Jeon Jungkook

—¿Puedes dejar de caminar de un lado a otro?—pregunta Taehyung enojado. Llevo horas haciéndolo, y él se la ha pasado sentado en la banca mirándome exhausto.

—No—contesto. Aún mi cuerpo está gritando internamente por lo sucedido hace un rato

—¿Por qué estás tan feliz?

—Porque me gusta estarlo. ¿Te molesta?

—No es asi. Es decir, yo si tengo motivos, pero no recuerdo que tú los tuvieras.

—¿Y eso que? Me vas a decir que es malo sonreír—hago una nueva amarga, el tuerce los ojos

De repente, hay un silencio. El chico está mirando hacia un punto fijo con el ceño fruncido, como si estuviera analizando algo y de repente, da un pequeño salto, que solo yo pude notar.

—¿Es eso?—cuestiona, luego de que  pase un tiempo.

—Cuando eso tenga un significado específico contestaré a tu pregunta

—No creo que no sospechas a lo que me refiero.

Y la realidad es la misma. Por supuesto que estoy seguro de lo que está hablando, pero no a jodas seré tan obvio. Dejaré que el tema salga de su propia boca

—Taehyung, podremos estar sincronizados, pero hay momentos en los que no puedo divagar en tu mente.

—Dejate de jodas. Se perfectamente que tú estúpida sonrisa de adolescente puberto es por lo que ha sucedido en esa montaña rusa

—Es cierto. Me gusta la adrenalina con esas lomas—rio. El gruñe exasperado

—Sacar mi paciencia definitivamente cuenta como tú hobby

—Y por qué no vienes y me comentas como te ha ido con mi cuñ...—cielos, que estuve a punto de decir—con mi víctima próxima

—¿Disculpa?¿Víctima? Que ni de coña se te ocurra intentar algo con Hari

—¡Eh eh! Tranquilo viejo, solo le haré un listado de las ventajas de juntarse contigo—suelto burlonamente con una risa y su cara de miedo, ahora se vuelve a enojo

—¡Vete al infierno, gilipollas!—se levanta de la banca y desaparece junto con los demás.

Bueno, la verdad es que me había quedado a coger un poco de aire después de tanta adrenalina en ese aparato, y la verdad, esa adrenalina no es por los movimientos precisamente, sino por una persona cuyo nombre no mencionaré porque es demasiado obvio, ¿verdad?

Ella ha desaparecido con Sook. Se la ha llevado a rastras a la tienda de chocolates y su hermana y la otra gemela, están con los demás.

Quedarme en silencio me ha dado un buen momento de reflexión sobre lo que quiero hacer con mi vida. Y defintivamente, el béisbol como centro fundamental, me estaba empezando a aburrir.

Quiero decir. ¡Necesito cambios! Y está más que claro, que con ello, me refiero a hacer una vida. La carrera de videojuegos me ha consumido muchísimo, a veces, tengo que dejar los entrenamientos por estar con ella, y me he estresado demasiado.

Tengo planeado comprarme un apartamento para mí solo. Me gustaría la privacidad, que merezco como persona ya adulta.

Cualquiera que me lee o oye, estaría diciendo en este instante que soy un completo egoísta, por querer dejar de vivir con los chicos. No es así. La verdad, es que cuando llegas a una edad, necesitas estar completamente solo y alejado del mundo en algunos momentos, y ellos, actualmente, no están contribuyendo en el momento de paz que necesito para pensar y reorganizar mi vida.

No quiero algo muy grande, tampoco mediano. Me conformaría en estos momentos con lo más pequeño posible.

La idea de estar en un lugar solo me pone nervioso, aunque parezca en ciertos momentos una mentira estúpida.

Es hasta ideal para muchas ideas que se me empiezan a ocurrir.

Todo se me esfuma de la mente en cuanto veo a Hannie. Aparece sola, de la nada en la tienda de accesorios básicos que hay a unos metros de mi. Tal vez no se haya dado cuenta del lugar donde me encuentro sentado, pero defintivamente se me ha acelerado el corazón de recordar su confesión de hace un rato.

Y puede que haya quedado un profundo silencio entre los dos luego de eso, y que su hermana, por supuesto haya intervenido y Hannie desapareciera por completo de mi campo de visión, que definitivamente no perderé está oportunidad de hablar con ella.

Está de espaldas a mi, cuando llegó al lugar. No hay nadie más a nuestro alrededor, solo ella, y yo que estoy detrás.

Me he girado un poco, para que note mi presencia, pero es que la verdad, la chica está prestando suma y completa atención a una pulsera color celeste con perlas pequeñas en el medio.

Acaba de pasar algo por mi mente y me ha gustado muchísimo.

—Hey, chico—llamo al encargado de vender—Quiero comprar esa pulsera azul celeste.

Hannie finalmente nota que estoy a su lado. Su cuerpo se tensa por completo cuando sus ojos se clavan en los míos, los cuales ya estaban esperando ese contacto hace un buen rato.

