𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝟏𝟗 "𝑨𝒎𝒂𝒏𝒕𝒆"
Narra Julián:
-Bueno ya cumplí en mostrarte quien es mi querido hermano. -Ironiza Alejandro. -Espero que con esto cumplas tu rol de esposa.
Lo escucho al bastardo tratarla así y cuanto deseo matarlo, ¿Cómo puede tratarla así? Aprieto los puños y el maldito se va. La veo con preocupación y estoy en alerta al ver que casi se desmaya. Le pregunto como está y la hago sentar.
Ni yo me puedo creer que un hijo de puta como Alejandro este casado con Renata. Hablo con ella para tranquilizarla, la abrazo con suavidad y beso su cabeza varias veces.
-No te preocupes nena.
-Ay es que no te das una idea de como me siento. -Se llena una mano a la nuca y me mira con temor. - ¿Por qué nunca me dijo nada de tu existencia?
-Porque nunca nos caímos bien, siempre hubo una rivalidad por los celos desmedidos… -Muevo los hombros. -Me fui con mi madre del país y estuve todos estos años viviendo en Argentina.
-Y a mi me tiene que pasar esto.
Renata se pone de pie y la veo un poco alterada, la sostengo para que me mire y hay preocupación en mi mirada.
-Dime que esto que paso no va a cambiar lo nuestro.
-Ay Julián. -Baja la cabeza.
-Mírame nena… quiero saber lo que estás pensando.
-Esto es muy difícil… ustedes se odian y yo estoy en el medio.
-Te amo Renata.
La tomo del rostro y ella me mira asustada, estoy seguro que es presa de los remordimientos y no quiero que este así.
-Yo también te amo pero… -Cierra los ojos y alza la cabeza. -Es que no tienes idea de las cosas que están pasando.
No digo nada, me quedo en silencio para que ella pueda explicarme.
-Tranquila muñeca, tengo todo el tiempo del mundo para escucharte. -La abrazo con ternura.
-Prométeme que no harás ningún escándalo. -Ruega. -Por favor Julián.
-Te lo prometo. -La tomo de las manos. -Dime que pasa.
Ella respira hondo y veo como toma valor.
- ¿Te acuerdas que me quiso dejar embarazada? -Asiento. -Alejandro me conto que en la clausula del testamento de tu padre, quien le de su primer nieto se va a quedar con la constructora.
Al escuchar eso me quede perplejo, cierro los ojos con fuerza por la furia que siento. Como quisiera golpearlo, no me interesa para nada la herencia pero con el solo hecho que quiera utilizar a Renata en está bajeza me vuelve loco.
-Hijo de puta. -Enojado y golpeo la mesa.
-No hagas nada. -Asustada.
-No hare nada, nena. -Beso sus labios y dejo que ella me calme, lo que me hace esta mujer por Dios… nunca pensé poder cambiar tanto.
-Te prometo que ese maldito no te va a tocar ni un pelo.
Ella baja la cabeza y apoya la cabeza en mi pecho.
-Tengo miedo…
-No te hará nada.
-Es que no puedes hacer nada, ¿Qué va a pasar si se entera de lo nuestro? Tenemos que tener cuidado.
- ¿Y quedarme de brazos cruzados cuando ese maldito te trata como un objeto?
-Me voy a ocupar de que su locura del bebé termine. -Suspira.
La pego más a mi pecho y la consuelo en silencio, sin embargo, se separa y me besa.
-Tengo que irme… nadie nos puede ver.
Asiento, no quiero que se vaya así pero se pondrá peor si nos descubren.
-Te espero en mi casa…
-Creo que es mejor que esperemos un poco… -Abre la puerta. -Adiós Julián.
-Te amo. -Susurro.
Renata cierra la puerta y vuelvo a golpear la mesa, me siento atado de pies y de manos porque no puedo poner a ese maldito en su lugar, como quisiera hacerlo pero le prometí a mi amor que no haría nada.
Al rato, Alejandro vuelve a entrar sin golpear la puerta.
- ¿No te enseñaron que tienes que golpear? -Molesto.
-Solo vine para advertirte algo. -Se cruza de brazos. -Va a ser la primera y ultima vez que veras a mi mujer.
- ¿De qué hablas?
La adrenalina de ser descubierto me deja al borde del precipicio.
-Ay no te hagas Julián, me di cuenta de como la mira… ¿acaso viniste para robarme todo lo mío?
-Solamente regrese para reclamar lo que me pertenece y no trates a tu esposa como si fuese un objeto.
La ira me va dejando ciego y no soporto las ganas de golpearlo.
-Es MI esposa y hago lo que quiero. Solo estás advertido, ni creas que soy tan estúpido.
Sale de mi oficina y golpea la puerta con fuerza.
-Lo voy a matar, si se atreve a hacerle algo juro que lo voy a matar.
De solo pensar que Renata esta desprotegida delante de este maldito me vuelve loco, solo ruego para que ella pueda en contra de él.
Narra Renata:
No fui a mi casa, solo maneje hasta la casa de mi hermana y me abre la puerta, me ve con el rostro completamente pálido.
- ¿Esa cara? ¿Qué paso?
-Ay Candela. -La abrazo. -No tienes idea del lio en el que estoy metida.
Me hace pasar y enseguida me hace un té para calmar mis nervios, se sienta a mi lado y me mira con preocupación.
- ¿Otra vez discutiste con Alejandro? ¿Te hizo algo?
-Algo peor. -Suspiro. -Me acabo de enterar que el hermano de mi marido es mi amante. -Suelto.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro