Por la noche.

La carta de parte de su abuelo que Camus le había dado, únicamente había empeorado más su situación, sin saber cómo decirles o explicar del plan que tenia la iglesia para aniquilarlos, no tuvo más opción que guardar silencio, ya que sabía que lo tenían vigilado y ahora estaba ahí, en ese gran salón, sin saber cómo debería actuar ahora, ¿debería decirles para que estén preparados? ¿Cómo se lo tomarían al saber que él ya tenía conocimiento de eso? ¿Por lo menos le creerían que el era inocente?

Eran tantas dudas y el se sentía tan atrapado en eso, era su familia o la familia de su papá.

Camus: Milo... - llamo sacando al joven de sus pensamientos.

Milo: Camus... ¿que ocurre? - preguntó poniendo su mejor sonrisa, sin más remedio, le tocaba actuar y fingir que todo estaba bien por el bien de su familia, vio cómo él mayor le extendio un antifaz de color negro, con una gran pluma roja a su costado - ¿y esto? - preguntó confundido mientras lo veía.

Camus se acerco hasta él colando el antifaz suavemente sobre su rostro, para después robarle un pequeño beso en los labios y después respondió la pregunta de su amado.

Camus: es por tú seguridad, no nos conviene que él padre de mi prometida te vea la cara después de que rompamos el compromiso, así cómo tampoco los vampiros pueden enterarse que Aiacos tiene otro hermano ¿entiendes? - preguntó mientras se alejaba.

Milo: comprendo... - susurró - ¿pero no será muy extraño que esconda mi rostro? - preguntó confundido para después ver cómo él mayor también se coloco un antifaz, solo que el de él era blanco y después le respondió.

Camus: no te preocupes, después de todo, todos los vampiros la usaran a excepción de tú abuelo y hermano, es por si un cazador logra infiltrarse, no pueda lograr reconocer a los vampiros que hay viviendo entre ellos - respondió.

Milo al escucharlo únicamente bajo la cabeza, sintiéndose mal ante la situación, se sentía impotente ¿acaso no podría actuar en esa situación?

Camus: ¿sucede algo Milo? - preguntó haciendo al menor reaccionar.

Milo: eh... no, no para nada - respondió.

Camus: ¿estas seguro? Porque te puedo sentir preocupado, pero gracias a tú condición de híbrido, no puedo averiguar que es por medio del lazo - dijo confundido mientras Milo sonrió triste ante esto.

Milo: tranquilo no es nada - aseguró, mientras que él mayor rendido ante esa negativa únicamente lo llevó adentro.

Mientras tanto.

En la casa de Krest.

Mientras ambas gemelas hacían lo posible por excavar para poder escapar y así poder ayudar a su hermano, Mystoria las veía desde la otra celda, donde preocupado por la situación exhalo con pesadez, lamentando su suerte.

Aunque sus pensamientos se vieron interrumpidos al escuchar la puerta del lugar abrirse, para después ver cómo uno de los ancianos, junto con Odysseus bajaba con dos cajas en sus manos.

Hakurei: a pesar de que hoy es su cumpleaños, no deja de pensar en ustedes - aseguró el anciano mientras se acercaba a la celda de ambas chicas, las cuales escondieron rápidamente lo que estaban haciendo, para después girarse, viendo cómo el anciano abrió un poco la puerta, únicamente para dejar las cajas en el suelo y la cerró de nuevo - pueden abrirlo, es un regalo de su hermano, iban a dejarlo en su casa pero cómo nadie estaba ahí vinieron a dejarlo aquí - aseguró.

Sasha: ¿un regalo de Milo? - preguntó confundida, vieron cómo el mayor asintió por lo cual confundidas se acercaron a las cajas mientras el mayor se dirigió a Mystoria.

Hakurei: después de media noche si todo sale bien, podrán regresar a su casa y hacer cómo si nada de esto paso - respondió alegre.

Mystoria: ¿Cómo si nada hubiera pasado enserió? Obligaron a mi hijo a ir a matar a la familia de su padre - le dijo molestó.

Hakurei: se que ahora no lo entiendes al igual que ellos Mystoria, pero es por su bien, cómo dices, ellos son la familia de su padre, en cuanto se enteraran de la existencia no sólo suya si no que también la de sus hermanas, muy seguramente hubieran querido venir por ellos para matarlos y lo sabes... ellos son una especie muy conservadora y jamás dejarían que un híbrido los gobernara, antes preferirían matarlo y enfrentar la ira de su rey actual, antes de aceptar - le dijo mientras Mystoria triste únicamente bajo la cabeza, sabiendo que el mayor tenía razón.

Por lo cual levantó su vista, viendo cómo sus hijas encantadas veían el regalo de su hermano.

Mientras tanto.

Con Milo.

Se dio cuenta de que el tiempo había llegado, al ver cómo los que se convertirían en los futuros líderes del clan, Camus y su prometida, estuvieron en medio del salón, donde imponente se veía el trono que su abuelo aún ocupaba, el cual al ver a la futura pareja sonriendo se levantó.

Zaphiri: amigos míos, agradezco mucho el que todos hayan podido venir hasta aquí para compartir este momento especial con mi nieto en su cumpleaños número 21, cómo saben, mi hijo murió hace tiempo intentando protegerlos de los cazadores, y lamentablemente gracias a eso yo no pude retirarme hasta hoy, pero hoy me complace decir que mi sucesor ya esta listo, cómo saben he estado preparando a Camus para asumir el mando hasta ahora, ya que mi nieto es aún joven para asumir esa responsabilidad, así que Camus se a prestado para esta noble tarea - fue lo que dijo mientras todos alegres aplaudieron - estoy seguro que será un buen líder y es por eso que en cuanto el se case yo le daré mi lugar para que él y su esposa puedan comenzar con sus labores cómo líderes del clan - aseguró.

Milo ante esto dirigió su vista a Camus y a su prometida, para después ver hacia la gran ventana que dejaba ver a la luna en todo su esplendor, ya era hora, el no había logrado poder matar al príncipe vampiro cómo se le ordenó, sin embargo creía ya haber hecho mucho llevando hasta ahí a la iglesia, así que sin más comenzó a caminar para salir de ahí. Al momento que vio cómo Camus y su prometida comenzaron a caminar hasta su abuelo.

Milo: perdóname por todo el daño que te haré por favor - fue lo que pensó mientras se alejaba.

Continuará...