Capítulo 2
Me muevo de manera incómoda en el asiento, aún no puedo creer que esté con el acosador del restaurante. No se qué hacer, los nervios me consumen, estar con un hombre como él me pone inquieta, tomo mi cartera y cojo mi celular, lo reviso, fingiendo que me llegó un mensaje. Debería de saludar al hermoso ser que se encuentra a mi lado, pero tengo un poco de pena.
-Buenos días-dice el irresistible ser mientras se quita las gafas, me sorprendo al escucharlo, dios su ronca voz es tan hermosa y excitante.
-Buenos días-meto mi celular nuevamente en mi cartera y le regalo una sonrisa fingida, lo miro y me adentro en sus hermosos ojos azules. Pareciera que millones de botes reposarán ahí. Son perfectos. Él es perfecto, su pelo liso, su sonrisa resplandeciente, su gruesa voz. Su cara parece tallada por los dioses, su presenciada y pequeña barba, su mentón cuadrado y sus tentativos labios que me enloquecen y me intimidan.
-¿Cómo está?-pregunta.
-Bien ¿y usted?
-Yo muy bien, aunque usted no pareciera estar bien ¿le ha pasado algo?
-No. Estoy bien, no sé preocupe.
-¿Segura?...se cuándo alguien miente, y creo que usted me está mintiendo.
-No le estoy mintiendo.
-¿Segura?-repite. Su voz, su mirada y su forma de hablar, me obligan a decirle la verdad.
-Si...solo me despidieron de mi trabajo, eso es todo.
-Cuanto lo lamento, debió afectarle eso.
-Bueno...mi trabajo era lo único que me hacía sentir estable, con mi trabajo conseguía el dinero para comprar mis cosas.
-Lo lamento mucho.
-No se preocupe.
-¿Y que piensa hacer?
-Pues...nada solo quiero llegar a mi casa y comer un poco de palomitas, mientras veo una película, para distraerme un poco de todo.
-Excelente idea, pero me refiero a su trabajo, ¿que piensa hacer con el trabajo? ¿va a dejar de trabajar o va a conseguir un nuevo trabajo?
-Voy a conseguir uno nuevo...no puedo quedarme con los brazos cruzados, sin hacer nada.
-Exacto. Me gusta como piensa.
Le doy una leve sonrisa y lo miro fijamente, ¿cómo es posible que pueda existir un hombre tan hermoso?...es increíble, este ser parece de otro mundo. En eso veo como saca su cartera y del interior de la misma, una pequeña y coqueta tarjeta negra. Eso me pone un poco curiosa, me mira, me entrega la tarjeta y dice:
-Mi nombre es Christopher Harrys, soy dueño del nuevo restaurante que abrirá en la ciudad y necesito personal-me mira-si necesita trabajo, yo le puedo dar.
-Gracias, lo pensaré y lo llamaré-le doy una sonrisa de boca cerrada y meto la pequeña tarjeta en mi cartera.
-Yo en su lugar, no lo pensaría tanto, pero está bien. Respeto su decisión, piénselo y llámeme.
El señor del taxi se detiene, da media vuelta y dice:
-Hemos llegado señorita.
-Vale, muchas gracias-le sonrió al señor del taxi, miro al ser que ahora tiene nombre. Christopher y le doy mi mano para despedirme de el.
-Fue un placer hablar con usted señor Christopher-toma mi mano y la lleva a sus labios, siento la suavidad de sus labios, tengo ganas de sentir esa suavidad en los míos.
-El placer fue mío-mi piel se eriza y una extraña sensación me recorre por dentro, abro la puerta y cuando salgo siento que la mano de Christopher sujeta mi brazo.
-¿Cuál es su nombre?
-Tiana-sonrío, el sonrie, suelta mi brazo y yo cierro la puerta, la ventana del taxi se baja.
-Piense lo de la propuesta del restaurante y no olvide llamarme...hasta la próxima señorita Tiana, fue un gran placer conocerla-las ventanas vuelven a subir y el taxi arranca nuevamente, ¡dios! ¿que fue esa sensación? quiero volver a sentir esa suavidad de sus tiernos y provocativos labios, pero en otro lugar que no sea mi mano, ¿que me pasa? Recuerdo como me veía en el restaurante, ¿tendrá ganas de mí? ¿me habrá reconocido? Muchas preguntas dan vuelta en mi cabeza, necesito saber las respuestas. Pero antes quiero entrar en mi casa y hacer las palomitas, aunque eso no bastará para el hambre que tengo.
Entro en el edificio y me dirijo hacia el elevador, pulso el botón del piso. El elevador se tarda un poco pero finalmente llegó a mi pieza, abro la puerta y entro, ¡Hogar dulce hogar! al fin estoy en mi casita, dejo la cartera en la silla y me dirijo hacia la cocina. Pellizco un poco de pan y lo llevo a mi boca, ¡Muero de hambre!
Al cabo de media hora, ya estoy bañada, cambiada y esperando a que el microondas suene para buscar mis palomitas.
De pronto siento el tono de llamada de mi móvil, lo tomo y observo la pantalla, es Emely quién me llama, respondo a la llamada.
-¡Hola! ¿Cómo estás?-dice en un tono tan alegre, que me la imagino sonriendo.
-No tan bien ¿y tú?
-¿Que ha pasado?-desaparece el tono alegré-mi jefe me despidió-Emely hace un pequeña pausa, el silencio invade la llamada.
-¿Qué? Cuánto lo siento, ¿Estás bien?
