11
Capítulo 11 | Salvados por un tonto vídeo
El chico dudó durante unos segundos, pero acabó por levantarse. Se llevó la mano al bolsillo trasero de su pantalón y sacó algo de forma rectangular de dentro. Dio unos pasos hacia la mesa de Dalton y posó el extraño objeto.
El hombre le miró muy serio y arqueó una ceja. Fue e entonces cuando me percaté que ese objeto, era un teléfono móvil.
Era un jodido teléfono móvil, un celular, o como lo quieras llamar. El caso es que estaba completamente prohibido llevar consigo uno de esos dentro del campamento.
¿Cuántas normas rotas llevamos? ¿Tres? ¿Cinco? ¿Todas?
—¿Qué tiene que ver este aparato prohibido con todo esto? —le escupió él, haciendo énfasis en la palabra «prohibido».
—No es el aparato en sí, señor. —se explicó rápidamente el chico— Es algo que... que ha captado, señor.
Dalton le hizo un gesto para que siguiera. Noté como Iván negaba con la cabeza en señal de desacuerdo, pero no hizo nada interrumpirlo.
—Es un vídeo.
El chico encendió el teléfono móvil y lo tacteó durante unos segundos, luego lo recogió de la mesa y lo colocó a la vista del Sargento. Yo no podía ver el vídeo, pero sí podía escucharlo. Mantuve mi oído en alerta.
Lo que primero se escuchó fueron los pasos de alguien pisando la hierba del suelo. No, no se trataba de una sola persona. Era más de una. Quizás dos o tres. Durante unos segundos solo se escuchó eso, pero luego los pasos cesaron y alguien posó algo en suelo. Distinguí el sonido de un cerrojo.
Una mochila, pensé.
Algo metálico sonó al ser tirado contra el suelo, seguido por otros objetos cuyo material no identifiqué. Se oyeron susurros, pero no lograba captar qué decían. Entre ellos, ocasionales risas que tendían a esfumarse. Creí escuchar el sonido de alguien vaciando botellas de agua en un recipiente metálico. Todo eran murmuros hasta que oí una voz más elevada de tono que las demás.
—Ponlo ahí arriba, Connor.
Todos salvo Carter e Iván giramos inmediatamente el cuello hacia Connor, que lucía impasivo. No reflejaba cualquier tipo de emoción, simplemente estaba ahí, inexpresivo, sin siquiera devolvernos la mirada.
De pronto denoté algo más: ¿a quién le pertenecía esa voz que lo llamó? Empezaba a ponerme nerviosa con tantas dudas y cuestiones.
¿Qué contendrá el vídeo? Me pregunté, frustada por no poder descubrir su contenido.
Un extraño sonido de spray proveniente del vídeo interrumpió mis pensamientos. ¿Ahora spray? ¿Qué seguía, tambores?
El resto del vídeo fueron murmullos y pasos, nada que pudiese identificar y conectar con algo. Casi al final del vídeo, se oyeron gritos, una carrera, respiraciones pesadas, jadeos, risas y algunos probablemente corriendo.
En los últimos segundos, cuando el vídeo ya iba por fin a finalizar, oí algo que me llamó especialmente la atención. Gritos, jadeos, una discusión... Hasta que derrepente se escuchó aquella voz ronca:
—Quiero a todos en mi oficina inmediatamente.
Fue ahí cuando comprendí algo: ese vídeo contenía algo que sucedió esta noche. Algo que terminó cuando la grave voz del Sargento Dalton lo interrumpió todo.
Luego el vídeo se cortó y llegó a su fin. Les miré a ellos tres, Iván, Carter y Connor, buscando respuestas. Cada segundo que pasaba todo se hacía más confuso. Iván suspiró en desacuerdo.
—¿Y esto qué prueba? ¿Que sois unos gamberros y que hacéis rebeldías? —indagó Dalton, por fin, al castaño.
—No Señor, ¿a qué horas Hunter fue golpeado?
—Sobre las doce y media, pero eso no tiene nada que ve—
—Pero, Señor, permítame —le interrumpió Carter, acercando la pantalla táctil hacia él y dándole algunos toques—... si ve en los datos del vídeo la hora en la que el vídeo fue grabado, puede comprobar que comenzó a las doce y cuarto, y terminó a las una de la madrugada. Eso prueba que no pudimos ser nosotros los que golpeamos a Hunter.
Todos le miramos impresionados, yo incluída. El Sargento reflexionó durante unos minutos hasta que se convenció de que decía la verdad.
—¿Y ellos? —nos señaló a mí y a mis amigos con la cabeza— ¿Tenéis pruebas?
Volví a desesperarme, consciente de que no tenía prueba alguna. Pero el castaño del móvil todavía no había terminado.
—Ellos no deben tener... pero yo creo que sí tengo.
El chico le dio al play de nuevo al vídeo y acercó el teléfono móvil al hombre.
—¿Qué? ¿Me pondrás el vídeo de nuevo?
—No, no, Señor. Aguarde. —el chico dejó que el vídeo continuara durante unos segundos y luego lo pausó— Aquí. Pero creo que si le sube el brillo al móvil, se ven...
El Sargento se acercó al dispositivo y entrecerró sus ojos para ver mejor.
—¿Son ellos?
No pude contener más mi postura y me levanté de mi asiento para comprobar lo que acababa de decir, ajena a las quejas que Dalton podría hacer, aunque no dijo nada al respecto. Acerqué mis ojos a la pantalla.
El vídeo estaba pausado en un momento en el que el móvil estaba en movimiento, por lo que la imagen había salido un tanto movida, pero a lo lejos claramente se podía diferenciar el claro pelo de Cody, la bien formada espalda de Nate, el rojizo pelo de Megan y mi corta chaqueta color caqui.
Era cierto.
Éramos nosotros.
—¿Puedo ver el resto del vídeo? —pedí en un susurro.
Sargento Dalton no reaccionó, estaba absorto en sus pensamientos, por lo que me tomé eso como un "sí". Le di a play al vídeo para que siguiera y mis amigos se unieron a mí, colocándose detrás de mi espalda y observando con atención.
• ───────── ❃ ───────── •
Nota de la autora:
Uno algo cortito hoy ッ
Qué contendrá el vídeo exactamente? 👀
Gracias por leerme,
nos leeremos próximamente,
mucho ánimo ❤!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro