Take Six
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❝ᴛᴀᴋᴇ sɪx: ᴇʟ ᴠɪᴀᴊᴇ❞
El momento había llegado, no había ninguna oportunidad de dar marcha atrás.
—Te extrañaré demasiado, Minie— Seokjin murmuraba contra el hombro de Jimin, quien le escucha hablar con una sonrisa a medias, rodeandole con sus pequeños brazos, por una tercera vez, en el aeropuerto.
—Yo también, cuídese mucho, Seokjin hyung— atinó a decir Jimin, acariciando la espalda de su querido hyung.
—Siempre lo hago, bebé— prometió sacandole una risita al rubio.
—¿Sus padres tienen la foto?
—Afirmativo, pequeñín— le mostró la pantalla de su móvil, que tenía una foto de Seokjin con su cabello totalmente rubio.
Los tintes temporales sí que eran efectivos.
—Así nos evitamos que le digan a Yoongi que mi cabello es azabache— Kim tomó uno de los mechones rubios de Park, transmitiendo un poco de tranquilidad al veterinario.
—Una cosa menos en la que pensar, si eso es todo...— trató de apartarse, pero Seokjin no se lo permitió.
—Hey, hey, espera pollito, no huyas tan rápido... No estés triste, deja la meláncolia para los dramaturgos. Tu fantástico para no decir maravilloso hyung, volverá pronto ¿Sí?— dijo con suaviadad al apretujarle más, y se acercó al rostro del menor —Siempre serás mi pequeño, Minie— y los pocos centímetros desaparecieron, uniendo sus narices en un beso esquimal.
Al rubio se le subieron los colores; al grado de competir con un tomate.
—¡Hyung, no haga eso!—
se quejó, escuchando la risa sin filtro del azabache.
—¡Ya, no se burle! ¡Deje de mirar mi cara! ¡Seokjin!— gritó lo último, arrepintiendose al instante de haber utilizado ese tono informal.
A Seokjin poco le importó, continúo riendo al grado de terminar contagiando a Jimin. La gente comenzó a mirarles raro, pero ellos seguían en su burbuja.
—Yo... De verdad te extrañaré hyung, mucho, mucho, muchísimo.
El semblante de Jimin decayó, y unas gruesas lágrimas comenzaron a formanse en sus ojos, y poco a poco fueron saliendo de sus poros, Seokjin vislumbró lo que estaba tratando de evitar: su Jimin rompiéndose frente a él.
—No me malinterpretes sé que tengo a Taehyung y a Jungkook, pero, no sé que haré sin ti, Seokjin...— las lágrimas se deslizaban en abundancia, con un baile delicado sobre las mejillas rosadas del menor.
La imagen frente al azabache era abrumadora; él desistió, no pudo evitar comenzar a llorar también atrayendo a su menor una vez más en sus brazos, el lugar donde ambos tienen seguridad.
Jimin escondió su rostro en el cuello de su hyung en un intento de impregnarse de su colonia. Seokjin peinó delicadamente la cabellera rubia de su dongsaeng.
—Volveré Jimin, siempre he de volver hacia tí— dijo en un murmuro, sin dejar de peinar las hebras rubias.
—Los pasajeros del vuelo número 322, por favor dirigirse a la salida número 15— se escuchó la metódica voz femenina en los altavoces, obligando que se separasen.
—Ese es mi vuelo, mi pequeño Doctorcito— Seokjin sonrió un poco mientras Jimin secaba los restos de sus lágrimas con la manga de su bata médica, sonriendo finalmente.
—Espero que nada salga mal.
—Es un plan con la marca Kim Seokjin, estarás excelente.
—Presumido— riñó el rubio. —Adiós, Seokjin— se alzó y otorgó un suave beso su mejilla.
—Adiós, Jimin.
El rubio sonrió y se retiró a paso moderado del lugar. Seokjin se quedó ahí, viendo la espalda del pequeño rubio, sintiendo una leve opresión en su pecho; en definitiva todavía no lo había superado.
—Señor Kim, tenemos que irnos— otro de sus ayudante, palmeó su hombro llamando su atención.
—Oh, sí, lo siento Aranguibel, por favor avanza y tranquiliza a Alejandro.
Seokjin suspiró viendo como el otro joven se alejaba con su equipaje. En cambio, sus pensamientos estaban desviandose a su pequeño amigo.
—Siempre serás el primero para mi, Minie— murmuró para sí mismo, hasta seguir su camino.
Kim Seokjin, quería con cada fragmento de su alma, que algún día su Jimin encontrase a esa persona especial que estremeciera su mundo, que le hiciese reír y que le complentase.
Que sintiera algo más fuerte que lo que alguna vez sintió el rubio por su persona cuando eran niños.
« —S-Seokjin hyung... Debo decirle algo.
—Dime Minie, hyung siempre te escuchará.
—Hyung... Usted debe saber que.. Y-yo lo amo.
—Yo también, Minnie.
—N-no hyung, usted no entiende. Lo amo de manera distinta a como amo a TaeTae. Usted me gusta. »
Se sobresaltó ante el golpe nostalgico de aquel inocente recuerdo. Deseado abordar pronto, y dejar el pasado en el pasado.
Él ya tenía en su corazón a alguien más.
Jimin una vez estuvo en la salida del aeropuerto, pidió un taxi hacia su consultorio, agradecido con el señor, le dio una buena propina antes de bajarse. El taxi se retiró, el rubio cruzó la calle con algo de prisa encontrándose con Jungkook luciendo su divertido uniforme de conejito gris, llamando la atención de las personas, afuera de la tienda de Agripina. El chico de cabellera azabache al percatarse de su presencia, corrió y lo atrapó entre sus brazos, no por nada adoraba a Jimin.
—¡Jimin hyung!— exclamó Jeon, apretujando con mucha fuerza a Park, para luego separarse y hacer un mohín. —Desde hace dos días, no das señales de vida, solo hablaste con Taehyung hyung— dice iniciando un berrinche —Eres un hyung muy malo, ni un mensaje ¡Nada de nada!
—Kookie, por si te olvidaste mi cielito bello, soy veterinario a tiempo completo, estoy hasta el cuello de trabajo, mira que apenas y veo el teléfono— suspirando acepto el saludo del menor.
—Eso no es excusa, TaeTae siempre tiene tiempo para mí— refunfuñó como si fuera un crío de cinco años.
Jimin puso los ojos en blanco, ¿Acaso este niño no entendía o qué?
—En ese caso; Tae, tú y yo, próximo viernes en la noche, cotufas y todas las pelis de Iron Man sin interrupción, ¿Suficiente?
—Que sea el domingo, y que sean acarameladas— ordenó como si de un niño caprichoso se tratase.
—Mocoso mimado, trato hecho— Jimin sonrió al ver la mirada de Jungkook iluminarse, apartó la mirada un poco y al no notar una cabellera castaña, frunció el ceño.
—A lo que venía, ¿Has visto a Taehyung? Necesito hablar con él.
—Está adentro, el muy estúpido, olvidó su trajey y que tenía que estar conmigo hoy.
El mayor se ríe, pensando qué o quién tendrá a su mejor amigo tan desubicado.
—Gracias, Kookie.
—No es nada, hyung. Seguiré con lo mío ¡Vengan a nuestra tienda de mascotas, por favor!
Park le restó importancia, respiró hondo dando un vistazo corto al cielo. Quizá llueva mañana, pensó. Cuando finalmente entró a la tienda con sus ánimos fortalecidos, mantuvo su semblante serio sin rastro de las lágrimas que derramó hace unos minutos, empujó por completo la puerta y pronunció.
—Buenos d...— no logró completar la oración, puesto que una pelota le golpeó de lleno en la frente.
