—¿Con qué tuviste un pequeño drama anoche? —Teuk me preguntó curioso y divertido a la vez.

—Maldita Lena... —mascullé entre dientes.

—¿Qué dices? —Sabía que me había escuchado y que se estaba haciendo el desentendido.

—Fui a hacerle la leche a la pequeña y cuando volví con el biberón ya estaba despierta y Lena me dijo que le cambiara el pañal. —Todavía lo recuerdo muy claro.

—¿Tú cambiando un pañal? —dijo muy gracioso ante la idea.

—Si, muy gracioso. La cuestión es que en medio de lo que la estaba cambiando pateó el talco y voló y cuando lo agarré lo apreté de más y salió todo volando dejando toda la cama blanca y parte del piso. —Sabía que mi querida novia lo había hecho a propósito. Ya se me ocurrirá algo para devolvérsela.

—Tiene que haber sido muy divertido todo. —La sonrisa de Leeteuk era mucho más brillante que antes, era feliz y no podía negarlo.

—Tranquilo que tu también podrás experimentarlo y mucho más tiempo que yo. —Lo dije pensando en todas las veces que tendrá que hacer de papá.

—Es solo que el tiempo que nos queda juntos es poco, queda poco menos de dos semanas para que se vuelvan a su país. —Sus manos apretaron el volante con fuerza, no había pensado el tiempo que faltaba para que se marcharan ni cómo sería mi vida cuando Lena se marche.

—Es cierto, lo había olvidado por completo. —admití mirando por la ventanilla la ciudad moverse—. Entonces debes aprovechar con ella al máximo, no descuides el tiempo que se te regala y cuando sea el momento hablarán de lo que tenga que suceder. —dije tratando de que no se deprimiera, Teuk era fácil de deprimirse por lo que tendíamos a cuidarlo más a pesar de que él sea el líder.

—Es verdad, cuando sea el momento lo hablaremos y buscaremos una solución juntos. —Ahí estaba todo emocionado de nuevo, y esperaba desde el fondo de mi corazón que así siguiera.

El viaje duró unos minutos más y los recorrimos conversando sobre lo que teníamos que hacer el día de hoy.

Luego de aparcar en el estacionamiento de la empresa nos dirigimos a la sala de ensayo, lo primero era el ensayo para nuestro concierto que estaba a la vuelta de la esquina.

Al llegar, como siempre, éramos los primeros por lo que cada uno se puso con su teléfono hasta que llegaran los demás.

El hecho de que Teuk mencionara que faltaban pocos días para que las chicas se fueran hizo que mi corazón se encogiera por lo que me puse a buscar algo original para darle o hacerle.

—¡Buenos días! —Hyuk, enérgico como siempre, entró gritando los buenos días haciendo que tanto Teuk como yo diéramos un respingo en nuestro lugar.

—¿Quieres morir idiota? —pregunté irritado, este tipo podía arruinar mi día en un segundo.

—Pero si te estaba dando los buenos días... —hablaba en tanto acomodaba sus cosas y se sentaba en el piso para comenzar a calentar.

—Ya te voy a dar los buenos días... —Lo estaba amenazando cuando Masi y Shin llegaron.

—¡Buenas! —Ambos saludaron a la vez.

—Salvado por la campana. —advertí a Hyuk que me observaba muy divertido.

—¿Ya se están peleando tan temprano Tom y Jerry? —Heechul entró por la puerta abriéndola de par en par, era todo un amante del drama y la actuación.

—¿Cómo te fue anoche? Vamos no te hagas el tonto. —Masi se sentó a su lado para comenzar a calentar y estirar un poco.

—¡Eso! Habla de una vez, y no te hagas el tímido. —Shindong quería enterarse de todo el chisme.

—¿Qué nos perdimos? —Hae, Wook y Kyuhyun llegaron justo a tiempo para escuchar la historia de amor de nuestro líder.

—Teuk esta por contar lo que hizo en su cita con Mila anoche. —Eunhyuk en verdad se están divirtiendo con toda la situación.

—Creo que es más divertido que Yeye les cuente su experiencia cambiando pañales y el talco volador. —Teukie quería escaparse de la situación pero no se la dejaría tan fácil.

—¿Cambiaste un pañal? —Heechul me observaba entre sorprendido e incrédulo.

—¿De verdad tu hiciste eso hyung? —Kyuhyun preguntó asombrado.

—Si, si. —afirmé cansado tras ver que la conversación se iba por las ramas—. Lena me obligó a cambiarle el pañal a la pequeña Alai y en medio salió volando el talco ensuciando todo. —conté rápidamente para que dejaran de preguntar—. Ahora podemos volver a lo verdaderamente importante. —Teuk no se escaparía de esto tan fácilmente.

—Yesung tiene razón. Habla de una vez. —Donghae lo apresuró. Recuerdo que cuando tuvimos nuestra primera cita también nos obligaron a contarla así que ahora era su turno.

—De acuerdo —Al fin se rindió, no tenía escapatoria—, pero lo haré una vez que ensayamos, no podemos atrasarnos con nuestro trabajo. —Méndigo Leeteuk que se la rebuscó para salir de ésta.

—¡En serio! —Los pequeños se quejaron.

—Si, así que ahora todos arriba y a practicar. —Teuk se puso de pie y se dirigió hasta el grabador para colocar la música—. ¡En sus posiciones! Uno, dos y tres... —Al llegar a tres la música comenzó a resonar en cada rincón de la sala de ensayo.

Estuvimos toda la mañana ensayando. A eso del medio día llegaron los bailarines por lo que tuvimos que aprovechar el tiempo de ensayo con ellos y una vez que terminamos, como a eso de las tres de la tarde pudimos parar a almorzar.

—Ahora si que no podrás escapar. —Masi se aseguró de recordarle que no habíamos olvidado lo de su cita en lo absoluto.

—No tienes que preocuparte por el almuerzo que ya lo encargué para que puedas hablar tranquilamente. —Shindong había tomado los recaudos necesarios para que no nos eludiera.

—Esta bien. Al parecer no podré escapar de ustedes. —dijo suspirando y apoyando su espalda contra la pared en tanto esperábamos el almuerzo.

—No has podido escapar de nosotros en catorce años, no lo harás ahora. —Heechul bromeó a lo que todos terminamos riendo porque sabíamos cuánta razón tenía.

Leeteuk nos contó cómo la situación se volvió algo incómoda al principio cuando ambos quedaron solos. No sabían a dónde ir ni qué decir por lo que terminó por decidirse en ir un lugar en el que se sintiera cómoda y fuera familiar para ella: un parque cercano a donde habíamos estado.

Al principio les costó hablarse e incluso mirarse, pero nuestro líder tomó la iniciativa preguntando si estaba segura de la decisión que había tomado, que él la esperaría el tiempo que fuera necesario. A todos nos sorprendió saber que Mila lo besó en respuesta a su pregunta, luego de eso fue todo más distendido y cómodo para ambos. Al parecer Mila tenía algo de sus amigas en lo que le gustaba tomar la iniciativa.

Luego del almuerzo nos dirigimos al rodaje de un programa de variedades que teníamos programados que duró hasta tarde.

Estaba devastado, quería comer y acostarme. Mañana sería otro día.

Tomé un taxi para volver a casa, si le pedía a alguno que me trajera no me dejarían ir más y en verdad estaba demasiado cansado.

En el trayecto a casa le marqué a Lena para saber si necesitaba algo para que no saliera de casa, si bien Corea era uno de los países más seguros no era lo mismo para los extranjeros, por lo que preferiría que no saliera de noche aunque sabía perfectamente que podía cuidarse sola.

El teléfono sonaba una y otra vez pero no contestaba. En un primer momento me asusté pensando que le podría haber pasado algo pero luego, al fijarme en la hora, me di cuenta de que podría estar durmiendo.

Al llegar a casa y pagarle al taxista noté que habían dos personas forcejeando un poco. Al parecer era una pareja. No iba a meterme en asuntos que no me correspondían, pero en cuanto me acerqué la sangre me hirvió en cuestión de segundos.

Mael, al parecer borracho, se hallaba tratando de besar a Lena mientras que ella luchaba por quitárselo de encima.

No me pude contener. Corrí hasta él, y lo derribé con mi puño. Le advertí que no se metiera con mi mujer, ahora me conocería cabreado.

Ya estamos cerquita del final de esta historia. Gracias por todo el apoyo que le han brindado a esta historia tanto como a Nuevas Reglas.

Las amo muchísimo.