Capitulo 1
Este café me encanta, su sabor es divino, solo con una probada, me traslada a otro mundo. Si este café fuera una persona me casaría con ella y pensándolo bien, no sería una mala idea. Seguro no mentiría, me haría reír, me haría sentir feliz, me calentará cuando tuviera frío, cada beso sería mágico, con ese dulce y delicioso sabor en su boca, le comería los labios y dejaría que me calentara en su cama, sería tan divino y además sería precioso. Sus ojos serían castaños claros, su cabello sería liso y el sería alto, sería mi pareja perfecta, definitivamente me casaría con este café. De pronto los chasquidos de Emily me traen de vuelta a la realidad, no me acordaba que estaba con ella.
-¿En que piensas?
-Nada, solo en que éste café sería mi pareja perfecta y sin dudarlo me casaría con el.
-Mmm ¿y ese café tiene algún nombre?-pregunta de manera divertida.
-No, cómo creés.
-¿Segura?-me hace ojitos y suelta una risita, ¿que le da gracia?
-Si, por qué tendría un nombre, si no me gusta nadie- finjo una sonrisa.
-Bueno está bien no te sigo molestando-suelta una risita-aunque no es por nada, pero creo que deberíamos de irnos ya.
-¿Irnos? ¿Para dónde?
-¿Mmm se te olvida, que trabajas y que tienes una responsabilidad, y te pueden despedir si llegas tarde?
-Mierda el trabajo, ¿¡Qué hora es!?-pongo mis ojos como un par de platos.
-Las nueve y veinticinco-mira su reloj de pulsera.
-¿Las nueve y veinticinco?-replico.
-Si-confirma, no puede ser otro día llegando tarde al trabajo, esto no puede estar pasando, mi jefe me puede despedir, aggg todo por perderme en una tonta fantasía con un café.
-Espérame aquí, iré a pagar la cuenta-me levanto de la silla rápidamente.
-No, tranquila, yo la pagaré-aprieta mi mano para detenerme, se levanta y se dirige a la caja registradora, resopló y tuerso los ojos al ver que hay fila para pagar, esto no puede estar pasando. Saco mi celular de mi cartera para enviarle un mensaje a mi jefe diciéndole que no he llegado al trabajo gracias al tránsito en la vía, lo cual es todo una mentira.
Siento que alguien me mira, miró hacia la ventana y me sorprendo cuando mis ojos se encuentra a un apuesto hombre alto. Dios es hermoso, tiene puesto unas gafas de sol y un traje formal.
-Ya estamos listas-siento la mano de Emely en mi hombro y pego un brinco.Estaba perdida en ese hombre.
-¿Te encuentras bien?
-Si, solo que me sorprendiste y estaba pensando en que llegaré tarde al trabajo-finjo una pequeña risa.
-Ah ok, bueno entonces vámonos.
-¿Ya pagaste?...¿y la fila para pagar?
-Si, acuérdate que soy amiga del dueño del restaurante, así que no tengo que hacer fila para pagar ¿ya nos vamos?
-Claro-asiento, será mejor que me vaya rápido antes de que me pase con ese ser lo que me pasó con el café, tomo mi cartera, me levanto y acomodo la silla. Aún siento la mirada del apuesto hombre. Miró otra vez disimuladamente hacia la ventana para comprobar si me sigue mirando y acierto cuando lo veo sin quitarme la mirada de encima. Cual depredador cuando observa a su presa para cazarla. Cojo aire y desabrochó el primer botón de mi camisa, su mirada me hace sentir un poco incómoda.
Tomo a Emely del brazo y salimos del restaurante, nos dirigimos hacia el auto y nos montamos. Me abrochó el cinturón de seguridad y Emely enciende el vehículo. Al cabo de quince minutos hemos llegado a mi lugar de trabajo, me despido de Emely dandole un abrazo, me bajo y me dirijo rápidamente hacia el súper. Espero que se haya creído la excusa del tráfico, no quiero que me despida.
Entro y me quedo boquiabierta al ver a una hermosa rubia alta en la caja registradora. No puede ser, ¿que hace ahí? Eso es de lo que yo me encargo aquí.
-El señor Guzmán te espera en su oficina-dice la rubia.
-Vale-asiento y me dirijo hacia la oficina de mi jefe. Estoy nerviosa, tengo miedo, espero que no me despida. Llegó a la oficina y tomo aire antes de entrar, entro y me encuentro a mi jefe sentado con cara de pocos amigos.
-Buenos días señor Guz...
-Cierre la puerta-me interrumpe.
Obedezco y cierro la puerta, muero de nervios.
-¿Se podría saber por qué llega tan tarde?
-Le mandé un mensaje y le dije que iba a llegar tarde por el tráfico, no sé si le llegó.
-Si me llegó...pero ya no le puedo permitir que llegue tarde al trabajo, ya van tres veces...lo siento, se cuánto le gusta este trabajo...pero esta despedida.
<<Pero esta despedida>> esa frase me deja paralizada por fuera y rota por dentro, me acaba de despedir, ¿que haré yo ahora? no pienso perder este trabajo, así que digo:
-Lo siento por haber llegado tarde, le prometo que será la última vez que pase, pero no me despida déme una segunda oportunidad.
-¿Segunda? Esta es la tercera oportunidad y no te la pienso dar-se levanta rápidamente de la silla y pone las manos en la mesa.
-Señor Guzmán solo le pido está y ya...
-Le he dicho que no, ahora retirese de mi oficina, está despedida!!!-grita y pega una y otra vez las manos contra la mesa. Creo que el ruido se escucho hasta fuera. Estoy inmóvil, mis ojos se inundan en lágrimas, pero no dejo que se deslicen por mi cara, ¿quien se a creído para gritarme? En éstos momentos tengo ganas de darle una bofetada y marcharme, pero no lo hago, ya que podría empeorar la situación, así que solamente salgo de la oficina y me marcho del lugar fingiendo una sonrisa, creo que merezco el oscar.
Al salir del súper, la lluvia me empapa toda. Vaya día que me tocó hoy, tomo un taxi para irme a casa, lo único que quiero en este momento es estar sola mientras disfruto de unas palomitas y una gaseosa, me monto en la parte de atrás del taxi, coloco mi cartera a un lado y apoyo mi cabeza de la ventana.
De pronto el taxi se detiene ¿que rayos pasa? ¿porque se detiene? entonces me sorprendo al ver que un apuesto hombre entra en el taxi, me parece familiar, trae puesta unas gafas y un traje formal, de pronto hago memoria y recuerdo que es el chico que me acosaba con su mirada en el restaurante, esto no puede estar pasando.
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