—¡Lo siento mucho, fue mi culpa, señorito!— una pequeña niña se le acercó, muy arrepentida haciendo una leve reverencia.
Jimin algo adolorido se inclinó para tomar la pelota y entregársela a la pequeña criatura —No te preocupes no me dolió nada, preciosa— mintió. —, solo ten cuidado la próxima que lances una pelota ¿Sí?
—Sí, lo entiendo, tendré más cuidado— dijo con una sonrisa al correr hacia un pastor ovejero que le doblaba en tamaño, el can mantenía su lengua afuera.
Ambos igual de adorables.
—Rocky, ven ya conseguí tu pelota— le susurró la pequeña al animal peludo pero, Jimin la escuchó perfectamente, que velozmente le lamió la mejilla. —¡Ya, Rocky, me haces cosquillas!— canturreó la niña, aguantando las ganas de reír.
Sin darse cuenta él sonrió ante la escenita frente a sí, si algún día llegaba a tener una hija, anhelaba que fuese tan enérgica como la pequeña lanzadora. Era demasiado tierna para su propio bien.
—Mina, amor, ya nos vamos, despídete— una señora le dijo para luego cargarla entre sus brazos, mientras un señor se encargaba de la correa del ovejero.
—¡Adiós y gracias por ayudar a mis papis!
La señora le dedico una mirada de disculpa, y la pequeña familia tras una corta reverencia abandonaron el establecimiento con tranquilidad. Y antes de desaparecer del campo de visión del rubio, este murmuró un casi inaudible “Vuelvan pronto”.
—Sabes lo primero que deberías decir es "Hola", yo no te crié así Park Jimin, estos niños de ahora ya no tienen modales— la voz áspera de una mujer mayor, hizo que se sobresaltase.
—¡Madre sustote me diste, nonna!— ¡Hola! ¿Mejor?— le dijo agitando sus manos con exageración.
—Perfecto — Agripina asintió antes de salir del mostrador. —Me encantaría alargar más nuestra charla, querido, pero la tienda está llena.
Jimin le restó importancia, recargando su peso en el mostrador por varios minutos, ya debería estar yéndose a su consultorio, Dahyun aún no tenía la experiencia suficiente para soportar a tantos pacientes e impacientes dueños. Decidido, estaba a punto de darse vuelta y partir cuando alguien le tocó el hombro.
Con la esquina de su ojo pudo distinguir a aquella persona.
Taehyung.
—Kookie, me dijo que me buscabas... — pronuncia lentamente la voz grave y cansina de su mejor amigo.
—Se que debería reclamarte por no advertirme sobre lo que Seokjin hyung planeaba— el rubio inició con algo de dolor en su voz. —, ¿Te constaba mucho decirme? No sé un “Jimin, mi hermano quiere usarte para salir de un problema que no tiene nada que ver contigo”, fuese ayudado.
El castaño bajó la mirada. —Lo siento mucho, Chim. Le dije muchas veces a hyung que era una tontería hacer esto y él sabía que tú no te negativas... Debí decirte.
—Debiste sí. Pero, ya no queda más que continuar, hyung se fue. No me puedo arrepentir.
—¿Me perdonas por hacer que hagas está locura?
—Con que me ayudes a averiguar quién es el novio de Koo, me basta.
Ellos rieron y siguiendo conversando unos minutos más antes, de que el mayor se despidiera y se fuera a su respectivo consultorio. Jimin mientras atendía el lugar, esperaba que el día de la cita con el tal “Min Yoongi” no saliera mal, por su bien y el de Seokjin.
Deliciosa frescura mañanera, el sonido suave del aire y tres mejores amigos entrando en crisis. Excelente combinación para animarte a iniciar el día.
—¡Es tarde!— Namjoon repetía una y otra vez por cada rincón del apartamento, tratando de encontrar sus cosas entre el desorden de la noche anterior.
—Namjoon cálmate, así jamás vas a encontrar tus mier– — un zapato sabe Dios de donde, lo golpeó en su nuca evitando que terminara su frase.
—¡Nada de malas palabras, Min Yoongi!— Hoseok gritó desde la cocina.
—Nidi di milis pilibris, Min Yiingi— se mofó el mayor. —Somos adultos, Hoseok, además también es mi puta casa, ¡Tú no eres mi madre! y yo digo lo que me venga en gana, si quiero decir mierda, voy a decir mier– — un segundo zapato impactó en su nuca.
Eso fue suficiente para callar al rubio mayor. Quien luego de sacarle el dedo corazón a su mejor amigo, juntó todo lo que necesitaba, para así salir golpeando bruscamente la puerta, quedándose esperando a sus menores fuera del departamento con su semblante arrecho.
Namjoon y Hoseok se quedaron mudos por un momento con cara de “¿Y a este qué le picó?”, ambos menores encogiéndose de hombros continuaron buscando sus cosas, ahora de un modo más civilizado y menos exagerado.
Veinte minutos más tarde el rubio menor junto al pelirrojo salieron listos para iniciar su jornada, claro que Hoseok solamente iba a hacer de chófer, ya que le tocaba tomar el turno de la noche en la farmacia. Vieron a Yoongi sentado en la acera, frente a su carro.
—Ya era hora —menciona levantándose de la acera.
Nadie habla después de eso, en un silencio cómodo se van rumbo a la primaria; mientras Hoseok piensa que sus próximos días serán una completa locura, ¿Estará preparado para fingir ser Min Yoongi? Él duda que algún día pueda estarlo. Suspira rogando al cielo que escuche su suplica y que lo saque pronto de ese lío.
—Terminamos por hoy, Dahyunie— Jimin dijo con voz cansina, a la vez que se estiraba. —¿Ya llamaron los médicos que recibieron a nuestros transferidos?
—Sí, dijeron que todos los pacientes llegaron estables, y que nos informaran en unas semanas sus progresos.
—Excelente, agradécele a Nayeon por hacernos este favor.
—Con gusto, me alegra de que todos se hayan ido bien, pensé que jamás terminaríamos— dice ella alviada.
—Pero, ya lo hicimos, al menos que entre alguien a esta hora — replicó Park, suspirando.
La chica se había levantado asintiendo a lo pronosticado por el otro, qué más daba si entraba uno más, ya había ayudado a atender treinta animalitos hoy. Por eso cuando la puerta se abrió extrepitosamente ninguno se sorprendió y actuó de inmediato.
—¡Ayúdenme! — el hombre exclama con su rostro angustiado, y carga en sus brazos a un enorme y peludo pastor ovejero, el can estaba inconsciente.
Detrás del adulto, venía una mujer también cargando a una niña quien sollozaba y sorbía sin para su nariz, y esa pequeña era Mina.
Jimin llegó corriendo al lado de Dahyun.
—Señor J-Jimin, por favor salve a Rocky— dice Mina limpiándose las mejillas. —Es mi hermanito mayor.
El rubio le sonrió. —Lo haré no te preocupes, Mina.
Mina le correspondió la sonrisa y recostó su cabecita en el hombro de su madre. Jimin miro a Dahyun mientras ayudaba a llevar al hombre a cargar al can.
—Llévalas a la sala de espera, yo me encargaré de Rocky —le ordenó.
Colocaron a Rocky en la camilla y Jimin empezó a verificar sus signos vitales, tenía su pulso normal, pero, su respiración era leve y eso le preocupó.
—Dígame exactamente lo que paso. ¿A padecido síncopes anteriormente?
—Estabamos viendo una película antes de irnos a la cama, y Rocky estaba con nosotros, luego lo perdí de vista se desplomó en el suelo y mi hija gritó llamándonos. No sé que tiene, ¿Qué es “síncope”? ¿Es grave?
—Síncope o desmayo, es algo muy común en los canes de todas las razas y de todas las edades, usualmente se recuperan al instante de padecerlo —Jimin le menciona. —¿Rocky sufre de alguna enfermedad? ¿Diabetes o cardiopatía? ¿Estaba haciendo algo antes, alguna actividad física, como toser u orinar?
—No, no tiene ninguna enfermedad que yo sepa, y según recuerdo el tosió un par de veces antes de caer.
—Entiendo, le recomiendo que espere afuera con su familia, y trate de calmarlos, no es la primera vez que hago esto— dice colocándole al perro, una mascarilla de oxígeno.
El hombre obedientemente se retiró y en su lugar entró Dahyun con su semblante caído.
—Jimin, ¿Estará bien?— pregunta al ver como el rubio entuba al can.
—Esto le ayudará a respirar— dice este, después de acomodar el tubo. —Por ahora lo mantendremos estable, necesito que me traigas un sedante y un analgésico para que no tenga dolor mientras reviso si sus vías respiratorias están libres.
—Bien— ella rebusca entre las gavetas y estantes del consultorio, mientras él acomoda al can.
—Se terminaron los analgésicos y los sedantes.
—¿Cómo dices?
—Usamos los últimos esta tarde, iba a comprar más pero, olvidé ir— Dahyun manifiesta culpable. —Lo siento.
—Maldición, ya no es momento de lamentos, demonios, no conozco ninguna farmacia cerca de aquí, fui un estúpido en poner un consultorio tan alejado del centro.
—Conozco una, esta cerca, pero no es muy conocida.
—Entonces, vete; estamos perdiendo tiempo— Dahyun asiente. —Ten, usa mi tarjeta— él saca una tarjeta plateada del bolsillo de su pantalón.
Ella frunce su ceño al leer el nombre de la misma —¿Kim Seokjin? Mi comprensión es nula—el rubio niega y mueve los labios diciendo “No es el momento”.
—Okey, no hemos terminado está conversación, Park Jimin— la chica se retira a toda prisa del lugar.
En la calle, toma la misma dirección del día anterior, la farmacia quedaba a sesis calles y media del consultorio, esperaba que el señor Jung Hoseok estuviera otra vez detrás del mostrador y que le ayudará con su dilema de salvar al perro ovejero.
—Por favor, que él esté ahí.
Corriendo a todo lo que sus delgadas piernas le permitían, llegó a la farmacia empapada en sudor y jadeando abrió la puerta de forma brusca asustando a quienes estaban dentro, solamente un chico en una esquina barriendo al ritmo de lo que sonara en su celular, y otro muchacho quien estaba sentado frente al mostrador con sus codos apollados sobre el, se le quedó viendo con la boca abierta de par en par.
Ja, como si nunca fuera visto a una mujer impaciente.
—D-disculpa— habla entrecortadamente. —Vine ayer y necesito, que me vendas dos paquetes, uno de analgésicos y otro de sedantes, ambos para perros. ¡Es urgente! — escupió las palabras lo más pausado y específico que pudo.
El joven tardó tres segundos en procesar lo dicho por ella, luego se puso en pie y le sonrió asintiendo. —Woah, dos días seguidos. En un momento se los traigo.
—Muchas gracias, eh...— Dahyun baja la vista hasta el broche identificador, leyendo un “Choi Youngjae”.
—, Youngjae— también le sonríe. —Por cierto, ¿No está, Hoseok?— el chico al escuchar la mención de su compañero de trabajo se detiene y su sonrisa aumenta.
—¿Hoseok? Hoseok hyung, se esta perdiendo del espectáculo— contesta con una pizca de gracia.
—Perdón, ¿Cómo dice?
—Me refería a que Jung Hoseok está, pero por desgracia para tí, es su turno de dormir, será para otra ocasiónYoungjae hizo una mueca.
—Oh, no te preocupes, solamente quería hablar un poco con él y agradecerle por ayudarme ayer— contesta ella sintiendo como su rostro sube algo en temperatura.
—No te avergüences, y sí te recuerdo. Hobi hyung, suele tener ese efecto en todo ser vivo —se burla al alegarse para abrir uno de los cajones cercanos y sacer los medicamentos pedidos.
—Aquí tiene, señorita Dahyun— le entrega los paquetitos dentro de una bolsa con el logo de la farmacia. —¿Paga con efectivo o tarjeta?
—Con tarjeta— saca el pedazo de plástico laminado y se lo pasa. —Antes de que pregunte no es mía es de mi jefe.
—Ya veo, es lindo que tú jefe te tenga tanta confianza— menciona al aire, guiado por su curiosidad.
—Es mi mejor amigo en realidad, él tarupido quiso ser veterinario y bueno... Por eso necesito que termines rápido, si no es molestia.
Youngjae no puede aguantar y suelta una carcajada al terminar de pasar la tarjeta, registrar el pago y darle la factura. —Mil disculpas por la lentitud, muchísimas gracias por su compra y vuelva pronto. Le diré mandaré sus saludos a Hoseok hyung.
Ella se acomoda su melena y sostiene con firmeza la bolsita, hace una reverencia con la cabeza y se retira diciendo —Gracias a ti, Youngjae-ah.
Mientras la farmacia vuelve a sumirse en el silencio aparte de los 'tarareos' de Yugyeom, Youngjae se fija en la imagen del computador, el supuesto jefe de la chica de cabello colorido.
—Kim Seokjin... Mmm ¿Dónde te vi antes?— murmura audible solo para sí.
—Jaejae— la voz de Hoseok le hace sobresaltar.
—Dormí lo suficiente... Es tu turno ¿Pasó algo interesante?— el menor sonrió asintiendo y cerrado de un movimiento la ventana del computador.
—Gracias, hyung. Sobre lo otro, sí, vino tu amiguita Dahyun, te lo perdiste— réplica rápidamente y suelta un bostezo exagerado. —Bueno, hyung iré a descansar un rato, buenas noches.
Y no había terminado de hablar cuando ya se había ido, dejando a Hoseok con las palabras en la boca.
—Pero, ¿Que le pasará? Al rato lo interrogare, en fin, rayos lo estoy haciendo otra vez, sigue hablando solo Hoseok y terminarán internado en un psiquiátrico— tenía esa mala costumbre desde hace años.
Fue una noche de altos y bajos, con un Jimin revisando la garganta tapada de un viejo can y un Hoseok pensativo en su turno nocturno. Mañana sería otro día yendo de trajín y de música en un único salón.
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Arrecho: Está palabra tiene muchos significados en Latinoamérica. Sin embargo, en Venezuela el significado más común es de “Enojado”, “Bravo” y “Molesto”.
Arepa: Es un platillo tradicional de origen Venezolano y Colombiano, prácticamente es una masa de maíz cocida en forma de tortilla que se rellena con lo que más te guste. Sólo busquen en Google “Arepa” y ahí les sale esa deliciosidad.
Lo narrado acerca del Síncope o desmayo canino, fue basado en algo que leí en un libro de veterinaria y unas páginas de Google. No tengo ningún título o conocimiento profundo del tema.
Releyendo este capítulo, encontré otros sinfín de errores como el de escribir esto todo mezclado y que doy exagerados saltos argumentales. But, así lo dejaré como recuerdo de mi estilo al escribir de mi yo de 15-17 años. Seguidamente este capítulo no tiene imágenes, se las debo. Jsjsjs la notita que iba aquí, era larguísima (700 palabras ª) tenía la manía de desahogarme con ahí xd, por eso solo resaltaré que el fic tenía en aquel entonces 273 leídas y 70 votos, que nostálgico.
Pd: ¿Cómo es eso de que ya son 2,1K de leídas y 166 votos, y ni siquiera he llegado a la mitad de esto? En fin, muchas gracias. 😭💗
30/08/20.
15/03/21.
17/04/21.
⎯ɴᴇᴄʜɪ.
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