Siguiendo con Milo, Asmita y Camus.

Él rubio sorprendido veía como Camus veía a Milo, que por su parte no lo veía tan bien que se diga, ¿entonces se conocían? Bueno, aunque debía admitir que se miraban bastante bien juntos.

Asmita: vaya Camus, haz crecido bastante, recuerdo que la última vez que te vi acababas de nacer - le dijo - pero veo que encontraste una linda pareja.

Camus/Milo: nosotros no somos una pareja - hablaron al unísono, para después verse de nuevo entre sí serio y fue Milo quien desvío la mirada a otro lado y Camus habló.

Camus: a él lo e encontrado como por 3

2 veces desde que nació, nos volvimos a encontrar en una cacería nocturna donde por poco las tontas de sus hermanas matan a mi verdadera prometida - aclaro.

Asmita: entiendo - susurró.

Milo: en fin, lo mejor será que lo lleves de vuelta a tú casa y se escondía, yo me voy a la mía, mi mamá debe estar preocupado por mí - le ordenó mientras el otro lo veía molestó.

Camus: perdón, pero tú no me vas a estar dando ordenes a mi - le dijo molestó, Milo por su parte ignorandolo por completo se acerco a Asmita y le dijo.

Milo: fue un gusto conocerlo señor y siento mucho lo que le pasó, pero supongo que ahora todo estará bien, solo cuídese y espero verlo pronto de nuevo - le dijo sonriendo.

Asmita: lo mismo para ti Milo cuídate mucho y mantente lo más  lejos que puedas de Kanon - le pidió.

Camus: ¿Kanon? ¿Dijo Kanon? - preguntó.

Asmita: eh, si ¿por qué? - pregunto mientras el otro vio a Milo.

Camus: ¿interactuaste con esa basura? - le pregunto.

Milo: interactuamos si, pero no de la buena forma, se insinuó de una forma bastante aterradora, pensé que iba a hacerme daño, por suerte logré salir - le respondió mientras el otro serio lo vio.

Camus: deberás tener cuidado de ahora en adelante, cuando ese tipo pone sus ojos en algo muy difícilmente se olvida de ello.

Asmita: ¿conoces a Kanon?

Camus: hemos peleado en varias ocasiones, varios de los nuestros han caído gracias a él - respondió.

Asmita: Si, eso me temía - respondió triste.

Milo por su parte lo vio bastante triste por eso, Camus aún no entendía que pasaba, también se le hacía bastante sorprendente de que ese vampiro hubiera sobrevivido tantos años con los lobos, era bastante extraño. Sin siquiera haberse percatado de que alguien se acercaba, cuando escucharon los pasos deteniéndose frente a ellos, fue muy tarde para darse cuenta de que tal vez, no se habían alejado lo suficiente.

Deuteros: ¿Asmita? ¿Que estas haciendo aquí  afuera? preguntó a espaldas del rubio, que asustado se volteó, únicamente para ver al hombre de cabellos azules verlo de forma sería.

Deuteros por su parte después de ver al rubio, levantó su vista viendo a ambos jóvenes de forma molesta, para después intentar agarrar a Asmita, pero para su sorpresa Camus fue más rápido a su movimiento y sacó al rubio de su alcance, poniéndose en su camino para que no lo alcanzara.

Deuteros: ¿Asmita que significa esto? Ven aquí de inmediato y regresemos a la casa - ordenó serio.

Camus: claro, él va a regresar pero a donde de verdad pertenece señor, si sabe lo que le conviene se irá sin armar alboroto, preferiría no comenzar una pelea aquí - respondió.

Deuteros: le mejor será que no te metas mocoso - le respondió mientras intento acercarse, pero Camus no se movió y serio ordenó.

Camus: Asmita regresa con él rey, como consejero real tú lugar está en el castillo no afuera - dijo en voz alta sin quitarle la vista de encima a Deuteros, que preocupado vio a Asmita, el cual únicamente se dio la vuelta y comenzó a caminar.

Deuteros: ¡Asmita! - le gritó.

Camus: no te va a hacer caso, no se si sepas esto pero... ningún vampiro puede desobedecer al rey - aseguró, Milo por su parte unicamente vio al rubio hasta que desapareció de su vista, tan concentrado estaba que fue sorpresa suya sentir como lo empujaron contra un árbol, para después ver como Camus se había puesto en medio de él Deuteros, que estaba bastante fuera de si.

Deuteros: sabía que debía matar a ese desgraciado, al igual que el estúpido de su padre únicamente sabe traerme problemas - dijo mientras Camus le dio una patada y lo alejó de ambos.

Camus: será mejor que tengas cuidado de como te expresas de él maldito - advirtió.

Milo veía esto bastante preocupado, se entretuvo tanto peleando con él hombre que tenía frente a él ahora que había olvidado que había escapado con la persona que el alfa había escogido para ser su compañero, estaba metido en un serio problema.

Al ver al frente se dio cuenta de que su tio Lémur ya se había percatado del problema, por lo cual con señas le pidió comenzar a alejarse, por lo cual asintió y al ver que Camus seguía discutiendo de forma verbal con Deuteros de forma lenta comenzo a retroceder, mientras que el mayor estaba atento a cualquier movimiento, por si tenía que intervenir.

Sin previo aviso Milo escucho el sonido de una ballesta disparar, por lo cual rápidamente corrió hasta Camus y lo tiro al suelo, solo para momentos después ver como una flecha se impacto en el pecho del mayor. Milo y Camus vieron como el peliazul cayó de rodillas en el suelo, para después dirigir una de sus manos a la flecha, a la cuál intento sacar. Lémur confundido por esto levantó la vista, únicamente para ver a Odysseus sentado en la rama de un árbol, bajando su arma.

Odysseus: vaya, parece que mi puntería no es tan mala después de todo, ¿no lo crees Lémur? - pregunto sonriendo.

Lémur: Odysseus - susurró.

Milo: tienes que irte - le susurró a Camus.

Camus: ¿Que? - pregunto.

Milo; tienes que irte o te va a matar - le pidió, mientras Camus lo vio confundido.

Odysseus: Milo querido ¿no vas a presentarme a tú amiguito? Parece que se llevan bastante bien - dijo mientras lo veía sonriendo, Milo por su parte se volteó a verlo, para después suavemente ponerse de pie, mientras Lémur se acerco.

Lémur: ¿desde hace cuanto estas allí? - pregunto.

Odysseus: uh... estuve aquí todo el tiempo, solamente me dormí y cuando me desperté vi a ese hombre lobo molestando a los chicos, pero me alegro que Milo haya podido regresar, sabía que lograría cumplir estar misión con éxito - aseguró sonriendo.

Milo suspiró bastante calmado, entonces no había escuchado lo del vampiro y todo parecía indicar que el hombre detrás suyo era bastante inteligente como para no haberse mostrado a todo el pueblo de cazadores.

Continuará...