Uno podía reconocer en el otro cuando estaba interesado en la misma persona. Uno como hombre puede diferenciar quién es un rival del que no lo es, y este tipo en verdad estaba interesado en Lena.

No sabría decir si ella sabía de su interés y quizo ocultármelo o en verdad no se había dado cuenta, pero si de algo estoy seguro es que para nada es ingenua.

—¿Así que fue reciente? —Su inglés era muy bueno, al parecer lo empleaba muy seguido.

—Si. Llevamos solo un par de días. —respondió ella sin titubear.

—¿Y qué tan serio van? —Estaba haciendo todo mi esfuerzo por no golpear a este tipo y quedar como un cavernícola.

—Ya conoció a mis padres. —Me apresuré en responder. Quería que supiera que en verdad íbamos muy enserio.

—¿De verdad? —Al parecer no podía creerlo, pero ella reafirmó lo que dije con un movimiento positivo de cabeza—. ¡Vaya eso me sorprende y mucho! —En verdad el tipo parecía bastante sorprendido.

—¿Por qué, si se puede saber? —No lograba comprender qué era lo extraordinario en que ella estuviera en una relación.

—Es que desde que conozco a Lena ella siempre ha dicho que no le interesaban las relaciones estables. —Su cara de autosuficiencia me decía que él creía conocer todo de ella y eso me molestaba pero yo tampoco podía hacer nada al respecto si era claro con quién había pasado más tiempo.

—Las personas pueden cambiar cuando conocen al indicado. —Ahora sus palabras lograron que se me inflara el pecho de orgullo.

—Claro, ahora lo veo. —habló como si no estuviera muy convencido del todo.

—¿Por qué no nos sentamos un rato? Yesung puede ayudarnos si necesitamos alguna sugerencia, después de todos tres cabezas piensan mejor que una ¿o no? —Ella nos miró a los dos más como diciendo que más vale que hiciéramos lo que ella decía que otra cosa.

—Claro. —Sonreí amablemente y me dirigí al interior para tomar asiento.

—Veo que conoces el lugar de memoria y te mueves libre y cómodamente. —Este tipo buscaba pelear y no le daría el gusto, no al menos frente a Lena.

—Claro, incluso me he quedado a dormir. —afirmé orgulloso y divertido ante su reacción de asombro.

—¿Te has quedado a dormir aquí? —Se encontraba incrédulo ante mis palabras.

—Lo que pasó en realidad es que estuvimos cuidando a la pequeña Alai durante la noche y cuando fue la hora de dormir al parecer lo tomó de su camiseta y no quiso soltarlo por lo que los tres terminamos dormidos. —Lena explicaba mientras me ofrecía una taza de café luego de haber puesto las flores en una jarra con agua.

—Espera un momento ¿Alai se da con él? —No comprendí porqué era tan asombroso lo que ella estaba diciendo.

—Si y con todos los del grupo, pero Yesung es uno de sus favoritos. —Lena se había sentado a mi lado y había entrelazado sus dedos con los míos. No pasó desapercibida la mirada de disconformidad de Mael.

—¿Grupo? —Ahora si que estaba mas que confundido.

—Somos un grupo de cantantes con catorce años de trayectoria y pioneros en latinoamérica en nuestra industria musical. —dije orgulloso de lo que soy y de nuestros logros.

—¿Qué música hacen? —Se veía que en verdad quería saber.

—Nuestro género musical se conoce como K-Pop que significa pop coreano y cada grupo utiliza diferentes influencias musicales del mundo occidental para crear su estilo de canto. —Volví a responder confiado en mi vocación.

—Ah, no los conocía. Disculpa por mi ignorancia. —En verdad era sincero por lo que no me ofendió que preguntara.

—No sucede nada, estamos acostumbrados a que mucha gente no nos conozca. —Miré a Lena recordando que ella tampoco nos conocía en un principio.

—Me sorprende que te guste ese tipo de música, sin ofender. —Rápidamente aclaró mirándome.

—Ten cuidado, estoy acostumbrado. —Le resté importancia porque en verdad no me afectaba—. Y según tú ¿cuál es su tipo de música? —pregunté curioso ya que es algo que no sabía.

