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Han observó desde lejos la ceremonia. También esperó pacientemente cerca del departamento de Hoseok y anotó detalles del lugar, además de los jóvenes de la zona para que fueran posibles vendedores de droga.
No tuvo ni siquiera que comprobar el auto de Jungkook cuando llegó al edificio de Jung, se aprendió las placas desde el primer informe de Hyunjin. Tampoco le sorprendió cuando Hoseok se subió al auto y se alejaron por la carretera.
—Llamaba para informar que confirmé toda la información brindada por Hyunjin y es correcta, ahora iré a reunirme con los dueños de bodegas vacías y empezar a buscar personal.
—Entendido —respondió Taehyung y colgó.
▽
Jungkook esperó hasta el día siguiente para poder enviar un mensaje a Hoseok, esperaba que no lo tuviera bloqueado, porque no veía otra manera de comunicarse con él lo más pronto posible.
Luego de la ceremonia tuvo varios momentos de reflexión y recapitulando su pasado, su actuar tan descabellado.
Reunámonos
Por favor
No esperaba una rápida respuesta, así que se mantuvo ocupado en su laptop.
Hoseok observó el mensaje y cerró los ojos con fuerza.
A decir verdad, no tenía miedo a Jungkook, ya no.
¿Dónde?
Se había tomado más de una hora para pensar que responder y que no se viera que estuviera disponible para cuando esté lo buscase.
Jungkook se levantó del mueble en el que estaba acostado y tecleó rápido.
Paso por tu departamento en treinta minutos.
▽
Llevaban una botella de licor y Hoseok seguía esperando que Jeon dijera algo. Lo ve levantar su vaso y acercarlo al suyo para golpearlos suavemente, como un festejo.
—Felicidades, ya eres un policía y de los buenos —dijo y alzó el vaso en su boca para beberlo de golpe. —No pienses demasiado o saques conclusiones apresuradas queriendo entender por qué te estoy invitando una copa. No hay nada de descuento, chantaje o segundas intenciones, nada eso, este momento tómalo como una pequeña charla entre colegas. Porque ya lo somos —se señaló y luego a Hoseok. —Donde puedes contar conmigo en cualquier momento, si tienes dudas sobre el trabajo o te das cuenta que la información que te brindan es poca, yo te puedo ayudar. Mírame como una mano amiga que está dispuesta a enseñarte.
—En resumen —sus párpados cayeron un poco y mostraron una mirada indiferente. —Quieres ayudarme en el trabajo y que no lo malinterprete, ¿Eso? —Jeon asintió.
Un sonoro suspiro soltó Hoseok y continuó hablando.
—Es un poco extraño. No es una disculpa lo que estás diciendo y —lo miró con incredulidad.
Jungkook mordió su mejilla interna y contó hasta tres en su mente.
—Es verdad, primero lo primero y eso sería ofrecerte una disculpa por mi comportamiento. Por lo bruto, animal, energúmeno, basura y todos los despectivos que se refieran a lo que fui. Exacto, ya no más, eso quiero que quede en el pasado. Tú fuiste una víctima de mis arrebatos, mis caprichos y estoy muy arrepentido. Quizás no sea la persona más expresiva o demostrativa, pero mis palabras son honestas.
Escuchó con atención y la mirada fija en el mayor.
—Es difícil de creerme, lo sé. Hablé también con Minjae y le pedí disculpas por lo sucedido, especialmente por ti —estiró sus brazos en la mesa y los acercó un poco a las manos de Hoseok, donde continuó hablando sin tocarlas. —Solo por favor — dijo despacio y negó mostrando una mueca como sonrisa.
—Yo no creo que pueda, además, no te odio por si llegaste a pensar en algún momento esa posibilidad. Siento que no lo mereces, tener mi atención luego de todo —explica. —Y no quita el excelente profesional y dedicado que seas, lo has demostrado. Quizás, con el tiempo pueda yo tener esa confianza de pedirte ayuda o no.
Para alguien a quien manipuló a su manera e hizo lo que quiso con su cuerpo, sus respuestas eran muy acertadas y maduras. Y Jungkook se sintió inferior y débil. No era cuestión de medir su economía, ni su físico, porque ahí Jeon ganaba con creces.
—Ya es muy tarde y mañana tengo que levantarme temprano —terminó diciendo Hoseok al dejar su vaso vacío en la mesa.
Jungkook apoyó y pagó la cuenta para retirarse.
▽
Condujo de regreso a su departamento luego de dejar a Jung en su edificio.
Los pensamientos repentinos de los “hubiera” llegaron lentamente.
Creía y notaba fielmente que Jung era un buen joven y estar en una relación con él, sería muy bueno. Aunque él no tenía ni una pizca de oportunidad, lamentarse era lo único que podía hacer.
También redimirse y hacer mea culpa de sus pecados, no solo con palabras, si no con acciones que demostrasen su arrepentimiento. Empezar con pie derecho nunca estaba de más, así poder cambiar el rumbo de lo que hizo y enmendarlo.
▽
—Un placer hacer negocios.
Pasaban las tres de la madrugada y Han podía decir que recién se desocupaba y podía descansar en una cama limpia y suave. Lo hizo cuando condujo a la zona donde vivía y de la cuál Hyunjin se había encargado de encontrar.
En lo que restaba de la semana debía trabajar rápido y sigiloso. Realizar reuniones como representante de su jefe lo hacía sentirse muy orgulloso, porque le otorgaba la responsabilidad de tomar decisiones y ser considerado su mano derecha.
No era tarea sencilla, Han denotaba la misma seguridad y frialdad que Kim, simplemente que no era sanguinario al nivel de su jefe.
Las reuniones se basaron en respetar lo acordado, desde ganancias hasta la seguridad brindada a él y a la llegada de Kim.
Y luego de dos semanas y media después, en un avión privado llegó Kim junto con Chan.
Fueron recibidos por Han y Hyunjin, que se encargaron de organizar un pequeña cena como celebración.
Kim aceptó el momento de festejo, pero al terminar se encerró en su habitación y empezó a trabajar. No salió hasta la mañana siguiente y aunque no había dormido, revisó todo lo que Han llevaba realizando y los nuevos proyectos que venían en camino.
El local ya estaba funcionando y tuvo buena acogida, haciendo más fácil encubrir el lavado de dinero.
El dinero que llevaban ganando y que Han guardaba en una caja fuerte no lo había contado, confiaba en él y si en algún momento ocupaba, sabía cuánto había exactamente, gracias a las facturas y balances realizados.
No había descartado despegarle un ojo a Jeon, jamás. Hwang seguía encargado de eso y continuaba trabajando en la cafetería cerca de la casa del policía. Y las novedades eran realmente buenas, los encuentros eran más frecuentes con este joven Jung.
Algo positivo podía obtener de eso y sacarle provecho.
▽
—Toma, este caso es interesante por si deseas estudiarlo —un folder fue puesto en el escritorio de Jung. —Es una copia, compártelo con tu compañero si quieres.
Cuando Hoseok levantó el rostro para ver a Jeon, este ya salía y apenas pudo observarle una parte de su espalda.
Las pocas veces que llegaba a la comisaría, ayudaba a Hoseok a su manera.
Su trato tosco y su mirada seria no habían cambiado, continuaban ahí, intactas. No mostraba segundas intenciones de por medio, aunque eso no quería decir que sus instintos hubieran cambiado.
No.
Era joven, atractivo y sexualmente activo. Lo último a niveles muchos más bajos de lo que un día fue su punto más alocado y alto. Por eso había buscado un cuerpo nuevo la semana anterior, uno que le ayudó a calmar su temperamento y relajar su mente.
El sexo era buena terapia, lo confirmaba él.
Las sesiones continuaban, una hora al día cada semana era agotador. Seokjin se había mostrado muy a gusto con las terapias de Jeon y claro que se lo dijo, para así animarlo a que permanezca hasta obtener resultados positivos.
¿Doble actualización en el mes?
Ya tengo el siguiente capítulo terminado, no es fake.
Estoy avanzando para llegar a un punto dónde quiero que sea el final, porque sí, el final lo tengo pensando desde cuando empecé la historia jajaja.
¿Qué teorías tienen?
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