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Lady Laira Hamill [One-Shot]

- He decidido dimitir de mi cargo como Dama Jedi de la orden - Una mujer de 22 años, cabello corto marrón y ojos oscuros pero decididos pronunció en el consejo

- ¿Está segura Lady Prince? - Dijo la maestra Gallia

- Después de mi misión en Mandalore, he tomado una decisión que va en contra del código Jedi -

- De un Jedi el apego su camino no es - expreso el Maestro Yoda

- Estoy conciente del código y en vez de mentirme a mi misma he tomado la decisión de dimitir de mi cargo - ella no había notado que en su nerviosismo acarició el anillo en su mano

- Hace poco me volví Dama Jedi, comprendo que querrán que elija mejor pero ya lo he hecho - Extendió su sable de luz y lo entrego en manos del maestro Windu

- Con su permiso...- ella se retiro

En silencio, los susurros de los Jedi por la orden fue de esperarse, Laira Prince Había renunciado voluntariamente a lo que ella conocía para ir a lo desconocido. ¿Porque? Allí los rumores...

- ¡Prince! - Obi-Wan Kenobi apareció tocando en su puerta

-Hola Kenobi, Solo llevaré algunas cosas personales de mi entrenamiento como Padawan con mi maestro - Ella termino de cerrar un pequeño bolso antes de ir en su dirección Obi-Wan conocía a Laira sus maestros eran amigos. A pesar de su amistad ella se dirigía a el con respeto por ser mayor que ella.

- El consejo me encargo de entregarte esto, Creo que es correcto que te lo quedes. - Le extendió su sable de luz

- Después de todo el sable de luz de un Padawan, su cristal de Skyber escoge a su usuario por alguna razón, es mejor que lo conserves -

- Es comprensivo de su parte Kenobi no dudo que ocupe un puesto en el Consejo Jedi algún día - Laira Tomo el sable con una sonrisa melancólica y lo guardo en su bolso

- Prince... Respeto la decisión que has tomado, Que la fuerza te acompañe en el camino que has elegido - expreso Kenobi de ella retirarse

Laira Prince en paso lentos ella fue dejando la Orden giro un momento para despedirse de la vida que solo conocía...

- Te estado esperando - Sonrió un Hombre una cabeza más alto que Laira, con cabello rubio y ojos azul profundo su aspecto daría a entender que era un líder nato.

Laira Prince era una Dama Jedi que fue nombrada hace 2 año, Un par de años antes del comienzo de La Guerra Clones había renunciado a ese título, ser una Jedi de la Orden.

- Me alegra recibirlos - Extendió El líder de la Casa Mandaloriana en una bienvenida organizada

- Soy el Maestro Eiran Latt y ella es mi aprendí, La Padawan Laira Prince - Recibió el apretón de manos

- La Casa Hamill se ocupa de los clanes ubicados aquí en Mandallia si les trae algún problema con su investigación puede dirigirse a mi - Recorrió ambos hombres

Eiran Latt Maestro Jedi era conocido por ser un investigador de culturas para la formación en la Orden con relación a la diplomacia Jedi.

- Maestro me parece interesante estudiar la cultura Mandalliana de la región - expreso una joven Laira de diecisiete revisando su comunicador.

- Joven Padawan, las relaciones entre los Mandalorianos parece ir a un declive hemos venido no solo a estudiar a los Mandallianos sino también a los Mandalorianos -

- Para vencer a tu enemigo debes conocerlo... -

- Conocer a las personas puede llegar a convertirse en un arma de doble Filo Joven Padawan -

- De armarse un conflicto podemos usarlo en su contra - golpeó sus manos muy segura Laira

El Maestro Jedi se detuvo - Los conflictos no deben anhelase Laira - exhala y le mostró su sable de luz

- ¿Sabes porqué lo llevamos? - Laira tomo el suyo

- Para defendernos... - Dijo ella

- Y para defender la paz en la galaxia con nuestras manos - el rostro de Laira brillo con esas palabras sujetando firmemente su sable de luz.

Durante ese momento Alguien los estaba escuchando.

Hubo momentos muy agradables en la Orden... Otros que... Fueron fuera de ella...

- Disculpa que los haya espiado... - se acercó un joven Mandalorianos con porte de líder

- Al parecer mi maestro no le importó... - le hizo espacio en el balcón Laira

- Toda mi vida me han preparado para pelear por nuestra Casa por nuestros Clanes, siento algo de envidia saber que tu velas por la paz en la galaxia - señaló su sable de luz

- Las lecciones de mi maestro son muy sabias - sonrió

- Soy el heredero de la Casa Hamill y Capitán de la Guardia Dereck Hamill - dijo

- Lo he notado, tienes la misma sensación que Lord Hamill - rio por lo bajo

- Jejeje puede que halla aprendido un par de cosas inconscientemente de él -

- Los Mandalorianos siempre usan sus cascos, es acaso que el clima húmedo de aquí no les incómoda - se acercó la aprendiz

- Costumbres, al final no molesta mucho -

- ¡Oh! Heredero de la Casa Hamill, ¿Podré saber que rostro ocultas algún día? - bromeó La aprendiz

- ¿Entonces como ocultaré mis horribles cicatrices? - Le respondió jugando el joven

Bienvenida a casa Laira... esas palabras sonaron como una bella melodía para ella...

Los estudios habían avanzado mucho y pronto sería hora para irse de Mandallia. Cierto Heredero y Padawan se hicieron cercanos durante ese largo tiempo. Un ataque sorpresa ocurrió en la Casa Hamill que tomo desprevenido a todos.

- ¡¡Lord Hamill Son naves provenientes de Mandalore !! - dijo un soldado de la Casa

- Maestro Jedi si le parece correcto pedimos su apoyo en esto -

- ¡Ayudaré en los posible! - Encendio su sable de luz Naranja y subió a la plataforma que conectaba con la ciénaga.

Con la fuerza Atrajo varias ramas de árboles, moviéndose hacia el cielo varias naves se enredaron entre ellas.

- Wow - exclamó El Líder

- Lord Hamill debemos movernos hacia el Clan Yon - El Heredero avanzo hacia allá

- Iré a apoyar a mi maestro - Subiendo a la plataforma varios de la nave habían bajado rodeando a su maestro, con una habilidad desviaba su disparos

- ¡Maestro estoy para ayudar! - Con una acrobacia termino cerca de él con su sable de luz Azul Oscuro desviando los disparos

- Concentración Mi Padawan -

Laira Camino por los Pasillos de aquella fortaleza acompañada por ese caballero, se detuvo frente al cristal de la galería viendo su reflejo y luego seguir su paso.

- Esa nave, ¡Maestro parece que vienen con carga pesada! - Corría Maestro y aprendiz por las afueras de la Fortaleza de La Casa Hamill

- Parece que si... - Desvío un disparo que iba hacia su aprendiz

- Enfoque Padawan, no te distraigas mucho, subiré a una de esas naves para derribarlo si eso llega a soltar una carga explosiva, las cosas pueden complicarse aquí abajo - siguió desviando los disparos

(Comunicador) *¡Necesitamos refuerzos en la Galería!*

- Maestro Iré - desvío un tiro con su sable

- Mucho cuidado, ¡Ve! - ambos se separaron. Cuando llegó a la galería Laira vio partir la nave donde iba su maestro

El Maestro Eiran Latt había logrado neutralizar aquella nave de carga y tal como había deducido contenía una gran carga explosiva. El brillo en cielo fue prueba de eso.

- ¡¿Qué?! - El joven Heredero a través de sus visores vio otra nave de armas pesadas cruzar el cielo en dirección hacia la fortaleza

(Comunicador) *Maestro Latt es mejor que derribe esa nave pronto*

Y Mi maestro lo hizo...

Su nave se estrelló junto con la otra entre las enredaderas de las ciénagas, fui corriendo dónde él... Pero una explosión me lanzó por los aires y caí entre las enredaderas, lo poco que recuerdo...

- ¡¡MAESTRO!! - La explosión me lanzó lejos por el aire use use mi sable para intentar aliviar la caída entre las enredaderas pero este cayó de mi mano.

- ¡Agh! - Varias enredaderas se se atoraron en mi cuello me sostuve fuerte de una cerca sabía que si la soltaba sería lo último que haría

- Nece...sito... Mi.. sable - poco a poco sentía que mi mano resbalaba.

- Debo... Buscarlo... - Use la fuerza para llamar mi sable de vuelta, cuando escuché como se encendió lo atraje hacia mi posición.

Sentí un dolor intenso en mi rostro y cuello antes de perder la Conciencia...

Cuando desperté estaba ya en una habitación médica

- Tiene suerte Padawan Prince - Lord Hamill entro acompañado de dos guardias

- Su heridas son serias, de no ser por la comisión de Mandallianos que la reconocieron hubiera muerto -

- Mi maestro, ¿El escapo de la explosión? - Pregunté haciendo esfuerzo en levantarme

- Recomiendo que se quede dónde está, con las costillas rotas puede complicarse - El me mostró el sable de luz de Mi maestro

- Hemos perdido mucho ese día...- Dejo el sable en mi mano sana

- Tomaremos venganza en Mandalore mañana por la noche - Dijo Lord Hamill antes de retirarse

- No... - El se detuvo

- ¿Disculpe? -

- Mi maestro me enseñó que debemos ser concientes de lo que los demás esperan, los conflictos generan más conflicto, estos no deben anhelase... -

- ¿Que espera decir Aprendiz de Jedi? - la vibra de Lord Hamill dió la sensación que había captado su atención.

- Envié Espias, que ellos averigüen porque atacaron este punto en el sistema Mandaloriano -

- Un consejo que seguiré Padawan Prince - Se retiró del sitio

Mientras estuve allí se hizo el funeral de los caídos lo mire desde un balcón sin que nadie se diera cuenta fue difícil pero mi maestro, tenía que verlo una última vez aunque fuera lejos para despedirme - Maestro...- no pude evitar llorar en ese momento apretando su sable de luz contra mi.

Recibir una transmisión de la orden para volver y dar mi informe, además de lamentar la muerte del Maestro Latt

- Serias un excelente consejera aqui... - El Heredero Hamill entro cuando apague mi holomisor

- Por favor... Puedes retirarte... - no tenía valor para verle, menos después de encontrar un espejo...

- Me dijieron que volverías a Coruscant... -

- Le he pedido Capitán Dereck... - En se acercó a dónde estaba sentada en el sillón de la habitación

- No comprendo mucho las reglas de los Jedis pero si se que como guardianes tiene un deber sobre todo - Su manos cálidas y palabras en mis hombros sabían que este sería un Adiós que no quería escuchar...

- No podrías amarme, sería un amor sin sentido uno sin correspondencia - Cubrí mi lado izquierdo del rostro con mi mano sana

- Aún si no fuera correspondido si fuera sin sentido mientras vivas seguirá siendo Amor - El se retiró el casco por primera vez desde que he estado aquí, lo colocó sobre mi regazo

- Quiero que me recuerdes así Laira - No podía voltear...

- No quiero que me recuerdes así -

- Tus cicatrices son una insignia de lo que has hecho con valor - Volteo a mirarlo, nunca lo había visto sin casco, tenía el cabello rubio y ojos azul profundo un par de marcas en cada mejilla como las de un Tookka

- Son marcas de nacimiento que tenemos los primogénitos de La Casa Hamill, yo las tengo igual mi padre - sonrió ni siquiera hizo alguna mueca sobre la cicatriz que me había quedado en el lado izquierdo del rostro

- Te acompañaré hasta tu salida - me extendió su mano - además tú rostro se ve más rudo ahora -

- ¿Antes no lo era?... - Le devolví el casco

- ¡Digo! ¡N-NNo es lo que crees! - Un ligera risa adueñó el aire

Mi salida del planeta Mandallia se hizo con todo el respeto, Lord Hamill había dicho que gracias a nuestra intervención pudimos encontrar una paz temporal para Mandallia y que debían estar preparados para los siguientes capítulos que venían.

- Siempre serás bienvenida Heroína Jedi - sostuvo mi mano

- Lo agradezco mucho - Cuando regrese a la Orden tuve que descansar hasta que mi heridas se curarán del todo y poco de tres años fui nombrada Dama Jedi. Desempeñe mis labores como embajadora durante un tiempo entre sistemas y luego como Maestra de Youngling

Pero cada cierto tiempo me escondía a escuchar mensajes grabados que llegaban a un holomisor que tenía de Mandallia, alguien lo había puesto en mi túnica. Junto con una cajita que no sabía que contenía pero que no quería abrir...

- No puedo tener estos sentimientos... - Me decía a mi misma. Pero aún así me gustaba esa sensación única que me daba escuchar esas grabaciones del Capitán Dereck Hamill

*Querida Laira Prince, Me ha tocado asumir responsabilidades aquí en la Casa Hamill y la verdad es que siento que me gustaría que estuvieras aquí conmigo, He Sido cercano a tres personas en mi vida y dos de ella no están Conmigo... Laira, mis sentimientos por ti no han cambiado en estos largos cinco años, saber que ves mis grabaciones me da el valor de seguir contando contigo para halla refugio de mis obligaciones... No sé si los Jedis sean reservados con sus asuntos pero me alegra poder saber que estás bien y me escuchas, espero poder escucharte algún día.* (Grabación)

Lord Hamill y su segundo hijo murieron hace un año debido a un accidente durante un salto en su nave, cuando apague la grabación, me recline sobre mi cama

- Comprendo lo que es asumir responsabilidad... - Tome esa cajita entre mi manos

Se me había asignado como escolta para una provisiones dirigidas al sistema Mandaloriano, aprovecharía de pasar por aquel planeta y entregar la caja junto con holomisor, No podía dejar que siguiera así.

Fui recibida por él en la Fortaleza de La Casa Hamill

- Agradezco la visita Lady Prince - Dijo Dereck Hamill, yo le esperaba en el balcón donde hablamos la primera vez se retiró el casco cuando me vió

- Supongo que aquí es donde nos toca decir adiós de nuevo - Dije y él me miró extrañado

-No he logrado en mantener mis sentimientos bajo control y he hecho como si nada, un Jedi es un guardia de la Paz si llegara a perturba está Paz en la Orden, por mi culpa, habré fallando a mis responsabilidades como Dama Jedi... - solté de repente

- Lo siento, pero yo, yo ya había dicho que no podría corresponder... - Le entregué el holomisor y aquella cajita...

- Laira... - Tomo mi mano, sentí una tristeza saber que las cosas son así

- Dime entonces... ¿Porqué seguías viendo mis mensajes?... -

- . . . - No sabía que responder

- Tengo que saber la razón... - Me miró con un mirada tan triste esos ojos azules tan profundos solo hacia peor

- Creo que me gustaba escucharte hablar y como me contabas las cosas de tu día, admito que reír, me entristecí y pensé en opciones a los problemas... -

- ¿Tú me amas? -

- Si - lo dije sin pensar y oculte mi rostro con mis manos, fue tonto.

- Entonces no ocultes tu sentimientos, de lo contrario llevarás una carga el resto de tu vida -

- Si fallas, si tropiezas quiero ser la persona que tome tu mano para levantarte y siempre la sostendré para que no te resbales - volvió a extender la cajita tomando mis manos

- Quiero que te cases conmigo... -

- Me prometes que siempre sostendrás mi mano - No pude evitar llorar un poco

- Han pasado cinco años que tú has sostenido mi mano escuchadome, no puedo hacer menos que lo mismo, no, mucho más... - El me abrazo tan cálidamente

- No sabes cuánto esperé por esto - Dijo él

En su habitación Laira Sonreía viendo aquel anillo y recordando ese día

- Que jugada fue esa... - Sonrió hacia poco que llegó a Mandallia ése día era el día de su boda

En la celebración sus votos pronunciaron, desde entonces Ella llegó a Conocerse como Lady Laira Hamill...

- Este es mi regalo para el Jefe de La Casa Hamill - Laira hizo una reverencia y entrego su sable de luz

- Que sea este sable de luz un objeto que sea pasado a cada líder con el objetivo de evocar Paz para La Casa Hamill - Él lo tomo con algo de sorpresa

- Haré que sea una reliquia sagrada para La Casa Hamill, Querida Lady Hamill - sonrió

Ambos tendría que dar lo mejor de sí no solo por el bien de los que estaban bajo su protección sino por ellos mismo, ya que un par de años más tarde comenzaría La Guerra de los Clones y luego La Orden 66, La Gran Pulga Jedi.

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