Sentandose en el sofá, Nick se acomodó en la esquina del mismo, moviendo los cojines alrededor hasta encontrar una posición cómoda antes de finalmente suspirar. Se sentía como un globo, estaba enorme, su único consuelo era saber que no sería por mucho tiempo más, sus bebés debían nacer en poco más de un mes, y Nick podría volver a sentarse como una persona normal nuevamente.

Tomando la hoja que había dejado sobre la mesa a su lado, pasó a través de la larga lista de nombres escrita allí y volvió a gruñir como la primera vez que la había leído. Luego de haberse hecho la ecografía donde habían descubierto que tendrían dos niñas, había ido directo a casa de sus padres para contarles la noticia. Había obtenido un grupo variado de reacciones allí.

—¡Finalmente dejaré de ser la única niña de la familia! —Jasmin festejó, saltando alrededor.

—Felicitaciones a los dos —Kai había dicho, meciendo al pequeño Natsu en sus brazos.

—Si quieres te consigo una escopeta —Justice le dijo a Wolf—. Te lo prometo, la necesitarás luego.

—Justice, no ofrezcas armas de fuego como si fuesen caramelos —Liam golpeó suavemente a Justice en la nuca antes de sonreirle a Nick y Wolf—. Felicidades, será genial tener más niñas en la familia.

—Felicitaciones —Zayn dijo, sonriendoles—. Serán increibles padres.

Silas abrazó su barriga, murmurando algo sobre tener amigas nuevas mientras los mellizos más pequeños, Romeo y Kenay, junto con Haru, corrían alrededor gritando—. ¡Bebés! ¡Bebés! ¡Bebés!

Y la reacción que menos Nick estaba esperando, la de Nee:

—¡TE GANÉ! ¡TE GANÉ! ¿Que se siente perder, perdedor? —se rió en el rostro de Nick, un momento antes de que la pequeña mano de Kai le diera de lleno en la nuca.

—Tenle un poco de respeto a tu hermano embarazado, ¿quieres? —otro golpe—. Y deja de darle malos ejemplos a los pequeños, Haru tiene suficiente con tenerte como padre para también comenzar a imitar tus idioteces.

—Pero... le gané. —murmuró el castaño, frotando su nuca con una mueca adolorida.

—No me importa si ganaste un auto ultimo modelo —le dijo—. Comienza a comportarte como una persona normal, felicita a tu hermano y tu cuñado y diles lo feliz que estas por ellos y sus bebés.

—Felicidades —dijo obedientemente—. Estoy muy feliz por ustedes y sus bebés.

Liam tosió en su mano—. Dominado.

—¿Que dijiste? —Nee lo miró con los ojos estrechados.

—Te dijo "dominado" —Justice amablemente le informó antes de que Liam lograse cubrir su boca.

Y eso logró llevar la atención lejos y formar una nueva discusión familiar, donde todos quedaron de acuerdo en el hecho de que tanto Liam, como Nee y Wolf, los tres eran los perros falderos de sus respectivas parejas. Sin importar lo que estos dijeran para intentar defenderse.

Por supuesto, Nee no le había dejado olvidar la apuesta ni un día. Por lo que Nick se había visto obligado a explicarle todo a Wolf, quién solo había rodado los ojos y murmurado que podria haber sido peor. Dos semanas después de eso, Nee apareció en su puerta con una larga lista de nombres, para que Nick tuviese opciones para elegir. Todos y cada uno, eran nombres de perros.

El instinto asesino de Nick había despertado, pero ciertamente, Nee era mucho más rápido que él al correr, más teniendo en cuenta que no llevaba consigo una barriga enorme que pesaba demasiado.

Lo que Nee no había tenido en cuenta, es que lo que Nick tenía de lindo y dulce, también lo tenía de reconcoroso. Le había costado un par de meses, pero finalmente había logrado encontrar la venganza perfecta para recordarle a Nee, el porque meterse con él, era un grave error.

Sentado a su lado, Kai acomodó a su bebé en sus brazos y lo miró—. ¿Por qué insististe tanto en que viniera? —interrogó—. Te lo advierto, que si esto se trata de la tonta pelea que se traen tu y tu hermano, dejame fuera de eso.

—Oh, cariño, eres parte de la familia, no puedes simplemente sacudirte fuera de los líos —le dijo, extendiendo su mano, acarició suavemente la mejilla de Natsu hasta que este le dedicó una hermosa sonrisita llena de encias—. Cada día se parece más a ti.