-Bueno...estoy haciendo unas palomitas para comer un poco, así se me pasa lo molesta que estoy por su trato y sus gritos cuando me despidió.
-¿Te grito?...¿¡Y quién coño se cree ese tipo para gritarte!?-ahora me la imagino enojada, cómo un toro botando humo por la nariz.
-No sé, pero ahora creo que estaré libre por un buen tiempo, ya que no estaré ocupada con el trabajo. Y no puedo hacer nada, ya que todo fue mi culpa por llegar tarde.
-Lo siento mucho de verdad y no puedes quedarte sin hacer nada... tienes que conseguir un nuevo trabajo.
-Si, lo sé, pero no sé si sea tan fácil.
-Yo te puedo ayudar y creo que se quien te puede dar trabajo.
-¿En serio?
-Si, solo tendría que llamarlo, pero tienes que estar conmigo-sonrío, estoy un poco ilusionada en estos momentos.
-¿Que harás hoy? ¿A qué hora sales del trabajo?
-Nada. Ya salí, estoy libre por hoy...y estoy abajo de tú casa.
-¿Abajo de mi casa?...¿Qué?
-Si, si quieres mira por la ventana.
Me acerco curiosa hacia la ventana, ¿de verdad estará aquí?, lo dudo mucho, seguro es otra de sus bromas. Miro hacia abajo y me sorprendo al ver el auto de Emely estacionado en la carretera, demonios si esta aquí.
-¿Que estás haciendo aquí?
-Pues solamente vine a hacerte una visita, por eso te llamé, tengo el día libre y nada sería mejor que pasar este rato contigo.
-¿Y que esperas para subir?
-¿Ya subo?
-Si,sube, te espero-digo y cuelgo la llamada, ya quiero que suba, sería grandioso que llamará a esa persona que me puede dar trabajo, lo necesito con urgencia. Suena el microondas, ya deben estar listas las palomitas, me dirijo nuevamente hacia la cocina, cojo un envase, abro el microondas, tomo la bolsa de palomitas y la abro, el olor a palomitas invade la casa, que delicia.
Disfruto de las deliciosas y crujientes palomitas mientras espero a Emely, escucho que tocan la puerta, de seguro ya llegó, me levanto y abro la puerta. Veo a Emely con una botella de vino, seguramente tuvo un día mejor que el mío, me da una sonrisa y me encierra en sus brazos, necesitaba estar con ella.
Nos dirigimos hacia la cocina, Emely destapa la botella mientras yo busco dos copas, sirve el vino en las copas y nos las tomamos.
-Salud!-choca mi copa con la suya.
-Salud!-le doy una sonrisa fingida.
-Siento mucho que te hayan despedido.
-Gracias, ya está todo bien. No pasa nada-miento.
-¿Segura?
Asiento sin decir ninguna palabra, la veo un poco feliz seguro que su día fue excelente y no me gustaría que este triste o molesta por la anécdota de mi trabajo.
-¿Y cuéntame qué tal estuvo tu día?-le pregunto y enseguida una gran sonrisa se pinta en su rostro.
-Muy bien.
-¿Te paso algo bueno hoy?
-Si-asiente y muerde su labio-pero luego te cuento...no me gusta que yo esté feliz y tú triste, no me gusta verte así-agrega.
-No, cuéntame, yo estoy feliz si tú estás feliz, y que me contarás la razón de esa sonrisa me pondría muy feliz.
-Bueno...¿te acuerdas de Nolan?-habla pausadamente.
-¿El chico con dinero que es de España?
-Si.
-Claro que me acuerdo, estabas muy atontada con el-suelto un risita.
-Si-rie-¿recuerdas que el se fue hace unos meses para España porque su madre estaba enferma?
-Si-asiento.
-Pues hace una semana regreso, ya lo sabía por los rumores en el trabajo, y hoy lo ví...y nos besamos. Al principio todo era un simple juego pero ahora sí me gusta y creo que me enamore de el-sus ojos brillan con cada palabra que suelta y su tono cada vez se vuelve más lento, está enamorada.
No digo nada, solo la abrazo, me encanta verla feliz.
-¿Y solo se dieron un beso? ¿o paso algo más?-pregunto.
-No. Me invitó al nuevo restaurante que abrirán en la ciudad.-enseguida recuerdo a Christopher, ¿nuevo restaurante? El señor Christopher me dijo que abrirá un nuevo restaurante en la ciudad y necesitaba personal, pero no creo que sea el de él. Emely continua-iremos mañana que es la inauguración, deberías de registrarte para ir juntas.
-¿Registrarme?-no entiendo nada.
-Si, ¿has visto los anuncios del restaurante? Sale en todas las redes, el restaurante es con un tema romántico, es para conocer a tu media naranja-¿media naranja? Me interesa-hay dos tipos de invitaciones, la normal que es ir y pagar el restaurante con tu pareja y la anónima. Te registras en la aplicación y colocas tu nombre y tu foto de perfil, y si le gustas a alguien esa persona te manda la invitación anónima, tú eliges si rechazarla o aceptarla, si la aceptas te llegará la hora y en qué mesa se van a encontrar- agrega.
-Me parece increíble la idea del restaurante, me alegro que Nolan te haya invitado y la persona que tuvo esa idea debe ser un gran apasionado o apasionada en el amor-le doy una pequeña sonrisa.
-Si, es un galán de Italia.
-¡Oh!
-Se llama Christopher Harrys.
-¿Que?, ¿Christopher Harrys?-pongo mis ojos como platos, esto no puede ser posible.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro