Con Milo.

Cuando Milo sintió cómo algo le atravesó la espalda, él único bajo la mirada viendo una estaca en su pecho misma que intento retirar, pero en cuanto la tocó únicamente sintió cómo Odysseus terminó de atraversarsela totalmente.

Agonizando únicamente escuchó pasos, mientras a la lejanía veía cómo otros cazadores se acercaban, entre ellos Mü y Aioria los cuales al verlo, intentanron correr a socorrerlo pero Odysseus no lo permitió.

Odysseus: ¡No se le acerquen! Es peligroso, acaba de revelar su verdadera naturaleza y fue capaz de asesinar a su propio cuñado - aseguró.

Mü: ¿Que estupideces esta diciendo? - preguntó, para después sentir cómo Aioria tomó su brazo mientras le señalaba aún lado de ellos, notando el cuerpo inerte de Seiya.

Ambos incrédulos únicamente cubrieron sus bocas, para después ver a Milo quien con el rostro ensangrentado únicamente los vio.

Mü: esto no es cierto ¿verdad? - preguntó.

Aioria: Milo... - llamo, pero Milo únicamente no respondió, por lo cual los demás cazadores únicamente los obligaron a retroceder.

Cerro sus ojos por un instante, escuchando algunos susurros de gente que no conocía la verdad de lo sucedido, así cómo también las súplicas de sus amigos porque los dejaran salvarlo, así cómo también se dio cuenta que los convertidos estaban acercándose y detrás de ellos, venía Camus, unas palabras que su madre le había dicho llegaron a su mente, haciéndolo recordar algo.

Flashback.

Mystoria: ¿sabes? Al ser hijo de tú papá, quien era él príncipe, si te lo propusieras, tendrías poder únicamente con tus palabras.

Milo: ¿poder únicamente con mis palabras? - preguntó mientras lo vio voltearlo a ver y asentir.

Mystoria: significa que con sólo ordenarlo podrías hacer que convertidos y vampiros puros hagan lo que tú quieras, tú papá solía hacerlo mucho, era alguien bastante mandon, típico de principito ricachón - aseguró mientras sonreía.

Milo: ahora entiendo porque él abuelo dijo que te habías convertido en su capricho más deseado, al tenerlo todo a su merced el que tú no cedieras a nada que él quisiera lo hacia encapricharse mas contigo ¿verdad mamá? - preguntó mientras veía a su madre asentir.

Mystoria: jamás fui alguien que le gustará complacer a la gente, así que que no hiciera su voluntad cuando lo ordenaba únicamente lo hacía querer dominarme cada vez más y más... - respondió en son de burla.

Fin del Flashback.

Al recordar esto se concentró para después abrir sus ojos, los cuales brillaban cómo si fuesen dos estrellas, dando una orden a los vampiros que se acercaban.

Milo: ¡retirense inmediatamente, no los toquen! - esa fue la orden que dio, para después ver a Odysseus a los ojos, el cual únicamente sonreía triunfante.

Odysseus: mírate nada más... haz revelado tú verdadera naturaleza delante de todos... - le susurró sonriendo.

Milo: no podrá ser en esta vida, lo se, pero te prometo que en la próxima, te buscaré para ser yo quien te asesine con mis propias manos por todo el daño que nos haz hecho ¿entendiste? ¿Odysseus? - preguntó mientras veía cómo la sonrisa del rostro del peli plateado se borro.

Mientras tanto.

Con Camus.

Sus pasos se detuvieron, mientras veía sorprendido cómo los convertidos comenzaban a regresar a regañadientes por dónde venían.

Camus: ¿Que paso? - preguntó confundido - Milo... - susurró mientras intentaba seguir, pero una voz llegó a su cabeza.

"Vete, tienes que irte, no puedes acercarte aquí únicamente vas a hacer que te maten"

Eso fue lo que escucho, para después responder.

Camus: ¿Milo? ¿Cómo es posible? Debes dejar de hacer eso, sabes que tú cuerpo se lastima cuando usas tú poder, llegare enseguida ¿si? Te llevare aun lugar seguro - fue lo que respondió.

"Para mí ya es tarde Camus, únicamente me queda aceptar mi destino, aunque quiero pedirte algo, por favor cuida mucho de mí madre y mis hermanos. Te juro que volveremos a encontrarnos, esto no va a quedar así"

Camus: ¿por qué eres tan obstinado? Déjate de idioteces - le dijo preocupado.

"Te estoy ordenando que te vayas y protejas a mi familia, ahora solo sigue las órdenes"

Camus al escuchar la seriedad con la que le hablo, se dio cuenta de que la orden fue clara y sin que él pudiera hacer algo al respecto para avanzar, únicamente mordió sus labio inferior con impotencia, para después darse la vuelta, dirigiéndose hacia la aldea de cazadores.

Siguiendo con Milo.

Mientras comenzaba a ver borroso y sentía cómo el arma fue retirada con bastante fuerza de su cuerpo, sintió cómo cayó al suelo, el silencio que comenzó a escuchar fue sepulcral, sintiéndose triste veía cómo su vida de apagaba lentamente.

Aunque hubo algo que le llamó bastante la atención, mientras comenzaba a sentirse liviano, vio cómo un hombre en compañía de una joven comenzó a acercarse y al estar frente a frente con él, se arrodillo aún lado suyo, para segundos después levantarlo. Confundido por esto vio su rostro él cual por la descripción que alguna vez su madre le dio, se dio cuenta de que se trataba de su padre.

Pero él no estaba solo, su hermana estaba ahí con él y también Seiya, lo cual lo dejó confundido.

Écarlate: es un gusto poder hablar contigo hijo - le dijo.

Milo: ¿papá? - preguntó.

Écarlate: Si se que es raro y perdón por todo, esto fue causado por culpa de mis errores del pasado y aunque me alegra tenerlos conmigo, no esperaba que fuera de esta forma - le dijo.

Milo: Lo se... me confíe mucho de ese sujeto - respondió molestó.

Saori: cómo siempre ¿cuantas veces tengo que repetirte que dejes de guiarte por tus instintos y mejor uses la cabeza? - le regañó mientras Milo únicamente le sonrió.

Écarlate por su parte después de ponerlo de pie, tomó las manos de sus dos hijos, para después comenzar a llevárselos aún lugar dónde según sus palabras, estarían seguros en lo que esperaban a los demás. Cosa que le confundió pero decidió no preguntar.

Mientras tanto.

Con Sasha.

Recostó sobre su cuna a su pequeño sobrino, mientras lo veía dormir con una sonrisa, su mamá había salido a encaminar a su hermano mayor para que saliera sin ningún problema del pueblo, así que únicamente se quedó sola ella y él bebé.

Sasha: bien. En lo que tú duermes yo prepararé la cena - le susurró al bebé para después salir de la habitación para dirigirse a la cocina, aunque el sonido de la puerta la hizo cambiar su destino - ¿será Milo? - preguntó confundida, mientras escuchaba cómo la puerta una vez más sonó - ¡Voy! - gritó mientras se acercaba.

Continuará...