—¡Aysel cálmate! —La voz de Mila se escuchaba a lo lejos.

No entendía lo que sucedía. Me sentía mareado y confundido, la cara de repente dolía como un infierno y no era el mismo lado en el que Mael me había golpeado.

—¡Serás cabrón! Voy a moler cada partícula de tu debilucho cuerpo. —Aysel se oía agresiva y fue cuando todo se acomodó: yo estaba con los chicos conversando sobre lo que había sucedido anoche, ella entró y me golpeó.

—¡Cálmate Aysel de una vez! —Era la primera vez que oíamos a Donghae alzar la voz de esa manera.

—Pero... ¿te vas a poner del lado de ese poco hombre? —Cuando escuché sus palabras la sangre me hirvió y me puse de pie acercándome a ella furioso.

—¿A quién le dices poco hombre? —No era que fuera a golpearla pero instintivamente mi cuerpo se acercó al de ella de una manera amenazadora.

—A ti te lo digo, se me cayó un ídolo al ver lo que hiciste. Eres la peor escoria que puede existir en este mundo. —Ella me observaba con odio profundo en sus ojos—. Y si tu te vas a poner de su lado date por hombre soltero porque no pienso estar en una relación con alguien que apañe ese tipo brutal de conductas. —En todo el tiempo que llevo conociendo a Aysel jamás la había visto actuar tan fuera de si, ni aún cuando sucedió lo del productor.

—Nadie apoya nada porque no entendemos lo que está sucediendo. —Siwon trató de calmar las cosas pero todos estábamos igual de confundidos.

—Mila nos podrías explicar lo que sucede. —Teuk habló con ella en tanto sostenía a la pequeña Alai porque Mila se encontraba temblando.

—Nosotras tompoco entendemos muy bien la situación. —dijo tratando de mantener la calma sosteniendo su mirada con la de Teuk—. Lena llegó esta mañana al hotel con la cara morada de un golpe, no dijo nada tomó un abrigo y volvió a salir. En ese momento estábamos con Aysel jugando con Alai, por lo que ella simplemente dio por sentado qué Yesung la golpeó en una discusión que tuvieron. —Terminó por explicar y solo hizo que me sintiera el hombre más miserable del universo.

—¿Tan poco hombre me consideras? Pensé que me conocías lo suficiente como para saber que antes de golpear a una mujer me cortaría la mano. —Apretaba con fuerza mis puños pero el dolor que estaba sintiendo en este momento era equivalente a una daga atravesando mi corazón.

—¿Quién más pudo haber sido sino tu? Estaba contigo anoche. —El odio y la ira no abandonaban su mirada.

—¡Fue el imbécil de Mael! —grité tan fuerte que sentí que los pulmones me estallarían.

—Chicos este no es un tema para hablar aquí en la empresa, mejor vayamos a mi casa para estar más tranquilos. —Masi nos ofreció su casa y tenía razón, este no era el lugar para hablar de esto.

—Eso, vamos y aclaramos esto más tranquilos. —Hyuk me sostenía del hombro—. Ponte tu gorra y tu máscara no queremos que se arme un escándalo por esto. —Me pasó mis cosas y con mucho cuidado me las puse, me dolía todo.

—Necesitarás primeros auxilios, en casa tengo un botiquín y hielo para la inflamación. —Masi me habló apoyando su mano en mi hombro.

Nos repartimos en los vehículos que habían para trasladarnos hasta la casa de Siwon, gracias a Dios no me tocó ir en el mismo auto que Aysel, estaba demasiado dolido con ella en este momento.

Al llegar no alcanzamos a entrar todos en la casa que Aysel casi me agarra de nuevo, al menos esta vez fue solo con palabras.

—¿Cómo es eso que Mael la golpeó? El jamás podría golpear a una mujer. —afirmó tomando asiento frente a mi, la decepción estaba invadiendo todo mi cuerpo.

—¿Él no pero yo si? ¿Pensé que eras mi fan, peor aún mi amiga y aun así dudas de mi? —Al escuchar lo que estaba diciendo pareció como si todo se hubiera aclarado para ella y entendiera el error que había cometido.

