CAPÍTULO XIII
No quise acompañarlos, no quería estar cerca de ellas, al menos esta noche. Sabía que no me podría escapar por siempre, pero esta noche no me sentía bien.
No cené por lo que simplemente me recosté sobre mi cama, más tarde me bañaría, por ahora mi cabeza era un caos total, y no solo ella sino que también mi corazón.
Hasta ahora solo había tenido sentimientos fuertes por Aysel después de mucho tiempo, de hecho fue la única capaz de despertar mi deseo sexual y más cuando la vi completamente desnuda, aún en aquella situación pude controlarme, pero ¿por qué hoy no? ¿Qué es lo que tenía esa mujer que me hacía perder los estribos?
El recuerdo de sus labios sobre los mios era excitante, pero lo fue más el hecho de probar un poco de su piel, un sabor único mezclado con una fragancia exótica que hizo que en un segundo mi mente volara sin intenciones de volver.
Lena no era una mujer fea, por el contrario, era muy llamativa a simple vista, su cuerpo latino hacía resaltar sus curvas, cosa que las mujeres aquí excasamente tenían, pero eso era todo. Cuando ella habría la boca simplemente se transformaba en una mujer completamente distinta, una con la que no quería relacionarme.
Esta mañana el hecho de poder entablar una conversación con ella sin discutir hizo que me interesara por ese lado más humano que al parecer tenía.
Su declaración me sacó de órbita y pensé que solo quería seguir divirtiéndose a costa mía mientras seguía coqueteando con Siwon y mi hermano, pero lo que nunca imaginé es que pudiera llegar al extremo de sacarme de quisio de esa forma.
¡Mierda! ¿Qué diablos es lo que quiere esa mujer?
Con los pensamientos empantanados me quedé dormido, no había razón para seguir despierto.
En medio de la noche me desperté sediento y al decir verdad bastante excitado, había tenido un sueño con Lena y fue bastante erótico a decir verdad, por lo que eso solo me confundía aún más.
Me levanté y fui directo al baño, necesitaba una ducha para refrescar mi cuerpo y mi mente, me negaba a creer que me sentía atraído por esa mujer tan loca.
Mientras me duchaba con los ojos cerrados su sonrisa se dibujaba frente a mi para enfocar mi atención levemente en sus labios, de repente una necesidad de besarla recorrió cada parte de mi cuerpo, y ante esa idea descabellada me negué sacudiendo mi cabeza rápidamente para salir del agua e irme a cambiar.
Una vez que me cambié busqué en la cocina algo para desayunar, lamentablemente ya no podría dormirme así que prefería hacer algo más productivo. El olor del café humeante despertó mis sentidos y me senté en mi mini estudio para escuchar las canciones que habíamos grabados y ver los arreglos que podíamos realizar.
Tengo que haber estado encerrado ahí por más de dos horas, tan concentrado estaba que no me había dado cuenta de que mi celular había estado sonando un par de veces. Estiré mi cuerpo sobre la silla de cuero negro giratoria y al buscar mi teléfono para ver la hora me encontré con cinco llamadas perdidas.
—Hyung ¿qué pasa? —pregunté tras marcar el número de Heechul.
—¿Te despertaste o aún sigues en cama? —preguntó tratando de adivinar lo que estaba haciendo.
—Hace como dos horas que estoy despierto hyung, ¿vas a decirme qué pasa? —Al parecer no era nada serio si él seguía dando vueltas a la respuesta.
—¡Perfecto! —Su expresión sonó divertida y alegre—. En veinte minutos estaremos en tu casa con los chicos para el desayuno. —Sabía que no podía esperar nada bueno de este tipo cuando llamaba tan temprano.
—¿Por qué no se juntan en una confitería si tienen tantas ganas de estar juntos en el desayuno? —No tenía muchas ganas de que vinieran a mi casa, eso siempre terminaba en desastre o con algo roto culpa de Eunhyuk.
—Porque sabes perfectamente que no podemos exponernos tanto como quisiéramos y menos si vamos a estar juntos. —Tenía razón, pero aún me negaba que vinieran a mi casa—. Te dejo porque voy manejando. Nos vemos en un rato. —Y tras decir eso él solo colgó sin darme tiempo a negarme, y estoy seguro que por eso lo hizo.
Dejé el celular sobre la mesa y suspiré pesadamente, sobre que no tenía mis propios problemas los miembros tampoco me lo dejaban fácil.
No pasaron ni diez minutos desde que cortó Hee que el timbre comenzó a sonar y uno por uno fueron ocupando la sala de estar, mi casa no era tan grande pero de suerte cabíamos los nueve para poder desayunar.
Cada uno se había encargado de traer algo para el desayuno, los únicos que habían traído de más fueron Shindong y Leeteuk, Shin porque come más que el resto y Teuk porque siempre trae de más por si alguno se olvida.
