-Perdón, realmente lo lamento- Se disculpó Yoongi -Las cosas en Los Ángeles se volvieron a alargar- Jimin podía notar su frustración a través de la línea telefónica.

-No te preocupes, no me enojaría por algo así. Son cosas que no puedes controlar- El mayor suspiró frustrado

-Lo se, pero ni siquiera pude estar en tu cumpleaños- Park sonrió inconscientemente, adoraba que su novio fuese tan detallistas.

-Me llamaste y enviaste un regalo, fue suficiente- La linea se quedó en silencio por varios segundos -En cambio yo no te regale nada en el tuyo-

-Igual me llamaste y alegraste mi día, escuchar tu voz es mejor que cualquier regalo- 

Jimin asintió incluso si el contrario no lo podía ver, estaba acostado en la cama que utilizaba cuando vivía en Busan, alzó su mano para observar la hermosa pulcera de plata que Yoongi le había regalado para su cumpleaños, a veces se preguntaba si lo que el hacía por el contrario era suficiente.

-Te prometo que los próximos cien cumpleaños los pasaremos juntos- El menor no pudo evitar avergonzarse por la cursi promesa del contrario.

-Cien años son demasiados, la esperanza de vida para un hombre es de 79 años y ya llevas la mitad- 

-¡Oye! Tengo veintiocho, no cuarenta- Park se carcajeo divertido

-Deberías ir a trabajar, Hyung. Apurate a terminar tus pendientes para que estemos juntos todo el tiempo cuando regreses- Min bufó molesto de no poder evitar adorar al bromista de su novio

-Mentiroso, no has querido ir a mi departamento- 

-Vives lejos, pero lo haré algún día- Jimin tragó saliva cuando su madre abrió abruptamente la puerta y pudo leer en sus labios un "hora de cenar" a lo que asintió y la mujer se marchó -Ya debo colgar, iré a cenar. Feliz Navidad Yoonie-

Jimin no quiso escuchar la cursilería que le contestaría el mayor ya que no podría ocultar su sonrisa durante toda la noche y sería continuamente interrogado, más de lo normal.

Bajó de su habitación y pudo ver las costillas de cerdo aun sin servir en la estufa, sin poder evitarlo tomó un par de palillos y robó un pequeño pedazo, sin duda el sazón de su madre era el mejor.

-¡Oye!- Regañó su madre -Deja eso y lavate las manos- El menor sonrió divertido mientras la abrazaba por los hombros

-No pasará nada si como un pedazo antes- La señora Park rodó los ojos para después sonreír, extrañaba la presencia de su hijo menor en la casa.

-Tío- El menor de sus sobrinos corrió hacia Jimin pidiéndole que lo levantara en brazos, cosa a lo que no se pudo negar.

Era idéntico a la esposa de su hermano, aquella agradable japonesa, por la que sus padres habían puesto el grito en el cielo al enterarse de sus raíces. Heechul insistió hasta que los señores Park aceptaron que no se casaría con una coreana como siempre habían querido. 

-Yo también tío- Hablo la pequeña Hana mientras era seguida por su hermana mayor, hija únicamente de la esposa de su otro hermano, Hyojong, tal y como con Momo sus padres se habían opuesto a aquel matrimonio pero Hyojong ni siquiera pidió permiso, les presento a Hyunah y a Haneul el mismo día que les entregó la invitación a su boda.

-A comer- Anunció su hermana, la última integrante de su numerosa familia, Sooyoung, mientras acomodaba a su hijo, Youngsoo, quien apenas el año pasado había comenzado la primaria, a su lado estaba su esposo, Sungjae y ella en definitiva era todo lo que sus padres esperaban, una carrera en administración exitosa, un esposo abogado nacido y criado en Corea. Ese matrimonio fue el único recibido con los brazos abiertos en aquella casa y no hubo mayor problemas con ellos. 

-¿Cómo te va en la universidad?- Preguntó Heechul haciendo que Jimin se sintiera cohibido, los diez años de diferencia siempre lo hicieron sentir incómodo al hablar con el. -Bien, pasé a octavo semestre- 

-Como siempre, con excelentes calificaciones- Presumió su madre mientras agregaba un pedazo de carne al plato del menor.

-¿Has pensado qué hacer después de tu graduación?- Ahora era Hyojong quien hablaba

-Aún faltan varios semestres- Mencionó Hyunah, intentando ayudar un poco al menor, ella sabía su secreto y lo había ayudado a disimular durante años delante de su familia, incluso ocultandolo de su esposo.

-Puedes regresar a Busan, aquí hay muchos hospitales donde puedes trabajar- Habló el señor Park, ignorando completamente el comentario de su nuera

-Lo pensaré papá- 

-Jiminie- Llamó su hermana -Toma los palillos lejos de la punta o tardarás en casarte- Jimin obedeció de inmediato en un intento de evitar el tema, odiaba que su hermana fuese tan supersticiosa. 

-Esta estudiando Medicina es obvio que tardará en casarse- Mencionó Hyoyong con un poco de gracia

-Debe tardar, encontrar a la mujer perfecta le costará trabajo- Continuó su madre haciendo a Jimin sonreír falsamente.

-Es Jimin, seguramente tiene novia y no nos quiere decir. ¿Recuerdas cuando encontramos los condones en su habitación?- El azabache se atraganto con el arroz que acababa de meter a su boca 

-¡Hyojong! No digas cosas así delante de los niños- Reprendió su madre -Como sea, solo espero que no embaraces a nadie hijo- 

-Fueron de una plática de sexualidad mamá- Mintió con un sonrojo

-Como sea, estoy ansiosa que encuentres una linda chica y que nos des nietos lindos- 

-Así será Mamá-

-Pero enserio Jimin consiguete una novia o comenzaré a creer que te gustan los hombres- Heechul rió divertido por lo que había dicho como broma 

-Claro que no- Contestó Jimin fingiendo asco

-¿Como puedes decir algo as?-Regañó su madre, golpeando ligeramente el hombro de su primogénito -El orgullo de la familia Park es todo un hombre-