Le sonrío al ver su expresión sorprendida, y también algo preocupada. Le resto importancia y acerco mi mano a la caja para agarrar lo que había pedido.

—Muchas gracias—le doy el dinero del valor de la pulsera y aún la veo ahí, mirandome con todo detalle lo que he estado haciendo desde que llegué

—¿P-por qué....has comprado...eso?—inquiere. El nervio está más que presente en su voz

—Es un regalo para alguien muy especial

—Oh...—baja un poco la mirada. ¿Es que será tonta? No puedo entender como no se ha dado cuenta que estoy hablando de ella—Tienes un buen gusto.

Si supiera que no tengo ni idea de cómo funcionan estás cosas de chicas.

—Que va. —ladeo la cabeza y hago un movimiento giratorio con mis manos, despreocupado—En todo caso, sería ella.

—Ella....—murmura. no puedo evitar sonreír

—Si. También es un poco ingenua. No sabe captar indirectas.

Se ha dado cuenta que la estoy mirando fijamente, mientras pronuncio la frase. Es automático su sonrojo presente en las mejillas. Siento un cosquilleo en el estómago, al ver está reacción. Realmente es algo que me encanta. Si supiera lo hermosa que se ve.

—Eh...no se que decir—su cabeza se gira hacia un lado que no está viéndome. Mis manos agarran su mentón y la obligo a tenerme en sus ojos

—Te aseguro que me ha Sido suficiente lo que me has dicho hace un rato.

De repente, se arma un silencio en el ambiente. Aún tengo la pulsera en mis manos y ella no quiere verme. ¿Por qué? Si ya todo está más que aclarado. ¿Cuál es la reacción para que se comporte de esta forma?

—¿Te has arrepentido?—cuestiono y creo que nunca me he sentido tan decepcionado de algo

—No. Por supuesto que no, Jungkook.

La presión que comenzaba a sentir en mi pecho rápidamente afloja al escuchar su respuesta. Sonrío, pero aún, sigo sin comprender por qué su seriedad

—¿Entonces...?

—Hace tiempo siento cosas por ti y te aseguro que esto no es nada nuevo. Lamento las veces que he negado cuando me lo preguntaste, porque la verdad, he estado intentando que mis emociones desaparezcan de ls noche a la mañana, cuando eso es algo imposible. Sin embargo, esto no es fácil, Jungkook

—Jamas he pensado o dicho que esto sea fácil

—Y lo sé. Pero hay que tener en cuenta que hay una persona inocente involucrada.

No digo nada.

¿Inocente? JAJAJA Ese tío es de todo, menos eso.

—Jungkook, mi relación con Yeonjun es de años...

—¿Y por eso te sientes obligada a estar con él?

—Eso no es lo que quiero decir...

—¿Y entonces?—la paciencia empieza a colmar—¿Que es lo que quieres exactamente? ¿Estar con él por lástima, simplemente?

—¡Está situación es muy complicada!

—¿Y por qué no pides ayuda? Yo mismo te estoy aconsejando, y estoy seguro de que no he sido el único que te ha dicho esto, Hannie.

—Yeonjun no se merece esto, Jungkook. Eso es todo. No tienes idea de lo que ha hecho por mi, desde que me conoció. ¿Sabes lo que es enterarse que yo, su novia de años, ha empezado a sentir cosas por otra persona cuando debería serle fiel en todos los aspectos?

—Felicidades entonces, por ser "tan buen novio". Es que esa era su obligación

—Ha sido más que un novio, Jungkook...

—¿Y solo por eso tienes que joderte la vida? ¿Por algo que ves como una deuda cuando no lo es?—ella suspira sin control. Aún así, no me detengo y continuo:—Hannie, no sé que tiempo lleva esta mierda , pero desde que te conozco has peleado con ese imbécil. No tengo idea de cuántas veces te he secado las lágrimas por todas las malditas veces que ese tipo te ha hecho sentir mal. ¡Ni siquiera tienes autoestima y una gota de amor propio! Lo siento mucho, pero no dudo nada que todas han sido culpa suya.

Ella sigue en silencio. Sabe bien que no he mentido en nada.

Y continuo:

—No estas obligada a hacerlo. Pero, ¿sabes? Realmente estás en todo tu derecho de hacer tu vida como realmente quieras, de la forma en la que te sientas bien. Estoy más que seguro de que ese tío hace tiempo dejó de hacerte feliz.

Ella baja la cabeza unos segundos. Se que no es fácil de aceptar, ni de afirmar, pero también es necesario que sea consciente de como son las cosas.

—Hannie....—mis manos viajan a su mentón con delicadeza. La hago mirarme—No quiero que estés atada a una persona que no te merece.

