𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝟕 "𝑺𝒖𝒆ñ𝒐"
Sueño de Julián:
La lluvia no deja de caer, lloviendo a cantaros mientras estoy parado debajo del techo de la entrada del hotel. Mirando para todos lados, esperando que llegue Renata. Todavía mantengo la esperanza con que volverá a mí.
Y así sucedió, su cabello rubio esta mojado por la lluvia y corro hacia ella para resguardarla de la lluvia. La cubro con mis brazos y tiembla por el frio.
Sus ojos me miran sin apartarlos de los míos, su mirada es todo lo contrario a la ultima vez, ahora están llenos de necesidad y no dejan de brillar.
-Ahora sabes que no voy a dejar que te vayas. -Le advierto.
-No me voy a ir.
Una mirada se asoma en nuestros rostros y nos besamos apasionadamente. El beso se vuelve animal, necesitado y mis dientes la muerden ligeramente, probando sin cesar esos labios que me roban la respiración.
Nos seguimos besando bajo la lluvia, está nos empapa por completo y estamos tan cerca que puedo sentir como su cuerpo tiembla por el beso, por mi lengua explorando su boca. Nos separamos para recuperar nuestras respiraciones, sus ojos miran mis labios y luego sube su mirada a mis ojos. No puedo dejar de mirarla, mi corazón palpita por ella, no se que me haz hecho Renata pero haces que no pueda pensar.
Solo quiero que seas mía de nuevo.
Me sigue mirando de esa manera, su mirada está envuelta de fuego y placer, envuelve mi cuello con sus brazos y no puedo soltarla, la mantengo pegada a mi pecho y siento su respiración errática.
Cierra sus ojos y nuestras frentes quedan pegadas, rozando nuestros labios una y otra vez hasta que nos besamos de nuevo.
-Hazme tuya. -Gime entre besos. -Por favor Julián.
-No tienes que decírmelo. -Sonrió y llevo su cabello mojado hacia atrás. -Ay Renata, con lo que soñaba con besarte de nuevo…
Acaricio sus mejillas ruborizadas, ay nena… no me importaría pecar por ti.
Más tarde, nos encerramos en la habitación del hotel y sus manos van a mi camisa, la tira con fuerza y los botones se rompen, nos desnudamos rápidamente y nos acostamos en la cama.
Mis manos sujetan los suyos, llevándolas encima de su cabeza y la como con mis besos, saciando mi apetito. Sin embargo, no me siento satisfecho, solo quiero llenarme de ella, arder con ella en la cama mientras nos entregamos.
La embisto con fuerza y me regala un gemido que sale del fondo de su garganta, sus uñas se clavan en mi piel haciendo que el dolor sea tan placentero. Nos miramos con tanta pasión, hay amor en nuestras miradas brillosas y empiezo a moverme, sin detener el ritmo que voy encontrando poco a poco. No deja de gemir en cada embestida y cierra los ojos, disfrutando gracias a mi y su aroma se hace presente. Cierro los ojos y arremeto con fuerza.
-Me encantas Renata. -Digo entre gemidos. -Me vuelve loco escucharte así… ver como estás ruborizada y sudorosa.
Las primeras gotas de sudor se hacen presentes en su piel blanca y suave, seguimos gimiendo con fuerza, entregados a la lujuria y por lo que sienten nuestras almas.
Rodamos en la cama y Renata se sienta sobre mi pene hinchado, quien está tan duro gracias a sus gemidos. Mis ojos están tan oscuros por lo excitado que estoy, mis manos empiezan a moverse, apretando sus senos, eso la hace temblar y jadear suavemente, lleva la cabeza hacia atrás y mis manos se deslizan hasta su cintura, tomándola con fuerza. Salta sobre mi pene, moviéndose de arriba abajo, sus movimientos hacen que mi cabeza se despegue de mi cuerpo, me siento al borde del precipicio y puedo sentir como está cerca del orgasmo.
-Grita para mi.
La tomo del cuello y me muevo con fuerza, ambos nos movemos y le aprieto el cuello un poco más fuerte, por como reacciona se que le está encantando eso y grita con fuerza, no puedo aguantar más y suelto mi semilla.
Jadeamos con fuerza, sintiendo como la lujuria nos hizo cometer el pecado más hermoso y me siento sobre la cama, envolviendo su hermoso cuerpo con mis brazos.
-Ay Renata. -La miro encantado. -Me tienes hechizado…
Me regala una sonrisa mientras recupera su respiración, toma mi rostro antes de besarme, nuestras lenguas se encuentran, batallando con desesperación.
Fin sueño de Julián.
Me despierto sudoroso y agitado, me siento sobre la cama y veo mi bulto hinchado debajo de la tela de mis calzoncillos. Ese sueño se sintió tan real… de verdad que la necesito, quiero que regrese porque me voy a volver loco con está espera.
Pero tengo que ser paciente, respiro con dificultad y cierro los ojos, tomando con fuerza mi pene, moviendo arriba abajo mi mano, imaginándome que ella está rebotando contra mi pelvis, escuchando sus gemidos que se llenan en toda la habitación. Esos senos tentadores moviéndose con cada galope, su cabeza hacia atrás mientras disfruta del placer.
Mi mano se sigue moviendo, más y más rápido a medida que va pasando el tiempo, gruño su nombre una y otra vez, ese nombre que quedo desde lo más profundo de mi alma.
El tiempo va pasando y la tengo en mi mente, masturbándome con fuerza hasta que estallo, gritando su nombre.
- ¡Renata! -Gimo con fuerza.
Trago saliva y mi cuerpo tiembla, lo peor de todo es que no me siento saciado, peor aún, hace que la necesite cada vez más.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro