𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝟏𝟐 "𝑳𝒐𝒄𝒂"
Comemos y me doy cuenta que me observa en silencio, tomo la copa de champagne y la dejo sobre la mesita de noche. Analizo su mirada y me doy cuenta que esa mirada es curiosa.
- ¿Quieres preguntarme algo? -Arqueo una ceja.
-Si. -Se me acerca y envuelve mi cuerpo con un solo brazo, haciendo que me apoye en él. - ¿A qué te dedicas?
-Soy artista plástica, en unas semanas voy a exponer en el museo donde nos encontramos.
-Por eso estabas ahí.
Asiento en silencio y su mano acaricia la curva de mi cintura, nos miramos en silencio hasta que decido preguntarle lo mismo.
-Soy abogado. -Responde. -Ahora ejerzo ese rol en una constructora de aquí.
- ¿Entonces te quedaras definitivamente?
-Si. -Sonríe. -Hasta tengo donde vivir, todavía no me mude porque te estaba esperando.
Mis ojos se abren más al escuchar eso, el sigue tranquilo y besa suavemente mis labios.
- ¿Tan seguro estabas que regresaría? -Sonrió y este me mira con picardía.
-Desde que te vi supe que hay algo especial en nosotros, tienes algo que haces que me sienta atraído por ti. -Suspira. -No se lo que es, hay cosas que nunca tienen explicación pero haces que mi interior se queme con intensidad con tan solo sentirte a mi lado. -Acaricia mi cabello y apoyo mi cabeza en su hombro. -En este par de días que pasaron fueron un tormento para mi corazón y mi alma, pero sabía que regresarías tarde o temprano.
No lo digo, aun así, siento lo mismo que el, desde que lo vi sentí como si algo me unía a su cuerpo, como si fuésemos imanes. Mi mirada se pierde en la nada y sus brazos cálidos me envuelven, sintiéndome en una inmensa paz de la que no me quiero alejar. Ni se que hora es pero debe ser tarde por la oscuridad de la noche.
Es tan extraño, no me importa saber como el tiempo pasa porque con Julián el tiempo no pasa. Me muevo para verlo y sus ojos intensos me miran con amor, esos ojos negrísimos tan seductores y encantadores. Ambos sonreímos y sus labios atrapan mis labios, saciando mis ganas de besarlo.
Me volví tan loca que no me importa que mi marido pueda desconfiar, solo quiero pasar esta noche con él, quiero arder en llamas hasta el amanecer…
Narra Candela:
Estoy en mi casa y no dejo de llamar a mi hermana, ya se lo que está haciendo y no puedo dejar de preocuparme del lio en el que se está metiendo. Me aterra que Alejandro pueda sospechar de Renata.
Me llevo las manos a la cabeza y su celular da apagado, me quejo y me lleva a la casilla de mensajes de voz.
-Renata por el amor de Dios, escucha el mensaje de voz por favor. Alejandro llamo, le dije que estás conmigo y que vas a dormir en mi casa. Por favor cuando escuches este mensaje llámame.
Corto la llamada y suspiro lentamente. Espero que pueda escuchar el mensaje a tiempo, no quiero ni pensar en el problema que se puede armar si mi cuñado se entera de su infidelidad.
Por precaución, apago mi celular para evitar que Alejandro me vuelva a llamar.
Narra Renata:
Mi cuerpo es victima de la noche llena de pasión, Julián se tomo al pie de la palabra de devorarme por completo. Mi cuerpo vibro entre sus brazos y me sentí tan especial. El placer perforo mi cuerpo, mi cabeza y mi alma. Es como si el conociera mi cuerpo de toda la vida, tocándome en los lugares que me encantan y haciendo que yo misma conozca lo que aún no se exploró.
Son las 6 de la mañana y tengo que apurarme para irme a mi casa, nos dimos una ducha y nos vestimos enseguida. Al terminar de arreglar mi vestido, me sujeta con suavidad, me trata como si fuera una obra de arte y me mira de esa forma tan especial.
-Mañana me voy a mudar. -Me da una tarjeta. -Ahí tienes mi número… quiero volver a verte. -Me toma del rostro y besa mis labios. -No eres una aventura de una sola noche, muñeca… verdad que me robaste el aliento y no me importa que seas casada…
Trago saliva y nos volvemos a besar, este beso es distinto a los otros, este es lleno de amor, necesitado y lento. Disfrutamos de nuestras bocas y mis piernas tiemblan.
Apoyamos nuestras frentes y largo un gemido ahogado.
-Estoy loca. -Cierro los ojos. -Pero no quiero alejarme. -Confieso y abro los ojos, mirando como sus ojos se llenan de lágrimas.
Toma mis manos y las besa con delicadeza, sus besos se sienten tan bien en mi piel, esa electricidad tan maravillosa que solo el puede hacer que la siente así. Cierro los ojos y me atrae a su cuerpo, manos se mueven por toda mi espalda y apoyo mi cabeza en su hombro.
Ninguno se quiere separar, solo queremos estar abrazados y estuvimos así por un largo rato.
Más tarde, salgo del hotel, muevo la cabeza y Julián también hace lo mismo, cada uno toma caminos distintos, el se va a su trabajo y yo a mi casa. Me regala una sonrisa y mi corazón da un vuelco, le devuelvo la sonrisa y me lanza un beso. Entro al auto, arranco el motor y enciendo mi celular, al encenderlo me encuentro con un montón de llamadas perdidas de Alejandro y Candela, escucho el mensaje de voz de mi hermana y suspiro, espero que no sea demasiado tarde.
Me pongo el cinturón de seguridad y enciendo el auto, muevo la palanca de cambio y acelero.
Solo tardo unos minutos en regresar a la casa, abro la puerta y al llegar a la habitación me encuentro a Alejandro sentado en la cama, mirándome con una expresión molesta.
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