Muerte
Mientras tanto..
Con Milo y Sasha.
Mientras buscaban por todos lados, preocupados veían cómo cada vez se encontraban a más convertidos, cosa que no daba una buena señal, ya que eso significaba de que alguien había sido herido de gravedad ya que su sangre era bastante perceptible para ellos.
Milo: maldición, parecen no acabarse nunca - aseguró mientras decapitaba a uno - ¿Todo bien ahí? - preguntó mientras se giraba a su hermana.
La cual únicamente esquivaba a alguno que otro convertido que se le acercaba.
Sasha: si, si tranquilo estoy bien, no puede ser ¿de donde han salido todos estos convertidos? - preguntó.
Milo: algo debe estarlos llamando - susurró preocupado - algo anda mal, puedo sentirlo - aseguró serio.
Sasha: Si, algo pasó pero tengo miedo de descubrir que es - susurró preocupada
Milo: Vamos, no puede estar muy lejos de aquí - aseguró mientras comenzaron a caminar.
Mientras tanto.
Con Mystoria.
Mientras arrullaba a su nieto que estaba en medio de un incesante llanto, veía de vez en cuando la puerta de entrada, esperando poder ver a sus hijos entrar en la casa.
Mystoria: tranquilo, tranquilo Koga, muy pronto tus tíos y tú madre vendrán - le dijo de forma dulce mientras lo arrullaba.
Tenía un mal presentimiento que desde hace rato golpeaba su pecho y tenía miedo, de ese mismo miedo que había sentido cuando perdió a Écarlate.
Mystoria: No quiero que vuelva a pasar - pensó mientras arrullaba a su nieto.
Mientras tanto.
Con Seiya.
Mientras caminaba con los demás cazadores, veía de forma preocupada una cadena que Saori le había regalado cuando eran novios, la cual según se contaba nunca debía romperse a menos que... uno de los dos ya no estuviera en este mundo.
Seiya: espero que sea sólo supersticiones y estés bien - pensó preocupado mientras veía al cielo - ¿Dónde estás Saori? - preguntó.
Shun: tranquilo Seiya, la vamos a encontrar - aseguró el joven mientras le daba una sonrisa amable para calmar su preocupación.
Seiya: Si tienes razón... - respondió mientras lo veía, hasta que él hermano mayor de Shun llegó.
Ikki: tienen que ver esto - aviso.
Seiya: bueno, ya estamos cerca del antiguo castillo de los vampiros así que supongo que son buenas noticias - aseguró.
Ikki: No Seiya, esto es preocupante - le dijo mientras vio cómo el rostro de su compañero cambió a uno de preocupación rápidamente.
Mientras tanto.
Siguiendo con Milo.
Para sorpresa de ambos se encontraron con una amiga se Sasha, Yuzuriha, la cual les contaba porque se habían desplegado a todos los cazadores del pueblo en el bosque.
Sasha: ¿así que eso paso? - preguntó.
Yuzuriha: Si, Seiya se veía tan preocupado, lastimosamente somos pocos ya que Lémur se llevó a Tenma y Yato junto a más cazadores hacia las tierras sur para llevar algunas armas - aseguró.
Milo: ¿Cómo se entero Seiya de eso? - preguntó confundido.
Yuzuriha: No lo se, ni siquiera a nosotros nos a querido decir de donde saco esa información lo cual es preocupante ¿se imaginan si hay un soplón entre nosotros? - preguntó mientras Sasha únicamente negó.
Milo por su parte prestando más atención a su ambiente se dio cuenta de que no estaban solos, alguien los vigilaba y muy de cerca, suspiró cansado para después voltearse para preguntar que necesitaba aquel extraño, aunque se detuvo de hacerlo, para después comenzar a correr al frente mientras Sasha y Yuzuriha confundidas por eso lo siguieron.
Él corazón de Milo comenzó a latir más y más rápido al sentir el aroma de la sangre, mientras su preocupación iba a peor, hasta que llegó aún pequeño espacio que daba a una cueva, dónde vio a su hermana tirada boca abajo, por lo cual preocupado corrió hasta ella y la levanto.
Milo: Saori, Saori ¿que pasó? ¿Por qué estás así? - le pregunto mientras la levantaba, aunque rápidamente se dio cuenta de algo, su ropa tenía sangre y había una herida no solo en su pecho si no que también en su cuello, lo que deja a entender que había sido mordida y también, estaba tan fría cómo la nieve que había en ese lugar en ese momento - No, no, no... no puede ser cierto - preguntó conteniendo sus ganas de llorar - no puedes hacernos esto, Saori tienes un bebé de brazos que aún te necesita, por favor despierta - pedía insistentemente mientras la movía.
Más era inútil, por lo cual sin poder contener más sus lágrimas únicamente se sentó sobre el suelo, mientras lloraba y la abrazaba.
Milo: no, no yo no quiero esto - susurró mientras se aferraba a ella - ¡que alguien me ayude, por favor, que alguien salve a Saori! - gritó al aire.
Sasha quien había llegado junto con Yuzuriha únicamente cubrió su boca con sus manos al verlos, mientras las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos y de la impresión terminó desmayandose, Yuzuriha sin saber que más hacer, únicamente saco una de las bengalas que tenían para dar su ubicación a los demás cazadores en caso de emergencia, la cual únicamente encendio dando su ubicación para que fueran ahí, mientras veía con tristeza a Milo y Saori, únicamente levanto a Sasha del suelo, intentando procesar lo que estaba pasando.
Mientras tanto observándolos desde los árboles se encontraba Zaphiri, quien tenía sujetados a Aiacos, Camus y Sylphid por otros vampiros, mientras el veía de forma fría la situación.
Zaphiri: vaya... parece que esto únicamente complicará más la situación - susurró.
Camus: suelteme, tenemos que aclarar la situación antes de que alguien le diga algo de lo que podamos arrepentirnos - aseguró mientras intentaba soltarse.
Zaphiri: Camus, esto es lo mejor, si alguien le dice que fuiste tú eso hará que pierda el interés en ti por completo tanto cómo lo deseas, además... que también lo alejara de nosotros, será mejor por el bien de él y su madre. Si ya lo obligaron a traicionarnos ¿que no lo obligaran a hacer en un futuro? Vamonos, será mejor que nos vayamos antes de que alguien nos vea, podrán resolver sus conflictos en la madriguera - aseguró mientras se los llevaba, Camus preocupado veía la situación, sintiendo cómo su corazón dolía mucho por cada una de las lágrimas que resbalaban por las mejillas de Milo.
Continuará...
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