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Esa noche llamó a Minho después de semanas de estar en silencio, la información fue escuchada con atención y le dijo que apresurara todo para que Kim pudiera dar el siguiente golpe.

No fue difícil dar con el nombre de aquel joven castaño que había visto con el idiota de Jeon aquella noche. Edad, números de contactos, vivienda y hasta su estado médico.

Boberías como el tipo de sangre, era algo que no le importaba mucho, ya que no era ningún vampiro ni buscaba un tipo específico de ello. Nada importante, pero tampoco insignificante, ya que debía enviar la información lo más pronto posible.

El acceso a ciertas páginas no era realmente difícil, una noche completa en desvelo y un par de horas fueron requeridas para hackearlas y obtener lo que necesitaba. El documento fue enviado y este a su vez, revisado antes de entregar personalmente a Taehyung.

Minjae no podía evitar lanzar miradas preocupadas a Hoseok, su manera de ser disimulado no pasaba por alto en los adultos presentes. En este caso, Jimin trataba de ignorarlo, porque no quería verse entrometido de un tema que no sabía y que le interesaba mucho, pero si Hoseok no le contaba, no insistiría.

Jiwoo entrecerraba los ojos al ver a su esposo y la actitud hacía su hermano, no es que no confiara en ellos, pero sabía que algo le ocultaban y cuando supiera lo que escondían, la que les iba a caer.

Por otro lado, Hoseok tenía su cabeza en otro lado. Justamente en el orgulloso hombre que llegó con un simple pastel por su cumpleaños. Muchas preguntas llegaban a su mente y una más descabellada que las anteriores. Intentó no seguirle el hilo y poner atención al momento y lugar donde se hallaba.

Con las luces apagas, la canción de cumpleaños entonada a voz alta con gritos y aclamaciones por parte de los presentes, Hoseok sonreía y aplaudía mirando la única luz que había en la habitación que era gracias a la vela.

Recordó cuando su hermana le habló del curso y le preguntó si ganó la lotería. ¿Sería muy absurdo pedir ese tipo de deseos?

Pediría algo más fácil y que él mismo podría cumplir, porque las cosas no caían del cielo o llegaban como regalos envueltos a la puerta de tu casa. Ya no era un niño para pensar aquello y los dos números iguales que denotaban su edad lo demostraban.

Entonces cerró los ojos y sopló, con la esperanza de tener un buen año, continuar con sus estudios y terminar el curso de policía. Cuando las luces se encendieron nuevamente, tuvo que cubrir su rostro con su brazo y entrecerrar un poco los ojos para adaptarlos otra vez.

Jimin esa noche se quedaría y mirarían películas hasta tarde, porque al día siguiente Hoseok tenía el turno de la tarde y el rubio, ya no trabaja más en el Mohan.

Después de lo sucedido en su ultima salida, tomó la decisión de renunciar y buscar un empleo menos pagado, pero con un ambiente diferente. Aquello solo fue una señal de lo que podrían hacerle cualquier día en el trabajo, ya sea durante o después.

Jiwoo y Minjae se despidieron, con el pequeño Jiho en brazos, que dormía plácidamente en el calor que el cuerpo de su padre le brindaba. Cuando se quedaron solos, Jimin esperó un par de minutos por si Hoseok decidía hablar. El silencio se prolongó más tiempo, así que supo que no era el momento indicado. 

El horario de visitas resultó tan lejano para Taehyung, pero faltaban pocos minutos para que llegaran familiares de los demás presos y poder conversar con Minho.

Con un cigarrillo en los labios y de brazos cruzados, se encontraba Kim esperando en su celda a ser llamado, cuando el guardia anunció que podía ir a la sala de visitas. Han y Chan miraron de soslayo a su jefe, no queriendo enfrentar la furia de este y esperaban buenas noticias de parte de Lee.

Con pasos lentos llegó hasta la mesa y antes de sentarse botó la colilla del cigarro, pisando con su zapato limpio y un poco desgatado. Ocupó el asiento libre y esperó a que el hombre frente suyo hablara primero.

No solía mostrar sus emociones y quería parecer indiferente, por eso sacó otro cigarrillo del paquete guardado en su bolsillo y con el zippo en sus manos, lo encendió.

Este objeto era uno de los cuantos cambios, aparte de los de su celda. Levantó una ceja ante el silencio que se extendía entre el par de hombres, logrando poner de los nervios a Minho.

Sin decir palabra colocó un sobre grande y cerrado sobre la mesa. Kim sonrió al ver que el tiempo dio resultados.

—Dale las gracias a tu amigo ese —habló luego de darle una calada al cigarrillo y soltarlo lentamente por sus labios.

Lee asintió, dándole tiempo a Taehyung a que continuara hablando o se retirara.

—Te llamaré para el siguiente movimiento —indicó al levantarse.

Llegó hasta el guardia y este lo acompañó a su celda, chocando el sobre en su pierna, recreando un ritmo lento. Ni Han ni Chan se habían movido y estaban en la misma posición de cuando se marchó su jefe.

Al notar el sobre en las grandes manos de Kim, pudieron soltar el aire retenido y se levantaron para dirigirse a la nevera y sacar algunas botellas de cerveza fría.

Parecían buenas noticias, había que celebrar, ¿cierto?

Chan se encargó de abrir el sobre y sacar los papeles que estaban dentro. Ojeó rápidamente sin poner mucha atención, pero se imaginaba que tenía información relacionada con el oficial Jeon.

—Han, pon esas películas de terror que tanto te gustan —comentó empezando a leer.

En silencio y con una sonrisa triunfadora en sus labios empezó a buscar en la TV, por otro lado, Chan miraba con demasiada atención su botella, con la esperanza de obtener al menos una migaja de la información.

Cosa que no aprovechó porque prefería que su jefe tuviera la confianza de contarle.

Taehyung leyó todo, con puntos y comas. Un joven llamado Hoseok era el ex amante de Jeon.

Nombre completo, fotos de este en sus actividades diarias, dirección y número de contacto. También información extra, como pasatiempos, actividades y familia. Su sonrisa se agrandó al leer que tenía un pariente político en la policía y que este a su vez, era buen amigo de Jeon.

Lejos de la verdad, ya que Minjae no lo consideraba como tal, pero asumamos que a Taehyung no le importaba.

Observó las fotos una por una, deteniéndose en cada una para apreciar bien a Hoseok. Aceptaba lo apuesto que era, no solo de rostro, si no también de cuerpo delgado, pero no tanto, si no definido y tonificado que se distinguía poco por la ropa.

Entendía porque Jeon lo había tenido como amante, una lástima que ya no estaban juntos, pero igual podía sacar provecho de ello. Un pendrive se hallaba también el sobre y cayó cuando Taehyung agarró la botella de cerveza.

Jisung dejó de buscar una película en la TV que colgada en una de las paredes y agarró la laptop para encenderla y que Taehyung pudiera revisar el contenido de dicho accesorio.

Una carpeta que se llamaba información hizo voltear los ojos a los tres hombres en la celda, por ser tan evidente con el nombre. Dentro estaba organizado por más carpetas enumeradas. En una se encontraban más fotos y las mismas que sostenía en sus manos, en la siguiente, la información detallada de las hojas y en la última, videos.

Con la ceja arqueada dio clic para ver de que se trataban los videos, observando que eran de cámaras de seguridad. No tenía la mejor calidad, pero reconoció a Jeon y ese tal Hoseok en ellos.

Estos tenían fecha de meses atrás y el último que era de hace una semana, por lo que coincidía con el cumpleaños de Hoseok. Tenía un pequeño grupo relacionado con Jeon y una ventaja que no dejaría pasar. 

Los últimos días de febrero llegaron aún bañados de nieve y frío estremecedor, no impidiendo que los días de rutina de Hoseok se vieran afectados y a su vez, marcando una semana más en un parpadeo.

Aparentemente el rumbo de su vida había mejorado y la tranquilidad estaba de regreso. O eso creía. Porque unos ojos marrones oscuros lo seguían después de salir de la estación y llegar a su departamento.

No lo había notado, pero en más de una ocasión se sintió observado y la paranoia de que Jungkook saliera por algún rincón para acorralarlo avanzaba como la espuma. Decidió calmarse y recordar lo que Minjae le había dicho, que este si le ponía al menos un dedo encima, acabaría con la carrera de este y de paso, un par de golpes hasta matarlo.

Hoseok lo conocía y no era solo una advertencia a lo loco, era una amenaza con todas las letras bien puestas.

Un par de meses más y podría ser un policía, retomar su carrera un poco abandonada y continuar con su vida.

¡Hey! 

Regresé, no me he olvidado de esta historia. 

El time no corre a mi favor :(
Cuídense mucho ♡.

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