CAPÍTULO XXXIV
Perdón por no estar tan activa, me estoy poniendo al día para retomar la actualización de los sábados. Por lo pronto les dejo un capítulo de regalo.
Sepan que se está acercando el final.
Todos nos quedamos sorprendidos cuando Zoran apareció, nadie se movía y por poco nadie respiraba.
—¿Cómo han estado, tanto tiempo? —preguntó en coreano mientras se acercaba a Mila.
—¿Hablas coreano? —El idiota de Mael se veía muy sorprendido.
—¿Tanto te sorprendí amor que no vas a saludarme? —Deberías apostar a que si.
—Lo siento, hola. —Se disculpó y muy nerviosa se levantó para saludarlo con un beso en la mejilla.
—Hace varios días que no nos vemos ¿y ese es el beso que recibo? Así se hace. —Zoran la tomó del rostro para acercarla hasta él y la besó demasiado apasionado. Mila solo volteó la mirada se sentía avergonzada y lo entendía. Por otro lado Teuk apretó con fuerza sus puños.
—Si, Zoran ya conoce a los chicos desde el año pasado. —Aysel le contestó a Mael que al final también se veía sorprendido.
—¡Oh mi bebé! —Zoran estiró sus manos en dirección de Alai que al verlo se volteó rápidamente y se aferró al cuello de Teuk.
—Lo siento, al parecer no quiere ir contigo. —Leeteuk contestó viendo que Zoran esperaba que le pasara la pequeña.
—Entiendo. —dijo tomando asiento al otro lado de Mila, quedando entre los dos hombres que estaban detrás de ella.
Si la cena ya era incómoda porque estaba Mael ahora se había vuelto el triple de incómoda con la presencia de Zoran, y es que ese tipo al parecer se empeñaba en meterse entre nosotros.
Los chicos trataban de distraerlo como podían pero él era exageradamente cargoso a lo que Mila sutilmente trataba de esquivarlo.
Alai no quiso soltar a Leeteuk en toda la cena y se notó que a Zoran le molestaba y que trataba de ocultarlo.
Mael no dejaba de interrumpirme cuando estaba hablando con Lena, hecho que al parecer a ella le causó mucha gracia.
Zoran casi se desmalla el dramático al darse cuenta de que estábamos saliendo con Lena.
—Mila creo que hay que cambiarle el pañal a la pequeña. —Teuk habló suave para que no todos se enteraran.
—Deja yo la llevo. —Zoran intentó nuevamente que Alai fuera con él pero el resultado fue negativo.
—Lo siento pero no voy a obligar a mi hija a hacer nada que ella no quiera, cuando lo desee estoy segura de que estará contigo. —La forma en la que habló Mila nos dejó a todos atónitos. Ella tomó el bolso con las cosas de Alai y le hizo señas a Leeteuk para que la siguiera.
—Lo siento. —Fue lo único que él dijo.
—Supongo que él también es uno de los favoritos de la pequeña Alai. —Mael cada vez que hablaba era para hechar veneno.
—¿Favoritos? ¿De qué se trata? —Zoran se hallaba confundido.
—No lo se, solo se que ellas dijeron que Alai tiene tres preferidos: uno es Yesung y al parecer el otro es Leeteuk. —Unas ganas de ahorcarlo con mis propias manos me invadieron.
—Nosotras nos dimos cuenta de que ella prefiere estar con tres más que con el resto. —Lena explicaba totalmente despreocupada, a ella le daba lo mismo si corría sangre—. El primero siempre fue Leeteuk y luego le siguen Yesung y Donghae. —Estaba más sorprendido por lo bien que había pronunciado nuestros nombres que por lo que acaba de decir.
—Ah, ya veo. —Su cara cambió completamente y no se si estaba muy bueno.
Zoran era de los tipos que se daban cuenta de la situación pero de los que esperaban a que los demás lo dijeran primero, y algo me decía que intuía lo que pasaba y por eso decidió venir sin decirle a nadie.
Mila y Teuk llegaron del baño con Alai dormida en los brazos de su madre, la pequeña era toda una traviesa es como si hiciera que todos giraran alrededor suyo y que las cosas que sucedían fueran como una historia que ella misma iba creando.
—¿Así que por fin decidió ir a los brazos de su madre? —Era claro que estaba siendo sarcástico.
—Yo... —Teuk dudó en hablar, comenzó muy seguro pero se detuvo a medio camino como si meditara lo que fuera a decir.
—¿Tú qué? —Zoran lo desafiaba con la mirada y el ambiente se volvió completamente tenso.