—Tienes razón. Yeonjun no merece la mierda que soy yo....—una lágrima escapa su mejilla

—Hey....—me acercó un poco más a ella, para que me escuche mejor—No quiero que te autocritiques, tampoco que pienses de forma tan negativa sobre ti, porque si fueras una mierda, no hubieras logrado que yo estuviera en ese bosque contigo....cuando realmente tenia que estar solo. Y aún así...lo lograste. Porque eres tú. Porque simplemente tu presencia trae paz y sentido a la vida de cualquier persona.

—Nunca me habían dicho algo así....—sus mejillas vuelven a tornar ese color rojizo.

—Si con ello termino subiendote la autoestima, entonces, diré cosas bonitas siempre que pueda

—Deja de ser tan maravilloso—me pega con una risita

Solo soy así cuando estoy contigo

—Hannie. ¿Ya te he dicho que me gustas? No recuerdo haberlo hecho....

—Practicamente lo has demostrado, sin decirlo—sonrie algo avergonzada

—Me gusta esa idea. Eso quiere decir que no estabas tan ciega como pensé

—Estar ciega y no admitir algo es otra. ¿No crees?

—Ah, demonios. Tengo un problema ahora mismo—murmuro frustrado. El rostro de ella cambia a preocupación

—¿Que sucede?

—Es que me tienes completamente hipnotizado con tu belleza. Joder, Hannie, eres tan hermosa—agarro su rostro entre mis manos y la acaricio. Ella alcanza a sonreír tímidamente y mira hacia abajo

—Pero tu eres sacado del antigua Grecia. Ya sabes, esos dioses tan guapos que hasta era imposible de creer.

—Siempre y cuando me veas así, entonces me lo creeré

—Puedes estar seguro—dice mirándome ahora. Sonríe un poco—Te veo y las mariposas se convierten en dinosaurios. ¡Se me pone de cabezas el estómago!

Rio. Pero no le digo que a mí se me ha detenido hasta el pulso. Esa sensación tan hermosa que sientes cuando la persona que te gusta, está admitiendo sus sentimientos contigo. No creo que exista algo mejor que eso

Le tomo su brazo izquierdo y ella se detiene un poco confundida. Luego agarro la pulsera y se la enrollo en la muñeca. Es increíble con la suavidad que lo he hecho; creo que nunca había tratado a alguien de esta forma. Aún así, no me importa y continuo.

Finalmente ato la pulsera completamente y levantó su mano para verlo. Ella no para de sonreír, incluso está intentando ocultar su rostro.

—Creo que es la mejor decisión que he tomado—digo viendo su muñeca luciendola. Se ve precioso

—Tampoco tenías que molestarte....

—Te juro que si no estuviésemos en un lugar público te besaría ahora mismo—mi voz sale ronca y áspera.

Ella tiembla ante mis palabras. Era justo lo que quería conseguir. Mi expresión victoriosa aparece.

—¿Donde han ido los demás?—corto el tema. Verla cohibida me hace sentir un poco extraño. Quiero que se relaje

—Estan demasiado lejos. Me han dicho que primero irían al túnel de la muerte, luego estarían en la esfera enorme giratoria, después hacia el lago, también al tren de los sueños y por último estarían comiendo en el restaurante.

Me doy cuenta que todos los lugares y aparatos que ha mencionado están muy lejos. La alegría brota por todo mi cuerpo sin darme cuenta y sonrió con felicidad.

—¿En que estás pensando, Jungkook?—entrecierra los ojos

—En muchas cosas—alzo las cejas

—¿Y por qué no me cuentas si quiera una? Vamos, tengo curiosidad

—¿Estas segura?—ella asiente

Mi agarre en sus brazos coge un poco más de firmeza y termino sacándola de ese lugar, para llevármela a un lugar vacío, donde no hay básicamente nadie.

Finalmente, tiro de su brazo y sus pequeñas piernas empiezan a moverse a la velocidad de las mías. Prácticamente corro.

Y cuando finalmente, llego a esa cabina de fotos, vieja, que ni siquiera funciona. Me encierro con ella, en ese pequeño espacio y cierro el llavín que está colocado en la puerta.

Su cuerpo está demasiado cerca del mio, y debido a la velocidad con que hemos llegado hacia acá, la respiración agitada de Hannie choca con la mía. Estamos sonriendo, como dos idiotas, pero es innegable que es una jodida sensación increíble.

Saber que estamos solos y que nada puede pasar, me hace desesperarme más y por eso, mis manos con rapidez agarran su pequeña cintura y tiran con fuerza hacia mi cuerpo, quedando completamente pegados uno al otro.

Dejo que sus brazos vayan hacia mi cuello, para posicionarnos con más comodidad, y quito una mano de sus caderas para coger el pequeño mechón rebelde de su cabello y apartarlo levemente.

—Jungkook. Te estás demorando mucho

Siento un aleteo dentro de mi y eso solo me impulsa para acercarme con mayor rapidez a estampar mi boca contra la suya.

Creo que estaremos por un buen rato de maravilla.