El olor a desinfectante acaparaba por completo los sentidos de Jungkook, veía distraídamente por la ventana, sus padres habían tenido que trabajar y Junghyun estaba en clases.

-Ya casi nos vamos Gukkie, aguanta un poco más ¿si?- El mencionado rodó los ojos por las palabras de Junghwan

-No me digas "Gukkie". Ya no soy un niño Hyung- El mayor sonrió cuando vio a su hermano desviar la vista de los catéteres en su brazo

-Para mi lo sigues siendo- El contrario arrugó su nariz y miró a su alrededor, había unos cuantos pacientes más que cuando lo acompañó la última vez, nuevamente llevó su mirada a su hermano, no iba a negar que todo aquello le ponía muy nervioso.

Ver la sangre correr por las pequeñas mangueras transparentes no era su actividad favorita y sabía que debía mantenerse calmado por el bien de su hermano, su madre se había encargado de repetirlo hasta el cansancio.

-¿Duele mucho?- Fue una pregunta que no pudo evitar, provocando que Junghwan lo mirara con dulzura para después negar.

-Las agujas suelen ser molestas- El menor asintió, regresando su mirada a la ventana -No debes preocuparte por mi o me harás quedar mal. Los hermanos mayores protegen a los menores. Solo preocupate por conseguir una novia- 

-No hay ninguna chica que me interese- 

-Eso es ahora, pero conocerás a alguna. Debes casarte y compensarle los nietos que no podré darle a mamá- Jungkook vio alarmado al contrario

-No digas esas cosas Junghwan, te casarás y tendrás hijos- 

-No hay muchas personas de mi edad que estén dispuestas a quedarse a lado de alguien enfermo como yo. Y no sabemos si mi enfermedad seguirá empeorando- El mayor decía las cosas con tanta calma que ocasionaba una impotencia inmensa en su hermano. -Encuentra una novia y presentamela Jungkook, incluso si no te casas con ella, podré imaginarme como sera tu esposa en un futuro-

-Jungkook- Llamó Junghyun sacándolo de los recuerdos que lo habían atrapado desde que vio la última foto que se había tomado con Junghwan -¿Puedes ir a comprar Tteokbokki al puesto de siempre?- El menor asintió -No tardes mucho, iremos al panteón en cuanto regreses-

Su casa seguía tan callada como desde hace cinco años, sin lograr recuperarse de la pérdida. Su madre quien antes no dejaba de sonreír estaba sentada en el sillón viendo los álbumes familiares, torturandose con los recuerdos y su padre a su lado en un vago intento de consuelo.

Jungkook no quiso hablarles, no quiso que su voz se quebrara y terminar llorando con ellos, salió de su casa y caminó lentamente por las calles de Busan. Estar en casa se volvió tortuoso, toda su vida había cambiado en un instante.

En el momento en el que recibieron la noticia, sus vidas cambiaron por completo. Su madre fue la más afectada, Junghwan rechazó el riñon dado por su progenitora y falleció esperando otro donante.

Ver morir lentamente a su hermano mayor fue algo que lo transformó por completo, no pudo llorar en el funeral, debía estar tranquilo, debía ser el ancla de su destrozada familia. 

-¡Jungkookie!- Escuchó el grito de una voz infantil para después sentir el choque de dos pequeños cuerpos contra el.

-¡Niñas!- El grito de su amigo tornó las cosas sumamente incómodas, ambos se habían ignorado durante varias semanas -Hola- Atinó a decir Taehyung -Dijeron que las llevara al parque, apurense o no jugaran lo suficiente- 

-¿Por qué no has ido a jugar con nosotros?- Preguntó la gemela mayor, Taeri.

-¿Ya no nos quieres?- Esta vez preguntó Taehee fingiendo estar al borde de las lágrimas

-He estado muy ocupado- La respuesta de Jungkook hizo a Taehee formar un puchero

-Todo es culpa de Taehyung, te hizo enojar ¿no es así?- Su hermano la miró ofendido

-Taeri, Taehee, suficiente, debemos irnos- El mayor de los hermanos quería salir de ahí cuanto antes -Les compraré Tteokbokki si me obedecen- Jeon miró a su amigo por un pequeño instante y nervioso regresó su mirada a las niñas.

-Yo tambien voy a comprar, vayamos juntos- Las niñas de siete años, complacidas y alegres se tomaron de la mano caminando unos pasos delante de sus mayores.

Siempre le habían tenido aprecio a Jungkook, cuando eran más pequeñas Taehyung las llevaba todo el tiempo al parque para que "jugaran" con Jeon siendo una excusa para pasar más tiempo cerca de Jungkook y alejado de su casa.

-Lo siento- La disculpa tomó a Taehyung por sorpresa

-Se que una parte fue mi culpa- Comenzó Kim -Estaba tan enfrascado en etiquetar algo como bien o mal que no supe escuchar los problemas sin criticar, igual que antes-  

-No me disculpo solo por eso- El puesto de Tteokbokki que tanto le gustaba a Junghwan estaba a la vista y lo hacía querer arreglar las cosas con su amigo antes de llegar a el -Siempre supe sobre tus sentimientos y decidí ignorarlos-

-No tienes que disculparte por ello- Ahora la sorpresa era para Jeon -Si no lo hubieras hecho ya no seríamos amigos- Taehyung se detuvo y unió su mirada con la del contrario -Gracias por conservar nuestra amistad. No volvamos a hablar de ello, de mi amor por ti solo quedan cenizas- 

-¡Apurense!- Gritó Taehee impaciente, interrumpiendo el ambiente tenso 

Taehyung no evitó reir levemente para apurarse a llegar, ella era realmente impaciente.

-Deme dos órdenes para comer aquí y una para llevar, por favor- Pidió amablemente

-¿Le llevarás a mamá?- Cuestionó Taeri

-No, es para el hermano de Jungkook- Jeon abrió los ojos sorprendido -Hoy es 17 de Junio- 

-¿Por qué no le llevas dinero?- Preguntó Taehee -Mamá lo hace cada que va a ver a papá- 

Aquella confesión hizo a su hermana alarmarse, su madre les había dicho que lo mantuvieran en secreto. La sangre de Taehyung comenzó a hervir apretando firmemente sus puños. Ahora sabía el origen de la mala economía de su familia incluso si él mandaba dinero y su madre trabajaba tanto.

-Respira un poco Taehyung- Le dijo Jeon, logrando que estabilizara un poco sus emociones -No puedo tardarme más, pero si necesitas algo no dudes en llamarme- 

Kim asintió y Jungkook tomó la bolsa con su orden, pagó y se marchó. 

-¿Estamos en problemas?- Taehee había caído en cuenta de lo que hizo poco después provocando que sus ojos se llenaran de lágrimas.

-Me encargaré de todo, no se preocupen-