—Es más de lo urbano y el r&b. —Ella sonrió y yo quería apuñalarlo.

—Es cierto, la música de los chicos no es mi tipo y de hecho los conozco por Aysel, ella es la fanática. —Lena no soltaba mi mano para nada y eso afianzaba mi seguridad—. De hecho, ella lleva saliendo un año más o menos con uno de los chicos. Se conocieron personalmente cuando estuvieron los siete viviendo en su casa y su relación se hizo pública en un concierto. —explicaba los acontecimientos del año pasado y me trajo nostalgia en cierto punto.

—Creo haber escuchado en las noticias sobre un escándolo en un concierto porque se había oficializado una relación con una latina, y al parecer había dejado a muchos boquiabiertos. —Si supiera que a nosotros también nos sorprendió.

—¡Lena! Ya estamos de regreso. —Mila apareció tras abrir la puerta.

La pequeña Alai al verme corrió hasta mi estirando sus pequeños bracitos para que la sostuviera. A penas la alcé sus brazos rodearon mi cuello dejando que su pequeña carita descansara sobre mi hombro derecho.

—Hola pequeña, yo también te extrañé. —dije hablando en coreano ya que ella algo nos entendía.

—Hola Mila ¿cómo estas? —Mael la saludó poniéndose de pie.

—¿Mael? ¿Qué haces aquí? —Mila parecía no saber que vendría por lo que no quitaba su rostro de asombro en tanto dejaba el bolso de la pequeña sobre el sofá de la entrada.

—Solo vine a saludar, estaba por aquí y Lena me escribió que también estaba de vacaciones en el mismo lugar por lo que le pedí la dirección para pasar a saludarle. —Me di cuenta de las señas que Lena le hacía para que no hablara eso solo me indicaba que nadie más, aparte de ellos dos, sabían de la verdadera situación.

—Nos hubieras avisado y nos juntábamos a comer en algún lugar. —Mila era una buena mujer, simple y sencilla y creo que eso era parte de lo que atraía a los hombres como Zoran y Leeteuk.

—¡Mila! Te olvidaste el biberón de mi pequeño repollo. —Aysel abrió la puerta y se quedó con el biberón extendido sin reaccionar al ver que Mael estaba allí.

—Gra... Gracias. —Fue lo único que dijo tomando el objeto entre sus manos.

—¡Mael! Tiempo sin verte. —Cuando al fin reaccionó él no pudo escapar, Aysel ya estaba colgando de su cuello en un abrazo, ella siempre tan demostrativa.

—Tiempo sin verte pequeña. —respondió él correspondiendo su abrazo.

—¿Qué haces aquí? ¿Por qué no nos avisaste? —Ella por fin se separó y yo pensaba que si Hae veía esa escena correría o sangre o lágrimas, la verdad es que con él nunca se sabía.

—Estoy de paso y le avisé a Lena para pasar saludar. —Ahí iba la misma mentira.

—¡Oh Lena! —Había complicidad en sus palabras por lo que tuve que carraspear mi garganta para que notara que estaba presente—. Yesung bebé no lo tomes a mal. —dijo ella sonriendo haciéndose la inocente—. Lo siento por ti Mael pero mi bebé ya se te adelantó. —Aysel me guiñó un ojo.

—Ni que me lo digas, me acabo de desayunar la noticia. —Menos mal que pareció comprenderlo, me ahorraba mucho tiempo y discuciones con Lena.

—¿Y dónde te estas hospedando y por cuánto tiempo? —Aysel simplemente no podía dejar se ser sociable y creo que si lo intentara no duraría ni un minuto.

—Me hospedo en este mismo hotel —De repente la sangre comenzó a hervirme con solo pensar que estaban bajo el mismo techo— y todavía no se por cuánto tiempo me quedo. —Mostró una gran sonrisa que quería borrar con mi puño, pero ahí estaba yo respirando con paciencia para no cometer un crimen por celos.

—¡Genial! Voy a hablar con los chicos para que cenemos juntos y los conozcas también. —Cuando a Aysel se le metía algo en la cabeza no había forma de pararla.

Lena me observó aun con su mano entrelazada con la mía luego de que tomara a la pequeña en brazos, ambos sabíamos que sería una noche muy larga.