Domingo. Medio día. Calor, estrés, unas buenas ganas de llegar al dormitorio. Si, ese es mi estado actualmente.

—¡Me quiero morir!—pataleo Sook a mi lado mientras veníamos caminando

—¿Y por qué no lo intentas?—la miro la hermana—¿sabias que hay muchas formas sencillas de morir? Prueba una y ¡listo!

—En ese caso te irás conmigo. Ya que la forma que probaré es tirándote conmigo de este 4to piso—solto mientras se acomodaba la trenza de su cabello hacia atrás.

Ya estoy adaptada a que discutan como animales, también a que Sook lo haga con mi hermana y viceversa.  Todas discutimos entre nosotras, yo siempre me evito problemas, pero terminó haciendo con Hari.

—Solo a ustedes se le ocurre venir a buscar a Hoseok—negue repetidas veces—¡Debe estar con los demás! No aquí, en los dormitorios de chicos!

—Esta con unos amigos, juro que me dijo que estaría aquí—Sully hablo.

Mi hermana se había desaparecido y solo estábamos nosotras tres en yendo a buscar a Hobie. Pero, !agh! Yo tengo hambre.

Cinco minutos más y ya la cara de Hoseok estaba mirándonos. Con eso quiero decir que ya lo habíamos encontrado. Y ahora tengo que aguantar su exceso de cariño con Sully. No veo la hora de que esos dos se declaren y no finjan más amistad.

—Hanie...—lo escuché hablar camino al pasillo—Jungkook me mandó a decirte que no olvides eso que hablaron.

Las dos hermanas que caminan junto a mi, se detuvieron sorprendidas y me miraron, con la misma expresión confundida, haciendo la típica pose de alzar una ceja. Por eso, antes de que se les ocurriera decir palabra alguna...yo me incline a decir lo que debía

—No es lo que piensan, ¿de acuerdo?

Ellas negaron y terminaron prestándole la menor atención al asunto, algo que me hizo cambiar.

La cuestión ahora era que...me quedaría hasta esa hora sola en el apartamento, Hoseok había convencido a los chicos de quedarse viendo programas con Sully. Sook milagrosamente había tomado la decisión de desaparecerse también, que aún no conozco el motivo, pero su emoción puede decir mil palabras.

Y si, ahora estábamos las dos solas en el apartamento. Y eso era lo primero que iba a hacer, la veía arreglándose mucho y se me hacía ligeramente extraño. ¡Porque ella nunca lo hacía! Y se encontraba desesperada, mirando el reloj de su celular repetidas veces.

Sospechoso.

Si.

Y cuando sospechas de algo....

Decides investigar.

—Hey...—la llame y ella se giro con un pendiente en su mano.

—¿Que quieres? No me quedaré, solo para que lo tengas claro—advirtio con su dedo indice apuntandome

—¿Crees que soy idiota? Parece que vas a una fiesta lujosa y te preocupa lo que piensen de ti.

—Sabes que así no funciono—me dijo con una mueca en su rostro.

—Exacto. Es por otra cosa y me la vas a decir ahora—sonrei. Me acomode en mi litera, dispuesta a escuchar.

—¿Ahora no me puedo maquillar?—interrogo más que indignada

—Si, puedes, pero no te gusta. Hay una razón y me la vas a decir.

—No, claro que no—comenzo a caminar mientras se veía al pasar, en el espejo.

—¡Vamos! No se lo diré a nadie, te lo prometo...—sonrei angelical.

—No—me ignoro por completo volviendo a lo que hacía—sabes que siempre terminarás contándoselo a las chicas.

—¡Esta vez no lo haré! ¡En serio!

—No te diré. Al menos no hoy—agarro su bolso—Cuidate—abrió la puerta

—¿Es por un chico?—pregunte sin comprender—¿Quien es?

Ella antes de abrir la puerta, me miró con una sonrisa y los ojos más pequeños de lo normal, por aquella expresión. Luego, sin quitar la sonrisa esbozada negó repetidas veces con su cabeza y terminó marchándose.

¡No es justo!

¿Por qué nadie me cuenta nada?

************
Son las 1:30 y no tengo ganas de nada. Muero por que ya sean las malditas tres de la tarde para poder desaparecer con Jungkook de este lugar. Estoy demasiado aburrida, y odio estar sola. Se siente extraño.