—¿Me van a decir qué hacen todos en mi casa? —Por fin pregunté tras servir el café a cada uno.
—¿A caso no podemos pasar tiempo juntos? Somos una familia. —Siwon habló con la boca llena.
—¿Cuántas veces debo decir que no hables con la boca llena? —Teuk golpeó suavemente la cabeza de Masi en señal de reprimenda por su comportamiento.
—Lo siento. —Rápidamente se diculpó pero antes de hablar se aseguró de tragar.
—¿Cómo está tu mano hyung? —Kyuhyun me preguntó observando que mi mano todavía estaba vendada.
—Bien, no es nada. De seguro en unos días podré sacarme la venda. —Miré de reojo mi mano recordando cómo fue que terminó así mientras daba un sorbo a mi café.
—¿Qué fue exactamente lo que pasó para que te lastimes así? Tu no eres de los que se lastima. —Ryeowook preguntó bajo la atenta mirada de los demás.
—Solo necesitaba descargar mi tensión. —respondí viéndolo a los ojos.
—¿Y tenías que hacerlo contra la pared? Esas no son reacciones tuyas. —Heechul habló antes de meter un bocado a su boca mientras miraba de reojo a Teuk—. Aquí huelo problemas de polleras. —Al escucharlo todos dirigieron sus miradas hacia mi.
—Todos saben que no ha habido mujeres en mi vida después de lo de Aysel. —Su nombre lo dije en un tono más bajo buscando no incomodar a Hae—. Lo siento Donghae. —No había hecho nada malo pero sentía que tenía que disculparme con él, y quizás se debía a que todavía tenía sentimientos hacia ella y eso me hacía sentir culpable.
—No tienes porqué pedir disculpas, de hecho yo soy el que debería pedirlas. —habló haciendo que ahora todos prestáramos atención a él.
—¿Y eso por qué? —Eunhyuk fue el primero que pudo preguntar.
—Desde que Aysel llegó no he podido controlarme y estoy todo el día pendiente de ella realizando constantes muestras de afecto, y se que aún tienes sentimientos por ella, por lo que inconscientemente me vuelvo posesivo y marco territorio como si fuera un animal. —Sus palabras nos dejaron atónitos, más a mi que no podía creer lo que estaba escuchando.
—¿Cómo... Cómo lo supiste? —pregunté con cuidado, no quería crear una confrontación.
—Eres muy obvio, pero también notaba cuánto tratabas de no demostrarlo y te estoy muy agradecido por eso. —Donghae me dejó sin palabras.
—Es cierto que todavía tengo sentimientos por ella, pero jamás intervendría en su relación, no lo hice cuando ella nos lo dijo no lo voy a hacer ahora. Jamás me interpondría en su felicidad y mucho menos en la tuya que eres un hermano para mi. —A decir verdad, me sentía mucho más aliviado al confesarlo pero más aliviado me sentía al saber que él no lo había malinterpretado.
—Todo muy lindo, pero el problema de pollera del que yo hablo se llama Lena. —Heechul volvió a hablar y al escuchar su nombre todo mi cuerpo se tensó, idiota.
—¿Por qué debería ser ella un problema de polleras? —Trata de calmarte Jonghoon, que no se te note la cara de idiota que pones cuando la nombran.
—Solo me pareció que había cierta tensión sexual entre ustedes. —Cuando Hee lo mencionó por poco y no me ahogo con el poco café que había aun en mi taza.
—¿Eso es cierto? —Teuk se mostró muy interesado al respecto.
—No hay nada entre nosotros, ninguno de los dos nos soportamos y de hecho ella está interesada en Masi. —Miré al susodicho con algo de enojo, pero él no tenía la culpa de eso.
—¿Así? —Siwon parecía algo sorprendido—. No está nada mal. —mencionó con una sonrisa en sus labios logrando que apretara mi puño.
—¿Y qué hay de ti con Mila? —Necesitaba cambiar el rumbo de la conversación o moriría aquí mismo.
—¿Mila? —preguntó Teuk tras ahogarse con una masa fina.
—Y no te hagas que ya hemos visto las miraditas que se hechan a escondidas. —Eunhyuk habló sin reparo.
—¿Tú y Mila? —Kyuhyun parecía algo sorprendido, y no era el único, al parecer Wookie también se estaba dando cuenta de ello.
—Veo que no podré escaparme de aquí. —confesó incrementando el nivel de curiosidad de todos—. Nosotros nos estamos dando una oportunidad ya que ambos desarrollamos sentimientos románticos por el otro. —Leeteuk miraba avergonzado su taza de café.
Su repentina confesión nos dejó a todos helados, ahora no se escaparía hasta que nos contara los detalles, él era nuestro rehén.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro