
𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝟏𝟑 "𝑷𝒍𝒂𝒏"
Antes de que me pregunte donde estaba, le asegure que estuve con Candela y le muestro a cuanto está la batería de mi celular.
-Apenas lo pude cargar.
-Al menos me hubieses avisado que ibas a pasar la noche en la casa de tu hermana. -Molesto. -Ni siquiera me tienes en cuento.
-Perdón, ¿sí? -Suspiro. -Fue de la nada, sali de la casa, ella me llamo y nos juntamos.
No dejo de mentirle en la cara a mi propio marido y no lo puede detener, suspiro suavemente y se pone de pie para tomarme de los hombros.
-Es que me preocupo mucho por tu bienestar, pensé que te había pasado algo.
Me abraza con fuerza y mi rostro no tiene expresión, solo me siento mal por dentro porque se que lo estoy lastimando, ¿pero como puedo evitarlo? Prometí que no volvería a ver a Julián y mi vida fue cuesta abajo. Quiero acercarme a mi marido y lo único que hago es alejarme cada vez más.
-Lo siento. -Trago saliva. -De verdad no quise que te preocuparas por mí.
-No pasa nada. -Más tranquilo. -Ya paso.
Toma mi cabeza y me obligo a sonreír, me besa de nuevo y se aleja un poco.
-Me gustaría tener una cita romántica en la casa, le diré a Estela que hoy tiene la tarde libre. -Sonríe. -Saldré temprano del trabajo y estaremos toda la tarde y noche para nosotros, ¿te gusta?
Siento un escalofrió por toda mi columna vertebral, no emito ningún sonido, me limito a asentir y agarra su portafolios.
-Nos vemos más tarde.
Besa mi mejilla y sale de la habitación, al cerrar la puerta me siento en la cama matrimonial y respiro hondo.
Que horrible me siento por dentro, a pesar que me siento tan maravillosa estando con Julián no puedo evitar sentirme la peor basura del mundo cuando caigo en está realidad.
Me acuesto sobre la cama y largo un fuerte suspiro.
No se que hare pero no puedo separarme de Julián.
Narra Julián:
A pesar de que todavía la rabia golpea mi cabeza, no puedo cambiar mis planes. Tengo que seguir intentándolo, mi esposa tiene que quedar embarazada a como de lugar.
Una semana después…
Mientras mi esposa está en el museo, aprovecho a hurgar por sus cosas. Tiene que tener un calendario con su ciclo menstrual, lo encuentro en una de sus libretas y miro con atención, me encuentro con los días que menstrua por mes y cuando ovula.
- ¿Qué haces con eso Alejandro?
Escucho la voz de mi esposa y ella me ve confundida, no se como voy a explicarle esto.
-Te pregunte que está haciendo con mis cosas.
Se acerca para tomar mi libreta y se da cuenta que estuve mirando su calendario. En sus ojos hay curiosidad y molestia.
- ¿Vas a quedarte callado?
-Deja que te explique, siéntate.
Le indico que se siente sobre la cama y no me hace caso, solo se queda de pie y se cruza de brazos.
-Es complicado lo que tengo que decirte.
-Te escucho.
Suspiro y me rasco la cabeza.
-Es que hay cosas que no sabes. -Me siento sobre la cama. -Sabes que mi padre murió hace un año. -Asiente y prosigo. -Mi papá dejo estipulado en el testamento que mi hermano y yo tenemos partes iguales de su herencia.
Sus ojos se abren en medio del horror, dándose cuenta de lo que estuve ocultándole todo este tiempo.
- ¿Tienes un hermano? -Sorprendida.
-Medio, es el mayor. Nunca me lleve bien, lo odie desde chico y se fue del país, ahora volvió porque quiere lo que es de el.
-Y claro, es su derecho, pero ¿qué tiene que ver con esto? -Muestra su libreta.
Suspiro y no la miro, se el problema que vendrá cuando le diga la verdad.
-Es que mi papá en su testamento dice quien tenga su primer nieto, se queda con la constructora.
Alzo mi mirada y lo primero que hace es darme una cachetada.
-Eres un bastardo. -Desesperado. -Por eso estuviste tan tierno en todo este tiempo… que estúpida que soy… solo querías eso.
-No exageres. -Me pongo delante. -Siempre quisiste hijos.
-Pero tu no… -Alza la voz. -Nunca quisiste a los chicos y claro, como eres un ambicioso quieres un hijo ahora… así no son las cosas Alejandro.
-Por favor Renata, es nuestra oportunidad de tener una familia. -La tomo de los hombros y ella se quita enseguida.
Quiero tocar ese lado sensible que tiene, se que es su punto débil y no voy a dudar en utilizarlo a mi favor.
-No la voy a tener bajo estás condiciones. -Molesta. -Espero que se te meta bien en la cabeza… no soy un objeto que puedes hacer conmigo lo que quieras.
Su mano va al picaporte y azota la puerta, saliendo rápidamente de la casa.
-Espera Renata. -Levanto la voz.
Intento detenerla pero ella me saco varios metros de ventaja, al salir de la casa, Renata ya arranco el coche y se larga de la casa.
Dios santo, por culpa de está maldita mis planes van cuesta abajo. Tengo que hacer que cambie de opinión o esperar a que con todo lo que hice a lo largo de la semana de resultado.
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