Fruncí mi ceño y baje el volumen del televisor al escuchar un sonido extraño. Luego me di cuenta que estaban tocando la puerta y lo apagué inmediatamente, para levantarme a abrir.

Probablemente sea una de ellas. Porque...Jungkook no puede estar aquí tan temprano. Eso es algo imposible, ¿no?

Abre la puerta y no me jodas tanto

¡Que grosera eres a veces!

Termine de comerme mi chocolate y fui directo a buscar las llaves en la mesa. La puerta volvía a sonar repetidas veces y por eso, tuve que gritar un "voy" mientras iba a encontrarlas.

Finalmente me detuve en la entrada del dormitorio. Metí la llave en la cerradura y abrí. Pero esto si que no me lo esperaba. Era más que una sorpresa. Y yo no sabía cómo reaccionar.

—¿Yeonjun?—solte perpleja.

Mi novio...Digo, si todavía lo es, estaba recargado en la entrada como su hubiese esperado un siglo y me sentí mal por ello. Me había levantado con tanta calma pensando que era Hari y se le había olvidado sus llaves como siempre.

Me regañe mil veces por todas las estupideces que había hecho. Yo estaba hecha un desastre y ¡el hasta perfumado!

—Eh...pasa—musité, logrando que levantara la vista hacia mi.

Yeonjun estaba algo cabizbajo y asintio, para luego entrar. El silencio era altamente incómodo y lo odiaba.

—¿Estas sola?—miro los alrededores y yo asentí.

—Eh...regreso en un segundo—murmure algo nerviosa por su mirada sería.

Me desaparecí y me dirigí al baño. Lave mi rostro que no se veía para nada bien y me seque. Me mire en el espejo y me arregle el cabello un poco. Luego me eche crema de piel en el rostro y cubrí un poco mid ojeras.

Porque si, no conseguí dormir bien debido a tantos problemas.

Salí finalmente, más tranquila y respirando profundo. Rogando a toda manifestación de la naturaleza que Yeonjun no haya venido a terminarme.

El estaba ahí, mirando mi foto junto a el. La foto que Jungkook había agarrado y había formado tanto escándalo.

Deberias sacar a Jungkook de tu mente

—Eh....—fue lo único que fui capaz de musitar, no sabía que decir.

Yeonjun se giro hacia mi, dejando la foto en su lugar y se acercó. Aún serio.

—¿Te sientes bien?—preguntó

—¿Que? 

—Me refiero a tu estado de salud. Te noto algo decaída. ¿Sucedió algo?

Si idiota. Que mala memoria tienes.

Mejor me calmo.

—Si...—dije casi en un susurro—Digo...estoy bien. No pasa nada.

—No cubras tus ojeras, Hannie. Las puedo ver.

Mierda. Me conoce tan bien.

—No es nada. Solo son ojeras

—¿Es por mi culpa?

Si, Yeonjun, es por tu culpa. O mia. O quizá nuestra, quien sabe.

—Yeonjun...no tienes que...

—Lo siento—me corto, dejándome atonita

—¿Que dijiste?—pregunte sin comprender

—Que lo siento. Soy un imbécil, perdóname por favor

Me quedé sorprendida. No entendía nada. ¡Estaba molesto! Ni un solo mensaje. ¿Y así de la nada se disculpa?

—Yeonjun. ¿Estás bien?—el asintió acercándose aún más a mi persona—Si lo que quieres es debilitarme. No gracias volví a estar seria.

—Estuve estresado con todo, y yo solo quería verte un poco. Porque dependo emocionalmente de ti, Hannie. Y me molesta cada segundo que no tengo tu presencia cerca de la mía.

—Pero...

—Esta bien si no le caigo bien a tus amigas—volvio a interrumpirme nuevamente—Yo haría lo mismo en lugar de Sook—rio—y si te creo, solo necesitaba tiempo para pensar y ya lo hice

—¿Pero...y lo de ayer? ¿No te importa?

—Ellas me ofendieron, no tu—sonrio y acaricio mis mejillas haciéndome tragar duro—y no dijiste nada, porque estabas en estado de shock, lo entiendo y más si acababas de discutir conmigo. Todo lo entiendo a la perfección.

—Yo....

—Hannie,  te quiero—solto y mi corazón se encogió en un instante

—Yo también te quiero, más de lo que imaginas—murmure mirando a otro lado con la voz entrecortada.

—Entonces olvidemos esto, solo....finge que no pasó y ya está. Ahora solo somos tú y yo, ¿De acuerdo?—masajeo con sus dedos la curvatura de mis labios.

—Yeonjun...—una lágrima cayó por mi rostro—tu no deberías estar aquí—susurre mirando al suelo—eres demasiado bueno para mí, yo realmente...lo siento mucho, nunca debí permitir que....—fui interrumpida por su labio que atacó el mío sin previo aviso.

—Ya no digas más nada. Solo bésame—susurro contra mi boca y se acercó nuevamente a mi, sin dejarme si quiera reaccionar..

Me quedé quieta un instante. Pero después de recordar lo mucho que lo quería, ver correspondí el beso olvidándome de todo a mi alrededor. Sus manos se posaron en mi cintura abrazándome por completo, sintiendo su calor junto a mi.

—¿Cuanto tiempo estarás aquí sola?—preguntó separándose de mi levemente

—Hasta las 7 y 8 de la noche—respondi y vi como una sonrisa se formó en su rostro—¡Hey, eres muy rápido!—le pegue con las lágrimas cayendo aún, mientras el reía. Seco mis lágrimas y volvió a abrazarme.

—¿Quieres o no?—beso la comisura de mis labios.

—S-si...

Y eso fue lo que acabo con sus movimientos para que me atrayera fuertemente hacia el y comenzará s besarme, directo hacia mi cama.

Jungkook...

¡Cierto! Debo avisarle.

—Espera—agarre mi celular—debo enviarle un mensaje a Hari—me excuse. Bueno, si el estuviera ahí, mirándome, definitivamente se lo diría a Hari o a una de las chicas, en vez de a Jungkook

—Olvida eso...—me quito el teléfono de las manos y me volvió a besar, tirándolo a cualquier lugar lejos de mi—ven aquí—me atrapó entre sus brazos, recostado de la cama y me hizo caer encima de su cuerpo. Y volvió a besarme nuevamente.

Oh no. Esto traerá problemas y vienen acompañados de Jungkook. Solo que ahora no me importa nada. Yeonjun me hace sentir así.

Una semana después

—¡Yo quiero más!—hice berrinche.

—Te has comido dos paquetes, solo me has dado tres gomitas—se detuvo—No debí comprarte nada—se cruzo de brazos

—Por favor, mi vida. Hazlo por mi, ¿si?—rogue
haciendo un pequeño puchero en mis labios parándome de puntillas, ya que el era extremadamente alto.

—Lo haré, porque has estado extraña en estos días—advirtio—pero merezco la mitad del paquete

—Esta bien—sonrei satisfecha y corrí directo hacia la tienda.

El tenía razón. No me sentía muy bien. Había arreglado las cosas con Yeonjun, y nos está yendo incluso mejor que antes, pero como supuse, me había buscado un problema grandísimo con Jungkook.

Después de eso, cada vez que me lo encontraba intentaba evitarme, y si estábamos reunidos con los chicos, fingía que no existía.

Como soy una imbécil intenté hablar con el, pero creo que lo jodi todo.

Flashback

—Jungkook, de veras. Lo siento mucho—murmure. Me encontraba dolida, porque su rostro solo guardaba decepción.

—No te disculpes más. No lo hagas, ¿de acuerdo?—advirtio—Pense que eras diferente—miro a cualquier sitio que no fuera yo.

—Jungkook. Las cosas no son así. Realmente tuve un imprevisto. Yo no quería....Bueno, si quería estar contigo, pero no pude posponerlo.

—¡Claro! Follar con el idiota de tu novio no pudiste posponerlo. ¿Es muy fácil no? ¿Y Jungkook? Que se joda—resoplo, más que molesto

—Juro que te iba a avisar, de verdad—insisti—es que...

—No te aguantaste las putas ganas y te valió mierda lo que estuviera haciendo yo en ese momento.

—¡No hables así!—eleve mi tono de voz. Estresada—¿Que querías? ¿Que no hiciera las pases con el? Ya te dije que lo siento, Jungkook. ¿Que más quieres que haga? ¿Que termine con el, te compre un bate de oro y te pida disculpas con una carroza? ¿Eso quieres?.

