Confia en mi ¿parte 2)
Siguiendo con Milo.
Milo: wow... ¿de quien será? - preguntó asombrado en un susurró, no tardo mucho en observar que todo estaba de cabeza había sangre seca en el piso, por lo cual hace años ahí, hubo una pelea, una muy salvaje por lo que veía ¡Hola! - hablo mientras que lentamente ingreso a la casa.
Lo vio curioso todo, había estado por eso lugares muchas veces, sin embargó jamas se había tomado el tiempo de explorarlo todo, dándose cuenta que de en efecto algo muy malo había ocurrido ahí.
Milo: ¿Que habrá ocurrido aquí? - preguntó, el sonido de una puerta abriéndose llamó su atención, por lo cual lentamente se acerco hasta llegar, abrió la puerta y con bastante sorpresa vio una habitación preparada especialmente para bebés, sorprendido por esto se acerco y vio todo el lugar, tomó algunos juguetes y peluches los cuales vio.
Zaphiri: ya me imagino como los consiguió y la verdad me pregunto como es que no había muerto antes, era muy peligroso salir de día para nosotros y ni siquiera le importo. Así de que tú y tú hermano sean imprudentes no me sorprende - dijo haciendo que Milo se volteara rápidamente, viendo al hombre de cabellos negros, el cual lo veía.
Milo: usted fue quien me guió hasta acá ¿no? - preguntó mientras dejaba el peluche donde lo había dejado - ¿conocio a mi padre? - preguntó.
Zaphiri: quién no lo conocía debería ser la verdadera pregunta ¿no crees? - afirmó mientras Milo únicamente asintio, para después ver de nuevo los peluches - si te gustan puedes llevartelos, son tuyos después de todo y a el debio costarle un viaje muy largo ¿no crees? Aun no se ven por aqui - le dijo.
Milo: ¿Cómo que son míos? - preguntó mientras el otro suspiró.
Zaphiri: aquí fue el lugar donde tú papá trajo a tú madre durante los meses que estuvo gestándolos niño - le dijo mientras se acerco.
Milo: ¿Quién es usted? Sabe mucho más de mi familia de lo que creí - le cuestionó mientras se alejó un poco.
Zaphiri: parece que tú madre no te hablo de mi pero quien podría hacerlo, el único que me conoce físicamente es el gruñón de Krest - se burlo.
Milo: oiga, más respeto que ese "enano gruñon" es como mi abuelo - dijo.
Zaphiri: Si lo se, no para de presumirlo siempre que lo voy a visitar - le dijo - y por tú pregunta, bueno yo soy tú abuelo, el padre de tú papá y el culpable de que tú hermano no haya crecido contigo eso si lo sabes, ¿no es así? - preguntó mientras Milo se puso totalmente palido al escuchar aquello.
Mientras tanto.
En el castillo de los vampiros.
Camus desde lejos vigilaba a Aiacos, quería averiguar una pequeña cosa, ese pequeño cazador le había dejado una gran duda y quería resolverla a como diera lugar y para esto le había pedido ayuda a su madre, quien confundido únicamente accedió a ayudarle porque le debía un favor.
Aiacos: ¿Que trate de controlarte? - preguntó confundido.
Dégel: ya se que no tiene sentido, pero necesito que me hagas ese favor - le pidió mientras él menor después de suspirar vio a Dégel, el cual únicamente veía a la puerta para que no hubiera contacto visual.
Camus con bastante expectativa veía esto, hasta que vio como su mama se alejó del chico y se acercó hasta sus cosas, tomó una pluma y se la entregó, para después negar.
Dégel: ¿Que paso? - preguntó.
Aiacos: hice que me pasaras una pluma eso es todo, ¿para que quieras que hiciera esto en primer lugar tío? - preguntó mientras el peli verde únicamente se sostuvo la cabeza, ni siquiera se había dado cuenta cuando lo hizo moverse.
Dégel: eh... nada no es nada jeje, sigue con lo tuyo - le pidió para después irse, dejando al joven confundido por su accionar.
Se alejaron rápido de la habitación y se metieron a la de Camus, donde Dégel se cruzo de brazos y le pregunto.
Dégel: listo lo hice ¿para que querías esta información? preguntó molestó.
Camus: ayer encontré de nuevo al hermano menor de Aiacos mamá y pasa resulta y acontece que se convirtió en un cazador y también note que al igual que el tío abuelo Zaphiri le dio un hermano para remplazar ese espacio a Aiacos. El cazador también lo hizo con ese niño y ellas también heredaron ese poder en un menor grado.
Dégel: espera, espera, espera... ¿ellas? - Preguntó confundido mientras Camus suspiró.
Camus: parece que la suerte está del lado del cazador, porque tuvo dos hijas más también hijas del tío Écarlate - le dijo mientras Dégel vio esto preocupado.
Dégel: esto es malo, deberíamos hacer la prueba con Sylphid, si el también puede hacer eso estaremos metidos en grandes problemas, ya que si logran desarrollar ese poder nos van a matar a todos - le dijo mientras Camus asintio, la situación era grave - ¿como te diste cuenta?
Camus: como dije, me lo encontré hace poco cuando fui a rescatar a Hilda que por cierto antes de que me preguntes no no a muerto aun - dijo mientras veía a Dégel hacer una mueca de desagradado al escuchar aquello, ya la quería muerta - pero tanto el como las otras niñas estaban en prueba de cazador y cuando estuve a punto de matarlo indirectamente me obligo a no hacerlo y solo pude huir aseguro.
Dégel: entiendo... - respondió.
Camus: pero tenía unos ojos increíblemente particulares dijo mientras Dégel lo vio y desde el otro lado Kardia estaba escuchando su conversación.
Siguiendo con Milo y Zaphiri.
Sosteniéndose de un palo del techo, lo vio caer sentado al suelo cansado, por lo cual sonrió y preguntó.
Zaphiri: ¿ya te sientes mejor? - preguntó.
Milo: aún sigo molesto así que no se acerque - advirtió mientras el mayor río, bajo suavemente y se acerco hasta Milo que sentado intentaba recuperar sus fuerzas para seguirlo correteando.
Zaphiri: jamás lo hice con mala intención. Pero realmente me preocupaba que pudieran hacerles daño - le confesó.
Milo: ¡¿y cree que separandonos de mamá después de la pérdida de mi papá nos salvaría?! ¡usted es un idiota! - le gritó.
Zaphiri: que carácter, me recuerdas bastante a Écarlate, quien había heredado el carácter de tú abuela - le dijo mientras el otro serio lo veía - pero debes entender que fue por ese mismo motivo de que no me llevé a tu madre, porque sabía lo mucho que le importo a Écarlate hasta para haber dado su vida por él, si me lo llevaba, es muy probable que iba a morir, mi castillo no está hecho para humanos, de hecho, los que entran, jamás salen, no con vida y creo que Krest te la de ver explicado muy bien ¿verdad? - preguntó mientras el menor bajo la mirada - ¿me dejaras explicar todo o me seguirás atacando a lo estúpido? - preguntó.
Continuará...
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