Mila, casi te escribo un montón de insultos, pero luego mire el paisaje y la verdad que cambié de opinión.

Sí, si hay un motivo por el que no quiero estar en casa. Faltan dos días para terminar el campamento y volver a vivir en mi supuesto hogar, con ese que se hace llamar padre, lo que no me pone de muy buen humor.

Ciertamente no eres tonta, pero en realidad no entiendes algo.

No quiero que me pregunten nada, no deseo hablar de mí y no estoy interesado en que alguien quiera saberlo.

Estoy siendo sincero por el mero hecho de estar en un lugar que no me hace sentir despreciable. Así que déjame disfrutar de la calma y sigue con tu vida.

Atte: Jack.