CAPÍTULO XXIX
La mañana de hoy había sido demasiado agitada, así que cuando terminamos el almuerzo nos disponíamos a marcharnos, iba a aprovechar para pasear un rato a mis bebés, pero mis planes fueron interrumpidos.
—¿A dónde creen que van ustedes dos? —Aysel nos habló todavía sentada al lado de Donghae.
—A mi casa. —respondí obviamente su pregunta.
—A su casa claramente. —Lena respondió tan natural que con Aysel nos quedamos mirando sorprendidos—. ¿Qué? —preguntó al ver nuestras caras.
—Es solo que no me lo habías dicho. —Todavía no podía salir de mi asombro.
—¿Y qué esperabas, qué pasara solo contigo el almuerzo? Es claro que dentro de una semana presentaran su nuevo material y tendrán más trabajo ¿en qué momento nos veremos entonces? —Seguía sin poder creer lo que estaba escuchando.
—¿Cómo sabes que será dentro de una semana? —Aysel es la que se hallaba más curiosa de los dos.
—Tuve que investigar un poco ¿hay algún problema con eso? —Ahora si que ninguno de los tres salía de nuestro asombro.
—Con más razón tengo que hablar con ustedes así que se me van sentando. —En la ojos de Aysel se notaba el brillo característico de la alegría y la diversión. Nos miramos por un segundo con Lena y decidimos sentarnos, los demás ya se habían marchado, como si supieran lo que iba a suceder.
—Solo lo haré por unos minutos. —dictaminé volviendo a mi lugar.
—Si se queda es claro que lo haré también. —Ahora era Lena quien tomaba asiento a mi lado.
—¿Y bien, qué es lo que quieres saber? —Fui directo, estaba algo cansado de andar dando explicaciones de lo que hacía y no.
—¿Se aman? —Aysel no dudó en preguntar claramente.
—No. —respondimos ambos al mismo tiempo, hecho que hizo que Aysel y Donghae se quedaran anonadados.
—¿Y están juntos porque perdieron alguna apuesta? —Aysel estaba perdiendo la calma, se notaba en las respiraciones más cortas que había comenzado a dar.
—Tranquila amor, ellos saben porque están juntos. —Hae trataba de tranquilizarla.
—Exacto. —admití observándola a los ojos—. No puedo amar tan rápido a alguien con la que no me llevaba bien sino hasta hace poco. —Esperaba que ella tratara de entender lo que buscaba explicar.
—Nunca me interesó él ni ninguno de los chicos el año pasado y bien lo sabes. Cuando los conocí me metí con Yesung porque era el que más se asutaba al verme o al escucharme. Luego conocí el cuerpo de Siwon y no voy a mentir diciendo que no lo miré porque no fue así, pero cuando hablabas por teléfono con él o hacían vídeos llamadas sentía mucha envidia. —Me sorprendía escuchar esa parte del relato.
—¿Y por qué nunca me lo dijiste? —Se notaba que Aysel estaba desilusionada y algo dolida.
—Porque en verdad no pensé que se deviera a que me gustaba. Pensé que se trataba más de unos celos estúpidos porque tenías con quien hablar y yo no. —Ahora no sabía si reírme o darle un beso.
—¿Y tu por qué no me habías dicho nada? —Ahora Aysel se enfocaba en mi y no tenía por donde escapar.
—Porque no sentía nada por Lena sino por ti. —Ante mi confesión casi le da un ataque, y lo noté por su mirada—. Si, no mires para otro lado. —La desafié a que me mirara a los ojos, y sabía que la situación se podía poner incómoda por lo que estaba Donghae pero en verdad era momento de aclarar todo.
—Yo no miro para otro lado. —Se escudó desviando su mirada hacia Nemo.
—No te preocupes, por mi está bien que hablen sobre esto. —Hae le sonrió dulcemente.
—Perfecto. —dije confiado por lo que me gané una mirada reprobatoria por parte de Lena—. La verdad es que nunca dejé de amarte incluso cuando elegiste a Donghae, incluso cuando hicieron pública su relación y mucho menos después de este año. Sin embargo, nunca quise involucrarme ni seguir luchando por lo que sentía, era en vano y jamás me interpondría entre la felicidad de ustedes.
—Eso no viene al caso, no tiene nada que ver con lo que te pregunté. —Se la podía notar sumamente incómoda, y eso me causó gracia por lo que dejé salir una leve sonrisa.
—Si, porque explica el porque no estoy enamorado de Lena, todavía. —aclaré al final.
—Más te valía arreglar esa última frase si querías seguir con vida. —Ante la amenaza de Lena Hae no pudo aguantar la risa.
—Si voy a admitir que ese día que todos fuimos a la piscina me quedé observando su cuerpo, pero solo eso. Cuando llegaron hasta aquí me sentí incómodo y conforme pasaban los días me molestaba que se acercara a Masi y a mi hermano, fue ahí cuando me di cuenta que algo más estaba pasando. Y no fue hasta hace poco que sus provocaciones me hicieron darme cuenta de que había algo más que una simple atracción. Quiero estar con ella y que solo me mire a mi. —confesé notando como los ojos de Aysel se llenaban de brillo—. Es lo más cerca que he estado de estar enamorado de nuevo y pienso arriesgarme por este sentimiento. Espero eso conteste tu pregunta y calme tu preocupación. —Terminé por decir en tanto terminaba de tomar el café que habíamos pedido minutos antes.
—¿Tus padres qué dicen? —Fue lo único que pudo preguntar.
—Mi madre desconfía en algún punto. —admití olvidando que ella estaba aún a mi lado.
—¿Así que no le caigo bien a tu madre? —Lena estaba molesta y no podía ocultarlo.
—En realidad no es que no le caigas bien, ella desconfía de todas las mujeres que se me acercan. Ten en cuenta de que nunca llevé a nadie a casa. —Esperaba calmarla.
—Es cierto, sin contar que todas las relaciones que Yesung tuvo en el pasado le fueron infiel. —Por el semblante de Lena creo que lo que dijo Aysel no ayudó mucho.
—¿Y tú cómo sabes todo eso? —Ahora además de enojada estaba furiosa.
—¿Puedes tranquilizarte? —dije observando en el estado en el que se estaba poniendo—. No es como si se lo haya contado en confidencia, lo sabe porque son declaraciones que he hecho en varias entrevistas, es algo que todos saben. —Ella seguía molesta pero al parecer lo había logrado entender.
—¿Y con tu padre? —Aysel intentó cambiar el tema rápidamente para seguir evitando discusiones.
—Con él y con mi hermano son con los que mejor se lleva. Con mi padre hicieron click en el momento en el que dijo que administraba un
Café y con mi hermano desde que se conocieron. —admití y tras escuchar eso Lena se relajó y se sintió más cómoda.
—Eso es muy bueno. —Aysel también se alegró tras escuchar eso.
—Bueno, ya respondí todas tus preguntas, así que me marcho y por lo que se ella se viene conmigo. —dije señalando a Lena que ya se encontraba de pie.
—Nos vemos. —Lena saludó a los dos y me acompañó hasta la caja registradora para pagar los café que habíamos tomado.
Luego de pagar todos los gastos salimos a tomar un taxi, Lena se mantuvo en silencio hasta que llegamos a casa.
—¿Vas a decirme qué te sucede? —pregunté una vez que bajamos del taxi pero ella se mantuvo en silencio.
—No tengo nada para decir. —Se escudó en sus palabras en tanto se sentaba en el sofá que se hallaba a la entrada del living.
—¿Y piensas que voy a creerte? Vamos, dime. Puedes hablar conmigo de lo que sea. —Traté de que no se sintiera presionada.
—Es solo que me molesta que más de un millón de personas sepan sobre tu pasado y yo no. Podrías estar con cualquiera de tus fans, total saben más que yo. —Sus palabras no pudieron más que parecerme tiernas, toda ella en este instante me parecían de lo más tierno.
—Zoran sabe más de tu pasado que yo. Es claro que también quiero conocerte pero por ahora vayamos lento, a nuestro propio ritmo. —Sostenía su rostro mientras la acariciaba y la miraba a los ojos.
—Pero podrías aburrirte y salir con alguna de ellas, sabrían cómo seducirte. —Se resistía y solo mostraba inseguridad.
—Si hubieran podido hacerlo ya hubiera estado con alguna y jamás lo hice. Además es imposible cansarme de ti. —Al escucharme rápidamente me golpeó el brazo—. Como ya veo que estas mejor, ponte de pie que nos vamos. —dije tirando de su mano para que se pusiera de pie.
—¿Pero si acabamos de llegar? —dijo un tanto confundida.
—Vamos a pasear a mis bebés y a tener nuestra cita. —Tras afirmar eso la besé.
Lena sonrió y no solo con los labios, sus ojos brillaron con un brillo infantil. Sin duda jamás podría aburrirme con ella.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro