—¿Parece que la pequeña quiere estar en tus brazos? —Lena habló en un tono suave sacándome de mi ensimismamiento.

—¿Qué? —Trataba de no sonar tan retardado.

—Que Alai... —Acercó sus labios suavemente hasta los míos— quiere estar en tus brazos. —Terminó por decir para luego unir nuestros labios de una forma dulce e inocente, tanto que me hacía dudar si era ella misma.

—Claro. —Fue lo único que pude articular y tomé a la pequeña en brazos, ella se aferró fuertemente a mi cuello en tanto yo me golpeaba mentalmente por ser tan idiota.

—Si no nos movemos ahora de seguro van a pensar raro. —Lena me dirigió una mirada diferente a las que estaba acostumbrado, esta mujer era algo de no creer, ¿cuántas facetas podía tener?

Caminamos para dirigirnos a la mesa en donde estaban sirviendo el postre pero al llegar todos voltearon sorprendidos al vernos.

—¿No se están peleando? —Hyuk fue el primero en burlarse.

—Además vienen los dos juntos. —agregó Siwon, al parecer algo molesto, hecho que me dio algo de satisfacción.

—¿Y trae a la pequeña en brazos? ¿Has hecho un pacto con el diablo? —Heechul bromeó en tantos tomábamos asiento en nuestros respectivos lugares.

—No hice ningún pacto con nadie. —Me defendí molesto, Alai se removió en su lugar pero no abandonó mi cuello.

—Solo nos encontramos a la salida de los sanitarios y Alai se despertó y quizo estar con él. —Ella trataba de explicar la situación a Siwon para que no la malentendiera, cosa que me molestó como los mil infiernos, pero si me alteraba de seguro también lo haría la pequeña por lo que no me quedó más remedio que aguantarme.

—Debes de agradarle a mi hija. —Mila sonrió tiernamente y Teukie en ese momento necesitaba alguien que sostuviera una cubeta debajo de su boca para evitar un desastre con su baba.

—Creo que Alai tiene siempre a sus preferidos. —Aysel comentó juguetonamente.

—¿Y esos serían? —Kangin preguntó tratando de adivinar quiénes eran.

—Seguro yo soy uno. —Shindong lo dijo con confianza.

—Es claro que yo soy uno de sus favoritos. Claramente soy su tío favorito. —Hyuk habló con seguridad, yo por el contrario me limité a observar cómo la pequeña miraba todo sin soltar mi cuello, era fascinante la paz que una niña tan pequeña podía transmitir.

—Lamentablemente debo decir que ninguno de los dos. —Aysel se rió al ver la cara de decepción de ellos.

—Creo que puedo adivinar. —Ryeowook emitió palabras de una manera tan tímida, es por eso que nos gustaba burlarnos de él, porque era muy tierno, pero también era uno de los más serios y centrados en cuanto a mentalidad.

—Puedo a postar a que perderás. —Eunhyuk buscaba molestarlo solo para seguir viendo sus reacciones cute.

—Yo por el contrario estoy segura de que adivinará. —Aysel siempre estaba ahí para darle un voto de confianza.

—Por lo que se al primero que se acercó fue a Donghae, luego Leeteuk y no se porqué, pero algo me dice que Yesung también está entre los tres preferidos. —dijo con confianza siempre con su mirada fija en su amiga, aun no puedo creer que hayan hecho una amistad tan linda solo por teléfono, porque así fue al principio hasta que llegó para darnos una sorpresa.

—¡Como siempre mi pollito bebé no me defrauda! —Aysel aplaudió y se lanzó en un abrazo de oso hacia el pobre de Wookie.

—Me alegra ver que se lleven todos tan bien. —En los ojos de Kangin había tristeza y no podía ocultarlo.

—No tienes porque estar triste, tu siempre serás parte de Super Junior, no importa lo que digan los papeles del contrato o lo que piensen las fans coreanas, aunque en verdad solo debo decir de ellas que son unas perras insensibles que no saben valorar lo que tienen... —Aysel comenzó a murmurar y eso solo significaba que se había ido por las ramas por lo que aclaré mi garganta para que se diera cuenta de ello—. Perdón es que a veces mi enojo sale a flote, pero lo que quería decir es que siempre estarás en nuestros corazones y te estaremos apoyando en cada paso que des. —Y sin aviso alguno soltó el cuello de Ryeowook, al cual todavía estaba prendada, para saltar al cuello de Kangin. Nadie dijo nada porque todos sabíamos que era el que más necesitaba esos abrazos.

—Ya compórtate. —Lena golpeó en la cabeza a su amiga, ahora que no estaba con la pequeña en brazos, estaba algo más libre—. Tu novio esta ahí sentado mirando todo el espectáculo. —Tras reprocharla como a niño pequeño se acomodó de nuevo en su lugar.

—Eres una mujer increíble y me alegra que estés al lado de nuestro Nemo. Estoy feliz de ver lo bien que lo estan haciendo. —La sinceridad de sus palabras nos tocaban el alma.

—Sigues siendo parte de nuestra familia. —Teuk habló como la madre de nuestro grupo—. Ahora vamos que hay que seguir con los ensayos antes de que Heechul tenga que marcharse. —Nos volvió a la realidad.

—Déjame que la cargue. —Mila rápidamente se puso de pie a mi lado—. Vamos amor que el tío tiene que trabajar. —Ella intentaba que su hija se fuera con ella pero la pequeña no le hacía caso.

—A ver mi pequeño repollo, venga con la tía. —Ahora Aysel lo intentó pero nada, yo solo sonreía ante los caprichos de la pequeña.

—¿Qué hacemos? Parece que no vaya a querer soltarlo por un buen rato. —Mila en verdad estaba preocupada.

—Déjala que se quede conmigo. —afirmé a lo que todos se quedaron mirándome con asombro—. ¿Qué? —No sabía si estaba enojado u ofendido ante su reacción.

—¿Estarás bien? —Heechul habló, pero no estaba seguro si se estaba burlando o estaba preocupado.

—Claro, ahora nos toca la parte vocal por lo que es más fácil y no hay problema en que la tenga en brazos. —aseguré mientras miraba a la carita de Alai—. ¿Te quedas conmigo pequeña? —pregunté tocando ligeramente su nariz mientras ambos sonreíamos por lo que ella movió su cabecita en forma de afirmación como si hubiera comprendido lo que dije.

—Hemos sido derrotados por Yeyex. —Siwon bromeó conmigo.

—Si necesitas algo o llora, o tiene hambre, o sueño, o... —Lena golpeó a Mila ahora en su espalda para que dejara de hablar.

—No te preocupes, cualquier cosa con la que no pueda le llamo a Aysel. —Traté de calmarla, pero el corazón de una madre no se calma de manera tan sencilla.

—¿Cuánto es lo que hay que pagar por la comida? —Lena preguntó mirándonos a todos.

—No tienen que pagar nada. Ya esta todo cargado a mi cuenta. —dije tomando el bolso de la pequeña para cargarlo sobre mi hombro mientras jugaba con Alai que no paraba de darme pequeños besos en mi mejilla.

—¡Genial! Nos vamos. —Shindong tomó sus cosas y comenzó a caminar hacia la salida a lo que simplemente todos comenzamos a reirnos, él era único.

Después de que nos separamos todos volvimos al estudio, había que seguir grabando.

Alai después de un rato se quedó dormida por lo que la acomodamos sobre el sillón negro que había allí para que pudiera estar más cómoda.

Me tocaba dirigir las armonizaciones y quise probar la voz de Shin con la voz de Siwon y Hae, todos estaban algo sorprendidos porque las armonizaciones casi siempre están a cargo de Ryeowook, Kyuhyun y mías, pero este álbum era algo nuevo así que había que sorprender a nuestras fans.

—¿Estas seguro de esto? —Shindong no tiene mucha confianza con su voz y lo entiendo, siempre ha tenido pocas líneas en nuestras canciones por lo que no estaba acostumbrado a sobresalir, pero tiene un gran potencial, ahora solo resta que tenga confianza.

—Estamos ensayando por lo que no perdemos nada con intentar, así que tu solo canta y listo. —Fui firme porque si me muestro débil en mi decisión lo toma como oportunidad para escaparse, y no se escaparía de mi tan fácilmente.

La voz de Shindong resonó en todo el estudio haciendo que a todos se nos erizara la piel. Cuando terminó nos pusimos de pie y lo aplaudimos, al pobre se le llenaron los ojos de lágrimas.

Las horas fueron avanzando y casi al anochecer decidimos terminar para que Hee pudiera irse tranquilo.

A la salida como era de esperar nos topamos con las chicas, pero solo habíamos quedado Donghae, Leeteuk y yo.

Hae se marchó con Aysel claramente y Mila estaba por irse con Lena pero la pequeña seguía sin querer soltar mi cuello.

—Porque no aprovechan unas horas más y salen en una cita, yo cuido a la pequeña. —dije esperando que Teuk fuera rápido y aprovechara la situación pero al parecer no cazaba la indirecta.

—¿Deberíamos? —Mila me observó como pidiendo permiso por lo que me causó mucha ternura.

—Claro, yo me quedo con él para que estés más segura y cuando Alai quiera la llevo al hotel. —Lena se apresuró en decir.

—Entonces nos vamos. —Teuk tomó tímidamente la mano de ella y se fueron dejándonos a nosotros tres solos.

—¿Y ahora? —pregunté confuso por lo que no estaba en mis planes que ella se quedara.

—Nosotros también iremos a una cita.  —Lena tomó mi mano con confianza y me arrastró hacia quién sabe dónde.