Kai sonrió—. Lo sé —pasó sus dedos por el oscuro cabello como la tinta de su bebé—. Y Haru se parece más a Nee, así que estamos a mano en eso.

Nick sonrió, haciendo caras y hablando de forma tonta hasta que le arrancó una carcajada verdadera al pequeño, quién se arrojó hacia él, intentando atrapar su rostro. Natsu había cumplido siete meses ya y no solo era hermoso, sino que su risueña personalidad tenía a todos enamorados. Últimamente, tenía una obsesión por Nick que lo estaba haciendo sentir un poco acosado, en el momento en que entraba a una habitación en la que Natsu estaba, los oscuros ojitos se clavaban en él y lo seguían a todos lados hasta que Nick se acercaba y le hablaba, Natsu era todo risas y balbuceo al instante.

Nick estaba encantado con el pequeñito.

—Bien, terminemos con esto —Kai suspiró—. ¿Para que me querías aquí?

—No, aun no, espera un poco —pidió, logrando que el mayor rodara los ojos. Solo cuando escuchó el sonido de la camioneta de Wolf estacionando en el camino de entrada, tomó el control remoto y apretó el botón para reproducir lo que estaba en el televisor—. Ahora, mira y disfruta, luego me lo agradeces.

Nick había pasado muchas molestias para conseguir la maldita cosa, pero en el momento en que comenzó, supo que había valido la pena cada una de ellas. La primera toma era del suelo, voces amortiguadas al fondo mezcladas con el sonido de cosas moviendose. Nick había sido así de malo grabando en ese momento.

Momentos después, la cámara se levantó, la voz juvenil de Nick advirtió que ya estaba colocada en el ángulo correcto y grabando. Justo al frente y en primer plano, un adolescente Nee, de no más de trece años, aferraba una guitarra en su mano y se paraba allí, como si fuese la persona más atractiva del mundo, cuando solo era un idiota con una guitarra.

—¡Nicky, ve a tu puesto en la bateria! —apuró.

Adolescente Nick, arrastró los pies en esa dirección, mostrando un gran puchero en su rostro— ¡Pero ni siquiera sé tocar la batería!

—Improvisa. —Nee dijo—. Te ayudé a recolectar insectos para tus cuadros, tu ayudame en esto.

Mientras el Nick adolescente tomaba su puesto, la puerta principal se abrió, la pequeña voz de Haru inundó el lugar mientras sus piecitos se apresuraban por el pasillo. Un momento después, las voces de Wolf y Nee se acercaron.

—Así que, esta es una nueva canción que escribí —adolescente Nee explicó a la cámara—. Se llama "Te amo aunque seas mayor".

Nick adolescente comenzó a reir—. ¿Estas de broma? ¿Ese es el nombre de la canción? ¿Por qué no simplemente le pones "Kai te amo, prestame atención"?

—¡Tu callate y toca la batería! —Nee gruñó volviendo a la camara—. El nombre esta en proceso aun, pero espero que la disfruten.

La canción empezó en el momento justo en que Nee entraba a la sala, las bolsas en sus manos cayeron cuando dio un vistazo al televisor, su boca abierta y sus ojos enormes.

—¿Q-que...? ¿Como...? ¿De donde...? ¿¡Por qué!? —corrió hacia el televisor, intentando pararlo—. ¡Quita esa cosa, Nicky!

En vez de eso, Nick le subió el volumen con una sonrisa—. Me provocaste, ahora te aguantas, hermanito.

—...tuuuuu, con tus ojos negros, sonrisa hermosa y dulzura celestial. —Nee adolescente cantó, teniendo un horrible acompañamiento de una bateria mal tocada y una guitarra que apenas se escuchaba—. ¡Tuuuu, amor de mi vida, te grito aunque no me puedas escuchar! ¡Te amoooo! ¡Te amooo!

—¡Apagala! ¡Apagala! —Nee chilló.

Nick miró a su cuñado, viendo los ojos de Kai enormes en su rostro mientras miraba la pantalla—. Ay, por dios.

—¡Kaiiiii, date cuenta, amor! ¡Date cuenta, amor, de que yo te amooooo! —continuó y ya ni siquiera había una rima allí—. ¡Yo te amo, aunque seas mayor, yo te amo!

—¡NICKY APAGALA AHORA!

—¡Aquí estoy yo, amandote como un loco sin razón! —siguió, y a cada segundo, la letra parecía hacerse más mediocre y la risa de Nick adolescente se escuchaba más y más—. ¡Kaiii, te amooooo!

Arrojandose de rodillas frente a su esposo, Nee le enseñó un puchero—. No lo escuches, Kai, no lo escuches.

—Creeme, nadie quiere escucharlo —Wolf comentó, apoyandose en el respaldo del sofá, una mirada de horror en su rostro mientras miraba la pantalla—. Que patetico eras.

—¡Callate, ese es amor del bueno! —Nee se defendió—. Es solo que era un poco patetico al demostrarlo, ¡pero era amor!

—Si tu lo dices.

—Kai, no me dejes, era estupido y patetico, pero ¡no me dejes! —Nee volvió a su marido, poniendo su expresión de cachorrito y ganandose un golpe certero en la frente de parte de Natsu, a quién le parecía comico el rostro de su papá—. Kai.

—Ehh, yo creo que si sigues siendo patetico. —Nick susurró.

—Tu, cierra la boca, maldito traido, eres el culpable de que este a punto de ser abandonado por el amor de mi vida, desgraciado bastardo. —Nee gruñó, volviendose y haciendo puchero hacia Kai—. Piensa en los niños, Kai, hazlo por los niños, no me dejes.

—Mira que eres dramatico, mocoso tonto —Kai rió, empujandolo para que dejara de llorar en su regazo—. Y ya deja eso, asustas a los niños.

—No puedes dejarme, ¡no te doy el divorcio! —Nee afirmó, cruzandose de brazos sobre su pecho antes de volver a lloriquear—. No me pidas el divorcio, no sé que haría sin ti.

—Ya basta, nadie va a divorciarse aquí —Kai rió, rodando los ojos antes de volver a mirar la pantalla. Un suspiro se le escapó—. Lo admito, no sé que pensar sobre eso. No sé si sentirme enternecido o asustado.

—Ah, espera hasta el verso donde habla sobre lo bonito de tu cabello —Nick comentó—. Verás como el miedo gana.

—¿Hay más?

—Son como seis minutos hablando sobre ti y sobre lo fantastico que eres. —le comunicó con cierta satisfacción.

—Wow —Kai susurró—. Solo... Wow.

—Si, exactamente.

Kai bajó la mirada a su lloroso esposo—. ¿Acaso no tenías otra cosa que hacer que escribir sobre mi?

Nee se encogió de hombros suavemente, Haru se acercó y se sentó entre sus piernas, jugando con los dedos de sus manos—. Tu siempre has sido mi primer pensamiento, no puedo evitarlo.

Mirandolo directamente por un largo momento, Kai sacudió suavemente la cabeza con una sonrisa—. ¿Como puedo sentir otra cosa que no sea ternura cuando dices cosas así?

—¿Eso quiere decir que no me estas dejando y yendote para siempre de mi vida porque soy un raro que escribia canciones sobre lo linda que encontraba la forma en que decias "hola" cada vez que nos veíamos? —Nee preguntó.

—Si, bien, ya no quiero saber que más dice esa canción —Kai sentenció—. Y no, no voy a divorciarme de ti, ya tranquilizate.

Llevando a su hijo con él, Nee se arrastró de rodillas hasta su esposo, mirandolo con ojos adoradores—. ¿Es por qué me amas?

—Si, es porque te amo —dijo con una sonrisa, dejando un suave beso en sus labios antes de decir—. Solo asegurate que internet nunca conozca esa canción.

—Hecho.

—Asshh, tanto problema para encontrar la maldita cosa y esto es todo lo que obtengo —Nick murmuró, agitando la cabeza—. Enserio, ¿para que me molesto siquiera?

—Eso es porque eres un... ¡aaaahhh! —Nee dejó a Haru en el suelo y se aferró a su abdomen, chillando con dolor—. Aaaaaaaahhhhh, ¿que demonios?

—¿Nee? ¿Que sucede? —Kai estuvo allí en un instante.

Nick le frunció el ceño—. Él solo esta siendo dramatico y... —se detuvo, aferrandose a su abdomen cuando un fuerte dolor lo atravesó—. Ahh, me duele, me duele. ¡Woolf, me duele!

Cuando abrió los ojos y el dolor se había desvanecido, vio a Nee y Kai mirandolo con los ojos enormes mientras Wolf lanzaba pregunta trás pregunta, hablando de llevarlo al hospital corriendo en ese instante.

—Calmate, Wolf —Kai pidió, dirigiendose a Nick—. ¿Todavia te duele?

—No —negó—. Pasó, pero mi panza quedó dura y... fue muy raro.

—Fue una contracción —Kai dedujo—. ¿Te has sentido raro hoy? ¿Alguna sensación molesta o algo?

Sacudió la cabeza en negación, frunciendo el ceño cuando Nee levantó al mano—. Con sensación molesta, ¿a que te refieres exactamente? —Kai hizo una pequeña lista, el rostro del castaño comenzó a palidecer antes de señalar a su mellizo—. ¡Deja de pasarme tus sintomas de embarazado!

Nick no pudo evitar reirse del rostro indignado de su hermano—. Idiota.

—Mira, vamos a ver si esto sucede de nuevo. Si lo hace, controlaremos el tiempo entre contracciones y veremos si es necesario ir al hospital, ¿si? —Kai propuso, rodando los ojos cuando vio a Haru comenzar a bailar al ritmo que su papá adolescente cantaba—. Genial, ahora va a ser un rarito como Nee.

—¡Dijiste que me amabas! —Nee chilló.

—Eso no te quita lo rarito.

Cuando lograron convencer a un dudoso Wolf de que sabian de lo que hablaban, Kai se dedicó a controlar las contracciones de Nick, observando a su esposo retorcerse en el suelo al mismo tiempo. Haciendo una rápida llamada a su hermana, Kai dejó a los niños con ella antes de regresar con ellos, justo a tiempo para ver a su esposo lloriquear más que Nick, algo por lo que todo matrimonio necesita pasar.

—¡Quiero que me seden! —Nee chilló cuando decidieron que era hora de ir al hospital—. ¡Kai, haz que me seden, me niego a pasar por esta mierda!

—Ahh, cariño, yo pasé por esto dos veces —le dijo con una sonrisa bastante mala—. Ahora te toca a ti.

—¡Kaai!

Aun entre dolorosas contracciones, Nick seguía riendose de su hermano.

Luego de eso, todo fue un maldito revuelo. Su familia armó un escandalo al llegar detrás de ellos al hospital, agregandose a la mezcla estaban los hermanos Baker, Blue, y los abuelos de Wolf. Y con Nee gritando a su lado, seguro habían parecido un grupo de locos y Nick no pudo estar más agradecido cuando fue trasladado a la sala luego de que le informaran que sí, era tiempo de conocer a sus bebés.

Nunca había estado más emocionado.

(...)

Aun agotado, Nick se mantuvo erguido en su silla de ruedas y aceptó con una sonrisa el pequeño bulto envuelto en mantas que la enfermera dejó en sus brazos. Las mellizas habían nacido un mes antes de lo que deberían y habían sido demasiado pequeñas, por lo que habían sido colocadas en incubadoras momentaneamente, aunque el medico les había asegurado que ambas estaban en perfecto estado.

Nick observó el pequeño rostro que se asomaba entre la tela con lágrimas en sus ojos—. Mira, Wolf —pidió—. Es hermosa.

Acercandose, de rodillas frente a él, Wolf acercó a la pequeña en sus brazos para que la viera, una sonrisa enorme en sus labios mientras las miraba embelezado—. Son perfectas, ambas.

Nick rió suavemente—. ¿Puedes creer que nosotros creamos esto?

—Por supuesto que puedo —le devolvió el gesto, sus ojos brillando con amor cuando lo miró—. Desde el primer momento supe que ibamos a ser perfectos juntos.

Nick tomó la pequeña manito de la bebé en brazo de Wolf, intentando no llorar—. Simplemente, no puedo creer que sean reales.

—Es como un sueño. —Wolf murmuró, besando suavemente el oscuro cabello de la bebé que sostenía antes de hacerlo con la otra.

Pasando sus dedos por el cabello de la bebé, Nick murmuró—. Es rubia, tus genes ganaron por aquí —canturreó, su dedo siguiendo el camino de la pequeña naricita de botón.

Wolf rió—. Y los tuyos por aquí. —se mordisqueó el labio y Nick podía asegurar que estaba intentando no llorar—. Nuestras cachorritas, son hermosas.

Una enfermera se acercó, una planilla en su mano—. Disculpen, necesito los nombres de las pequeñas para agregarlos a la documentación —dijo—. ¿Ya han escogido alguno?

