Luego de que el chisme sobre lisa y Jennie haya corrido por el palacio, el rey decidió anunciar que ambas estaban en un posible compromiso todo para que los reinos no se lo tomarán a mal y pensaran que estaba planeado el compromiso una estrategia muy fácil para el rey.

-Entonces solo debes ser cortés-Explicó lisa mientras terminaba el peinado de la castaña.

Esa tarde habría un banquete para celebrar el compromiso inesperadamente esperado de las dos chicas, el trato de ambos reyes comenzó el día en que Jennie entro al palacio ambos miraban el comportamiento de la princesa ante su dama de compañía.

Sabían que tarde o temprano su retoño quería enamorarse y no se negaron al contrario ambos estaban felices, celebraron con una apuesta muy inocente. Aunque para Jennie fue rara.

Almenos estaría feliz de poder estar cerca de su princesa mimada, pero toda esta situación la ponía nerviosa sus mundos eran muy distintos.

Jennie creció entre pasteles y trabajo humilde mientras que Lisa entre castillos y claveles del jardín mayor.

-¿No te sientes nerviosa?-Su mirada notaba incomodidad, la sola idea de no agradar a los nobles y monarcas le ponían los cabellos de punta.

-Nop, después de todo si alguien se atreve a molestarte su cabeza rodara como una bonita gota de agua.

-Una manera un tanto rara de verlo Lisa.

Las trompetas del castillo empezaron su coro y bienvenida a los nobles hacia el banquete oficial.

Ambas chicas vestían telas de seda, jennie portaba una coleta con flores y lisa el cabello suelto con su característico flequillo.

El banquete estaba decorado de muchos nobles con sus vestimentas resplandecientes, aún así ambas eran el centro de atención. Muchos murmullos en el salón de baile reina y rey andaban felices de presentar las futura monarquía.

Las puertas del castillo se abrieron con el toque de una sonata tétrica, varios escalofríos recorrían el cuerpo se Jennie.

Una chica de cabello azabache y lacio, vestido violeta con encajé blanco y zapatos de tacón altos. La bruja real entraba con su aura imponente furia notaba su rostro todos los presentes sentían la incomodidad.

—Quiero justificar mi ausencia con que mi invitación no fue entregada, ¿Verdad Chaeyoung?—La reina miraba furica como esa mujer causante de que varios de su reino fueran hechizados abandonar el palacio. Causante de varias catástrofes y causante de que no haya podido casarse con su ex novia.

—No justifique nada Bruja real, su invitación nunca fue realizada. Tampoco fue pensada en la lista de banquete y su nombre esta prohibido en este palacio.

—Los rencores son más grandes que tú elegancia mi querida reina, no vine para arruinar está patética celebración.

—No hace falta que lo hagas, tu sola presencia lo arruina—La hostilidad se podía sentir en el aire, un pasado lleno de rencores de parte de ambas mujeres. La sonrisa de la bruja real se ensanchó al dirigir su mirada a las festejadas.

Una sola mirada bastó para darse a la fuga dejando un maleficio en ambas jóvenes enamoradas, que al contrario de separarlas haría que se comprendieran mutuamente.

Sonidos de alarma por los sirvientes al notar los desmayos repentinos de las chicas Chaeyoung grito horrorizada. Sus pasos fueron fuertes no dejaría escapar a esa maldita bruja pensaba.

—¡Irene!

—Aun recuerdas mi nombre mi amor—La sonrisa cínica de Irene hizo enfadar más a la monarca.

—Deja las tonterías a un lado, no te desquites con mi hija. Si te encuentro disfrutaré mandarte a la horca bruja maldita.

Irene desapareció en la espesa bruma del palacio, dejando a Chaeyoung con recuerdos vagos sobre su antiguo romance y el como sus decisiones aseguraron su futuro más no su felicidad.

—Te odio Irene.

💝

Uyyy que fuerteeee, lamento la demora andaba sin ánimos y cansada.

Espero les guste tengan linda noche cuidense coman bien chau besitos de gomitas.🍡