Se quedó en silencio. Me miró a los ojos,  después de tanto tiempo. Pero ya no era como antes, como aquellas veces que era una mirada curiosa o divertida. Esta vez, era fría, herida e incluso, sorprendida.

—Nunca te pedí eso. Solo quería, que me valoraras más como persona Hannie—mascullo, y se veía la decepción en sus ojos—Y no hay mas nada que decir. Los hechos lo dicen todo.

—Jungkook...

—Ya veo que tu novio es más importante que todo. Sus mierdas valen más que lo que yo hice para que las olvidaras. Esta bien, Hannie. Quedate con él.

Sentí algo en mi pecho arder al escuchar esas palabras. Me comía por dentro esa maldita sensación de culpa, pero no podía hacer nada, no podía.

Antes de desaparecerse de mi campo de visión murmuró algo que terminó de romperme por completo

—No quiero que me compres un bate de oro ni me pidas disculpas en una carroza. Solo quiero que aprendas a amarte un poco mas a ti misma. Eso es lo que quiero

¿Amarme a mi misma?

—¿Que tiene que ver mi amor propio con todo esto?—cuestione sin comprender al ver que el se alejaba.

Pero nada, no hizo nada. Solo se marchó, ignorando mis llamados.

Fin del flashback

Había estado recordando tanto los hechos que olvidé por completo en donde estaba y que hacía. Yeonjun estaba en silencio, esperando a que yo hablara, hasta que finalmente reaccione.

—Eh...un paquete de gomitas—le dije a la dependiente que rápidamente se puso en función de la orden.

Lo pague todo de una vez, y agarre el paquete en mis manos con una sonrisa débil en mi rostro, después de recordar lo de Jungkook y comencé a caminar.

—Recuerda....la mitad, Hannie, ni más ni menos—lo escuché decir y solté una risita.

—Solo mete la mano y come—respondí caminando junto a el.

El ambiente estaba fresco, no hacia ni frío ni calor, toda la calle estaba tranquila y más en esta tarde. No faltaba mucho para llegar a los dormitorios, pero probablemente las chicas no estarían ahí, así que lo mejor sería estar afuera el mayoría tiempo posible.

Yeonjun me contaba cómo le había ido en su día y yo lo observaba entretenida, aunque a veces empezaba a pensar en otras cosas y me desviaba del tema, sin embargo, no deje de prestarle atención con la mirada para que lo notara.

Odio que Jungkook este tanto tiempo en mi mente y más cuando estoy con mi novio, pero ya estoy cansada de regañarme a mi misma por ello.

Me había reído por algo gracioso que dijo Yeonjun, parecíamos dos idiotas en medio de la calle con esas risas.

—Ya! Me voy a caer de tanto reírme Yeonjun, basta!—pedi entre risas y el seguia didfrutsndo del ridiculo que haciamos.

No le prestábamos atención a nada. Y es por eso, que chocamos con alguien sin darnos cuenta.

—Lo siento—dijo el, aguantando la risa.

Pose mi vista en la persona con la que chocamos y mi risa se borró al ver a Jungkook ahí.

Este nos miraba serio. Y luego bajo su vista a nuestras manos entrelazadas, algo que hizo que su mirada se oscureciera más. Yo me quedé en silencio, por verlo, no quería buscarme problemas, pero la tension aumentaba entre nosotros con facilidad.
Seguía mirando nuestras manos y su cuerpo se tenso un poco a medida que las veía, rematando el hecho de que Yeonjun estaba acariciando la mia delicadamente.

—Deberian dejar de estar riéndose como idiotas y mirar al frente—dijo con un tono de voz molesto y me miró, pero más aún a Yeonjun, con mas molestia.

Y con la misma se marchó

Yeonjun lo vio confundido y se encogio de hombros. Por suerte no se había dado cuenta de nada, por ahora.

—Que loco—dijo mi novio a mi lado—Aunque lo entiendo. Yo también envidiaría nuestra relación—rio.

Yo solo estaba preocupada por el gesto de Jungkook. Me había sorprendido su actitud. Sin embargo, no tuve otro remedio que marcharme del lugar con Yeonjun y seguir mi camino, como si nada hubiera pasado.

O al menos eso quería decirme a mi misma.