Nick se quedó congelado mientras Wolf se movía a su lado, sacando algo de su bolsillo—. Nee me dio esto antes de que lo sedaran —dijo, le tendió un papel doblado—. Me dijo que te lo diera.

Confundido, Nick abrió el mismo y leyó la prolija letras de su hermano:

"ARI" como segundo nombre, significa "hormiga" en japonés, sé cuanto significan esos insectos para ti, creí que sería lindo.

"HANA" como primer nombre, también es un nombre japonés, significa "alegría", es todo lo que he visto en tu rostro desde que esas niñas estan creciendo en tu vientre.

No es necesario que los uses, Nicky, te libero de pagar la deuda, elije bien, hermanito. Y dales un beso a mis sobrinas por mi, porque yo estoy sedado, porque aunque te amo, no voy a pasar por un parto por ti.

Te quiere, tu mellizo.

Nick bufó una pequeña risa antes de pasarle el papel a Wolf para que lo leyera. El castaño asintió con una sonrisa al terminar.

—¿Que te parece "Hana Reed-Payne" para esta pequeña? —Wolf hizo un gesto a la pequeña en sus brazos.

Nick lo miró—. ¿Sin segundo nombre?

—Creo que Hana es suficiente —dijo—. Me gusta como suena.

—A mi también —murmuró con una sonrisa, mirando a la bebé en sus brazos, soltó algo que había estado girando en su mente por semanas—. Me gustaría usar el nombre de tu abuela.

Sabía cuando significaba para el mayor aquella simple frase. Su abuela era la única madre que Wolf había conocido, la adoraba y Nick había aprendido a quererla rápidamente. Era una mujer dulce que lo daba todo por su familia, alguien a quién admirar.

Wolf lo miró sorprendido—. ¿Margaret?

—¿Margaret Ari Reed-Payne? —lo miró—. ¿Te gusta?

El mayor asintió—. Me encanta.

La enfermera había dado un paso atrás cuando ellos comenzaron a discutir los nombres, pero volvió a acercarse cuando Wolf la llamó. Recitando los nombres, ella los anotó en su libreta y sonrió felicitandolos antes de alejarse.

—Hola, Hana —Wolf murmuró, besando las pequeñas manos—. Hola, cachorrita, soy papá, ¿te acuerdas de mi? ¿El loco que te hablaba cuando estabas dentro de papi?

Hana se revolvió en sus brazos, haciendo sonreir a Wolf.

—Por supuesto que me recuerdas. —aseguró, acercandose para tomar las manitos de la bebé en brazos de Nick—. Hola, Maggie, soy papá. Ow, mira esa carita enojada, pronto nos iremos a casa, ¿si? Solo serán unos días e iremos a casa, a su hermosa habitación llena de mariposas que papi pintó para ustedes, les van a encantar. Serán tan malcriadas las dos, lo prometo —miró entre ambas, había un sentimiento en su rostro que Nick no podía dejar de contemplar—. Las amo tanto a las dos, mis cachorritas.

Nick sonrió, Wolf no podía dejar de tocarlas, era como si no pudiese exteriorizar todo lo que sentía en su interior. Adoración, amor y devoción, todo dedicado a esas pequeñitas que no tenían ni idea de lo amadas que eran. Obviamente, tanto con Wolf como Nick iban a asegurarse de que lo supieran.

Extendiendo su mano, Nick acunó la mandibula de Wolf, logrando que lo mirase con esa hermosa mezcla de emociones en sus ojos grises—. Te amo, Wolf.

Wolf sonrió, acercandose para dejar un beso en sus labios—. También te amo, Caperucita.

Mordisqueandose el labio, Nick apoyó sus frentes juntas y murmuró—. Casate conmigo.

Pareciendo sorprendido por un momento, la sonrisa de Wolf creció—. ¿Lo dices enserio?

—Totalmente, hasta compré los anillos, tenía todo preparado pero ahora que te veo aquí, la forma en que amas a nuestras bebés, la forma en que me amas a mi... —susurró—. ¿Te casas conmigo, mi lobo?

—Si, Caperucita, me encantaría casarme contigo.

Y Nick sonrió, aceptando el beso que Wolf le dio, pensando brevemente en lo mucho que todo había cambiado desde que este increible hombre había entrado en su vida. Wolf había sido todo lo que siempre había querido y más, Nick siempre estaría agradecido al destino por ponerlo en su camino.

Tenía su final de cuentos de hadas: Caperucita Roja y el Lobo, al final si se enamoraron.

FIN.