—No lo tomes a mal Yesung, Aysel es algo impulsiva cuando se trata de nosotras y se ciega completamente. No ve nada más que lo que está delante de ella. —Mila se disculpaba en su nombre, pero el daño ya estaba hecho, no había nada por hacer.

—¡Exactamente! ¡Mierda yo estoy frente a ti, yo! Y aun así dudaste de mi. —Miraba fijo los ojos de Aysel que buscaban la manera de mantenerme la mirada.

—¿Qué quieres que piense si la veo llegar en ese estado y encima no dice nada? —Se estaba aguantando las ganas de llorar como una niña de cinco años, la conocía, al menos yo si.

—Estuviste mal osita en no averiguar bien las cosas antes de largarte a dar por sentado todo. —Hae reprendía de una forma muy tierna a su novia.

—Además, las damas no deberían andar golpeando a las personas y menos a aquellos que ya están heridos. —Siwon apareció con el botiquín para curarme—. Voy a tener que remover el maquillaje para que no se infecte la herida así que de seguro dolerá un poco, resiste. —explicó y en cuanto asentí comenzó a quitarme el maquillaje y el solo hecho de que apoyara el algodón sobre mi cara ya se sentía fatal.

—¡Dios! ¿A ti qué te pasó? —Mila preguntó asustada al ver el hematoma que tenía oculto en la cara.

—Al parecer cuando llegó a casa luego del ensayo vio que Mael borracho trataba de besar a Lena en tanto ella intentaba safarse. No aguantó y se fue a los golpes. Lena quizo separarlos y fue ahí donde recibió por equivocación un golpe de Mael que iba destinado para Yesung. —explicó tranquilo Leeteuk ya que en sus brazos cargaba con la pequeña que al ver el perro de Siwon se lanzó de cabeza para jugar con él.

—¿Por qué no me lo dijiste? —Aysel me observaba con una mezcla de emociones, entre preocupada y arrepentida.

—¿A caso me diste tiempo de hablar siquiera? ¡Auch! —Terminé por quejarme del ardor que me provocó Masi mientras curaba mi herida en el labio.

—Ten cuidado y toma, pónte esto para bajar la hinchazón pero no creo que debas venir a trabajar así mañana. Deberías tomarte al menos tres días hasta que en verdad puedas ocultar el color violeta de tu hematoma sin tanto maquillaje. —Siwon me extendía una compresa de hielo para ponerme sobre la cara.

—Lo mejor sería eso, así evitamos que se exponga lo que sucedió. —Eunhyuk me animaba para que no me sintiera del todo mal.

—¿Por qué estas trabajando y no con ella? No lo entiendo. Deberías haberla curado y quedarte con ella en casa hasta que se tranquilizara, a Lena le afectan mucho las discusiones y más si hay violencia de por medio. —Los ojos de Aysel se desviaban de a poco buscando refugio en otro paisaje.

—Porque no me dejó. —Apreté con fuerza mis puños—. Mientras yo buscaba el botiquín ella tomó sus cosas, me dijo que no le hablara, que no la siguiera y que no la buscara. —No dejaba de preguntarme si en verdad ella estaba bien y porqué no dejó que sus amigas la ayudaran.

—Igual ¿por qué no la seguiste? Debiste insistir hasta que esté bien. —Ella buscaba entender mi accionar, y por las miradas de los chicos comprendí que ellos también buscaban saber esa respuesta.

—Porque no soy la misma mierda que Mael, y si ella me dice que no la busque y no la persiga por algo ha de ser. ¿Acaso piensas qué pude trabajar hoy? ¿Que el pensamiento de si ella ya se encontraba mejor no rondaba todo el tiempo por mi cabeza? Pues te aclaro que si, pero yo no soy Mael, yo si respeto sus tiempos. —Al decir eso todos agacharon la cabeza como si recién comprendieran lo que en verdad había sucedido.

—Lena tiene muchas heridas del pasado, de hecho las tres las tenemos pero resulta que ella es la más afectada por ello. Por eso te lo pido, no la dejes. —La súplica de Aysel me destruyó por completo.

De nuevo se interponía entre nosotros el pasado, un pasado que ella no estaba lista para compartir conmigo.