𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝟏𝟒 "𝑹𝒆𝒇𝒖𝒈𝒊𝒐"
Narra Julián:
Estoy tomando una copa de vino mientras estoy por llamar a Renata, me urge verla, me conformo estar con ella aunque sea unas pocas horas. La llamo y no me atiende, le mando unos mensajes para saber si está ocupada. En ese momento, el timbre empieza a sonar y camino a la puerta, la abro y veo a Renata, quien tiene lagrimas en sus mejillas y se abalanza hacia mi cuerpo, la recibo con preocupación y la protejo con mis brazos.
- ¿Qué pasa, muñeca? ¿Tu esposo te hizo algo? -En ese momento la rabia se iba formando en todo mi cuerpo.
Ella llora aun más y eso me pone peor, dándome una inmensa rabia.
-Tranquila mi amor, estoy contigo… no pasa nada.
Beso su coronilla y acaricio su espalda con ternura.
Hago que se siente en el sillón y le sirvo un vaso con agua, le limpio las lagrimas con mis pulgares y beso la punta de su nariz.
-Si no me quieres contar no pasa nada muñeca pero cuentas conmigo.
Asiente en silencio y apoya la cabeza en mi hombro.
-Es que tengo tanta bronca… en todo este tiempo sintiéndome culpable, sintiéndome una hija de puta y mi marido es peor que yo.
- ¿Te pego? -Aprieto lo puños. -Lo mato si te hizo eso.
-No… a mis espaldas intento dejarme embarazada, todo por un testamento de mierda… lo peor es que ni siquiera se pregunto que iba a sentir, no le importo nada.
Cierra los ojos y vuelvo a abrazarla, me duele el alma verla así y más por culpa de ese maldito.
-Escape de la casa… no quiero verlo, no se que hacer.
-Nada me haría más feliz que te quedes conmigo.
Se atreve a mirarme y se me derrite el corazón verla de esa manera, mis manos acarician sus mejillas y la beso lentamente, la ternura es protagonista del momento y sus brazos envuelven mi cuello.
-Como necesitaba estar contigo. -Confiesa.
-Yo también Renata, te estoy queriendo tanto. -No me puedo callar. -Me estoy enamorando de ti.
Se separa para mirarme y sus ojos están llenos de sorpresa, casi no respira y me preocupa que está pensando.
¿Acaso no me quiere?
-Ay Julián.
Se emociona hasta las lagrimas y apoyamos nuestras frentes, al verla así me da una luz de esperanza.
- ¿Qué pasa muñeca? Dime que pasa.
-Quiero que lo repitas. -Ruega. -Dilo.
-Me estoy enamorando de ti.
Me mira estática y mi corazón late con fuerza cuando Renata me besa apasionadamente, siento como sus lagrimas tocan mis mejillas mientras no dejamos de besarnos. Me alejo un poco para sacarle esas lagrimas y me parte el corazón ver esos hermosos ojos tan tristes.
-Abrázame. -Ruega. -Por favor.
-No tienes que pedírmelo, muñeca.
La abrazo con fuerza y la consuelo en silencio.
-Todo va a estar bien. -Acaricio su espalda y beso su cabeza. -Te lo prometo.
Más tarde, estamos sentados en el sillón y su celular no deja de sonar, agarra el celular y mira la pantalla.
-Es el, ¿no?
Asiente en silencio y veo como apaga su móvil.
-No quiero verlo, menos hablar con él.
-Tranquila… ya va a pasar.
-Es que no sabes la colera que me dio enterarme de lo que estaba haciendo. -Alterada. -No soy un objeto que puede hacer todo lo que le plazca…
La escucho mientras ella descarga toda la ira que tiene contenida y se refugia en mi pecho, apoyando su cuerpo en el mío, acaricio su precioso cabello rubio y le beso la frente.
Se tranquilizo un tiempo después y le propuse ver una película, solo quiero que se despeje y que se olvide de todo lo malo por un momento, que no piense en nada que le haga daño. Cambio en los canales buscando alguna que otra película y luego buscamos en Netflix, encontramos una que nos gusta a los dos y la película fue pasando, está por terminar cuando me doy cuenta que se quedo profundamente dormida. Sonrió al ver como parece un angelito mientras duerme, le beso la punta de la nariz y la alzo con cuidado.
La llevo a la habitación y la acuesto en la cama, le quito los zapatos y la tapo con las sabanas. Me inclino para darle un tierno beso en los labios, sonrió como un tonto enamorado mientras la observo dormir.
-Ay Renata… realmente me estoy enamorando de ti. -Susurro.
Narra Alejandro:
Después de varios intentos de hablar con mi esposa por celular, el ultimo llamado me contesto automáticamente el correo de voz.
-Lo apago. -Molesto.
Lo primero que pienso es en su hermana o en su mejor amiga, con una de las dos tiene que estar. Primero llamo a Candela y ella me atiende enseguida.
- ¿Tu hermana está contigo?
-No… ¿Qué paso?
-Tuvimos una discusión y salió de la casa… no tengo idea de donde está.
-Debe estar bien Alejandro, si está molesta mejor déjala sola.
Suspiro y aprieto los puños, me culpo por dentro de no haber tenido más cuidado.
-Está bien, te hare caso… si sabes algo de ella llámame, es para que me sienta más tranquilo.
-De acuerdo.
Corto la llamada enseguida y me quejo en silencio.
Donde estarás Renata, me urge saberlo.
Narra Renata:
Abro los ojos y me encuentro con Julián durmiendo a mi lado, ambos estamos acostados en la cama y me muevo un poco para mirarlo. Mi mano se apoya en su pecho, acariciando a través de la tela de su playera y siento como su corazón palpita con tranquilidad.
Ya me siento mucho mejor, el me hace sentir así. Ahora tengo una sonrisa en mi rostro y el sonríe también.
-No estoy dormido.
-Pensé que sí. -Suelto una risa.
Se sienta en la cama y me muerdo los labios.
-Eres tan sexy cuando te muerdes los labios así.
Me toma del cabello y me atrae a sus labios, besándome con ferocidad y el aire va escapándose de mis pulmones. El beso nos deja hambrientos y mis ojos se dilatan por el deseo.
-Tómame Julián… hazme tuya.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro