Hoseok tuvo que quedarse en la estación por reemplazo de un compañero que había enfermado y pedido permiso, cuando le tocaba salir a las calles y estar al servicio de la ciudadanía al paso.

La sorpresa fue la llegada de Jeon a la estación, cosa que Hoseok no pensó que sucedería, pero para ser honestos, sabía que en algún momento llegaría, porque él fue su instructor y debía revisar que hicieran bien su trabajo.

Hyunwoo estaba a su lado, acompañándolo en ese momento de nerviosismo y estrés, aunque este no estaba enterado de los problemas y acontecimientos sucedidos de ese par.

Su supervisor les indicó la razón de la presencia del mayor y que estaría observando su desempeño.

La excusa de ir al baño y lavarse el rostro no fue suficiente para que el tiempo pasara más rápido y Jeon no estuviera pululando por sus alrededores y hasta sentarse junto a su compañero y dándole consejos importantes.

Con una expresión de indiferencia se mantuvo en el tiempo que Jeon estaba más cerca, enfocándose en su trabajo.

Tenían que ordenar denuncias archivadas, donde les faltaba información o llevaban demasiado tiempo sin que el denunciante no regresó para saber cómo continuaba.

Normalmente, no demoraban, llamaban al denunciante o este regresaba a la comisaría para estar al tanto de noticias, pero en otros casos, estos no aparecían más por el lugar y los casos se archivaban hasta próximo aviso o reapertura de pruebas.

Esa parte le cansaba bastante a Hoseok, pero también estaba al tanto de los muchos casos que existían y de los cuales aprendía, porque así adquiría conocimiento de como proceder en dichos casos.

La hora del almuerzo fue un respiro para calmar sus nervios y estar tranquilo porque lo vio levantarse y salir con los jefes a comer fuera. Como si leyera sus pensamientos, Woo le dio una suave palmada en su espalma y una sonrisa pequeña, acompañada de un guiño, trasmitiéndole un poco de sosiego en la incomodidad que se hallaban cuando Jeon estaba cerca.

Pero no los molestaba, les explicaba varias cosas y respondía dudas por no estar familiarizados al vocabulario policial, donde solo les faltaba adquirir conocimiento.

Para su mala suerte, Jungkook regresó a la estación, pero esta vez no estuvo pululando cerca de él y observaba como trabajaban el resto.

En realidad, lo que hacía Jungkook era poder hablar con Hoseok.

¿Qué mierda le iba a decir?

Disculpas por tratarte como un simple objeto con hueco donde meter mi polla muchas veces, humillarte, aprovecharme de que nadie sabía donde trabajabas, apaciguar mi lívido con tu cuerpo sin importarme que estábamos en el campamento. Aprovecharme que era tu superior y que tu familia no sabía nada a lo que te dedicabas, que en realidad no era nada malo.

No era un hombre bueno, nunca lo fue y quizás podía ser el momento oportuno para empezar.

Cuando tomó valentía para poder hablar con Jung, este andaba ocupado y llamarlo para tener una conversación privada sería bastante llamativo, ganando miradas curiosas o empezar rumores. Así que se dijo que el día siguiente, quizás no era oportuno hacerlo, pero esta vez él era requerido para otros asuntos y tuvo que posponer esa conversación.

Minjae estuvo al tanto de las visitas de Jeon a la estación donde estaba asignado Hoseok, preguntándolo si no había alguna novedad.

Marzo llegaba a su fin y Jungkook se mantuvo ocupado por trabajo extra proporcionado por Minjae. No pudo enojarse, porque era una orden directa de un superior y era de suma importancia y urgencia.

Se olvidó de sus problemas, de Hoseok, de Minjae y hasta del mismísimo Taehyung preso, poniendo toda su concentración en avanzar su trabajo en menos de una semana.

Y de este último se debía tener mucho cuidado, porque en cualquier momento hacía lo inesperado.

Escapar.

Todo ese tiempo que transcurrió aparentemente tranquilo dio pie para organizar un espectacular e increíble escape.

Sucedió de a poco, como si la mente maestra no fuera Kim, sino el resto de los presos.

¿Cómo?

Con la ayuda de Minho.

Este había ocasionado que las treguas entre bandas terminen e inicie una pugna por el poder de la cárcel.

Obviamente, Taehyung no formaba parte de aquello tan desagradable y vulgar, considerándose con más clase a la hora de delinquir, él solo miraba de lejos y disfrutaba de aquello.

Entonces las peleas iban en aumento y ellos solo escuchaban como ciertos presos clamaban compasión cuando eran tomados por la banda contraria, siendo torturados y presionando para que sus jefes cedan.

Una semana duró así, en un caos total donde los agentes penitenciarios fueron secuestrados, pero sin hacerles daño.

Minho les comunicó que ya estaba preparado todo, porque en cualquier momento la pelea sería enorme y podrían verse afectados ellos también y

Y realmente lo fue, derrumbaron paredes con combos, las granadas empezaron a escucharse en ciertas alas y bloques de la cárcel, queriendo reafirmar cuál era la banda más poderosa.

Han guardó la computadora y los papeles importantes que tenían en la celda, Chan vigilaba alerta si alguien osaba en intentar abrir su celda y llevárselos. El día anterior Minho les había llamado diciendo el plan, que por motivos de seguridad él no podía estar adentro, cosa que Kim no entendió al principio.

Siguiendo el plan, Chan abrió la celda con las llaves proporcionadas antes del caos y salió primero, haciendo señal para que puedan seguirlo. Llegaron a las bodegas y caminaron alertas hasta el comedor, observando unos cuantos reos comiendo tranquilamente.

Jisung cuidaba la espalda de su jefe y no se confiaba del resto de presos presentes, que aparentemente demostraban tranquilidad e indiferencia a lo que sucedía a su alrededor.

—¿Cuánto tiempo debemos esperar? —Kim preguntó encendiendo un cigarro y soltando una voluta de humo.

No era de su agrado que las personas dispongan de su tiempo, suficiente con esos meses encerrado y sin poder hacer lo que se le venga en gana.

—Minho dijo que las alarmas sonarían y que habría un estruendo en la zona de seguridad —respondió Han sin titubear. —O si se demoraba, nos avisaba, porque no tiene idea que harán esas dos bandas.

Kim asintió despacio y tomó asiento en un mesón junto a las cacerolas enormes donde preparaban la comida.

Nadie los miró ni dio señales que les importaba su presencia.

El tiempo empezó a alargarse y Chan pudo olfatear la incomodidad de su jefe, por lo que habló para distraerlo.

—La casa que conseguí es como usted lo pidió, limpia y discreta.

—No esperaba menos de ti —lo miró con indiferencia y siguió fumando.

El cigarrillo se terminó y encendió otro. Han observó las ollas sucias, con restos de supuestamente comida, y era lo que tenían en sus platos los presos presentes.

Se le revolvió el estómago y envió un mensaje a Minho preguntando cuanto más debían esperar.

Una cajetilla completa fumó Taehyung, invadiéndole la ansiedad por salir de ese lugar.

Una larga y extenuante hora después, Han recibió la respuesta esperada, podían avanzar.

Lo hicieron por una zona donde las cámaras estaban averiadas, permitiéndoles andar sin preocupación. Avanzaron hasta la zona donde guardaban cosas viejas o dañadas para luego ser reparadas.

A Taehyung no le hizo gracia tener que agacharse y arrastrarse por un hueco, saliendo por fin de esa cárcel. Continuaron caminando con la ruta proporcionada por Lee y encontraron un auto blindado esperándolos.

Ya era tarde cuando pudieron respirar aliviados y sentirse libres, pasando varias horas desde que dieron el primer pie fuera de su celda.

Salieron por una estrecha carretera secundaria que los condujo hasta un segundo auto. Y antes de cambiarse de vehículo, dejaron sus uniformes y se vistieron con ropa que antes usaban y de buena calidad.

Este nuevo auto los llevaría a su destino, a una zona de campo donde pasarían el tiempo necesario o hasta que el mismo jefe Kim les indique.

Aquel plan de escape fue perfecto, porque en el momento que ellos salían, una de las bandas entró al bloque donde se hallaba su celda e incendió la zona, sin importarle las súplicas por parte de los presos que no podían salir de sus celdas y clamaban ayuda.

Si pensaban que la guerra entre bandas era algo solo de matar y ya, no, era algo más sanguinario y terrible.

Al final de la guerra entre bandas, encontrarían su celda incinerada y ellos los harían pasar como si se hubieran achicharrado junto con los barrotes. Minho recibiría una buena paga y de ahí podía dejar ese trabajo para no verse involucrado.

Pero Taehyung estaba muy conforme con el desempeño de Lee, que no tenía la intención de dejarlo ir tan pronto y sacarle provecho de sus aptitudes y capacidades.

Taehyung no se movió de la puerta de la nueva casa sin antes ser inspeccionada por Chan y Han, observando a detalle que todo estuviera en orden y no existieran cámaras o micrófonos presentes.

En silencio se dirigió a la habitación más grande, que sin pedirla, ya era suya, y se encerró para pensar.

El siguiente golpe debía ser a un duro.

A Jeon.

Su muerte facilitaba todo a Taehyung, tan práctica que no la descartaba, es más, quería ser él quien lo hiciera, verlo suplicar y rogando por acabar con su dolor.

¿Cúanto tiempo a tenido que pasar para una nueva actualización?

Lo siento como una eternidad, pero me propuse avanzar esta historia antes que termine el año, aún hay tiempo.

Me emociona saber que existen personas que les gusta esta historia, esto me anima a continuarla y no dejarla en el olvido. 

Gracias, realmente muchas gracias, porque este fic es de mis inicios, uno que aprendí a querer y con el cúal mi escritura fue evolucionando, como en los digimones jajaja.

Ya estoy avanzando el siguiente capítulo, todo fuera más sencillo si lo escribiera por el celular, solo que justo este ff lo tengo en la laptop.

Besitos y no se olviden tomar agua.