vio cepillando su cabello.

Mystoria: perdón por entrar sin tocar - dijo mientras entro y cerró la puerta tras de sí.

Milo: no te preocupes mamá, ¿que pasa? - preguntó mientras Mystoria se acerco hasta él, donde después de quitarle el cepillo comenzó a ayudarle a peinarse.

Mystoria: Oye si entre fue porque quiero hablar contigo - le dijo.

Milo: hm... claro adelante.

Mystoria: ya tienes 20 años hijo y la verdad, no había sentido la necesidad de hablar contigo de esto pero, creo que debi hacerlo desde que cumpliste 15.

Milo: ¿por qué le das tantas vueltas al asunto? ¿Que pasa? preguntó mientras levantó su vista para verlo.

Mystoria suspiró, para después sentarse al lado de su hijo, que se giro para así quedar ambos frente a frente, donde lo vio suspirar y después verlo de frente para comenzar a hablar.

Mystoria: como dije, ya tienes 20 años. Y eres un joven bastante atractivo amor, por lo cual debes entender de que levantar varias miradas a donde quiera que vayas - le dijo.

Milo: ¿a que quieres llegar con esto? - preguntó confundido.

Mystoria: hay Écarlate bendita inteligencia la que les heredaste a tus hijos - susurró.

Milo: Oye...

Mystoria: bueno, el punto es que debes cuidarte Milo, como dije estas en una edad super perfecta y desgraciadamente, en una en la que cualquier idiota puede venir a endulzarte el oído sin ser penalizado - dijo

Milo: a... ya entendí, lo siento - se disculpó.

Mystoria: a lo que quiero llegar es que debes cuidar mucho a quien le entregas tú corazón e ilusiones Milo, no todas las personas son buenas y pueden usarte únicamente para malas intenciones - le dijo mientras Milo suspiró.

Milo: Si, el Abuelo Krest y el tío Lémur dijeron algo parecido cuando les conté lo de Mü y Shaka - respondió sonriendo.

Mystoria: debes entender que hay alguien allá afuera especial para ti, esperándote para poder compartir su vida contigo, por eso es que debes cuidarte y buscarlo bien - le comento.

Milo: ¿eso será posible? Todo el mundo tiene miedo de acercarse a más de 2 metros de mi, incluso Shaka dice que se siente intimidado cuando viene aquí - le dijo casi riendo.

Mystoria: bueno, sabes muy bien que tú tío Lémur dijo que no iba a dejar que te juntaras con cualquier basura así que te vigila constantemente a ti y tus hermanas - le dijo mientras el otro suspiró.

Milo: no tienes que preocuparte mamá, prometo que voy a cuidarme y cuidar también de mi corazón, tengo a dos personitas que me vigilan constantemente y me ven como su ejemplo, así que... buscaré no meter la pata para que ellas no sufran las consecuencias - dijo mientras Mystoria río al recordar la escena de hace algunos minutos - pero también... el día que eso pase, quiero que esa persona sea tan especial como lo fue papá para ti. Aspiro a eso, conseguir una relación que sea tan buena como lo fue la de papá y la tuya - respondió bastante ilusionado.

Mystoria: estoy seguro que lograras encontrar a esa persona especial para ti hijo, nosotros nos vamos a asegurar de que sea el indicado - aseguró mientras Milo río.

Milo: jaja, ya paren con su intensidad un poco. Que si siguen así me van a espantar a los posibles candidatos - bromeó mientras Mystoria río, para después únicamente acariciar suavemente la mejilla de su hijo.

No soportaria ver a ninguno de sus hijos llorando por alguien que no lo mereciera y estaba seguro que Écarlate también estaría igual, por eso en nombre de los dos, iba a proteger esos pequeños e ilusionados corazones y pobre de los imbéciles que busquen dañar los.

Mientras tanto.

En el techo.

Un confundido Camus veía hacia la luna, ¿que sentía? ¿Por qué era esa extraña sensación de estarlo siguiendo constantemente? Aún lo desconocía, jamás había sentido algo así, jamás. El recuerdo de cuando lo estaba espiando vino a su mente de la nada.

Se sonrojo al instante y comenzó a negar al recordar que lo vio dos veces, mientras estaba en la ducha como Dios lo trajo al mundo y después cuando salió cubriéndose con aquella delgada toalla.

Camus: si no hubiera sido por esas niñas, hay ya para

Camus ¿que te pasa? Eso no se hace - se regañó así mismo, para después cubrir mitad de su rostro con sus manos, sin poder quitarse aquella imagen angelical de la cabeza.

Eso le confundía más, ¿Que estaba pasando con él? Pero no podía hablar con sus padres de eso, una porque ya era grande y otra porque muy seguramente lo iban a regañar, era uno de los hijos de su tío Écarlate, no podía estar pensando esas cosas.

Camus: ay Vamos que esto no puede estarme pasando a mí, prácticamente vi crecer a Aiacos, eso en teoría debería ser como si lo hubiera visto a él ¿que rayos me pasa? preguntó frustrado.

Continuará...