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15▽

Jungkook ese fin de semana había caído en la conclusión que tenía una pequeña -pequeñísima- obsesión con el castaño. Porque, por más culos que folló, no podía sacarse la sensación del cuerpo del menor, sus gemidos y expresiones de placer.

Se había dicho que era lo mejor, acabar con esa relación unilateral -¿Quién dijo que estaban en una relación? -dijo su cabeza. Bueno, lo que ellos tenían de follar y sin ser amigos, ni nada. -Chantaje -dijo su conciencia y este le reprochó. Solo salía a decir algunas palabras en los momentos menos oportunos y se marchaba.

Sabía que el capricho que tenía con Hoseok se le pasaría, sólo tenía que encontrar a un mejor culo y problema resuelto. Y lo había buscado esos días, pero nadie se comparaba al menor, su pene no había llegado a tener una buena erección, costándole demasiado acabar en ellos.

El lunes pensó que quizás la suerte seguía de su lado y que Hoseok estuviera asignado en uno de sus grupos. Nada de suerte, el encontró rostros desconocidos y algunos temerosos por empezar la siguiente parte del curso, el cual los convertiría en policías.

Al terminar su jornada, condujo a su departamento. Tarareaba una canción pegajosa que había escuchado en el trabajo, no había pensado en todo el día en Hoseok y agradecía aquello, pero todo eso cambió cuando lo vio esperando en la parada de bus.

Decidió no seguir mirando y llegó a su destino. Golpeó su cabeza en el volante y el sonido del claxon resonó por todo el estacionamiento del edificio donde vivía. No debía seguir encaprichado con el menor, ya le había dejado claro que ellos no volverían a follar.

También debía recordar que era el hermano menor de la esposa de su mejor amigo, si Minjae se enteraba de todo lo que le había hecho a Hoseok, de seguro le daría una buena paliza de la cual, se defendería.

Sacó las llaves de su auto y cuando quiso abrir la puerta, la imagen de Hoseok boca arriba, con su cuerpo desnudo, sudoroso y jugoso, con los labios entreabiertos emitiendo gemidos y con su entrada engullendo con hambre su pene, provocó que tuviera una enorme erección.

Hizo todo lo contrario a lo que había planeado y cuando se percató de la situación, estaba afuera del edificio del menor. Observó las luces del departamento de Hoseok desde su auto y mandó al carajo todo su control. El maldito castaño -de cuerpo ya no tan delgado- lo estaba volviendo loco.

Subió por las escaleras, porque el ascensor estaba ocupado y no quería tener que esperar demasiado tiempo para poder sentir el calor del cuerpo ajeno. Tocó el timbre con desesperación y escuchó ruidos dentro, pasos acercarse a la puerta y luego silencio.

Jungkook esperó, con poca paciencia a que la puerta se abriera, así que sin control, empezó a golpear la puerta con sus puños. Cada vez los golpes eran más fuertes y podía jurar que escuchó un jadeo de susto por parte del dueño del departamento.

-¡Hoseok, se que estás ahí! -gritó -. Abre la puerta hasta la cuenta de tres o empezaré a contar cosas que tu sabes que nadie quiere enterarse -advirtió.



No quería sentir miedo, pero no pudo evitarlo. Hoseok había rogado no tener que encontrarse con él idiota de Jeon, pero sabía que era imposible, siendo el mejor amigo de su cuñado. Respiró hondo y con la mano en la perilla de la puerta ejerció una fuerza, que dejó sus nudillos blancos.

Lo escuchó empezar a contar, hasta que llegó a tres. Con la poca paciencia que le quedaba hacia el pelinegro, abrió la puerta.

-Sabes que estas entrando a un lugar que no tienes permiso, no puedes irrumpir en mi departamento y hacer un escándalo. Puedo demandarte por difamación -dijo serio Hoseok con la mano aún en la perilla -. Eres un policía y sabes que no puedes ir intimidado a las personas solo por tener autoridad -recalcó.

Jungkook miró la bata de baño que llevaba por dentro y quiso tirar de ella y observar la desnudez de Hoseok, así que lo hizo, pero sólo encontró el torso descubierto y parte de sus piernas. El menor llevaba una pantaloncillos que cubrían su sexo y trasero, gruñó bajo cuando notó que no lo encontró como el se imaginaba.

-¡Estás loco! -espetó tomando la bata para cubrirse nuevamente su cuerpo -. Un maldito loco -escupió.

-El acuerdo aún no termina, puedo hacer una llamada a Minjae y decirle dónde trabajas -dijo con la mandíbula apretada.

-Y ¿Qué más le dirás? -preguntó con sorna -. ¿Qué era un puto y trabajo vendiendo mi cuerpo?

-No me tientes Hoseok, no sabes de lo que soy capaz para tener mi pene en tu culo.

El castaño solo alzó las cejas y cruzó los brazos. -Por si no te hayas enterado, yo ya no trabajo más ahí, no lo hacía de prostituto y no te daré mas explicación de eso, pero quiero que te quede claro, tu chantaje se vino abajo, Jiwoo y Minjae saben donde trabajaba y no lo cuestionaron.

-De seguro con tu carita de inocente les mentiste y dijiste cosas a tu favor -dijo mirando de pies a cabeza.

-No, ya dije que no te daría explicaciones así que conformarte en saber que ellos ya tienen conocimiento de mi antiguo trabajo, cosa que a usted no debería importarle porque no es nada mío -respondió enojado.

Jungkook trataba de intimidarlo con su mirada y no despegar los ojos del castaño, para que este se sintiera nervioso y bajara la muralla que había formado, así el poder invadir su cuerpo y llenarlo de placer. Hoseok no le bajó la mirada en todo el momento que Jungkook lo miraba con intensidad, no se dejaría doblegar por el pelinegro, no quería regresar a lo mismo y ser parte de un absurdo chantaje.

-Si no se retira llamaré a la policía -amenazó -. ¿Se imagina que dirán de un oficial de alto rango como usted? intimidando a un simple novato de policía como yo -comentó con veneno.

-Nadie cuestiona lo que hago -respondió de inmediato -. Mi furia y mal humor lo conocen y respetan.

-Con mayor razón, puedo iniciar una demanda por acoso -dijo acordándose de lo sucedido en la tarde -. Tengo pruebas, llamadas, mensajes y las cámaras de su edificio y del de aquí pueden corroborar lo que digo.

-Yo no te obligué -inquirió -. Nunca puse un arma o algo con el cual golpearte para que aceptaras mi propuesta -respondió serio.

-¿Quieres probar que si fue por obligación? Y No, por voluntad propia -refutó el castaño -. Me chantajeaste en decirles a mi hermana y cuñado donde trabajaba, alegando que era un sucio prostituto.

-No hiciste nada para aclararles y pudiste salirte de mi chantaje, hubieras dicho la verdad y no te dejabas follar. Quizás en el fondo si querías tener mi pene dentro de ti -escupió con sorna.

Hoseok boqueó por lo mencionado del pelinegro, el también había pensado que era muy estúpido e ingenuo en seguir el juego al idiota de Jeon, pero no era porque el quería su pene en él. Hizo puños las manos y su color pasó a rojo de la rabia, alzó su brazo y dio un certero gancho en el rostro bonito y varonil de Jungkook.

El puño cayó en la mejilla izquierda, golpeando el pómulo y parte de la mandíbula, ocasionando que trastabillara y cayera al suelo de manera precipitosa. El sonido del cuerpo de Jeon caer, resonó en todo el pasillo. El lesionado miró a Hoseok con rabia y el castaño juró ver llamas en las pupilas ajenas.

Todo pasó en cámara lenta, Jungkook levantándose para atacar el cuerpo de Hoseok, el ascensor sonando, avisando que alguien quedaría en ese piso, Minjae observando como su amigo se lanzaba a su cuñado cuando la puerta se abrió.

-¡Jungkook! -gritó alterado Minjae.

El nombrado se detuvo, observó el rostro sorprendido de Hoseok, giró su cuerpo y encontró a su amigo mirándolo con confusión.

-¿Qué es lo que estabas tratando de hacer? -preguntó acercándose -. ¿Golpearlo? -preguntó dudoso.

Jungkook no sabía en el grande problema que se había metido.

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