Noviembre 13, 2013

—¿Cómo sabes que te gusta alguien?

El rostro lleno de pecas de Abigail se gira hacia mi y sus grandes ojos azules me observan con curiosidad.

—No lo sé Noá, supongo que es algo que se sabe y ya. –dice acostada en mi cama mientras juega con el atrapasueños que cuelga del techo de mi habitación.

¿Qué clase de respuesta es esa?

Una muy mala, eso es.

—¿Y ya? —le lanzo un cojín y me levanto del diván de terciopelo antes de asomarme por la ventana—. ¿no se supone que debes sentir que tu corazón va a explotar, que tienes mariposas en el estómago o una tontería de esas?

Abigail frunce el ceño. –Estás leyendo demasiadas novelas.

Hago una mueca mientras la miro, su respuesta es inútil. debí preguntarle a alguien que supiera del tema, no a la pelirroja que a duras penas nota cuando un chico le está dando un cumplido.

—¿Te gusta alguien, Noa?

Me quedo en silencio mientras sus ojos cielo se encuentran con mis ojos color tierra. Conozco perfectamente la mirada que me esta dando, es la que dice "se que me vas a mentir, pero lo voy a dejar pasar porque si te presiono, te espantas". Abs me conoce lo suficiente para saber que no soy muy buena en eso de compartir lo que pasa por mi cabeza.

Así que decido mentirle y mentirme, se que ella sabe lo que estoy haciendo, pero decido no darle importancia cuando claramente le digo que no.

Noviembre 14, 2013

Alison está demasiado pegada a Ambrose hoy, a él no parece molestarle y mientras se ríe de lo que la futura madre de sus hijos (y niña que me pego un puño sin razón) dice, yo siento un retorcijón en el estómago.

No ayuda que él se vea hoy más lindo que en los demás días, ¿Por qué nadie le dice que el verde oscuro de su camisa hace que sus ojos resalten más?

Además, no hemos hablado casi hoy. Quería contarle sobre como Abigail y yo empapamos la cocina cuando ayudamos a mamá con los trastes y tuvimos que quedarnos media hora secando el piso y terminando de limpiar, pero no parece querer despegarse del lado de la niña rubia que me atormenta en las pesadillas y yo no soy lo suficientemente valiente como llevármelo lejos de ella. Igual mamá siempre dice que no debo interrumpir las conversaciones al menos que los que hablan quieran ser interrumpidos, y Ambrose no parece molesto con su atención.

Me trago la molestia y camino por su lado ignorando su presencia y dirigiéndome hacia uno de los asientos al frente del salón, observo a las personas que tengo a mi alrededor antes de sentarme, Detrás mío tengo a Drew y a mi derecha esta Sabrina, el primero no habla al menos de que te dirijas a el y la segunda pasa más tiempo pegada a sus libros de estudio que tratando de hacer conversación. Así que decido que este es un buen lugar, no me encuentro muy conversadora hoy y es el lugar mas lejos del niño que no me presta atención, que ahora tiene su brazo bajo la mano de Alison.

¿Qué me está pasando y por que no puedo dejar de mirarlo? ¡Espabila un poco, Noá!

Trato de concentrarme en el profesor que habla sobre las leyes de Newton, pero no paro de pensar en las 2 personas que tengo atrás. Probablemente ella le este susurrando algo al oído mientras sigue teniendo su tonta mano en el brazo de Ambrose, y probablemente él se ría y le sonría y le cuente como vio un nuevo reality con su madre y con su hermana y como su papa construye edificios altos y como piensa en cualquier cosa menos en mí.

No me resisto y disimuladamente miro hacia atrás encontrándome con una mirada miel puesta en mí.

Ambrose me da una mirada de preocupación y alcanzo a leer sus labios cuando me dice:

—¿Todo bien?

No, no está todo bien. Quiero que este sentado a mi lado y que me cuente cosas ridículas que fingiré que no estoy escuchando, aunque me las este aprendiendo de memoria, quiero que se ría cuando le de respuestas cortantes y quiero tener mi mano en su brazo. No me gusta el revoltijo en mi estomago que estoy sintiendo, pero aun así le ofrezco una media sonrisa –que espero sea por lo menos un poco convincente—y le digo que sí.

☺☺☺

Ambrose

Noá está enojada conmigo.

O eso parece porque decidió ignorarme esta mañana mientras yo hablaba con Alison, hace días ya que se disculpo por el golpe que le dio a Noá y cuando no está haciéndome demasiadas preguntas sobre lo que me gusta y lo que no, es un poco graciosa. Se despista fácilmente y eso hace que termine en situaciones super extrañas de las que no duda en contarme. Es agradable cuando empiezas a conocerla y se lo he hecho saber a Noá, sin embargo, no supera la situación del puño y cuando alguien le hace daño, es muy difícil que ella lo olvide.

A veces, cuando quiere que le haga un favor o que le compre una Twix de la máquina de la escuela, me recuerda sobre la broma que hice el primer día de clases y dice que todavía no he pagado su deuda con ella por eso. Se que ella me perdono hace mucho tiempo, pero cuando se para al frente mío con los brazos cruzados y alza una de sus gruesas cejas que acompañan a sus ojos cafés con su brillo característico, me es imposible negarle algo.

Y cuando le entrego la chocolatina en sus manos y me sonríe antes de estirarla hacia mí para que le pegue un mordisco, siento algo raro en el pecho que me hace saber que por ella y por su sonrisa, pagaría diez chocolatinas más.

Sin embargo, hoy no parece con ganas de sonreír. Suena el timbre y prácticamente huye del salón, me dijo que estaba bien, pero llevo dos meses pasando casi todos los días con ella y con Abs, se cuándo Noá está mintiendo.

La sigo ignorando el llamado de Alison, me disculpare con ella después por eso.

—¡Noá! —la llamo mientras tomo su muñeca evitando que siga caminando. —¿Qué sucede?

—No...No pasa nada. –su mirada se centra en algún punto detrás de mi hombro y me molesta un poco que no me mire a los ojos.

-Noá, ¿vas a decirme que pasa? Porque deje a Alison hablando sola y...— sus ojos se encuentran con los míos apenas menciono a la rubia y se muerde el labio como si estuviera conteniéndose de decir algo que quiere gritar—¿Es eso? ¿Alison? Se que no te agrada, pero deberías de darte una oportunidad de conocerla, es linda y divertida cuando quiere, de verdad no es mala y siente mucho haberte golpeado ese día. Se que lo que hizo no estuvo bien, pero esta arrepentida y me gusta pasar tiempo con ella.

Pienso que tal vez después de lo que le dije se dará la oportunidad de conocerla, pero cuando la observo me encuentro con que el brillo que tanto me gusta de sus ojos no esta y algo dentro de mí se retuerce. ¿Qué dije mal?

—¿No te gustaría conocerla?

Por varios segundos se queda observándome y siento como si hubiera un hilo entre nosotros que en cualquier momento se puede romper.

Ella me mira a los ojos como si esperara encontrar algo en mi antes de sacudir la cabeza y darme una sonrisa que se está fingiendo, pero aprecio su esfuerzo.

—Vale, preséntamela. –dice empezando a caminar hacia el salón de clases

No voltea a mirarme, no espera mi respuesta y algo en mi interior me dice que el hilo se rompe.

No si eso es algo bueno o malo, pero siento que traerá muchos cambios.

¡Hola!

Algo que quería explorar en este capitulo es el sentimiento de los celos y como Noá a sus catorce lidia con estos ¿Cómo manejas tú los celos?

Si te gusta el capitulo por favor comenta en tus partes favoritas y ayúdame con un voto, te lo agradecería mucho <3

Besos

-Bella