—Yo estoy enamorado de Mila y voy muy serio con ello. —Su declaración nos dejó boquiabiertos, nadie sabía qué decir o qué hacer.
—¿Hace cuánto? —Zoran solo miraba a Leeteuk—. ¿Hace cuánto salen a mis espaldas? —Su pregunta era concreta, fue directo al punto.
—No hemos estado saliendo por respeto a ti. —Nuestro líder nunca se vio tan masculino y varonil como ahora.
—¿Cuándo pensaban decirme entonces? —Su voz era demasiado tranquila, no parecía estar alterado pero su puño cerrado sobre su pierna mostraba todo lo contrario.
—Cuando Mila aclarara sus verdaderos sentimientos, ella no ha tomado ninguna decisión e incluso no ha aceptado mis sentimientos por ella del todo. —Todos sabíamos que en verdad ella le había dado una oportunidad porque estaba confundida y porque Leeteuk había sido muy persistente—. Así que si quieres culpar a alguien solo tienes que seguir mirándome. —Con los chicos no podíamos salir de nuestro asombro, de verdad no podíamos creer que el mismo que estaba hablando fuera nuestro líder.
—No tengo nada que decir. —Zoran se puso de pie y se marchó ni siquiera le dedicó una mirada a Mila y supongo que se sintió traicionado por sus amigas.
—¿Qué me perdí? —Mael no entendió nada de lo que se habló entre Zoran y Teuk porque hablaron en coreano y creo que fue lo mejor, ya éramos muchos los cómplices como par agregar espectadores inútiles.
—Créeme que es mejor no saber nada. —Lena le hizo saber que en este caso lo mejor era permanecer callado e ignorante.
—Lo siento. —Leeteuk se disculpó con Mila que lo observaba fijamente, nadie podía adivinar lo que pasaba por su cabeza.
—No tienes porqué disculparte, no has hecho nada malo y es algo que sabíamos que iba a pasar. —Ella le dedicó una sonrisa tímida y silenciosa pero no por eso menos cálida.
—¿Te sientes bien? —Aysel se acercó hasta ella para consolarla.
—Si, no te preocupes. —A simple vista, y conociendo a Lena y Aysel, uno pensaría que Mila es la débil porque no resalta, pero en este tiempo me he dado cuenta de que ella en verdad es la más valiente y fuerte de las tres—. Creo que es hora de ir al hotel Alai debe acostarse apropiadamente. —Podría engañar a todos pero yo sentí el nudo en su garganta.
—Vamos, las llevo. —Leeteuk se ofreció a llevarlas.
—Creo que lo mejor es que las acerque yo. —Siwon tocó suavemente el hombro de Teukie para que comprendiera la situación.
—¡Oh, entiendo! —afirmó bastante desanimado y no lo culpaba.
—¿Puedo ir con ustedes? Ya que de hecho nos hospedamos en el mismo hotel. —Mael preguntó y eso solo hizo que mi odio creciera.
—Por mi esta bien. —Siwon no tenía problemas pero había olvidado que tenía que llevar a los demás.
—Genial, estaré más segura así. —Aysel suspiró abrazada a Hae que la tenía envuelta en su brazo rodeándola por la cintura.
—Vamos Lena. —Mael trató de hacer un movimiento que le salió muy mal.
—Ella va a mi casa esta noche. —Sus ojos brillaron de odio pero su sonrisa falsa trataba de tener el control—. Mila necesita su tiempo a solas, al menos por hoy. Creo que tiene mucho que pensar y analizar. —Tomé la mano de Lena para acercarla hasta mi sin dejar de ofrecerle una sonrisa cálida a Mila que mantenía a su bebé contra su pecho como si ese fuera el escudo que le impidiera romper en llanto.
—De verdad te lo agradezco mucho Yesung. —Más que nunca necesitaba su prioridad, y bueno, era obvio que yo aprovecharía cualquier situación para alejar a mi mujer de Mael.
—No tienes porqué. —Sonreí—. Además tú lo dijiste el día que llegaron, somos familia. —Volví a sonreír.
—¡Aw! Nuestro pequeño Yeye ha crecido. —Hee se burlaba de mi, y eso que había aguantado bastante tiempo.
—Ya dejen de pelear niños. —Aysel nos reprendió a lo que todos reímos menos Mael que era completamente ajeno a nuestra dinámica grupal.
—Recuerden que mañana tenemos el último ensayo. —Después de decir eso Teuk se disculpó y se marchó hacia su auto, ya le había dicho que nos iríamos en un taxi, él también necesitaba su tiempo a solas.
La noche de hoy será bastante larga para algunos y demasiado corta para otros.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro