El día del operativo llegó y desplegaron dos grupos, porque ya sabían que Kim pondría un señuelo. El grupo A liderado por Jeon y el grupo B por Hyun Bin, fueron organizados y el primero se dirigió al club principal, mientras el otro, a la residencia Kim.

Equipados con fusiles, ametralladoras, semiautomática, municiones, chalecos antibalas y pasamontañas, este último para evitar que los reconozcan. Se marcharon en diferentes autos con vidrios polarizados, estacionándose en puntos estratégicos.

Esperaron  la señal de un policial vestido de civil que debía amedrentar al guardia para ingresar a la fuerza al club. Varios minutos después, cuando recibieron la señal, bajaron rápidamente de las camionetas y rodearon el club. La puerta principal fue golpeada con un ariete, alertando a las tres únicas personas que se encontraban a esa hora en la oficina del segundo piso. JiSung y SeungMin sacaron sus armas y las rastrillaron, poniendo atención de los ruidos provenientes de la planta baja.

Namjoon llamó de inmediato a su hermano, cuando escuchó la palabra “Policía, quietos”.

—¡Hermano, la policía está en el club! —avisó.

—Salgan por la puerta de escape del sótano o la del final del pasillo de la primera planta. Ambas los llevarán cerca del estadio —le dijo de manera inmediata.

—Está bien, te llamaré cuando esté afuera —avisó seguro.

—Recuerda, el disparo directo en la frente —dijo Kim con voz gruesa.

—Si —respondió y cortó de inmediato.

Bajaron las escaleras de emergencia que se encontraban más cerca de la oficina para ir cubriendo sus espaldas. Escucharon como la puerta era abierta, notando la presencia de un grupo de policías armados.

—¡Quietos! —Jeon dijo en tono amenazante, pero ninguno hizo caso y regresaron por donde habían entrado

Cerraron la puerta y dispuestos a dar pelea se pusieron en posiciones. La puerta del salón fue golpeada por el ariete nuevamente y la ráfaga de disparos hizo cubrirse a los uniformados. Con un golpe certero, esta fue abierta y lo primero que mostró fue la punta de una ametralladora, disparando por toda la habitación.

SeungMin sacó un poco de su cuerpo para atacar, pero no pudo su cometido ya que un disparo le atravesó el cráneo, matándolo al instante. Han notó como el cuerpo sin vida de su amigo cayó al piso, por lo que bajó la guardia y se acercó, ganando un disparo en su pierna derecha.

El grupo de policías entró, notando un cuerpo en el piso y otro que se escondía tras una gran columna. Namjoon con su frente en alto miró a Han y le hizo señas, necesitaban salir de ahí y si la única manera era por la ventana, lo harían.

Con una repetidora, Namjoon disparó a los policías, haciendo que se escondieran y ellos poder lograr su objetivo. JiSung  logró llegar a la ventana, que se conectaba con el primer piso y así alcanzar la salida. Fue cubierto por el moreno y abrió la ventana rápidamente, el aire fresco de la tarde lo despertó y cuando quizo acercarse a la baranda para saltar al primer piso, dio un paso en falso, ocasionando que su cuerpo cayera al suelo y su arma se alejó varios metros de él.

Desesperado, JiSung gritó a Namjoon que se aguarde, pero el moreno no escuchó y giró su cuerpo confiando que sería cubierto. Al notar a su compañero en el piso y sin arma, supo que no fue la mejor idea. Dispuesto a seguir peleando, retrocedió a la ventana sin dejar de dispararles.

Jeon necesitaba capturar al hermano menor de los Kim, sabía que es la debilidad de Taehyung, así que no tenía opción para dejarlo escapar.

Por otro lado, en la residencia Kim, el grupo armado de policías rodeó toda la manzana para evitar que se fuguen. Taehyung terminó de hablar con su hermano y salió a buscar sus armas para pelear junto con BangChan, pero no llegaron a tomar ninguna pistola, ya que la policía los sorprendieron.

—¡Al suelo y las manos en la cabeza! —escucharon. Un golpe en la canilla de Taehyung hizo que sus rodillas golpeen el piso y su cuerpo se encontraba tendido con las manos en la cabeza.

Taehyung se hallaba furioso, intentaba poner resistencia, pero era duramente golpeado en sus costillas, quitándole el oxígeno. BangChan no había intentado nada, pero sus ojos demuestran que no tiene miedo. El líder esperaba que su hermano y compañeros estén a salvo.

 
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JiSung estiró su cuerpo para alcanzar el arma y cuando lo hizo, disparó. Se levantó e intentó lanzarse del balcón al primer piso, pero notó como Nam se descuidó y una bala atravesó su abdomen. Completamente sorprendido, observó como el pequeño charco de sangre que se formó alrededor del moreno. Siguió en shock, por lo que no logró reaccionar rápido, recibiendo un fuerte golpe en su cabeza llevándolo a un sueño profundo.

El operativo culminó con dos muertos y tres arrestados. En la residencia Kim encontraron una completa artillería pesada que fue incautada, mientras que en el club el hallazgo de dinero en efectivo, joyas, celulares y objetos muy caros no sorprendieron al equipo. El grupo A presentó varios heridos, pero no de gravedad y uno de ellos era Jeon.

Con el hombro vendado y curado, Jeon salió del hospital rumbo a su departamento. La audiencia sería en una semana, por lo que tenían que mostrar los informes del operativo. No tendría que esperar demasiado tiempo para regresar a Gwangju y follar a Hoseok.

Los días pasaron rápido, Jeon había seguido las indicaciones médicas por su herida. El pelinegro decía que el doctor exagerada, ya que era una herida muy superficial.

—Más vale prevenir, que lamentar —mencionó el doctor limpiando la herida.

—Bobadas —bufó.

—Si no sigues las indicaciones, le daré descanso por un mes —amenazó.

Escuchó eso y no fue del agrado del pelinegro, él no era débil ante sus heridas. No. Él no se permitía doblegar ante algo tan insignificante. Comer saludable y abstenerse de tener relaciones sexuales fue lo que ordenó el doctor. Jungkook estaba como diablo en botella, su mano no era suficiente.

Los arrestados habían sido separados, para evitar que tuvieran contacto entre ellos, pero el día de la audiencia Taehyung notó que no estaba su hermano ni SeungMin. No quería sacar conclusiones apresuradas, quizás estaban heridos en algún hospital, pero la mirada de disculpa que le brindó JiSung le confirmaba lo que más temía.

Kim Taehyung quería la cabeza del responsable de sus muertes y no le importaba si tiene que mover cielo o tierra, sabía que lo conseguirá tarde o temprano.

 
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Hoseok bosteza cansado, era jueves por la mañana y por más que hubiera dormido las ocho horas reglamentarias, sintió que necesita más. Recordó que Jeon llevaba más de tres semanas fuera y no podía evitar emocionarse, la siguiente parte del curso sería en pocos días. Ya no tendría que estar unido a un maldito chantaje.

Al finalizar el día, Hoseok salió con calma del campamento con dirección a la parada de bus, pero al notar un Audi negro fuera, su cuerpo encendió las alarmas. Jeon bajó y llamó con la mano, pero al percatarse que el menor lo ignoraba, ingresó a su auto y se marchó.

Hoseok suspiró. Al menos ya no era tan posesivo —pensó. Caminó a casa rememorando las noches que pasaron juntos, pero se recordó que todo era por un chantaje y la excitación que había empezado a subir, menguó de inmediato.

Hoseok estaba tan perdido en sus pensamientos, que no notó como un hombre de cabellera negra lo miraba con intensidad, acercándose lentamente a él como un depredador. Sintió su cuerpo ser acorralado por un muro de músculos. Hoseok sabía de quién se trataba.

Jeon sonrió con picardía, alzando la barbilla del menor y devorando sus labios con la mirada. Acercó sus rostros, susurrando en la oreja de Hoseok.

—¿Me extrañaste pequeño?

Y sin darle opción a responder, Jungkook cubrió su boca en un beso demandante.