Con Milo, Camus y Surt.

Camus: si no quieres problemas ¿por qué no nos matas de una vez? Es tú trabajo cómo cazador ¿no? Ya no es necesario que uses esa máscara de buena persona con nosotros, ya te conocemos - aseguró mientras Milo molestó lo vio, para después comenzar a acercarse.

Milo: jaja, créeme Camus, si hubiera querido hacerle daño a alguien en este lugar... ya lo habría hecho - aseguró mientras Camus únicamente lo veía serio.

Surt únicamente los veía sin saber donde esconderse, eso era incómodo para él, pero Milo terminó con todo después de suspirar, se dio la vuelta y comenzó a irse, por su parte Camus también se dio la vuelta y se fue, dejando únicamente a Surt quien confundido veía la situación.

Afrodita al ver a ambos alejarse, suspiró, para después salir de donde estaba escondido.

Afrodita: ¡Camus! - gritó haciendo a Camus parará de caminar.

Camus: ¿Ahora que? - preguntó mientras veía al de cabellos celestes acercarse y cuando estuvo cerca, grande fue su sorpresa al sentir cómo le dio una cachetada.

Afrodita: ¡imbécil! Uno quiere ayudarte a encontrarte con el que asegurabas era el amor de tú vida y tú primera acción es comportarte cómo un patán - regañó.

Camus: en mi defensa, jamás te pedí ayudarme, es más... te dije que no me interesaba saber que había sido de su vida, si seguía vivo, si estaba muerto, si se había casado o aún estaba soltero, pero no, cómo siempre lo que yo quiero pasa por alto por todos - le dijo molestó mientras se daba la vuelta y se iba.

Afrodita: ¡Camus, regresa aquí! - gritó mientras lo seguía, Surt sin tener nada más que hacer únicamente los siguió.

Mientras tanto.

Con Milo.

Después de que sintió estar lo suficientemente lejos, tiro su arma lejos de él, se agacho en el suelo y se echo a llorar.

Milo: ¿Por qué? ¿Por qué me tiene que pasar esto a mi? - preguntó mientras lloraba.

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7 meses después.

Cómo se espero desde que lo vio aparecer, los ataques de los vampiros a su pueblo comenzaron de nuevo, de hecho venía de uno de ellos, molestó por las bajas que habían sufrido.

Milo: ¡Maldición! - gritó mientras tiraba sus armas, para después patearlas - ¡Realmente son una raza de porquería! - gritó colérico.

Mystoria quien lo veía desde la entrada de su casa, únicamente suspiró, para después comenzar a acercarse mientras veía cómo su hijo seguía rematando con todo lo que viera en el patio.

Mystoria: ¿bebé? - llamó, para después ver cómo su hijo se sentó al lado del árbol de manzanas que había plantado Lémur exclusivamente para él.

Milo: ¡ah! - gritó mientras se jalaba del cabello.

Mystoria: Oye, deja de hacer eso, te vas a lastimar - pidió mientras se arrodillo frente a él.

Milo: lo siento mamá, les estoy fallando de una manera bastante vergonzosa - aseguró mientras escondía su rostro entre sus piernas.

Mystoria: oh no, no amor, tú no nos haz fallado, estás haciendo todo lo que puedes para mantener a la mayoría de cazadores con vida, sabes que los vampiros tienen sus métodos, siempre evolucionan y aprenden el modo de ejecucion de los planes de la generacion de cazadores en turno y es imposible darles bajas significativas después de eso - aseguró.

Milo: juro que de seguir así, yo mismo me voy a clavar esa estaca en el pecho - aseguró.

Mystoria: Ni se te ocurra hacer tonterías - advirtió serio, mientras escuchaba a su hijo reír - jaja, mírenlo, igual de bueno para sacarme de mis casillas cómo su padre - se burlo.

Milo al escucharlo únicamente río, para después levantar por fin su rostro, sintiendo cómo su progenitor lo acaricio con bastante ternura, mientras lo veía sonriendo.

Sasha: además... no deberías sentirte tan mal, tu haz perdido el 10% de tus cazadores, yo voy perdiendo más del 50 solamente en esta semana, las vampiresas no están dando tregua - aseguró mientras salía de la casa.

Milo: vaya, que consuelo, gracias hermita - hablo sarcásticamente mientras veía cómo su hermana le sacó la lengua, para después sonreirle.

Lémur: Oigan ustedes ¿piensan seguir hablando de esos horribles momentos o piensa ir a recibir a Saori que acaba de llegar? - preguntó mientras todos lo vieron.

Mystoria: ¿mi hija regreso? - preguntó.

Lémur: Si, por suerte tuvieron buena suerte y el clan del sur nos envió las armas, fue un viaje bastante largo pero valió la pena - aseguró mientras todos se vieron, para después ponerse de pie para así poder entrar a la casa.

Mystoria: ¿y Seiya? - preguntó.

Lémur: el fue a dejar el pedido con Krest, así que no tardara en regresar - respondió mientras todos entraban.

Mientras tanto.

Con Seiya.

Después de haber llegado con su superior y mostrar el paquete que traía habló.

Seiya: señor, me complace informar que el cargamento de armas que pidieron ya esta aquí, con estas armas podremos estar en mejores condiciones para enfrentar a los vampiros - aviso.

Krest: muchas gracias Seiya, fueron 6 meses bastante largos para su viaje, pero me alegro mucho de ver que regresaron bien - aseguró mientras se acercaba.

Seiya: Si, fueron días duros, pero pudimos negociar algo justo con las joyas cómo lo pidió usted.

Krest: me alegro mucho ¿donde esta Saori? - pregunto.

Seiya: en su casa, esta muy cansada por el viaje, cómo usted sabe el embarazo es bastante complicado - aseguró sonriendo.

Krest: ¿esta embarazada? - preguntó mientras veía cómo él chico asintió - felicidades muchacho, ¿pero cuanto tiempo tiene? ¿Por que no informaron nada? Si sabes que cuando llegues a la casa entre Milo y Lémur te van a poner a correr ¿no? - preguntó mientras escucho cómo el castaño río.

Seiya: Si ya lo se, más si se pone a pensar de que no tardará mucho en nacer, creo que ya son 6 meses - dijo algo pensativo.

Krest: ¿Seis meses? No ahora si eres hombre muerto - aseguró mientras veía al chico reír.

Por su parte Odysseus quien se encontraba escuchándolo todo, únicamente sonrió al escuchar aquello, ya quería saber que locura se le había ocurrido al anciano con ese bebé, sin embargo el ya tenía otros planes.

Continuará...